Si tienes un sofá de cuero viejo que ya no luce como antes, se ve desgastado y estropeado y está listo para que lo deseches, puedes optar por pintarlo. Es probable que esta idea te parezca una locura, pero podría funcionar. Comienza por escoger el tipo de pintura que deseas utilizar. Probablemente la mejor opción sea escoger una hecha para cueros, pero también cuentas con otras opciones. Asegúrate de que el sofá se encuentre listo para pintarlo. Luego, solo necesitarás un poco de esfuerzo para dejarlo como nuevo.

Método 1
Método 1 de 3:
Escoger los suministros de pintura

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    Prueba con una pintura hecha solo para cueros. Para que consigas los mejores resultados, debes escoger una pintura específicamente formulada para su uso sobre cuero. El sofá tendrá un aspecto más pulido al final y es probable que su superficie quede más lisa. Además, este tipo de pintura se adhiere mejor al cuero.[1]
    • Puedes probar con pintura para cueros de las marcas Angelus o ReLuv.
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    Prepara tu propia pintura para telas. Algunas personas suelen preparar una mezcla de pintura. Es probable que esta opción cubra todo el sofá y sea más duradera, pero no te brindará un acabado tan suave como el de la pintura para cueros.[2]
    • Prueba con pintura para "pizarra". La ventaja de este tipo de pintura es que es muy duradera y relativamente económica. Simplemente debes mezclar dos partes de carbonato de calcio en polvo con una parte de agua y cuatro partes de pintura de látex. Luego, aplica esta mezcla de manera habitual. Puedes conseguir carbonato de calcio a través de Internet o en algunas tiendas de mejoras para el hogar.
    • También puedes utilizar un diluyente textil. Por cada litro (¼ de galón) de pintura de látex, agrega dos botellas de 240 ml (8 onzas) de diluyente textil. Puedes encontrar este diluyente en la mayoría de las tiendas de manualidades. Este producto hace que la pintura se seque de manera más suave y flexible. Además, ayuda a que se adhiera mejor al cuero.[3]
    • Otra opción es utilizar una mezcla de dos tercios de pintura para pizarra del supermercado y un tercio de agua para preparar una pintura más delgada que puedas aplicar sobre el cuero.[4]
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    Utiliza pintura en aerosol. Es probable que la pintura en aerosol no sea la opción más evidente cuando se trata de pintar cueros. Sin embargo, puede funcionar, en particular sobre un artículo que no utilizas demasiado. Necesitas algo de paciencia al utilizar la pintura en aerosol, por lo que debes reservar el tiempo necesario para su aplicación.[5]
    • También puedes escoger una pintura para superficies múltiples.
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    Escoge una brocha. El tipo de brocha que escojas dependerá de la textura del sofá. Por ejemplo, una brocha de espuma económica funciona mejor sobre una superficie más lisa. También puedes utilizar una esponja relativamente suave.[6] Sin embargo, si el sofá presenta grietas finas, un pincel más resistente podría funcionar mejor.[7]
    • Si optas por una brocha estándar, debes escoger una que tenga cerdas finas o sintéticas para ayudar a reducir las líneas que deja la brocha.[8]

