Los sangrados de la nariz son vergonzosos y muy inconvenientes. Son más frecuentes durante los meses fríos y secos de invierno. Esto significa que una de las mejores maneras es prevenir los sangrados de la nariz al impedir que las membranas mucosas de la nariz se sequen.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Incrementar la humedad

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    Usa un humidificador. Puedes usar un humidificador de agua fría o un vaporizador. Cuando el aire es muy seco, cualquier aumento de la humedad ayudará a prevenir el sangrado de la nariz. Humedecer el aire por la noche también hará más fácil respirar y dormir.[2]
    • Si no tienes un humidificador comercial, puedes hacer uno poniendo una olla de agua en el radiador o en la calefacción en el invierno. El agua se evaporará lentamente con el tiempo, lo cual aumentará la humedad en el aire.
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    Prueba el tratamiento de vapor de la estufa. Hierve una olla de agua, luego ponla en la mesa de la cocina con un protector grueso de corcho debajo para proteger la mesa del calor. Inclínate sobre la olla teniendo cuidado de no quemarte e inhala el vapor. También puedes usar una toalla para cubrir tu cabeza mientras inhalas el vapor. Esto maximizará la cantidad de vapor que inhales.
    • También puedes aprovechar el vapor de una ducha o un baño caliente, pero el agua caliente también puede deshidratarte, lo cual puede ser contraproducente. Prepara una ducha caliente y báñate rápidamente para que tu piel no se seque, pero luego sal de la corriente de agua o incluso de la bañera e inhala el vapor.
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    Toma una taza caliente de té. Bébelo lentamente e inhala el vapor. Esto te aliviará y te relajará. Además, ayudará a humedecer tus fosas nasales.
    • Este método funcionará con todos los tipos de té, de sopas y de bebidas calientes. Escoge algo que disfrutes para hacer que la experiencia sea lo más agradable posible.
    • Beber té, sopas y otros líquidos también te ayudará a permanecer hidratado.
    • Si tienes acceso a una cocina en el trabajo o en la escuela, puede probar este método fuera de casa.
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    Evita la deshidratación. Permanecer hidratado también ayudará a tu cuerpo a mantener tu piel flexible y húmeda. Es fácil que olvides beber el agua necesaria con el frío del invierno. Pero incluso el frío seco es deshidratante. La cantidad de agua que necesitas dependerá de tu nivel de actividad y del clima en el que vives. Si tienes un sistema de calefacción que produzca un calor seco, quizás necesites agua adicional en el invierno. Identifica los siguiente síntomas de deshidratación:[3]
    • dolores de cabeza
    • piel seca
    • sensación de mareo
    • disminución de la orina u orina oscura o turbia

Método 2
Método 2 de 3:
Aliviar las membranas secas

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    Humedece las membranas mucosas con un espray nasal salino. Los ingredientes activos son simples: agua y sal. Puedes comprarlo sin necesidad de tener prescripción. Luego, si sientes la nariz seca, aplica una dosis rápida.[4]
    • Si solo es agua y sal, es seguro, no irritará las membranas mucosas y no causará efectos secundarios.[5] [6] Este producto es muy bueno en el invierno, durante la temporada de la gripe. Puedes llevar contigo un frasco pequeño de espray salino para usar en el trabajo y en el coche. Puedes usarlo tres veces al día si lo necesitas.[7]
    • Algunos espráis salinos tienen conservantes, lo cual puede irritar las membranas; sin embargo, los conservantes también impiden el desarrollo de bacterias y otros contaminantes. Revisa los ingredientes en el envase. Si contiene conservantes u otros ingredientes además de sal y agua, entonces ten cuidado de no usarlo más de las veces recomendadas por el doctor o por las instrucciones del fabricante.
    • Si quieres usar un espray salino sin conservantes, encuentra uno que no tenga ningún método de retroceso o que tenga un pH más ácido para disminuir las bacterias.
    • Puedes hacer una solución salina casera, pero puede ser difícil lograr el equilibrio apropiado de sal y agua, lo cual puede ocasionar que se sequen los senos paranasales. Sin embargo, si no tienes otra alternativa, puedes tratar de hacer tu propia solución salina. Añade una cucharadita de sal a un cuarto de agua. Luego hiérvela por 20 minutos para esterilizarla.[8]
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    Aplica un gel salino. Aunque puede ser tentador usar un ungüento antibiótico como Neosporin, debes evitar el abuso de los antibióticos. La causa de la mayoría de los resfríos y las gripes son virus y no bacterias, así que los antibióticos no surtirán efecto. En cambio, pon una capa delgada de gel salino en el interior de la nariz para mantenerla húmeda.[9]
    • Usa un bastoncillo de algodón para aplicar el ungüento. Cubre ligeramente el bastoncillo de algodón con el ungüento y luego aplícalo en el interior de tus fosas nasales. No uses demasiado, pues te dará la sensación de tener la nariz congestionada.
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    Alivia las membranas irritadas con gel de aloe vera. Este método es excelente cuando tienes las membranas sensibles tras un resfrío. El aloe vera contiene vitaminas que ayudarán a curar y a nutrir tu piel. Usa un bastoncillo de algodón para aplicarlo. Puedes conseguir aloe vera de dos maneras:
    • Compra una mezcla comercial de venta libre. También puedes aplicarla en el trabajo o en la escuela.
    • Corta la hoja de una planta de aloe vera que tengas en tu casa. Si escoges este método, corta la hoja de forma longitudinal y usa el bastoncillo de algodón para aplicar el gel viscoso que encuentres en la hoja.
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    Humecta tus fosas nasales con aceite de Nasya. El aceite de Nasya es un tipo de humectante utilizado para mantener las fosas nasales húmedas y limpias. Inclina la cabeza hacia atrás o recuéstate de modo tal que mires hacia el techo. Sujeta el gotero a 1,5 cm (1/2 pulgada) por encima de las fosas nasales y aprieta el bulbo en el extremo. Vierte de 2 a 5 gotas del aceite en cada fosa nasal e inhala profundamente para que el aceite se desplace a través de las fosas nasales.[10]
    • Puedes comprar el aceite de Nasya en Internet o en una tienda de suplementos para la salud.
    • Toca el costado de tus fosas nasales con los dedos para esparcir más fácilmente el aceite.
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    No apliques vaselina, aceite mineral ni otros productos grasos (como aceite de coco) al interior de la nariz. Si inhalas una pequeña cantidad de estos productos y llegan a tus pulmones, pueden causar neumonía.[11]
    • Si usas un producto graso, no lo hagas antes de ir a la cama. Permanece derecho por varias horas después. No lo frotes en el interior de tu nariz a más de 0,5 centímetros (0,25 pulgadas).[12]
    • No apliques productos grasos a las membranas nasales de los niños. Son particularmente vulnerables a la neumonía.

