El acero inoxidable es un material popular que se usa en los lavabos. Si tienes un lavabo de acero inoxidable, tendrás que limpiarlo como mínimo una vez a la semana. Si empleas los materiales adecuados, podrás limpiar estos lavabos con mucha facilidad. Hay algunos aspectos especiales que deberás tener en cuenta cuando los limpies. Deberás escoger el producto de limpieza adecuado para tu lavabo específico. Si notas alguna mancha o raya, tendrás que encargarte de ellas de forma apropiada. Mantén tu lavabo limpio y sin rayas en el futuro limitando el uso de determinados productos.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Limpiar tu lavabo

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    Reúne los implementos adecuados. Deberás reunirlos luego de haber escogido el producto que utilizarás. Para lavar un lavabo, necesitarás una esponja de fregar de nailon suave o de textura media. Todo lo que sea más abrasivo podría rayar la superficie del lavabo. Asimismo, quizás tengas que usar guantes para lavar mientras limpies.[1]
    • Lee las indicaciones del fabricante para escoger un agente de limpieza. Los lavabos de acero inoxidable están hechos de materiales un poco diferentes. Estos materiales responden de diferente forma a diversos tipos de productos de limpieza. Para garantizar que escojas el producto adecuado para tu lavabo, lo mejor será que consultes las indicaciones del fabricante en relación con los cuidados, la limpieza y el mantenimiento en general.
    • Si no tienes indicaciones, emplea el buen criterio y escoge un producto de limpieza que los fabricantes y sus representantes recomienden para el cuidado de los lavabos de acero inoxidable.
    • En los EE. UU., los productos que suelen recomendarse para los lavabos de acero inoxidable son Fantastik Antibacterial Heavy Duty, Formula 409 Antibacterial All Purpose, Windex, Bar Keeper's Friend and Soft Cleanser, y el limpiador y pulidor de acero inoxidable.[2]
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    Enjuaga el lavabo para eliminar las partículas de comida. Abre el agua y deja que se lleve las partículas al drenaje. También puedes guiarlas hacia el drenaje con una esponja. Si la comida se atora en el lavabo, deberás aplicarle una cantidad pequeña de detergente lavavajilla y luego enjuagar con agua caliente.[3]
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    Lava el lavabo con agua tibia y una esponja. Aplica el limpiador con tu paño o esponja. Aplica el limpiador frotando en la dirección del grano de metal del lavabo.[4] No olvides limpiar el grifo y las manijas del lavabo, ya que la suciedad suele acumularse en estos lugares.
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    Enjuaga el lavabo de forma minuciosa. Muchos limpiadores contienen blanqueador u otros químicos que, con el tiempo, pueden ser corrosivos para un lavabo de acero inoxidable. Abre el grifo y enjuaga el limpiador por completo. Deberás seguir enjuagando hasta que ya no quede ningún residuo o burbuja del producto de limpieza.[5]
    • También deberás enjuagar los puntos difíciles de alcanzar. Toma un paño húmedo y limpia el grifo, las manijas y otras áreas. Deberás seguir limpiando hasta eliminar todo residuo.
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    Seca el lavabo. Seca el lavabo por completo con papeles toalla o un paño seco. El acero inoxidable puede oxidarse si el agua se evapora en su superficie. Deberás frotar el lavabo hasta que seque por completo luego de limpiarlo, así evitarás este problema.[6]
    • Deberás secar el lavabo con paños más suaves y papeles toalla. Si usas un paño demasiado abrasivo, esto puede dejar rayas.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Lidiar con las manchas y las rayas

