Si mantienes limpios los muebles, no solo serán más atractivos, sino que también prolongarás enormemente su vida útil. Aunque limpiar toda una casa llena de muebles puede representar un proyecto importante, no tiene que ser una molestia. En la mayoría de los casos, basta con limpiar el polvo y pasar la aspiradora regularmente, además de realizar limpiezas profundas cada semestre para mantener los muebles con un aspecto fantástico.

Método 1
Método 1 de 5:
Limpiar muebles tapizados

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    Pasa la aspiradora regularmente. Es la parte más fácil de conservar los muebles limpios. Esfuérzate por limpiar las grietas y las fisuras de los muebles entre los cojines, como las áreas donde se unen los brazos del sofá con el espaldar. Retira los cojines y pasa la aspiradora por todos sus lados.
    • La densidad de la fibra de los muebles de microfibra hace que no se destiñan y permite eliminar la mayor parte de la suciedad y los desechos solo con el cepillado. Cepíllalos antes de pasar la aspiradora.[1]
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    Verifica las etiquetas para guiarte. Si el mueble necesita un limpiador a base de solventes, debes comprar y usar uno. Si el mueble requiere un limpiador a base de agua, puedes hacerlo en casa con facilidad. Si ya no tienes la etiqueta, consulta con un profesional.[2]
    • W significa: usa un detergente a base de agua.
    • S significa: limpia con un producto sin agua, como un disolvente para limpieza en seco.
    • WS significa: puedes usar un limpiador a base de agua o un limpiador sin agua.
    • X significa: solo debe realizarse una limpieza profesional, aunque puedes pasar la aspiradora con toda libertad. Tenlo en cuenta a la hora de comprar muebles.
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    Elabora en casa un limpiador a base de agua con un líquido lavavajillas. Llena una botella de espray con agua, luego agrega un par de gotas de detergente para vajilla (líquido, no en polvo). Agregar a la mezcla una tapa llena de vinagre blanco y un poco de bicarbonato combatirá el mal olor. Agítala bien.[3]
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    Prueba la mezcla de detergente en una zona poco visible. Moja una esponja en la mezcla de detergente y frota un poco en la parte posterior o inferior del tapizado; en donde sea improbable que lo vean. Limpia la zona con un trapo y deja que seque por completo con el aire. Si se destiñe, no uses la mezcla de detergente. Mejor haz que lo limpie un profesional.
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    Humedece las manchas con una esponja. Usa una esponja para frotar la mezcla en el mueble y seca el tapizado con un trapo mientras trabajas. Deja que el detergente se asiente y penetre durante unos minutos en las manchas persistentes.
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    Seca los derrames de inmediato.[4] La mejor forma de evitar las extensas sesiones de limpieza en el futuro es actuar rápido cuando ocurran derrames, tratándolos antes que manchen gravemente las cosas. Siempre debes secar los líquidos, en vez de frotar o fregar. En esta etapa los movimientos enérgicos pueden hacer que el líquido penetre aún más en el mueble, así que el objetivo es absorber la mayor cantidad posible de líquido antes que se introduzca.
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Método 2
Método 2 de 5:
Limpiar muebles de cuero

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    Pasa la aspiradora por el mueble. Al igual que con el tapizado, pasar la aspiradora regularmente mantiene los muebles limpios. Retira los cojines para asegurarte de llegar a cada rincón y grieta del mueble.
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    Frota el mueble con una mezcla de vinagre. En un balde, mezcla vinagre y agua en partes iguales. Sumerge un trapo en el líquido, escúrrelo hasta que quede húmedo, pero no empapado y limpia el mueble. Enjuaga el trapo con frecuencia para evitar esparcir la suciedad y pasa un trapo seco después de terminar el trabajo.[5]
    • La mezcla de jugo de limón y crémor tártaro en partes iguales es un quitamanchas ideal para los muebles de color blanco o beige. Frota la mezcla en la mancha y déjala por 10 minutos. Luego limpia los residuos con un trapo limpio.
    • Aplicar alcohol isopropílico con un hisopo hace maravillas en las manchas de tinta y el moho. Aplícalo y luego seca la zona con aire caliente de una secadora de pelo.[6]
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    Nutre el cuero con vinagre y aceite de linaza. La mezcla debe estar compuesta de una parte de vinagre y dos partes de aceite de linaza. Agítala bien, frótala y déjala por 10 minutos. Luego, pule el cuero con un trapo. Es posible que necesites pulirlo varias veces.[7]
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    Mantén el cuero lejos del sol para evitar la sequedad y la formación de grietas.[8] La constante exposición directa al sol daña el cuero, aún con un mantenimiento cuidadoso. Gira los sillones o los sofás para alejarlos de las ventanas abiertas o asegúrate de que las persianas o las cortinas estén cerradas cuando no te encuentres en la habitación.
    • Mantén los muebles de cuero mínimo a 60 cm (2 pies) de distancia de las fuentes de calor de tu casa. La exposición constante al calor puede agrietar y envejecer el cuero.[9]
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Método 3
Método 3 de 5:
Limpiar muebles de madera