Método 3
Método 3 de 3:
Atender el sangrado de la nariz

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    Toma medidas simples para detener el sangrado. La mayoría de los sangrados de la nariz no son peligrosos y se detendrán en algunos minutos. Puedes hacer que se detengan más rápido de las siguientes maneras:[13] [14]
    • Pon presión en la fosa nasal sangrante. Aprieta la fosa nasal y respira por la boca. La presión hará que la sangre coagule y detendrá el sangrado. Es probable que debas hacerlo por 10 minutos o más. Puedes poner un pañuelo descartable contra tu fosa nasal para que la sangre se absorba.
    • Siéntate para mantener la cabeza por encima del corazón. No te recuestes ni tires la cabeza hacia atrás, ya que esto hará que la sangre descienda a la parte posterior de tu garganta. Si tragas demasiada sangre, puedes tener un malestar estomacal.
    • Aplica una compresa fría a tu nariz para hacer que los vasos sanguíneos se contraigan. Si no tienes una compresa fría lista, puedes usar un paquete de verduras congeladas y envolverla en una toalla.
    • También puedes ponerte una compresa fría en el cuello al mismo tiempo para que los vasos sanguíneos de la cabeza se contraigan.
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    Ve a la sala de emergencias si hay una posibilidad de que el sangrado de la nariz sea un síntoma de algo serio. Esto puede ser posible en los siguientes casos:[15]
    • Te has lesionado recientemente o has sufrido un accidente.
    • Estás perdiendo mucha sangre.
    • No puedes respirar.
    • No se detiene después de 30 minutos de presión.
    • La persona que sangra es menor de 2 años.
    • Te sangra la nariz muchas veces a la semana.
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    Hazte un examen. Las causas más frecuentes del sangrado de la nariz son la sequedad y el hábito de hurgarse la nariz. Si ninguno de estos casos se aplica a ti, el doctor puede buscar una razón médica subyacente. Hay una amplia variedad de causas posibles, por ejemplo:[16]
    • sinusitis
    • alergias
    • tomar aspirinas o anticoagulantes
    • condiciones médicas que impiden la coagulación de la sangre
    • exposición a productos químicos
    • cocaína
    • resfrío
    • desviación del tabique
    • abuso de los espráis nasales
    • un objeto atorado en la nariz
    • rinitis
    • lesión
    • beber alcohol
    • pólipos o tumores en la nariz
    • cirugía
    • embarazo

Consejos

  • Bebe abundante agua para mantenerte hidratado.
  • Evita respirar por la boca. Mientras más respires por la nariz, más humedecidas permanecerán las vías respiratorias superiores.
  • Cuando salgas al frío, usa una bufanda sobre la nariz y respira por la nariz, no por la boca.

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 19 930 veces.
Categorías: Gripe y resfriado