El tablero de fibra de densidad media (MDF, por sus siglas en inglés) es un material de construcción popular fabricado con fibras de madera que han sido comprimidas y luego selladas con cera y resina.[1] Por ello, el MDF es fuerte y resistente, pero no absorbe bien el agua; lo cual afecta negativamente el acabado de las pinturas a base de agua. Aplicar compuesto para juntas a los cantos del MDF y lijar bien su superficie mejorará el acabado. Después, todo lo que necesitas hacer es imprimar y pintar para que tu MDF tenga un trabajo de pintura completamente nuevo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Lijar la superficie

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    Aplica compuesto para juntas a los cantos del tablero de MDF. Al recubrir los cantos porosos del MDF con compuesto para juntas o para panel de yeso, crearás un borde liso. Con el dedo limpio o un aplicador, como una espátula, aplica una capa fina y uniforme del compuesto a todos los cantos del MDF.[2]
    • La aplicación del compuesto no tiene que ser perfecta. Después de que el compuesto se seque, lo lijarás para que el acabado quede liso y uniforme.
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    Lija los cantos después de que el compuesto se seque. Deja que el compuesto se seque por completo. El tiempo que esto tome debe aparecer en las instrucciones de la etiqueta del producto. Cuando esté seco, ponte una máscara protectora y unas gafas de protección. Usa un papel de lija de carburo de silicio de grano mediano, como grano 220, y aplica una presión de ligera a moderada para lijar las zonas con compuesto hasta que queden lisas y uniformes.[3]
    • Lijar el compuesto para juntas debe crear un polvo fino. Usa un trapo limpio para limpiar todo el polvo. Hazlo con cuidado, ya que los restos de polvo afectarán negativamente el acabado del trabajo de pintura.[4]
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    Lija el resto del tablero de MDF. Con la máscara antipolvo y las gafas de protección aún puestas, usa un papel de lija de grano fino, como uno calificado como grano 120, para lijar ligeramente todas las superficies que pintarás en el tablero de MDF. Lijar producirá un polvo de madera fino.[5]
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    Limpia el MDF. Usa un trapo limpio para limpiar el polvo y cualquier otra suciedad del MDF. Si tu MDF está particularmente sucio, es posible que necesites humedecer el trapo con agua. Sin embargo, si lo haces, tendrás que dejar que el MDF se seque por completo antes de pasar al proceso de pintado.
    • Para un MDF que esté particularmente polvoriento, usa una aspiradora para aspirar lo que quede después de limpiar con el trapo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Imprimar la superficie

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    Aplica la imprimación al MDF. Toma una brocha y mójala con la imprimación. Limpia el exceso de imprimación en el borde interior de la lata de pintura. Con pinceladas largas que se sobrepongan, cubre las superficies del MDF que pintarás con la imprimación. Aplica el producto en una capa fina.[6]
    • Los cantos del MDF pueden ser difíciles de terminar sin problemas y profesionalmente. Asegúrate de imprimar los cantos por completo. Puedes pasar por alto las esquinas de los cantos con facilidad.
    • Después de la aplicación de la primera capa de imprimación, en muchos casos es posible que ni siquiera parezca que has imprimado. Esta primera capa con frecuencia es lo suficientemente fina como para ver con claridad el acabado original a través de ella.[7]
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    También puedes cubrir el MDF con una imprimación a base de disolvente. Una imprimación a base de disolvente, como las hechas a base de laca, alcohol o aceite, no se verá afectada tan drásticamente por la mala absorción de agua del MDF. Moja la brocha en la imprimación y limpia el exceso en el borde interior de la lata. A continuación, aplica una capa fina y uniforme de imprimación con pinceladas largas que se sobrepongan.[8]
    • Cuando termines de imprimar, es probable que la imprimación se vea fina y quizás puedas ver con claridad el acabado original a través de ella. Esto es completamente natural.
    • Con una imprimación a base de disolvente, una capa debe ser suficiente para mejorar el acabado de la pintura. Sin embargo, para obtener mejores resultados, usa entre dos y tres capas finas de imprimación. Deja que la imprimación se seque y líjala ligeramente entre las aplicaciones.[9]
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    Lija el MDF después de imprimar. Espera el tiempo indicado en las instrucciones de uso de la imprimación hasta que esté seca. Cuando lijes la imprimación, aplica una presión suave con un papel de lija de grano fino. Cuando hayas acabado, la superficie debe estar suave al tacto. Limpia el polvo del lijado con un trapo limpio.[10]
    • El color de la imprimación puede aclararse cuando lijes, pero aún debe ser visible. Usar demasiada fuerza con el papel de lija quitará la imprimación. En este caso, tendrás que reemplazar la capa de imprimación retirada.
    • Lijar alisará la capa exterior de la imprimación. Esto ayudará a que las capas subsiguientes que se añadirán después se adhieran sin problemas a la primera capa de imprimación.[11]
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    Agrega dos capas más de imprimación. De la manera anteriormente descrita, continúa e imprima el MDF hasta que tenga tres capas en total. Alterna entre la imprimación y el lijado. Recuerda limpiar el MDF con un trapo limpio después de lijar. [12]
    • Varias capas finas de imprimación formarán un acabado más fuerte y con una apariencia más profesional que una capa gruesa o varias capas gruesas.[13]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Aplicar la pintura

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    Pinta el MDF con una pintura a base de agua. Abre la pintura y prepárala de acuerdo a sus instrucciones. En la mayoría de los casos, esto implicará revolver la pintura. Una vez abierta, moja la brocha en la lata y luego limpia el exceso de pintura en el borde interior de la misma. Emplea pinceladas largas que se superpongan para aplicar la pintura al MDF.[14]
    • Si usas un rodillo para aplicar la pintura al MDF, usa uno de poca pelusa. Esto se refiere a la calidad vellosa del rodillo.[15]
    • Para conseguir la mejor apariencia y un acabado más resistente, aplica entre dos y tres capas finas de pintura. Entre las aplicaciones, deja que la pintura se seque por completo de acuerdo a sus instrucciones de uso.[16]
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    También puedes usar una pintura a base de disolvente. Puedes usar una pintura que sea a base de aceite, alcohol o laca en lugar de una a base de agua. Después de que la imprimación haya sido adecuadamente aplicada, tanto las que son a base de agua como las de disolvente deben adherirse a la superficie. Aplica la pintura de la forma previamente descrita para la pintura a base de agua.
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    Deja que la pintura seque y disfruta tu MDF terminado. La pintura debe indicar un tiempo de secado recomendado en las instrucciones que figuran en su etiqueta. Una sola capa de pintura puede ser suficiente para cubrir satisfactoriamente el MDF.
    • Aunque una capa puede ser suficiente, entre dos y tres capas finas crearán un acabado más fuerte y más pulido. Deja que la pintura se seque por completo entre las aplicaciones.[17]

Advertencias

  • La urea formaldehído se usa comúnmente en la preparación de los tableros de MDF. Esta sustancia es nociva para los seres humanos y puede causarte daño si entra a tus pulmones, ojos, etc. Para evitar el daño, usa una máscara protectora y unas gafas de protección cuando lijes un tablero de MDF.[18]

Cosas que necesitarás

  • papel de lija de carburo de silicio de grano 220
  • trapo limpio
  • máscara protectora
  • gafas de protección
  • compuesto para juntas (o compuesto para panel de yeso)
  • pintura (a base de agua o de disolvente)
  • dos brochas
  • papel de lija (de grano 120)
  • imprimación a base de disolvente (opcional)

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Categorías: Pintura