Virginia Kelley, MA es coautor(a) de este artículo, un(a) miembro de confianza de la comunidad de wikiHow. Virginia Kelley es una artista y maestra de arte de Nueva York con más de 30 años de experiencia. Tiene una licenciatura y una maestría en Educación Artística de SUNY-Buffalo State y ha enseñado arte en las escuelas K-12 y a nivel universitario. Durante los últimos 20 años, ha centrado su trabajo y su enseñanza en la acuarela.
Los nenúfares aparecen en climas templados y tropicales. Crecen frecuentemente en grupos, superponiéndose unos a otros. Las flores de nenúfar existen en blanco, lavanda, amarillo y diversos tonos de rosa. Las hojas verde fuerte son redondas y pueden llegar a tener un diámetro de 30 cm (12 pulgadas). Sus superficies proveen a las ranas y libélulas de lugares ideales para descansar. La parte inferior sirve de paraguas que ofrece sombra y protección al pez.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Preparar y planear
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1Practica los elementos visuales necesarios para esta pintura. Utiliza unas hojas de papel de dibujo o destina algunas páginas de tu bloc de dibujos. Busca en internet unas páginas con dibujos para colorear de hojas de nenúfar, ranas y libélulas para usarlas como investigación.
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2Empieza por dibujar las hojas de nenúfar ya que es probable que sean las formas más grandes y más destacadas de la pintura. Dibuja cada hoja como un óvalo que tiene una abertura en un lado que termina en el centro. Tendrá venas que crecen de allí a los bordes de las hojas. Crece en un tallo flexible y está sujetada en el barro al pie del estanque.
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3Examina la flor. Es la parte más complicada y más ostentosa de la pintura, así que practícala de dos formas. Prueba a dibujarla lenta y cuidadosamente con lápiz. Luego hazla a pulso con algunas pinceladas.
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4Practica con una rana, una libélula y un pez, las criaturas animadas que dan una mayor vida a la pintura. Todas se pueden hacer usando formas sencillas, así que hacer unos dibujos preliminares te ayuda a sentirte cómodo con ellas.
Parte 2
Parte 2 de 3:Poner en marcha y bosquejar
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1Abre un bloc de papel de acuarela de 300 g/m² (140 libras) y da la vuelta a la página. El refuerzo de cartulina sostiene el papel mientras trabajas. Reúne otros materiales: un lápiz, una goma de borrar, un recipiente para el agua y unos pinceles. Los pañuelos de papel resultan útiles para contener derrames y limpiar goteos y vertidos.
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2Prepara las pinturas. Está bien de cualquier tipo, desde una caja de pinturas a la acuarela hasta pinturas en tubo apretadas en una paleta o plato de pícnic de plástico. Dispón de varios colores aunque el tema necesita principalmente verdes, azules y cualquier color que quieras para las flores.
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3Empieza a bosquejar las hojas de nenúfar con lápiz. Dibuja varias: más grandes hacia el primer plano, hazlas gradualmente más pequeñas a medida que se alejan o llegan a lo lejos. Aunque las hojas son redondas, el truco para que estén pegadas a la superficie del agua es dibujarlas como óvalos o elipses.
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4No te olvides de colocar parcialmente las hojas unas sobre otras. En la naturaleza, suelen crecer en grupos y arracimados, así que dibujarás algunas que se ven parcialmente. En cada hoja, bosqueja ligeramente la abertura para que termine en el centro. Indica un poquito las venas que se salen de ese punto del centro hacia los bordes de las hojas.
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5Haz las flores. Estas flores de vistosos colores y de aspecto delicado crecen hacia una hoja de nenúfar y sus colores llaman la atención del espectador con el verde de la hoja de fondo. Las flores tienen pedúnculos largos y tubulares y el pedúnculo se puede mostrar parcialmente o rizándose debajo del agua.
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6Traza dónde quieres tener ranas u otros animales. Depende de ti si quieres incluirlos o no.
Parte 3
Parte 3 de 3:Pintar la escena
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1Empieza a pintar donde quieras. Algunos empiezan con el fondo, que en esta pintura será el agua. No te olvides de mantener la pintura bien diluida. Un método es que la más intensa esté más cerca del espectador y hacerla más claras a medida que se extiende para marcar que se está alejando. O viceversa, según la forma en la que da la luz en ese momento o el humor que tengas.
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2Quita la parte difícil de en medio. Para algunos, esta podrían ser las hojas de nenúfar. Podrías cambiar un poco los verdes mientras trabajas para que sea interesante. Una vez que tengas la primera capa, asegúrate de que la dejas que se seque antes de añadir otras capas de color, textura o detalles. No te olvides de pintarlo alrededor, donde van las flores, para asegurarte de que pones los colores extras directamente sobre el papel blanco.
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3Trabaja sobre las flores. Antes de hacer los colores, cambia el agua. Deja secar las flores antes de volver a pintar en ellas realzándola o con tonos más intensos de sus colores.
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4Pinta las ranas, libélulas y peces si vas a incluir algunos. Un desafío especial sería intentar camuflar las ranas.
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5Deja secar bien la pintura. Usa un secador de pelo para acelerar este proceso, si quieres. Cuando la tengas de la forma que la quieres, ¡detente! Date la oportunidad de adquirir distancia de ella antes de hacerle modificaciones y correcciones. Revísala para ir a ver si has firmado la obra y renuncia a la modestia y fírmala con orgullo.
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6Compra un tapete, un marco y una alcayata o percha de metal y expón la obra. Es indudable que esta pintura tranquila se podrá comparar con la obra del artista Monet, que era famoso por sus cuadros con nenúfares. Siéntete bien que, solo por un rato, has pasado a ocupar el puesto de Monet y elevado el nenúfar a las bellas artes.
Consejos
- Para tener éxito en el medio de la acuarela, debes tener las pinturas y el agua limpias. Cambia el agua si se tiñe. Aclara a fondo los pinceles mientras trabajas.