Probablemente, una de las piezas de arte más reconocibles del mundo es Los girasoles, de Vincent van Gogh. En realidad, Van Gogh pintó muchos óleos con girasoles. Los llamó flores de la gratitud, quizá porque estas simbolizan la dedicación y la felicidad. Los girasoles vienen en muchas variedades, y las flores, en tonos de amarillo, naranja y rojo intenso. La planta puede llegar a medir hasta tres metros. La variedad enana se parece a un arbusto hecho de tallos pequeños y tiene muy pocas flores. Debido a su forma radial, sus tallos robustos y sus hojas grandes en forma de corazón, son fáciles de pintar. Van Gogh usó pinturas al óleo, pero las pinturas a la acuarela también son eficaces.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar los materiales para el dibujo y planearlo

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    Echa un vistazo a los girasoles. Si es posible, examina una planta viva. Los supermercados y puestos de carretera venden montones de flores cortadas en verano, cuando estas están en temporada. Ponlas en un florero o una jarra, o colócalas como si las estuvieras cultivando en el campo.
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    Usa la variedad de seda como modelo si lo deseas. Los girasoles artificiales vienen en varios niveles de calidad. Los baratos son sencillos sin mucho detalle, pero los de una tienda de manualidades tienen matices más textuales e imitan con mayor fidelidad a los de verdad. Las flores de seda duran para siempre, son fáciles de conseguir y, debido a sus tallos de alambre, se pueden colocar en muchas posturas.
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    Desentumécete la mano dibujando girasoles en un bloc de dibujos. ¿Qué ves al ver un girasol? Empieza con la forma general totalmente sencilla: un círculo grande y redondo para la flor, con un disco más pequeño justo en el centro.
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    Fíjate en la disposición de los pétalos. Estos suelen estar en dos filas, en un diseño radial sencillo alrededor del centro oscuro.
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    Haz un círculo más pequeño dentro para representar el disco. Fíjate con atención para procurar que, en realidad, muchas semillas o flores estén ordenadas apretadamente.
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    Dibuja el pedúnculo. Imagínate que crece directamente desde el centro de la parte trasera de la flor. Hazlo grueso para sostener la cabezuela grande. A medida que el girasol amarillo se desarrolla, este pesa tanto que el tallo se dobla.
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    Usa las hojas grandes en forma de corazón para sacar buen partido de estas. Pueden servir para llenar el espacio a lo largo del tallo. ¿Qué disposición tienen las hojas en el tallo?: ¿simétrica o escalonada? ¿Qué tipo de venas tienen las hojas? Dibuja la vena del centro de la hoja primero como una línea ondulada para insinuar movimiento y vida a cada hoja. A continuación, añade los dos lados para formar una hoja. Traza líneas pequeñas como venas tributarias que se salen de la vena principal en cada hoja.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Dibujar los girasoles

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    Coloca una hoja de papel de acuarela de prensa fría n.º 140 en cualquiera de las dos orientaciones.
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    Dibuja con lápiz unos círculos ligeros para representar las flores grandes. Dentro de cada círculo, dibuja un círculo más pequeño para el disco central.
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    Suelta un par de líneas hacia abajo para los tallos. Haz que los tallos se vayan de la página si vas a enseñar las flores creciendo fuera de la tierra. Si las flores están en un florero, entrecruza los tallos y agranda la boca del florero lo suficiente como para dar la impresión de que caben muchas flores.
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    Agranda el florero lo suficiente como para aguantar el peso de las flores pesadas. No hay por qué enseñar todo el florero. Puedes representar solo la parte superior de él y desaparecer el resto de la página.
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    Haz bien las elipses. Dónde veas el florero, mires abajo hacia él, lo veas a la altura de los ojos o lo veas desde abajo mandará cómo quedará el semicírculo o la elipse de la boca del florero.
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    No te olvides de copiar la curva aproximada de la boca del florero en el pie del florero, si se puede ver en el dibujo. Si vas a enseñar todo el florero, pide ayuda para conseguir que las curvas de los lados del florero coincidan. Dibuja un lado del florero en papel de calco, vuélvelo al revés y cópialo en la cara opuesta.
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    Usa las hojas como elemento de dibujo. También pueden servir de relleno para conectar la cabezuela al florero.
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    Retírate y mira tu composición. Haz todas las correcciones o adiciones en este momento ya que el lápiz es fácil de borrar y hacer modificaciones te dará resultados más satisfactorios después de pintarlo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Pintar los girasoles