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    Deja que algunas rayas desaparezcan con el tiempo. El uso cotidiano hace que la mayoría de los lavabos de acero inoxidable se rayen un poco, incluso si se les cuida de forma adecuada. Quizás sea una buena idea que dejes que las rayas desaparezcan por sí solas, salvo que sean muy grandes o luzcan muy mal. Con el tiempo, las rayas pequeñas le darán un acabado único al lavabo.[7]
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    Determina la forma en la que eliminarás una raya. Las rayas leves son un problema común en los lavabos de acero inoxidable. La forma en la que las elimines dependerá del tipo de lavabo que tengas. Si tienes las indicaciones del fabricante, deberás revisarlas. También podrás preguntárselo al arrendador si vives en un lugar alquilado.[8]
    • Los aceros inoxidables cepillados con un acabado n.° 3 o n.° 4 son muy comunes. Podría ser difícil eliminar las rayas en estos metales, pero no imposible. El acabado de línea de cabello es otro acabado cepillado que podría no responder bien a los tratamientos. No obstante, podrás eliminar las rayas en estas superficies usando esponjas abrasivas o papel de lija.
    • Siempre deberás consultar las indicaciones del fabricante si cuentas con ellas. Si tienes indicaciones para el tipo específico de lavabo que tengas, deberás usar el producto que recomienden.
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    Elimina las rayas con un papel de lija o esponjas abrasivas. Podrás tratar las rayas en el acero inoxidable cepillado usando papel de lija o esponjas abrasivas con un grado de grano entre 80 y 120. Puedes comprar papel de lija en una ferretería de tu localidad. Frota la lija por toda la raya hasta eliminarla.[9]
    • Deberás conocer el tipo de acero inoxidable que tengas antes de usar la lija. Quizás el acero inoxidable no cepillado no responda bien a ella.
    • Si vives en un lugar alquilado, podrías tener que pedirle al arrendador que arregle el lavabo. Si le causas un mayor daño, podrías tener que pagar una multa. El arrendador podría tener un empleado de mantenimiento que conozca la forma de reparar el lavabo.
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    Busca productos de venta comercial para eliminar manchas y óxido. Asimismo, puedes usar limpiadores líquidos de venta comercial para eliminar el óxido y las manchas, y hacer que las rayas sean menos visibles. Algunos fabricantes de acero inoxidable recomiendan usar el eliminador de óxido de Autosol, ya que este puede eliminar los daños como él óxido con éxito.[10]
    • Sigue las indicaciones de uso de estos productos. Algunos productos podrían tener que aplicarse en el lavabo y luego enjuagarse. Sin embargo, en el caso de otros productos, podrías tener que dejarlos secar sobre la mancha o raya antes de eliminarlas.
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    Elimina las manchas con remedios caseros. Algunas personas recomiendan eliminar las manchas con algunos remedios caseros. Nada garantiza que estos remedios funcionen, pero vale la pena usarlos si tienes dificultades con una mancha que se ha fijado en el lavabo.[11]
    • Mezcla partes iguales de zumo de limón y bicarbonato de sodio para formar una pasta. Aplica esta pasta sobre la mancha con una esponja húmeda. Déjala reposar por 15 a 20 minutos y luego limpia el área.
    • Mezcla una cucharada de salsa tártara con unas gotas de zumo de limón. Aplica esta pasta en las áreas oxidadas y las manchas hasta que desaparezcan.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener un lavabo limpio

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    No uses lana de acero. La lana de acero es muy abrasiva. Si la usas en un lavabo de acero inoxidable, esta puede dejar rayas con facilidad. Solo limpia un lavabo de acero inoxidable con cepillos y esponjas más suaves y no abrasivos.[12]
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    No uses salvaplatos de goma. No coloques un salvaplatos de goma en el fondo de un lavabo de acero inoxidable. Estos productos pueden retener el agua, lo que provocará una decoloración con el tiempo.[13]
    • Si prefieres usar uno cuando laves los platos, deberás dejarlo en el lavabo mientras laves y luego retirarlo y secar el área debajo de él al terminar.
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    Mantén los paños húmedos lejos del lavabo. Quizás coloques un paño húmedo en un punto del lavabo al terminar de lavar los platos o limpiar los mostradores. Esto puede ser conveniente, pero nunca deberás dejar los paños o las esponjas húmedos en un lavabo de acero inoxidable. El exceso de agua puede provocar la formación de óxido y manchas. Guarda los paños húmedos en otro lugar de la cocina.[14]
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    No dejes los utensilios de cocina de hierro fundido en un lavabo de acero inoxidable. Estos producirán muchos residuos que pueden desgastar el acero inoxidable. Si los dejas en un lavabo de acero inoxidable, estos pueden hacer que se oxide y desarrolle manchas. Asimismo, los utensilios de cocina de hierro fundido pueden deteriorarse si los dejas húmedos por mucho tiempo, ya que también pueden oxidarse.[15]
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Consejos

  • Muchas personas indican que el vinagre y el bicarbonato de sodio son buenos productos de limpieza. Esta combinación no siempre dañará los lavabos de acero inoxidable, pero el vinagre y el bicarbonato de sodio se neutralizarán el uno al otro. Es mejor usar otros productos de limpieza para tratar un lavabo de acero inoxidable.[16]
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Categorías: Limpieza del hogar
Resumen del artículoX

Para limpiar el lavabo de acero inoxidable, primero saca todo y enjuágalo con agua. Luego, echa un poco de bicarbonato de sodio sobre el fondo y los lados del lavabo de manera que queden cubiertos con una capa delgada. Usa una esponja o un paño para pulir el acero inoxidable con bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio ayuda a eliminar la suciedad adherida, pero es lo suficientemente delicado como para no rayar el lavabo. Cuando hayas terminado, vierte o rocía vinagre blanco sobre el bicarbonato de sodio. Deja que burbujee durante 30 segundos, y luego enjuaga el lavabo con agua. Por último, seca el lavabo con un paño limpio para evitar manchas de agua. Si todavía hay manchas de grasa o calcio, mezcla 240 mililitros (1 taza) de vinagre blanco con 40 gramos (1/4 taza) de crémor tártaro. Aplica la mezcla a cualquier mancha o residuo con un paño limpio. Luego, frótalo en el acero inoxidable hasta que esté limpio y brillante. Enjuaga el vinagre y el sarro con agua y seca el lavabo con un paño Para aprender a quitar rayones en el acero inoxidable, ¡sigue leyendo!

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