Los discos compactos que se quedan fuera de sus estuches son propensos a acumular polvo, huellas dactilares y diversas manchas, lo que puede dificultar su capacidad para reproducirse correctamente. Por fortuna, su limpieza es muy sencilla y se puede realizar con varios productos domésticos comunes. La opción más sencilla es limpiar ligeramente la parte inferior del disco con una solución jabonosa suave antes de enjuagarlo con agua limpia. Si cuentas con un poco de alcohol isopropílico, también puedes utilizarlo para disolver los residuos adheridos más difíciles.

Método 1
Método 1 de 2:
Utilizar agua y jabón para eliminar el polvo y la suciedad ligera

  1. 1
    Sopla o limpia el polvo suelto de la superficie del disco con un paño. Utiliza una lata de aire comprimido para retirar el polvo sin tener que tocar el disco. Si no tienes aire comprimido a la mano, también puedes pasar un paño suave y sin pelusas sobre el disco. Luego, trata de reproducirlo. Si aún presenta problemas, es probable que tengas que optar por un método de limpieza más intensivo.[1]
    • Si vas a desempolvar el disco a mano, siempre debes trabajar hacia afuera (desde el centro hacia el borde exterior) para evitar daños y que el polvo se extienda.[2]
    • Asegúrate de manipular el disco con delicadeza. Si no tienes cuidado, puedes rayarlo al intentar eliminar el polvo.
  2. 2
    Busca un recipiente lo suficientemente grande como para sumergir el disco. Un recipiente con los lados inclinados funciona mejor, pero también puedes utilizar un recipiente de plástico. Asegúrate de que el interior del recipiente esté limpio y completamente libre de polvo u otros desechos.[3]
    • Si el recipiente que vas a utilizar lleva dentro de un armario por un tiempo, debes rociar un poco de agua tibia para enjuagar el polvo que pueda haber en su interior antes de llenarlo con la solución jabonosa.
  3. 3
    Agrega una cucharadita de jabón líquido suave al recipiente. También puedes utilizar un líquido de limpieza totalmente natural hecho con agua destilada específicamente para este trabajo. Es importante que utilices un tipo de jabón líquido suave, ya que es probable que los jabones más fuertes contengan agentes abrasivos que pueden dejar rayones.[4]
    • El jabón para manos también sirve para este trabajo, siempre y cuando no contenga agentes humectantes u otros aditivos, ya que estos elementos pueden dejar residuos.[5]
  4. 4
    Llena el recipiente con 5 u 8 cm (2 o 3 pulgadas) de agua tibia. Mientras el recipiente se llena, mezcla el jabón y el agua con las puntas de los dedos. Ambos ingredientes deben formar una buena solución espumosa.
    • El agua tibia funciona mejor que el agua fría para tareas de limpieza debido a su capacidad para ablandar los residuos adheridos.
    • La solución jabonosa puede burbujear un poco, lo que está bien. De todas formas, vas a enjuagar el exceso después.
  5. 5
    Sumerge el disco sucio en el agua jabonosa durante aproximadamente un minuto. De esta manera, la solución tendrá bastante tiempo para comenzar a aflojar el polvo o la suciedad que quede sobre el disco. Asegúrate de deslizar el disco con la parte inferior apuntando hacia arriba para evitar que se roce contra la parte inferior del recipiente.
    • Si lo deseas, puedes pasar el disco lentamente por el agua unas cuantas veces para conseguir un poco de potencia de limpieza adicional.
  6. 6
    Enjuaga el disco con un chorro de agua tibia. Inclina el disco en todos los ángulos diferentes debajo del grifo para eliminar la solución jabonosa por completo sobre ambos lados. Continúa enjuagando hasta que el agua salga clara. Cuando termines, no deberían quedar rayas ni espuma.[6]
    • Sujeta el disco con dos dedos por el orificio central y el borde exterior para evitar que se manche durante el enjuague.
  7. 7
    Repite el proceso si es necesario. Si el disco aún luce sucio, vuelve a colocarlo en la solución jabonosa y déjalo durante un minuto más. Esta vez, debes restregar las áreas más difíciles con un movimiento circular con la yema de un dedo. La suciedad debe desprenderse fácilmente al aplicar una ligera presión.[7]
  8. 8
    Seca el disco con un paño sin pelusas. Una vez que elimines el exceso de agua, debes pasar un paño sobre ambas caras del disco para eliminar la humedad restante. Como antes, debes dirigir tus movimientos hacia afuera desde el centro del disco para minimizar el riesgo de daños. Una vez que hayas terminado, el disco debería lucir y reproducirse como nuevo.[8]
    • Las toallas de microfibra son excelentes para secar artículos delicados como discos compactos, DVD y componentes electrónicos.
    • Es preferible que seques el disco a mano a que dejes que se seque al aire, ya que es probable que el agua deje manchas sobre su superficie si dejas que se asiente durante demasiado tiempo.[9]

