¿Acabas de terminar una carrera en el lodo y ahora tus zapatillas están embarradas por dentro y por fuera? o ¿te pusiste a correr en un camino fuera de pista, lleno de charcos después de una tormenta y te salpicaste todo? El siguiente artículo te enseñará a quitarle el lodo y la suciedad a tus zapatillas para que vuelvas a ponerte en marcha rápidamente.

Método 1
Método 1 de 2:
Limpiar zapatillas enlodadas

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    Mete tus zapatillas en una bolsa hasta que llegues a casa. Ponlas dentro de una bolsa para compras o en una bolsa de basura para que la suciedad no se desparrame, a menos que también quieras quitar el lodo de los asientos de tu auto.
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    Espera a que el lodo se seque. Es posible que estés impaciente por limpiar tus zapatillas de inmediato; sin embargo, intentar quitar el lodo antes de que sequen, verdaderamente puede manchar las fibras. Colócalas en algún lugar seco y cálido, de ser posible al aire libre y a pleno sol.
    • Evita ponerlas a secar cerca de la estufa o de cualquier otra fuente directa de calor, ya que el plástico se puede deformar y distorsionar la forma de la zapatilla.[1]
    • Si el clima está húmedo, lluvioso o no hay sol, seca tus zapatillas con un ventilador doméstico. Puedes ponerlas sobre una toalla o batea de plástico (de tal forma que el aire llegue a la parte interna de las zapatillas); de lo contrario, puedes usar un colgador para puerta (o gancho en forma de “S”) para colocarlas directamente sobre la rejilla del ventilador.[2]
    • Evita dejar tus zapatillas al aire libre de un día para el otro; solo conseguirás que vuelvan a mojarse.
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    Golpea tus zapatillas una con otra o contra una superficie dura para sacar el lodo seco. De esta manera, podrás quitar la mayor parte del lodo, ya que este se quebrará y se descascarará.
    • Si te es posible llevar las zapatillas puestas, pisa fuerte para que el lodo se desprenda de la parte exterior. Sin embargo, si están llenas de lodo seco, ni siquiera será posible que te las pongas.
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    Límpialas con un papel toalla seco. Un papel toalla húmedo puede pulverizar la suciedad dentro de las zapatillas y manchar las fibras; en cambio, un papel seco, quitará los restos de tierra fina y en polvo que dejaron los trozos grandes que cayeron.
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    De ser posible, saca los cordones (agujetas) y plantillas. Si quitas los cordones podrás levantar la lengüeta y abrir las zapatillas un poco más a lo ancho, de tal forma que realmente puedas llegar a esas partes difíciles de alcanzar. Si hay lodo pegado debajo de las plantillas, las zapatillas pueden llenarse de moho y tomar mal olor.
    • Algunas veces no es posible sacar la plantillas sin dañar la zapatillas. Si este fuera el caso, entonces no las quites y únicamente trata de limpiarlas lo mejor que puedas.
    • Si los cordones están anudados y no puedes soltarlos ni sacarlos, siempre tienes la alternativa de cortarlos y comprar un par de unos nuevos y limpios en cualquier sitio donde vendan zapatillas.
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    Restriégalas con un cepillo de dientes suave. Con la ayuda de unas gotas de lavavajillas y agua, dedícate a limpiar tus zapatillas por dentro y por fuera. Asegúrate de llegar a todas las ranuras por más pequeñas que sean donde el lodo pueda estar oculto.
    • Mientras las limpias, utiliza un trapo seco o un papel toalla para quitar el agua sucia.
    • Si no tienes otro cepillo de dientes aparte del que usas para lavarte, intenta con un cepillo para uñas o una escobilla para lustrar zapatos.[3]
    • Si sacaste las plantillas, no olvides que también debes restregarlas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Marc Sigal

    Marc Sigal

    Especialista en cuidado de calzado
    Marc Sigal es el fundador de ButlerBox, un servicio de limpieza en seco y cuidado de calzado con sede en Los Ángeles, California. ButlerBox coloca casilleros diseñados a medida y resistentes a las arrugas en edificios de apartamentos de lujo, edificios de oficinas de clase A, centros comerciales y otros lugares convenientes para que uno pueda recoger y dejar artículos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Marc tiene una licenciatura en Estudios Globales e Internacionales de la Universidad de California, Santa Bárbara.
    Marc Sigal
    Marc Sigal
    Especialista en cuidado de calzado

    Nuestro experto señala: humedece un cepillo de dientes con una mezcla de agua y detergente, y comienza a cepillar el zapato en las zonas donde haya barro o tierra. Luego, utiliza una toalla de microfibra para secar la tela. Al terminar, guarda los zapatos en un lugar seco y bien ventilado.