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    Dispón la paleta de pinturas. Mete los colores alrededor del borde de la paleta para tener libre el centro para mezclarlos. Si usas pinturas en tubo, elige, como hizo Van Gogh, por lo menos tres colores de amarillo. Pon naranja, dos marrones, tres o más tonos de verde, azul, violeta y rojo.
    • Si usas una caja de pinturas con almohadillas secas, humedécelas con agua para activarlas.
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    Empieza a pintar. No hay sitio exacto para empezar tu pintura. Empiézala donde quieras; sin embargo, muchos artistas empiezan primero con el tema. Ten en cuenta que las zonas frescas se diluyen juntas si se dejan tocar el uno al otro. Guarda una línea seca diminuta de papel entre los colores o trabaja por la página dejando que las zonas se sequen antes de pintar al lado de ellas.
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    Forma un fondo. Los fondos pueden ser lo que quieras que sean. Mira el círculo de colores para ver qué hay enfrente de los amarillos y naranjas de las flores. Esos azules y violetas se llaman colores complementarios y hacen un contraste precioso para las flores. Van Gogh solía poner las flores en una sala y usó aún más amarillos y naranjas en los fondos de algunas de sus obras. No hay regla difícil ni rápida.
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    Cuando hayas pintado la primera capa de tu pieza, déjala que se seque. Da algunos pasos atrás para verla ya que esta se vería en una pared, desde un poco lejos. Haz todas las modificaciones en este momento y vuelve a dejar que se seque.
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    Compra un pincel pequeño y haz algo de caligrafía. Realza las partes que quieras dar foco y los valores más oscuros o más bajos de los colores del conjunto. Si es necesario, agrega ciertas formas pequeñas. Solo tienes que mantener el pincel lineal al mínimo. No te olvides de exagerar el centro de interés un poquito de color más intenso. Este también es el sitio para demostrar muchos detalles. Tú orientarás la mirada del espectador en la obra.
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    Deja que la pieza se seque bien. Borra toda línea de guía a lápiz si lo deseas. Ponla en un tapete y enmárcala y cuélgala para disfrutar de ella.

Consejos

  • No tienes que viajar al sur de Francia para estar en el lugar de Van Gogh. La belleza del arte es que puedes hacerlo en cualquier parte.
  • Los girasoles nos proporcionan cosas prácticas para utilizar: semillas que son comestibles para las personas y las aves, aceita, mantequilla, componentes para el pan y muchas otras. Podría ser divertido hacer otra pintura de girasoles que muestre este aspecto práctico de la flor.
  • Piensa en si vas a intentar imitar la vida o pintar emocionalmente, como hacía Van Gogh. Las dos son unas buenas propuestas y se pueden hacer según el humor que tengas.


Acerca de este wikiHow

Virginia Kelley, MA
Coescrito por:
Virginia Kelley, MA
Máster en Educación Artística
Virginia Kelley, MA es coautor(a) de este artículo, un(a) miembro de confianza de la comunidad de wikiHow. Virginia Kelley es una artista y maestra de arte de Nueva York con más de 30 años de experiencia. Tiene una licenciatura y una maestría en Educación Artística de SUNY-Buffalo State y ha enseñado arte en las escuelas K-12 y a nivel universitario. Durante los últimos 20 años, ha centrado su trabajo y su enseñanza en la acuarela.
Categorías: Pintura