La suciedad y las imperfecciones pueden saltar a la vista en los muebles blancos. Con una limpieza frecuente, mantendrás los muebles en las mejores condiciones y quitarás las manchas que aparezcan. Prepárate para aspirar y verificar las recomendaciones de seguridad para limpiar la tapicería blanca de los muebles. Quita la suciedad en general limpiando las zonas específicas según sea necesario y limpiando los muebles con agua y jabón. Aborda las manchas difíciles con vinagre blanco, limpiadores específicos o un servicio de limpieza profesional.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar la tapicería blanca para la limpieza

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    Aspira los muebles para evitar que la suciedad y los residuos se impregnen. Usa un accesorio de cepillo suave para proteger la tela mientras la limpias.[1] Préstales mucha atención a los espacios, las esquinas, los rincones y las grietas, ya que la suciedad y los residuos suelen acumularse en dichos lugares.
    • Si limpias en húmedo antes de aspirar, los residuos y la suciedad suelta pueden impregnarse en la tela, por lo que será más difícil limpiarla.
    • Si quitas las partículas sueltas de los muebles, será más fácil detectar y eliminar las manchas. Con frecuencia, aparecen manchas ligeras debajo de las capas delgadas de polvo.[2]
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    Verifica las recomendaciones de seguridad para limpiar los muebles. Algunos muebles podrían dañarse con algunos limpiadores o métodos de limpieza. Revisa la etiqueta para saber qué productos y métodos debes evitar. Si la etiqueta está dañada o se ha perdido, busca dicha información en Internet.
    • Por ejemplo, cuando limpies los muebles de cuero, debes evitar usar agua. Usa un limpiador de vapor o una solución de limpieza específicamente diseñada para el cuero.
    • Las abreviaturas que aparecen en las etiquetas de los muebles, llamadas “códigos de limpieza”, indican la forma segura de limpiar los muebles sucios. Las más comunes son las siguientes:
    • W: usa un limpiador hecho a base de agua.
    • S: usa un limpiador sin agua, como un solvente para limpiar en seco.
    • WS: puedes usar un limpiador hecho a base de agua o un producto sin agua.
    • X: aspira y cepilla el mueble; de lo contrario, usa únicamente un servicio de limpieza profesional.[3]
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    Inspecciona las manchas si fuera necesario. Para eliminar algunas manchas, como las de café, vino tinto y sangre, quizás sea necesario usar un tratamiento específico. Si no sabes cuál es el origen de la mancha, examina la forma y el color para tratar de determinarlo.[4]
    • Antes de limpiar las manchas consideradas difíciles, como las de café, vino tinto y sangre, busca en Internet el procedimiento adecuado de limpieza para evitar que se impregnen en la tela por accidente.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Eliminar la suciedad en general

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    Limpia las zonas específicas cuando sea necesario. Limpia las manchas con toques suaves usando unas toallitas húmedas. Si no tienes toallitas, limpia de forma similar con un paño de microfibra humedecido con agua fría mezclada con un poco de detergente suave para ropa.[5]
    • Prueba siempre las soluciones de limpieza en un área oculta del mueble antes de limpiar las áreas visibles. Si la tela se decolora o sufre un impacto negativo debido al limpiador, no lo uses.
    • En la mayoría de los casos, las soluciones de limpieza que contienen las toallitas húmedas son lo suficientemente suaves como para limpiar los muebles sin dañarlos.
    • Cuando limpies zonas específicas, evita empapar por completo la tela porque su calidad podría deteriorarse.[6]
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Ashley Matuska

    Ashley Matuska

    Profesional de limpieza
    Ashley Matuska es la propietaria y fundadora de Dashing Maids, una agencia de limpieza enfocada en la sostenibilidad en Denver, Colorado. Ha trabajado en la industria de la limpieza durante más de 5 años.
    Ashley Matuska
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    Profesional de limpieza

    Comienza con agua simple y luego utiliza productos de limpieza si es necesario. Ashley Matuska de Dashing Maids afirma "Cuando limpias muebles blancos, usa una toalla de microfibra y agua tibia para ver si puedes eliminar las manchas sin utilizar ningún detergente o químico. Si no puedes, el siguiente método más recomendable es el agua tibia, detergente y una toalla de microfibra. Si no es suficiente, utiliza un limpiador multipropósito suave".

