No hay nada tan frustrante como ver que tu ropa blanca adopta poco a poco diversos tonos de amarillo, marrón y gris. Con el tiempo, las prendas blancas adoptarán los colores de los artículos con los que hayan entrado en contacto, incluidas otras prendas sucias. Puedes tener dificultades para mantener la ropa limpia y resplandeciente, pero habrá maneras en las que podrás conservar el color de las prendas blancas, como usar las configuraciones de lavado adecuadas, lavar la ropa de manera minuciosa y usarla con cuidado.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Usar las prendas blancas con cuidado

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    No uses ropa blanca los días en los que vayas a salir. Si sabes que estarás fuera de casa por mucho tiempo (o en un clima lluvioso o con viento), evita las prendas blancas y usa unas de un color menos delicado. Para mantener la ropa de un color blanco resplandeciente, no será necesario que la guardes en la parte posterior del armario ni que la reserves solo para cuando estés en espacios cerrados tranquilos. Sin embargo, tendrás que tener cuidado con la manera y las ocasiones en las que la uses.
    • Las prendas blancas pueden ser de utilidad en el calor del verano, por lo que quizás no puedas evitar su uso al aire libre o en un mal clima. Si es así, procura solo usar prendas superiores de este color, ya que los pantalones y los zapatos blancos se mancharán con rapidez.
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    Ten cuidado con lo que comas. La ropa blanca y la pizza son una mala combinación. Lo mismo ocurrirá casi con cualquier plato que tenga una salsa de tomate o alimentos con una salsa para untar. En lugar de ello, consume ingredientes frescos (como los vegetales y las ensaladas) siempre que sea posible, ya que muy pocos de ellos causan manchas.[1]
    • Si vas a ponerte ropa blanca para salir y solo podrás comer alimentos que causen manchas, puedes colocarte una servilleta en el cuello o sobre tu regazo para así atrapar los alimentos que se derramen.
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    No les coloques prendas blancas a los niños. Los niños con ropa de vestir lucen muy adorables; sin embargo, es muy probable que se ensucien con tierra y comida. Será difícil lograr que los niños mantengan limpia su ropa blanca. Estos consejos y trucos serán de ayuda, pero será más sencillo que evites en la medida de lo posible que los niños usen estas prendas.
    • Si tu hijo tendrá que usar ropa blanca, deberás limpiar toda mancha presente tan pronto como se la quite.
    • Las prendas de una sola pieza y las camisetas blancas suelen desarrollar manchas amarillas debido a la baba. Puedes usar baberos o pañuelos para evitar estas manchas difíciles de eliminar.
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    Lava la ropa blanca después de cada uso. Algunas prendas podrán usarse 2 o 3 veces sin tener que lavarse, pero las blancas no aguantarán el mismo tiempo. Tendrás que lavarlas cada vez que las uses. Incluso si no puedes ver rastros de suciedad, hay muchos elementos (desde el sudor corporal hasta los químicos de los desodorantes) que pueden hacer que la ropa blanca se ensucie de un color amarillo o gris. No deberás mantener estas prendas sin lavar por más tiempo del necesario.[2]
    • En el caso de los jeans y las faldas, deberás lavarlos luego de 1 o 2 usos. Las prendas para la parte baja del cuerpo suelen estar hechas de telas más resistentes y pueden aguantar más.
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Separar las prendas blancas y lavarlas previamente