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    Determina cuál es el acabado de tu mueble. Si tienes dudas, lo correcto es empezar con un limpiador suave. Luego, pasa gradualmente a los métodos de limpieza más fuertes, dependiendo de la reacción del mueble (o de la falta de reacción).[10] Si sabes que tu mueble ha sido teñido, pintado, etc., debes emplear un método adecuado para ese tipo de acabado.
    • Como regla general para limpiar muebles de madera: no uses mucha agua y si lo haces, no la dejes por mucho tiempo porque el agua puede hacer que la madera se deforme o se agriete.
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    Limpia el polvo y la suciedad suelta de la madera. Pasa un trapo limpio por el mueble para soltar y quitar el polvo y la suciedad de la superficie. Evita usar plumeros para los muebles de madera, ya que sus plumas pueden raspar la madera. Mejor usa un trapo.[11]
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    Frota la madera con esencias minerales. Las esencias minerales (por ejemplo, los disolventes de pintura) son excelentes para deshacer la mugre acumulada. Vierte la esencia mineral en un trapo y frótala suavemente en el mueble. Trabaja en un espacio bien ventilado al momento de usar esencias minerales. Limpia los residuos del limpiador con un trapo húmedo.[12]
    • Aunque estas esencias son seguras para la mayoría de los muebles de madera, debes probarlas primero en una zona poco visible (como en la parte inferior o la pata de la silla) para asegurarte de que el mueble no reaccione mal al limpiador.
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    Haz una mezcla de trementina para usarla en madera acabada.[13] Mezcla 3/4 taza de aceite de linaza hervida con 1/4 taza de trementina en un frasco y agítalo bien. Ambos ingredientes están disponibles en las ferreterías.
    • Otra alternativa es usar aceite para muebles que también está disponible para dicho propósito.
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    Aplica la mezcla de trementina en la madera. Vierte un poco sobre la mesa, luego un poco en un estropajo de acero. Aplica la mezcla frotándola a lo largo del grano. Una vez que hayas terminado, pule con un trapo suave. Esta mezcla es muy eficaz en la madera acabada y sin acabar. Esto aumenta el brillo y la duración de la madera acabada y evita la sequedad y la formación de grietas en la madera sin acabar. Frota bien el aceite y deja que la mezcla se seque con el aire.
    • Usar un estropajo de acero podría parecerte severo, pero el acabado de la mayoría de los muebles de madera es lo suficientemente grueso para proteger la madera de los daños.
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    Pule las superficies enceradas o barnizadas con aceite de limón.[14] Humedece un trapo, agrega un poco de aceite y limpia el mueble. Luego, pule la superficie, dejando pocos residuos.
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    Aplica cera para muebles para proteger los muebles no encerados. Aplica una cantidad abundante con un paño de queso, en el sentido del grano. Luego, pule con otro trapo.[15]
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Método 4
Método 4 de 5:
Limpiar muebles acrílicos y de lucite

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    Limpia el mueble con un trapo limpio. El acrílico y el lucite requieren muy pocos cuidados, pero pueden rayarse con facilidad a causa de las pequeñas motas de suciedad y mugre del trapo que has usado para limpiar otros muebles. Usa un trapo nuevo (o recién lavado) para limpiar el mueble con el fin de evitar los raspones.[16]
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    Evita los limpiadores de vidrio como Windex. Aunque puede parecer tentador que el mueble sea transparente, no uses un limpiador de vidrios en los muebles acrílicos. Los limpiadores que no están diseñados para el acrílico o el lucite pueden crear grietas en los muebles.
    • Asimismo, si algo queda atascado en el mueble, no uses un disolvente para eliminarlo. Usa un trapo húmedo y solo limpiadores diseñados específicamente para este material.
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    Elimina los raspones con un pulidor para plásticos. Los productos diseñados para limpiar el plástico son los únicos limpiadores que debes usar en los muebles acrílicos. Si tu mueble está raspado, el pulidor también puede reparar los raspones.
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Método 5
Método 5 de 5:
Limpiar muebles de mimbre