Método 2
Método 2 de 2:
Utilizar alcohol para disolver la suciedad más difícil

  1. 1
    Prepara una solución de alcohol isopropílico al 90 % y agua destilada en partes iguales. Vierte el alcohol y el agua destilada en cantidades iguales en un recipiente poco profundo. Luego, revuélvelos o agítalos para mezclarlos. No es necesario que utilices demasiado de ninguno de los dos ingredientes. De 60 a 90 ml (de 2 a 3 onzas) de cada uno deberían ser más que suficientes.[10]
    • Es importante que utilices agua destilada, ya que en realidad vas a pulir el disco. El agua del grifo contiene pequeñas partículas que podrían causar rayones.
    • El alcohol isopropílico es útil para eliminar la suciedad gruesa y los restos adheridos (por ejemplo, gaseosas o residuos de alimentos).[11]
    • Puedes diluir alcohol ácido para evitar que carcoma la superficie de plástico del disco.
  2. 2
    Sumerge un paño limpio y sin pelusas en la mezcla. Dobla el paño sobre la punta del dedo índice y colócala en la solución de alcohol. Este procedimiento te permitirá absorber una pequeña cantidad de solución y crear una superficie más precisa para restregar.[12]
    • Para evitar goteos, debes eliminar el exceso de solución del paño antes de comenzar a limpiar el disco sucio.
    • Utiliza solo un paño de microfibra, gamuza u otro material similar. Las toallas de mano comunes pueden provocar rayones con facilidad.
  3. 3
    Limpia la superficie del disco desde el centro hasta el borde exterior. Debes utilizar movimientos suaves y rectos y aplicar una cantidad moderada de presión. Cualquier sustancia extraña acumulada sobre el disco debe desaparecer debajo del paño. Continúa hasta que hayas limpiado por completo la parte inferior del disco.[13]
    • Si te encuentras con un área difícil, debes repasarla en línea recta varias veces en lugar de frotarla con un movimiento circular.
  4. 4
    Deja que el disco se seque al aire. Una vez que hayas terminado de limpiar, debes sujetar el disco con una mano por el orificio central y el borde exterior. La solución de alcohol se evaporará en cuestión de segundos, por lo que no es necesario que utilices un paño o una toalla por separado. Dale la vuelta al disco recién limpiado y verifica cómo suena.[14]

Consejos

  • Para evitar que tus discos se ensucien en el futuro, asegúrate de guardarlos en sus estuches originales o un organizador separado.
  • Siempre revisa los discos para detectar rayones u otros indicios de desgaste antes de recurrir a la limpieza. Con frecuencia, los problemas de reproducción (por ejemplo, la intermitencia y la distorsión del audio) surgen como consecuencia de daños más que de la suciedad. Además, la limpieza demasiado frecuente puede provocar problemas por sí misma.

Advertencias

  • Nunca utilices papel absorbente, papel higiénico ni ningún otro producto de papel para secar los discos. No solo dejan pequeños pedazos de papel, sino que además pueden dejar cientos de rayones microscópicos sobre la superficie del disco.
  • Debes evitar los productos de limpieza domésticos como limpiadores de ventanas, pulidores y quitamanchas, ya que tienden a ser demasiado abrasivos.

Cosas que necesitarás

Utilizar agua y jabón para eliminar el polvo y la suciedad ligera

  • jabón líquido suave
  • agua tibia
  • un recipiente grande
  • un paño limpio sin pelusas

Utilizar alcohol para disolver la suciedad más difícil

  • alcohol isopropílico al 90 %
  • agua destilada
  • un recipiente poco profundo
  • un paño limpio sin pelusas

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 19 609 veces.
Categorías: CD y DVD