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    Encárgate de las manchas de inmediato. Si no estás ocupado, puedes absorber las manchas con cuidado, pero sin frotar. Si tienes un marcador de ropa a la mano, podrás usarlo para remojar la mancha; de lo contrario, deberás quitarte la prenda manchada tan pronto como llegues a casa y tratar previamente la mancha con un quitamanchas o un cepillo dental y el detergente que uses.[3]
    • Al tratar previamente la prenda, siempre deberás usar un paño blanco para absorber la mancha, ya que los de colores podrían dejar un poco de tinte.
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    Separa las prendas blancas de las de otros colores. Incluso puedes tener una pila para las prendas blancas de tonos más opacos (como las prendas interiores y los calcetines) y otra para las de un color blanco resplandeciente (como las camisas de vestir o los atuendos de trabajo). Sin importar lo que escojas, esta será una medida que no podrás omitir bajo ninguna circunstancia.[4]
    • Podrías sentir la tentación de lavar ropa de colores muy claros con las prendas blancas (o incluso de color gris claro), pero solo deberás lavar las prendas blancas aparte.
    • Para ello, tendrás que lavarlas en pequeñas cargas. Si este es tu caso, tendrás que modificar la configuración de la lavadora según corresponda. Si usas demasiada agua, esto podría obstaculizar la capacidad del jabón de limpiar la ropa apropiadamente.
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    Luego del tratamiento previo con detergente o quitamanchas, tendrás que remojar las prendas en agua caliente. Enjuaga y remoja por 30 a 60 minutos en agua caliente luego de tratar cada mancha. Esto será de utilidad para quitar toda mancha restante y hará que el producto tenga la oportunidad de disolverse.[5]
    • Si has usado mucho jabón, probablemente debas repetir este paso dos veces exprimiendo la prenda con cuidado entre cada remojada.
    • Si la ropa es sensible al agua caliente, podrás lograr el mismo efecto remojando en agua tibia o fría, pero en menor grado.
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    Separa la ropa según la tela. El tipo de tela determinará cuál será el ciclo de lavado ideal. Algunas prendas podrán tolerar el agua a una temperatura muy caliente, mientras que otras se encogerán o se arrugarán. Separa la ropa blanca según el tono de color y también la tela, así evitarás que se decoloren y se dañen.[6]
    • El algodón es una tela difícil, mientras que la lana y el lino son propensos a encogerse. El algodón puede tolerar las temperaturas elevadas, pero la lana y el lino deberán lavarse con agua fría o tibia. Las fibras sintéticas variarán según el fabricante.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Usar las configuraciones de lavado apropiadas

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    Revisa las etiquetas. La tela y el corte de la prenda afectarán de manera significativa al tipo de ciclo de lavado que debas usar. En lugar de solo separar la ropa por su color blanco y lavar todas estas prendas con una única configuración, tendrás que lavar y secar cada una de ellas siguiendo las indicaciones de sus etiquetas.[7]
    • Podría parecerte más sencillo lavar todas las prendas delicadas juntas, pero cada tela requerirá cuidados y configuraciones de lavado diferentes. Si no sigues las instrucciones de las etiquetas, podrías dañar las telas, hacer que los colores se destiñan o invalidar la garantía y las políticas de devolución.
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    Usa la configuración más caliente. El agua caliente eliminará los residuos y desinfectará la ropa. Para que la ropa blanca mantenga su color, deberás usar la configuración más caliente que la lavadora y la tela puedan tolerar. Evidentemente, la excepción a esta regla serán las telas delicadas, como la seda, el lino y la lana.[8]
    • Lo ideal es usar agua caliente, y deberás desinfectar la lavadora con frecuencia para así evitar que las acumulaciones se transfieran a la ropa. Una vez al mes, deberás realizar un ciclo de lavado sin ropa y con agua caliente y vinagre, así eliminarás las acumulaciones y los residuos.
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    Cerciórate de que se realice un ciclo de enjuague minucioso. El ciclo de enjuague está diseñado para eliminar el detergente, la suciedad y los residuos. Si este se obstaculiza de alguna manera, el agua sucia penetrará la ropa blanca. Haz que tus prendas blancas reciban un segundo ciclo de enjuague (si tienes esta opción) para así garantizar que se elimine toda suciedad.[9]
    • El uso de un ciclo de enjuague adicional puede hacer que gastes mucho dinero. Si es muy complicado realizar varios ciclos de enjuague en cada lavada, tan solo puedes prestarle mucha atención a lo limpia que esté la lavadora y la cantidad de jabón de ropa que uses. Nunca deberás exceder la cantidad recomendada.
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    No uses una secadora. El calor de la secadora puede hacer que las manchas se asienten profundamente en la tela. Evita usar la secadora en la ropa blanca siempre que sea posible y, en lugar de ello, cuélgala al aire libre. Como beneficio adicional, la ropa blanca durará más tiempo, ya que el calor extremo de la secadora puede hacer que las telas se descompongan y se gasten con más rapidez, lo que significa que tendrías que reemplazar tus prendas favoritas con más frecuencia.[10]
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    Deja que la ropa seque bajo el sol. Si es posible, deja que la ropa blanca seque bajo el sol, ya que este actuará como un agente blanqueador fantástico y puede ser un factor indispensable para mantener el color blanco de la ropa. Además, el aire exterior puede darle a las prendas un olor fresco y limpio de manera natural.[11]
    • Al secar la ropa en verano, tendrás que verificar que no tenga insectos antes de llevarla a la casa. Lo que menos desearías es encontrarte un escarabajo o una araña grandes mientras doblas la ropa.
    • Si no puedes secar la ropa al aire libre, lo mejor que podrás hacer es dejarla secar junto a una ventana expuesta a la luz del sol.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Usar blanqueadores adicionales

