No todos tenemos la suerte de vivir donde las montañas se elevan a nuestro alrededor. Hay veces que tenemos que depender de fotos o de la imaginación para ver unos picos cubiertos de nieve. Examinando fotos de diversas cadenas montañosas y con el deseo de celebrar uno de los espectáculos más asombrosos de la naturaleza, puedes crear algo asombroso.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Investigar el tema

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    Usa la imaginación. Piensa en cómo son las montañas. Además ve fotos de montañas, quizá algunas que hayas sacado de vacaciones. Internet ofrece unas fotos preciosas para provocar la creatividad.
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    Descubre las distintas formas de montañas: puntiagudas, redondeadas o de cumbre plana. Haz una búsqueda en Google sobre las formas de las montañas y sitios de stock gratuitos.
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    Simplifica las imágenes. Haz una búsqueda en Google sobre páginas para colorear de montañas realistas.
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    Corta unas capas de montañas en cartulina. Es probable que crezcan más a medida que vayas a añadir más capas y vayas hasta el fondo de la escena.
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    No te olvides de cambiar las formas y las alturas de las montañas.
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    Imagínate que cada cima tiene dos planos. Representa una ladera a la sombra y la otra con una luz brillante.
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    Piensa incluir árboles. Tanto los árboles de hoja perenne como los de hoja caduca se encuentran frecuentemente en las escenas de montañas.
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    Idea algunas composiciones de prueba haciendo pequeños bosquejos. Esto te permitirá probar rápidamente las ideas. Vas a acercarte más al dibujo final a medida que trabajes.
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    Juguetea con el sombreado. Pon las líneas oscuras contra las claras y viceversa.
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    Crea un punto focal. En el tercio medio, pon algunas cosas interesantes y más complicadas. Aquí está situado el “punto focal” o “centro de interés”. Este deberá desprenderse un poco del centro y ser lo suficientemente interesante como para cautivar y mantener el interés del espectador.
    • Piensa en lo que puede contener el centro de interés o, en esta pintura, las estribaciones. Excursionistas y montañeros preparándose para la subida, personas acampando en carpas o una cabaña. Animales salvajes como los pumas o los coyotes. Animales domesticados como las mulas, las ovejas o las cabras.
    • Representar un alojamiento de esquí se le ocurriría a quienes tienen inclinaciones atléticas. En las montañas, podrías tener un telesquí que tenga rastros de esquí bajándolo.
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    Imagínate que el agua se traga la montaña. Cascadas de todo tipo, agua que choca sobre las rocas. O, si puedes, un arroyo con meandros que desemboca en un lago sereno.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Dibujar y pintar la escena final

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    Dibuja la escena con lápiz en una hoja de papel de acuarela de 280 x 360 mm (11 x 14 pulgadas) sacada de un bloc. Esboza un poquito las formas, suprimiendo los detalles. Usa uno de los bosquejos como guía, si lo quieres.
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    Vuelve a perfeccionar el dibujo. Añade los detalles, tantos como quieras en el dibujo.
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    Prepara y activa las acuarelas. Echa agua gota a gota sobre las almohadillas o aprieta de los tubos una gama de colores primarios y secundarios. Si utilizas pinturas en tubo, coloca los colores primarios y secundarios alrededor de los bordes de la paleta para mantener el centro libre para mezclarlos. Mójalos con una cantidad pequeña de agua.
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    Reúne las otras provisiones de pintura. Pinceles, pañuelos de papel, un balde de agua y una mesa para sostener el papel. Si piensas mojar grandes zonas, pega el papel a la mesa con cinta adhesiva protectora.
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    Empieza a pintar en el lugar que quieras.
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    Ten presente que el color puede jugar un papel importante en la demostración de distancia. Por eso muchas montañas parecen azules claro o lavanda. Esos colores se vuelven atrás y parecen más lejos.
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    Empieza aplicando color puro y claro a las montañas. Esta capa fluye fácilmente sobre el papel, así que trabaja de un charco de color que hayas mezclado. Para asegurar la frescura de la pintura y para mostrar las montañas como las joyas centelleantes que son, trata de mantener un toque suave al aplicar la pintura.
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    Usa la técnica del pincel seco en los lugares. Esto te ayuda a marcar la textura de los hierbajos, el pasto y muchas otras aplicaciones. Usa un pincel seco o espuma para avivar una zona contrastando una zona áspera con otra lisa. Encuentra muchas formas de usar el pincel.
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    Procura no volver a trabajar en una zona húmeda. Usa un secador de pelo para acelerar el secado. Luego, usando un pincel de lavar blando, desliza otra capa de color. Esfuérzate por mantener las montañas relucientes y frescas.
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    Disfruta de la aventura. Tiene que ser motivo de reflexión y apartarse de la rutina cotidiana. Los viajes en sillón pasan por el arte y podrían abrir nuevas perspectivas para una exploración real. Por lo menos, es divertido pintar una escena de montaña y el resultado duradero.
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Consejos

  • Sigue estas directrices una vez solo para orientarte. Luego, cámbialas. Baraja las posibilidades y cambia de colores de lo “normal”. Quizá coloques en primer plano las montañas más altas. Las reglas están pensadas para quebrantarlas.
  • Una vez que te sientas a gusto con los pequeños bosquejos, ven a darte cuenta del control que tienes sobre cómo representar un escenario. El realismo y la adherencia a que en realidad solo hay una forma de trabajar. Descubre nuevas formas de expresar opiniones.


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Acerca de este wikiHow

Virginia Kelley, MA
Coescrito por:
Virginia Kelley, MA
Máster en Educación Artística
Virginia Kelley, MA es coautor(a) de este artículo, un(a) miembro de confianza de la comunidad de wikiHow. Virginia Kelley es una artista y maestra de arte de Nueva York con más de 30 años de experiencia. Tiene una licenciatura y una maestría en Educación Artística de SUNY-Buffalo State y ha enseñado arte en las escuelas K-12 y a nivel universitario. Durante los últimos 20 años, ha centrado su trabajo y su enseñanza en la acuarela.
Categorías: Pintura
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