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    Limpia la tapicería con agua y jabón para hacer una limpieza general. Llena una cubeta con agua fría y agrégale un poco de jabón para platos. Revuelve hasta formar burbujas. Moja un paño de microfibra con la solución. Escurre el exceso de agua y limpia con suavidad la tela de los muebles.[7]
    • Evita saturar la tela cuando limpies de esta forma. Solo debe quedar una cantidad ligera o moderada de agua en la tela.
    • Cuando limpies los muebles, sigue la dirección natural de las hebras de la tela, ya que de lo contrario su aspecto podría dañarse.
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    Lava las fundas en la lavadora si es posible. Las instrucciones de lavado en lavadora deben aparecer en la etiqueta del mueble. Usa un ciclo de agua fría y la cantidad adecuada de detergente. Evita usar la lavadora con mucha frecuencia porque a veces la tela podría romperse más rápido.[8]
    • Si la etiqueta se ha caído o es imposible leerla, busca en Internet las instrucciones sobre el lavado en una lavadora con el nombre del mueble y del fabricante.
    • A menos que se indique lo contrario, no uses la secadora para secar las fundas de los muebles porque la calidad de la tela podría deteriorarse.
    • Para hacer una limpieza de mayor calidad, lleva las fundas a la tintorería. La información sobre la limpieza en una tintorería deberá aparecer en la etiqueta.
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    Usa un limpiador de vapor. Algunas telas de los muebles blancos, como el cuero, no deben exponerse al agua si es posible evitarlo, ya que el agua puede mancharlas o dañarlas. Un limpiador de vapor suele ser una herramienta segura y eficaz para limpiar la tapicería en estos casos.
    • El funcionamiento del limpiador de vapor dependerá de la marca y el modelo. Sigue las instrucciones indicadas en el mismo para obtener mejores resultados.
    • En las áreas pequeñas donde es necesario hacer una limpieza más potente, usa la función de vapor de una plancha para darle una o dos aplicaciones de vapor antes de usar los métodos generales de limpieza.[9]
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    Deja secar al aire los muebles por completo después de limpiarlos. El aire es la forma más suave para quitar la humedad de la tela. Coloca los muebles limpios en un lugar donde no se toquen y vuelvan a ensuciarse. Algunos podrían tardar hasta 48 horas en secarse.[10]
    • Algunas veces, quizás debas repetir ciertas técnicas, como la limpieza de la tela con agua fría y jabón hasta eliminar la suciedad por completo.
    • Para evitar saturar los muebles con agua, deja que se sequen por completo después de usar cada técnica.
    • Abre las ventanas para acelerar el proceso de secado. Aunque el secado al natural siempre será mejor, también puedes acelerar el proceso usando un secador de cabello en las zonas mojadas.[11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Abordar las manchas