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    Si todavía están sucias, coloca tus zapatillas en la lavadora. Evita hacer esto muy seguido, siempre que sea posible, trata de limpiarlas con un cepillo; no obstante, después de una carrera sucia, probablemente se requiera la potencia de la lavadora para limpiarlas por completo. Para evitar que la máquina y las zapatillas se dañen, puedes lavarlas junto a toallas o sábanas; sin embargo, estas necesitarán un lavado adicional posteriormente.[4]
    • Programa la lavadora con el ciclo de lavado “suave” o “delicado” y usa únicamente agua fría.
    • También puedes lavar las plantillas en la lavadora; solo asegúrate de que no permanezcan dentro de las zapatillas.
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    Déjalas secar. Rellena tus zapatillas con periódico o papel toalla para ayudar a absorber la humedad.[5] Sigue las mismas pautas mencionadas anteriormente; deja que se “calienten” a pleno sol y no las dejes al aire libre de un día para el otro. “No” las pongas cerca de la estufa o en la secadora, ya que esto puede estropear las zapatillas (y tu secadora).
    • Deben secarse en aproximadamente 12 horas.[6]
    • Si insistes en poner a secar tus zapatillas en la secadora, vuelve a colocarles los cordones y átalos a algo pesado. Pásalos por encima de la puerta de la secadora con el peso hacia afuera y cierra la puerta. Esto evitará que las zapatillas estén dando tumbos. También puedes poner cada zapatilla dentro de una almohada e intentar que se sequen así.
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    Espolvorea bicarbonato dentro de tus zapatillas para absorber cualquier olor remanente. Quizá luzcan limpias, pero puede haber quedado algún hedor. Échales una pizca de bicarbonato de soda, luego, deja que actúe durante unas cuantas horas y el olor habrá desaparecido.[7]
    • Antes de volver a ponerte las zapatillas, asegúrate de quitar el bicarbonato de soda. Colócalas boca abajo y sacúdelas; de lo contrario, puedes utilizar una aspiradora que tenga manguera.

Método 2
Método 2 de 2:
Mantener tus zapatillas frescas

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    Quítales las manchas. Aun cuando las zapatillas no se vean muy sucias, ocuparse de las manchas pequeñas tan pronto como aparezcan, puede ayudar a que luzcan limpias por más tiempo. Haz la prueba y utiliza una esponja para limpiar como la Mr Clean Magic Eraser o cualquier otra que exista en tu país para eliminar las marcas y manchas de suciedad.[8]
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    Limpia tus zapatillas tan pronto como el lodo seque. Si permites que las bacterias se desarrollen dentro de las fibras de tus zapatillas, de verdad terminarán oliendo muy mal.[9]
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    Abre las lengüetas entre cada uso. Desatar los cordones y abrir las lengüetas permite que las zapatillas se ventilen y se sequen antes de tu próxima carrera.[10]
    • Si no tienes tiempo de atar y desatar tus zapatillas antes y después de cada carrera, al menos afloja los cordones y levanta un poco la lengüeta para aumentar el flujo de aire.
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    Guarda tus zapatillas con un pedazo de cedro. Tener cedro en tu clóset tiene doble función, contrarrestar el mal olor de los zapatos, así como mantener alejadas a las polillas de tu ropa.[11] Win/win!
    • Si guardas tus zapatillas en el bolso del gimnasio o en un casillero, trata de usar desodorantes en miniatura (como Sneaker Balls o cualquier otra marca que exista en tu país) para mantener los olores desagradables a raya.[12]

Consejos

  • Lo mejor es hacer esto con unos cuantos días de anticipación antes de usar tus zapatillas para darles tiempo a que sequen como es debido.
  • Si eres un corredor asiduo, considera la posibilidad de tener dos pares de zapatillas, de tal forma que puedas seguir corriendo mientras el par que está sucio se ventila y se seca adecuadamente.

Cosas que necesitarás

  • zapatillas
  • agua
  • papel toalla o un trapo viejo
  • lavavajillas
  • lavadora (opcional)
  • cepillo suave (cepillo de dientes o escobilla para zapatos)
  • bicarbonato de sodio
  • periódico

Acerca de este wikiHow

Marc Sigal
Coescrito por:
Especialista en cuidado de calzado
Este artículo fue coescrito por Marc Sigal. Marc Sigal es el fundador de ButlerBox, un servicio de limpieza en seco y cuidado de calzado con sede en Los Ángeles, California. ButlerBox coloca casilleros diseñados a medida y resistentes a las arrugas en edificios de apartamentos de lujo, edificios de oficinas de clase A, centros comerciales y otros lugares convenientes para que uno pueda recoger y dejar artículos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Marc tiene una licenciatura en Estudios Globales e Internacionales de la Universidad de California, Santa Bárbara. Este artículo ha sido visto 16 121 veces.
Categorías: Calzado deportivo