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    Identifica el material. En este caso la palabra “mimbre” designa la técnica que se emplea en la elaboración de muebles, no el material del que están hechos.[17] Tus muebles de mimbre pueden ser de papel, ratán o bambú (entre otras posibilidades) y es posible que existan ligeras diferencias en el tipo de cuidados que requiere cada uno.
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    Retira los cojines. Los limpiarás por separado de los muebles y el fabricante debe incluir los métodos de limpieza adecuados en la etiqueta. Asegúrate de poder acceder a cada centímetro de la superficie del mueble.
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    Usa la aspiradora con el accesorio de cepillo. Debes tener cuidado de limpiar los muebles de mimbre con herramientas suaves. Cepillarlos regularmente permitirá mantenerlos limpios y usar la aspiradora con el accesorio de cepillo cumple una doble función.
    • Para el polvo difícil de quitar, usa un pincel suave. Para el polvo difícil de alcanzar, emplea un cepillo de dientes.[18]
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    Cepilla suavemente el ratán y el bambú con una solución de agua, jabón y amoniaco. Mezcla una parte de amoniaco con dos partes de agua en un balde, luego échale un chorro de líquido lavavajillas sin lejía. La herramienta de limpieza ideal es el cepillo, pero un trapo también es útil.
    • Asegúrate de estar en una zona con buena ventilación antes de mezclar químicos y usa guantes al momento de manipular el amoniaco. No te inclines sobre el balde.
    • Es indispensable que la mezcla no contenga lejía porque la combinación de amoniaco y lejía produce gases increíblemente tóxicos.[19] Si sientes mareos o náuseas al momento de mezclar los limpiadores, sal a tomar aire fresco de inmediato.
    • Siempre debes manipular los muebles de mimbre con delicadeza, incluso durante la limpieza. Los cepillos rígidos (y cualquier cosa más abrasiva) pueden causar daños considerables en los muebles y requerir la intervención de un profesional.[20]
    • Para los muebles de papel y hierba, deja los agentes de limpieza y solo limpia los muebles con un trapo húmedo.[21]
    • Los muebles de mimbre solo necesitan esta limpieza profunda una o dos veces al año.[22]
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    Lleva el mueble al exterior para que se seque al sol. Podría tardar varios días en secarse por completo, pero es fundamental que el mueble de mimbre se seque bien. Cuando la caña, la hierba y el bambú están húmedos pueden retomar poco a poco su forma original (que no es de mimbre).
    • Los muebles de mimbre siempre deben secarse por completo y es necesario evitar saturarlos de agua durante la limpieza.[23] Nunca te sientes en el mimbre sin secar.
    • Sin embargo, los muebles de mimbre no deben pasar todo su tiempo en el sol. Las sillas y las mesas expuestas mucho tiempo al sol deben girarse durante todo el año para evitar que el material se rompa.
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    Mantenlo lejos de las zonas húmedas. Aunque al mimbre "le gusta" la humedad, esta promueve el desarrollo de moho y la distorsión de la forma de los muebles de mimbre.[24] Almacena tus muebles en áreas de tu casa con un clima controlado si deseas mantenerlos a largo plazo. A menos que vivas en el desierto, el porche no es un buen lugar para los muebles de mimbre.
    • Pero si realmente vives en el desierto, limpia el mimbre de vez en cuando con un trapo húmedo. Los climas secos pueden (al igual que la luz solar directa) hacer que el mimbre se agriete si no recibe los cuidados adecuados.
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Consejos

  • Puedes lavar los muebles con fundas según las instrucciones de la etiqueta.
  • La intervención temprana es crucial a la hora de detectar manchas o decoloraciones. Limpia los muebles con frecuencia para mantenerlos en buena forma y nunca dejes que se asienten los derrames.
  • Si tienes mascotas, debes entrenarlas para que se mantengan lejos de los muebles ya que su pelaje, garras y baba pueden dejar marcas. Si tienes gatos, cepíllalos regularmente para disminuir la cantidad de pelo suelto y la caída de pelo y corta sus garras. El rodillo quita pelusa es útil para quitar el pelo de mascota con facilidad.
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