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    Quita las manchas difíciles con vinagre blanco o con vodka. Aborda con vodka o vinagre blanco sin diluir las manchas que queden después de limpiar las zonas específicas o de hacer la limpieza general. De forma similar a la limpieza de zonas específicas, humedece un paño de microfibra limpio con vodka o vinagre y da toquecitos en la mancha. No empapes la tela.
    • Aunque el olor de estos líquidos puede ser fuerte cuando los apliques, deberá desaparecer cuando se sequen.[12]
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    Aplica una pasta de bicarbonato en las manchas de vino y de café. Puedes quitar estas manchas de muchas telas con una capa delgada de pasta hecha con agua y un poco de bicarbonato de sodio. Cubre por completo la mancha con la pasta. Espera cinco minutos y retira la pasta de la tela con un paño limpio de microfibra humedecido con agua.[13]
    • Después de eliminar la mayor parte de la mancha de vino, usa un método de limpieza general para eliminar los residuos.
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    Quita las manchas de sangre de los muebles. Humedece un paño de microfibra con agua fría y un jabón suave para manos o para platos. Aplica con suavidad la mezcla sobre la tela manchada con toques. Con un paño limpio de microfibra humedecido con agua fría, da toques en la mancha para quitar el jabón. Cuando la mancha haya desaparecido, puedes lavar la tela como de costumbre.
    • Evita aplicar calor en la sangre o en otras manchas con proteínas, porque esto hará que sean más difíciles de quitar.
    • Es posible que en algunos casos no puedas quitar las manchas de sangre que se han impregnado en la tela de los muebles.
    • Para eliminar las manchas más difíciles, quizás debas aplicar el jabón y el agua fría varias veces para que la mancha desaparezca por completo. Deja secar la tela de forma natural entre cada aplicación.[14]
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    Usa un limpiador de tapicería en las manchas restantes. Puedes encontrar un limpiador específicamente diseñado para la tapicería en la mayoría de las tiendas minoristas, como Walmart y Target, así como en las ferreterías. Cada limpiador es distinto, así que deberás usarlos según las instrucciones de la etiqueta.[15]
    • Lee con atención las instrucciones de uso de los limpiadores antes de comprarlos. Es posible que algunos estén diseñados para usar en ciertas telas o tipos de manchas.
    • Quizás algunos limpiadores de tapicería contengan químicos fuertes que podrían dañar la tela de los muebles si se usan con mucha frecuencia.
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    Repite los métodos de limpieza según sea necesario. Quizás debas repetir los métodos de limpieza general cuando el tratamiento de la tapicería se haya secado. Si la mancha persiste después hacer una segunda limpieza general, deja secar la tela y repite el tratamiento con el limpiador de tapicería. Repite este procedimiento las veces que sea necesario.[16]
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    Contacta a un profesional de limpieza. Estos profesionales tienen las herramientas y las técnicas adecuadas para eliminar la suciedad profunda de la tela. Programa una limpieza profesional para los muebles blancos una vez al año para mantenerlos en condiciones excelentes.
    • Si los muebles son antiguos o valiosos, quizás debas usar un servicio profesional únicamente para evitar dañarlos por accidente.
    • Cuando el limpiador profesional llegue a tu hogar, pregúntale cómo puedes limpiar y darles mantenimiento a los muebles por tu cuenta.[17]
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Consejos

  • Trata los derrames y las manchas nuevas de inmediato. Limpia el exceso de líquido o material y usa los métodos de limpieza según el caso. De esta forma, evitarás que las manchas y los derrames decoloren la tela de forma permanente.
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Advertencias

  • El color del paño que uses para limpiar podría transferirse a los muebles. Por este motivo, debes probar los paños de color en un área oculta de los muebles. Usa de preferencia un paño blanco y limpio de microfibra.
  • Evita frotar o restregar para limpiar la tela porque podría deteriorarse o salirle pelusa.
  • Los productos de limpieza que contienen ingredientes abrasivos pueden dañar la tela de los muebles, así que evítalos para mantenerlos en buen estado.
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Cosas que necesitarás

  • toallitas húmedas
  • cubeta
  • paño de microfibra (de preferencia que sea blanco)
  • detergente suave para lavar la ropa
  • aspiradora (con accesorios)
  • vodka (opcional)
  • vinagre blanco

Acerca de este wikiHow

Ashley Matuska
Coescrito por:
Profesional de limpieza
Este artículo fue coescrito por Ashley Matuska. Ashley Matuska es la propietaria y fundadora de Dashing Maids, una agencia de limpieza enfocada en la sostenibilidad en Denver, Colorado. Ha trabajado en la industria de la limpieza durante más de 5 años. Este artículo ha sido visto 7851 veces.
Categorías: Limpieza del hogar
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