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La sangre se vuelve más difícil de quitar una vez que se seca. Empieza lo antes posible para tener las mejores probabilidades de revivir la alfombra sin dañarla. Estos tratamientos se presentan desde el más suave hasta el más fuerte. Con frecuencia necesitarás recurrir a los tratamientos más fuertes si la sangre se ha secado, pero ten presente que estos pueden dañar o decolorar la alfombra. Ten paciencia y prueba los métodos suaves primero.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Quitar la sangre fresca
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1Seca la mancha dando toquecitos con una toalla o un trapo blanco limpio. Presiona y levanta la mancha para recoger la mayor cantidad de sangre húmeda que sea posible. Si estás trabajando en una mancha grande, empieza en los bordes y avanza hacia el centro. Así evitarás esparcir la sangre.
- No frotes la mancha o se impregnará sobre más fibras de la alfombra.[1]
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2Rocíala con agua fría y déjala reposar unos minutos. Si no tienes una botella de espray, vierte solo agua suficiente para humedecer la alfombra.
- No utilices agua tibia o caliente, ya que puede fijar la mancha de forma permanente en la alfombra.
- El exceso de agua puede esparcir la mancha o dañar la alfombra delicada. Mantenla húmeda, no empapada.
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3Sigue humedeciéndola y secándola. Absorbe la humedad con una toalla seca, secando nuevamente con un movimiento hacia arriba y hacia abajo. Sigue humedeciendo y luego secando hasta que la mancha desaparezca. Esto puede requerir varias repeticiones.
- También puedes absorber la humedad con una aspiradora de líquidos o un extractor de alfombras manual.
- Cambia a una nueva zona de la toalla cada vez que la vieja se decolore. Utiliza toallas blancas para notarlo con mayor claridad.
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4Trátala con una pasta de sal. Si la mancha aún está ahí, prueba una pasta de sal en vez del agua pura. Mezcla sal en un bol pequeño con agua fría hasta obtener una pasta fina.[2] Vierte un poco sobre la mancha y déjala reposar por unos minutos. Sécala de nuevo con una toalla o un trapo limpio. Si ves residuos en la toalla pero la mancha sigue ahí, repite este paso.
- La sal puede dañar las fibras de la alfombra con el paso del tiempo. Aspírala rápidamente una vez que la zona esté seca.
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5Humedécela con detergente líquido diluido. Añade 1 o 2 cucharaditas de detergente lavavajillas líquido a 1 taza (250 ml) de agua fría.[3] Moja un trapo blanco limpio con la solución y aplícala en la zona manchada. Enjuaga rociándola con agua pura y luego secándola.
- No utilices detergente que contenga lejía o lanolina.[4]
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6Enciende un ventilador para acelerar el secado. Enciende un ventilador sobre la zona húmeda para acelerar el secado. Si la alfombra tarda mucho en secarse, la sangre que queda en el respaldo de la alfombra puede "penetrar" hasta las fibras de la superficie, lo que produce una nueva mancha.
- En caso de no tener un ventilador, coloca unas cuantas toallas de papel sobre la zona húmeda. Asegúralas con un objeto pesado por encima y deja que la zona se seque.
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7Aspira o cepilla la alfombra seca. Esto restaurará la forma original de las fibras de la alfombra. Si la mancha aún es visible, utiliza los métodos descritos a continuación para eliminar las manchas secas.
Método 2
Método 2 de 2:Quitar la sangre seca
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1Primero prueba cada tratamiento en una zona oculta. Los siguientes tratamientos son potencialmente lo bastante fuertes para dañar o decolorar la alfombra. Siempre pruébalos primero en una zona pequeña y oculta de la alfombra. Déjalos reposar al menos por 15 minutos o hasta que se sequen, luego revisa si hay algún daño.
- Las alfombras de seda y lana se dañan con mucha facilidad y es posible que ni siquiera desees arriesgar una esquina. Considera contratar a un profesional.
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2Cepilla la mancha con un cuchillo sin filo (opcional). Raspa un cuchillo de mantequilla por las fibras de la alfombra para eliminar las manchas de sangre seca. Esto te da una ventaja sobre las manchas resistentes, pero no funcionará por sí solo.[5]
- Esto no es recomendable para las alfombras valiosas.
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3Aplica un ablandador de carne sin sabor. Este químico descompone las proteínas de la mancha de sangre, lo que facilita su eliminación. Mézclalo con una cantidad igual de agua y luego aplícalo sobre la mancha. Déjalo reposar de 15 a 30 minutos y luego sécalo con una toalla limpia. Enjuaga con una gota de detergente líquido mezclado con agua fría.
- Evita el ablandador de carne con sabor, ya que puede producir nuevas manchas.
- Esto puede descomponer las fibras de las alfombras de lana o seda, dado que también contienen proteínas animales.
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4Humedece la mancha con peróxido de hidrógeno. El peróxido de hidrógeno aclara el color de las fibras de la alfombra, lo que oculta la mancha. Humedécela con peróxido de hidrógeno al 3 %.[6] Déjala secarse en una habitación bien iluminada y se descompondrá sin necesidad de enjuagarse.
