Los pinceles de pintura acrílica quedan casi inservibles si no los limpias correctamente. Por ello, es muy importante lavarlos rigurosamente luego de cada uso. De lo contrario, pueden arruinarse, ya que las cerdas quedarán endurecidas y pegadas, sobre todo cuando utilizas una pintura acrílica de secado rápido. Afortunadamente, limpiar tus pinceles de pintura acrílica solo te tomará unos minutos. Además, mantenerlos limpios te permitirá volver a utilizarlos en el futuro y los hará más duraderos.

Método 1
Método 1 de 3:
Quitar el exceso de pintura del pincel

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    Limpia la pintura con una toalla de papel o un trapo. Antes de limpiar el pincel con agua, envuelve las cerdas con toallas de papel o un trapo y aplica un poco de presión para quitar el exceso de pintura. De esta manera, será más fácil y rápido lavar el pincel más adelante.[1]
    • No esperes un tiempo entre pintar y limpiar. Es importante limpiar tu pincel tan pronto como termines de usarlo.[2]
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    Desliza el pincel sobre una toalla de papel o un trapo. Cepilla las cerdas del pincel en la toalla de papel o el trapo hasta que ya no deje marcas. De esta manera, quitarás parte de la pintura antes del lavado.
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    Enjuaga el pincel en una taza con agua. Introduce tu pincel en una taza con agua y presiona las cerdas contra el fondo mientras haces movimientos circulares por unos segundos. No sumerjas el pincel por mucho tiempo, simplemente dale vueltas para deshacerte del exceso de pintura.[3]
    • Si utilizas una taza con agua para enjuagar tus pinceles al cambiar de color, puedes usar esta misma o cambiarla por agua limpia. De todos modos, tendrás que lavar tu pincel con agua y jabón luego de darle esta lavada inicial, así que no hay problema si el agua está un poco turbia.
    • Luego de quitar la pintura y sumergir el pincel en agua, este quedará más limpio. Sin embargo, esto no es suficiente para limpiarlo por completo. Tendrás que usar agua y jabón para lavarlo y mantener las cerdas suaves y flexibles.[4]
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Método 2
Método 2 de 3:
Limpiar los pinceles con agua y jabón

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    Coloca el pincel bajo un chorro de agua tibia. Abre los grifos de agua caliente y fría a la vez hasta que el agua salga tibia. Luego, sujeta el pincel bajo el chorro de agua de 5 a 10 segundos para enjuagarlo. Rótalo de tal manera que el agua alcance todos los lados.[5]
    • La presión del agua ayudará a despegar la pintura que no hayas podido limpiar con taollas de papel o el trapo.
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    Presiona las cerdas para soltar los restos de pintura. Luego de remojar el pincel de 5 a 10 segundos, utiliza tus dedos para presionar las cerdas con cuidado.
    • En este punto, es posible que el pincel se vea limpio, pero aún es necesario limpiarlo con jabón.
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    Coloca un poco de jabón suave en el cepillo e introdúcelo entre las cerdas. Cierra el grifo y vierte una cucharadita de un jabón suave o jabón especial para pintura en las cerdas del pincel. Con tus dedos, incorpora el jabón en las cerdas del pincel.[6]
    • También puedes usar champú en lugar de jabón.
    • Si vas a lavar un pincel grande, asegúrate de incorporar el jabón en las cerdas internas y externas por igual.
    • Es importante que el jabón alcance el área de las cerdas donde hay un anillo de metal en la base del mango, llamado virola o casquillo. De lo contrario, con el tiempo las cerdas se separarán y arruinarán la forma del pincel.
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    Enjuaga el jabón. Abre el grifo hasta que el agua vuelva a estar tibia. Luego, coloca el pincel bajo el chorro de agua. Una vez que deje de salir agua jabonosa de las cerdas, utiliza tus dedos para aplicar presión y quitar lo que quede del jabón.
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    Haz movimientos circulares en el jabón con el pincel. Luego de enjuagar el jabón, vuelve a verter una pequeña cantidad en la palma de tu mano. Sujeta el pincel con la otra mano y presiona las cerdas contra el jabón haciendo movimientos circulares.
    • Al girar el pincel en el jabón, podrás hacer que llegue hasta las áreas difíciles donde hay pintura, como alrededor de la virola.
    • Los movimientos circulares son similares el movimiento realizado al pintar. Por lo tanto, el jabón alcanzará las áreas del pincel donde podría haber pintura.
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    Enjuaga el pincel. Luego de girarlo en el jabón que colocaste en la palma de tu mano, el pincel deberá quedar completamente limpio. Sostenlo bajo un chorro de agua tibia y presiona las cerdas como haciendo masajes para extraer los últimos residuos de jabón.[7]
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    Seca el pincel. No es bueno que los pinceles permanezcan húmedos por mucho tiempo. Luego de enjuagar el jabón, envuelve las cerdas con una toalla de papel o con un trapo limpio. Luego, presiónalo con cuidado para absorber el agua.[8]
    • Coloca los pinceles en posición horizontal para que se sequen. Guardarlos en posición vertical, con las cerdas hacia abajo, puede hacer que estas se deformen.
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Método 3
Método 3 de 3:
Mantener buenos hábitos de limpieza de pinceles mientras pintas

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    Cuando uses varios pinceles, recuerda sumergirlos en agua ocasionalmente. Existen varios hábitos que puedes mantener mientras pintas para facilitar la limpieza de tus pinceles y evitar que las cerdas se endurezcan o se dañen. Ten en cuenta que no debes dejar que la pintura se seque en las cerdas.
    • Si utilizas varios pinceles al pintar y dejas de usar cada uno por periodos largos, recuerda sumergirlos en agua ocasionalmente para mantenerlos húmedos.
    • Sumergir tus pinceles en agua y hacer movimientos circulares para eliminar el exceso de pintura es una buena forma de asegurarte de que la pintura no se seque en las cerdas.[9]
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    No sumerjas los pinceles en agua mientras pintas. Si usas varios pinceles, quizá te parezca buena idea dejar algunos en el agua. Sin embargo, si se quedan remojados mucho tiempo, las cerdas se separarán y perderán su forma. La mejor manera de conservar tus pinceles mientras pintas es colocarlos en posición horizontal en un trapo o en una toalla de papel.[10]
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    Evita que la pintura llegue al área de la virola. Quizá en algún momento del proyecto te sientas tentado a introducir las cerdas en la pintura por completo de manera que toda la cabeza del pincel quede sumergida. Sin embargo, esto podría hacer que la pintura llegue hasta la virola, lo que puede dificultar la limpieza y, con el tiempo, dañar y separar las cerdas.[11]
    • En lugar de sumergir el pincel en la pintura hasta la virola, intenta introducir solo ¾ del largo de las cerdas.
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Consejos

  • Recuerda que limpiar tus pinceles solo debe tomarte alrededor de un minuto, un pequeño precio que debes pagar para mantenerlos en buen estado.
  • Si no limpiaste tu pincel y las cerdas se endurecieron y se quedaron pegadas por la pintura, quizá puedas salvarlo si lo sumerges en quitaesmalte y lo dejas remojar por un día.
  • El quitaesmalte es una sustancia fuerte, así que el pincel quedará un poco dañado, pero de todos modos estará mejor que antes.
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Cosas que necesitarás

  • jabón suave, jabón para pintura o champú
  • trapos limpios o toallas de papel

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Coescrito por:
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Categorías: Pintura
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