Método 2
Método 2 de 3:
Pintar el sofá con una brocha o una esponja

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    Prepara el sofá. Comienza por retirar los cojines para que sea más fácil pintar el sofá.[9] Además, debes cubrir con cinta adhesiva cualquier área que no desees cubrir con pintura (por ejemplo, las patas de madera). Puedes emplear cinta de enmascarar para aislar estas áreas.[10]
    • Ten en cuenta que también puedes retirar la funda para darle un aspecto diferente al sofá.[11]
    • Puedes utilizar pegamento para cueros o un parche para reparar cualquier grieta importante.[12] Algunas personas han tenido suerte al utilizar pegamento E6000. Debes lijar todas las reparaciones que realices para que te queden lisas al momento de pintar el sofá.
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    Aplica capas delgadas. Una forma de ayudar a que la pintura te quede suave y flexible es aplicarla en capas delgadas, en especial si vas a utilizar una pintura que preparaste tú mismo. Las capas delgadas ayudan a evitar que la pintura se agriete. Por supuesto, esto implica más trabajo en general, pero el resultado final lucirá mejor.[13]
    • Evita aplicar grandes cantidades de pintura a la vez. Debes aplicar capas muy finas sobre el sofá para que se sequen rápidamente.
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    Aplica tres o cuatro capas. Necesitas varias capas de pintura para cubrir el sofá, por lo que debes tener paciencia. Puedes comenzar con tres capas, pero necesitas hasta seis para cubrir todo el sofá (además de aplicarle un pequeño retoque).[14]
    • Deja que el sofá se seque por completo entre cada aplicación. La pintura debe sentirse seca al tacto y no presentar puntos brillantes.[15]
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    Alterna las direcciones. A medida que pintas el sofá, debes alternar la dirección en la que pintas. Es decir, sobre una sola capa, debes hacer que las pinceladas vayan en una dirección. En la siguiente capa, debes hacer que las pinceladas sean perpendiculares a la primera capa. Este procedimiento ayuda a crear una superficie más lisa y resistente.[16]
    • Algunas personas han descubierto que un movimiento circular funciona mejor. Primero, debes probar este patrón en una sección discreta antes de aplicarlo a todo el sofá.
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    Deja que la pintura se cure. Una vez que apliques la pintura a tu gusto, simplemente debes dejar que se asiente durante al menos dos días antes de colocar cualquier otra cosa sobre el sofá. De hecho, no debes tocar ni mover el cuero. Tan solo déjalo como esta para que la pintura tenga la posibilidad de curarse.[17]
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    Lija la pintura si es necesario. Algunas pinturas pueden dejar una sensación rugosa sobre la parte superior, en especial si no están hechas para cueros. Para solucionar este problema, debes lijar la pintura una vez que se haya asentado. Comienza con un papel de lija más rugoso y luego utiliza un papel más fino. Puedes pasar la mano para determinar si la textura es la adecuada.[18]
    • Utiliza un paño o la aspiradora para limpiar el polvo que se acumula al lijar.
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    Prueba con un producto para acabados. En algunos casos, un acabado puede resultar muy útil. Es necesario aplicar un acabado sobre la mayoría de las pinturas para cueros. Dependiendo del aspecto que deseas para el sofá, puedes escoger entre uno de alto brillo, semibrillante o mate. Luego, aplica una capa de brillo al final del proyecto.[19]
    • Algunas personas consideran que utilizar cera sobre una pintura casera puede agregar durabilidad y brillo. Sin embargo, esto no es absolutamente necesario.[20]

Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar pintura en aerosol

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    Prepara el sofá. Una vez más, debes retirar los cojines del sofá.[21] Además, puedes cubrir con cinta de enmascarar aquellas áreas sobre las que no deseas aplicar pintura. Debes cubrir estas áreas por completo, ya que la pintura en aerosol tiende a salpicar.[22]
    • Aplica pegamento sobre las grietas importantes o utiliza un parche. Debes lijar el área antes de pintarla.[23]
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    Aplica la pintura. Debes aplicar capas delgadas de pintura en aerosol sobre las áreas que deseas pintar. Las capas delgadas son muy importantes cuando se aplica pintura sobre el cuero. Debes sostener el aerosol bien por encima del área y moverlo lentamente para crear una capa uniforme y ligera de pintura. Comienza sobre un área discreta para verificar cómo luce.[24]
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    Deja que la pintura se seque entre cada capa. La pintura en aerosol puede volverse pegajosa y desprenderse si no dejas que se seque entre cada aplicación. Asegúrate de que el área pintada se seque por completo antes de aplicar la siguiente capa. Es probable que necesites aplicar hasta veinte capas al pintar un sofá con pintura en aerosol.[25]
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    Limpia el sofá con un paño. Una vez que el sofá tenga la apariencia que deseas, debes dejar de aplicarle más capas de pintura. Espera a que seque por completo y deja que se cure durante al menos dos días. Luego, frota el área pintada con un paño suave para que elimines la pintura que no haya sido absorbida.[26]

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