- Este es un método arriesgado para las alfombras con colores oscuros o vivos, pero mucho más seguro que utilizar lejía.
- La mayoría de las farmacias venden peróxido de hidrógeno al 3 %. Si la botella está más concentrada, diluye un poco hasta el 3 % de concentración. (Por ejemplo, mezcla una parte de peróxido de hidrógeno al 9 % con dos partes de agua fría.)
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5Moja la alfombra con champú y luego amoniaco. El amoniaco es muy eficaz, pero puede decolorar la alfombra y dañar la lana y la seda. Aunque puedes utilizar el tratamiento de amoniaco por sí solo, es más eficaz continuar con un detergente común:[7]
- Mezcla 2 cucharaditas de champú o detergente lavavajillas líquido en 1 taza de agua. Rocía la mezcla en la alfombra y déjala reposar por 5 minutos.
- Mezcla 1 cucharada de amoniaco doméstico en 1 taza (250 ml) de agua a temperatura ambiente. Ten cuidado de no inhalar los vapores del amoniaco.
- Seca el champú con toquecitos y luego rocía el amoniaco. Déjalo reposar 5 minutos antes de volver a secarlo.
- Rocía la alfombra con agua y sécala, para enjuagar.
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6Utiliza un limpiador enzimático. Los limpiadores enzimáticos comerciales descomponen los químicos complejos presentes en la sangre y otras manchas orgánicas. Aplícalos según las instrucciones de la etiqueta, normalmente rociándolos sobre la mancha, dejándolos reposar antes de secarlos con toquecitos.
- Estos limpiadores suelen venderse como eliminadores de orina para mascotas. Algunos detergentes para ropa ecológicos contienen limpiadores enzimáticos, pero solo utilízalos si no encuentras un producto diseñado para alfombras.[8]
- Estos productos no funcionan tan bien a temperaturas frías o muy calientes.
- No los apliques en alfombras de lana o seda, puesto que pueden descomponerlas junto con la sangre.
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7Seca la alfombra en una zona con buena circulación de aire. Una vez que hayas quitado la mancha, coloca un ventilador eléctrico que sople sobre la zona húmeda o abre las ventanas y las puertas para generar una brisa. Esto acelera el secado, lo que reduce la probabilidad de que la sangre oculta en el respaldo suba a la superficie.
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8Aspira o cepilla la alfombra. Las fibras de la alfombra pueden sentirse rígidas o crujientes una vez que se secan. Una pasada rápida de la aspiradora o de un cepillo para alfombras deberá devolverle su sensación original.
Consejos
- Puedes secar la alfombra con toallas de papel si te quedas sin trapos. Funcionarán bien, pero pueden dejar restos molestos en la alfombra una vez que se mojen.
- Algunas personas creen que el agua con gas o tónica es más eficaz que el agua del grifo. No está claro por qué esto sería cierto, pero dichos tratamientos no le harán ningún daño a la alfombra.[9] Solo asegúrate de no utilizar ninguna bebida con azúcar.
Advertencias
- No utilices nada caliente sobre las manchas de sangre.
- Utiliza amoniaco en una zona bien ventilada. Evita inhalar los vapores.
- Cuando manipules sangre que no sea tuya, ponte guantes impermeables para protegerte de las enfermedades transmitidas por la sangre.
- No mezcles amoniaco y lejía con cloro. Producirá vapores peligrosos.
- No utilices movimientos circulares para quitar la mancha, ya que esto puede destruir la textura.
Cosas que necesitarás
- una toalla blanca limpia o un trapo de algodón
- una botella de espray
- agua fría
- sal de mesa
- detergente lavavajillas líquido
- un ventilador
- una aspiradora o un cepillo para alfombras
- un cuchillo sin filo
- un ablandador de carne en polvo (sin sabor)
- peróxido de hidrógeno
- amoniaco doméstico
- champú
Referencias
- ↑ http://www.howtocleanstuff.net/how-to-clean-blood-from-carpet/
- ↑ http://www.infobarrel.com/How_to_Remove_Blood_Stains_from_Carpets_and_Rugs
- ↑ http://www.howtocleanstuff.net/how-to-clean-blood-from-carpet/
- ↑ http://web.extension.illinois.edu/stain/staindetail.cfm?ID=5
- ↑ http://web.extension.illinois.edu/stain/staindetail.cfm?ID=5
- ↑ http://www.marthastewart.com/287421/an-owners-guide-to-rug-and-carpet-care
- ↑ http://www.si.edu/mci/english/learn_more/taking_care/stains.html
- ↑ http://www.getridofthings.com/household/get-rid-of-blood-stains/
- ↑ http://www.scientificamerican.com/article/how-does-club-soda-remove/
Acerca de este wikiHow
Para quitar las manchas de sangre de la alfombra, aplícales agua oxigenada y déjala secar por completo. Esto aclarará las fibras de la alfombra y ocultará las manchas. También puedes tratar de limpiar las manchas con champú y amoniaco. Primero, prepara una mezcla con champú y agua, y aplícala sobre las manchas. Luego, deja reposar la mezcla durante 5 minutos antes de agregar un poco de amoniaco diluido. Por último, deja reposar el amoniaco durante 5 minutos más y enjuaga el área con agua limpia.