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    Vierte vinagre en la lavadora. La naturaleza ácida del vinagre será de utilidad para desinfectar y eliminar las manchas, y también puede eliminar los olores desagradables, como los del moho y del cuerpo. Si tu ropa blanca ha desarrollado malos olores, el vinagre será la mejor opción para eliminarlos. Todo lo que requerirás es aplicar entre 1 cucharada y ¼ de taza en el lavadero o el recipiente para el detergente.[12]
    • No uses demasiado vinagre, ya que, al ser ácido, un exceso del mismo puede dañar la ropa con el tiempo.
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    Aplícale zumo de limón a la ropa. El zumo de limón es un agente blanqueador totalmente natural. Puedes usar aceite esencial de limón, zumo que hayas exprimido previamente o uno fresco. Si vas a exprimir tus limones, deberás colar el zumo con un paño de queso o un colador delgado para así evitar que los residuos entren en contacto con la ropa.[13]
    • Si vas a usar zumo de limón, podrás verter el zumo de 2 limones en un tazón o una tina junto con 4 L (1 galón) de agua tibia y dejar que se remojen por 30 a 60 minutos.
    • En el caso del aceite esencial de limón, tan solo tendrás que aplicar 2 o 3 gotas en la tina.
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    Prepara una pasta de bicarbonato de sodio. Puedes eliminar las manchas preparando una pasta de bicarbonato de sodio y agua tibia, y aplicándola sobre la mancha con un cepillo dental o uno para ropa. Deja que la mancha se remoje en la mezcla por 10 a 15 minutos antes de echarle agua tibia.[14]
    • Este tratamiento será lo suficientemente suave como para poder realizarse varias veces a fin de eliminar una mancha persistente. No obstante, tendrás que enjuagar bien las prendas entre cada remojada, ya que los residuos de bicarbonato de sodio pueden hacer que la ropa se vuelva quebradiza.
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    Cubre las manchas con peróxido. El peróxido es una manera segura y excelente de eliminar las manchas difíciles de la ropa. Este elemento es de mucha utilidad para eliminar la sangre y otras manchas oscuras difíciles de quitar. Luego de brindarle un tratamiento previo a la mancha, deberás colocar la prenda manchada o descolorida en una tina llena con agua caliente y peróxido. El peróxido desinfectará y limpiará los artículos, y será una opción más segura que el blanqueador.[15]
    • El peróxido se usa como una alternativa al blanqueador por un motivo: este actúa como un agente blanqueador, no solo como un producto aclarante o de limpieza. No le apliques peróxido a las prendas que no desees blanquear.
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    Usa el blanqueador como un último recurso. Este producto será de utilidad para desinfectar y blanquear la ropa, pero no se sabe con certeza si es seguro usarlo. El blanqueador es un químico fuerte y puede empezar a descomponer las fibras de algunas telas, lo que las debilitará y hará que se rasguen.[16]
    • Si optas por aplicarles blanqueador a tus prendas blancas, tendrás que mantenerlo alejado de los niños y las mascotas, y los objetos que causen un peligro de incendio, como las cocinas o las secadoras.
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Consejos

  • Mientras menos uses las prendas blancas, menor será el riesgo de que las estropees o decolores.
  • La forma en la que las guardes también será importante. Tendrás que guardar las prendas blancas en un lugar expuesto a la luz del sol (si es posible), en lugar de mantenerlas en un rincón del armario oscuro o con olor a moho.
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Advertencias

  • Si manchas una prenda blanca que te encanta, no deberás secarla hasta haber eliminado la mancha.
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Coescrito por:
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