Reciclar objetos metálicos del hogar es una excelente forma de ahorrar energía y reducir la cantidad total de desperdicios. En realidad, reciclar metales produce el mayor ahorro energético que cualquier otro material. En comparación con el proceso de producción, el proceso de reciclaje del aluminio, el plomo y el acero requiere de aproximadamente 94 %, 75 % y 72 % menos energía, respectivamente. El tipo y la cantidad de metales que tengas determinarán si será mejor que los recicles en casa o los lleves a un depósito de chatarra. Una vez que determines los tipos de metales que tengas, deberás clasificarlos y limpiarlos apropiadamente.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Identificar metales reciclables

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    Recicla las latas de bebidas. Debido a que las latas de bebidas gaseosas, cerveza y otro tipo de bebidas generalmente están hechas de aluminio, son completamente reciclables.[2]
    • Verifica si tu ciudad o pueblo tiene un sistema de pago por reciclaje de latas.
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    Deshazte de las perchas de metal. Aunque no puedes reciclar las perchas de metal en el tacho para reciclar metales, puedes llevarlas a una tintorería local. Es muy probable que este establecimiento esté dispuesto a recibirlos. Pregunta si hay algún descuento o devolución de dinero por entregar perchas de metal.
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    Recicla recipientes de alimentos. Puedes reciclar las latas de café, las latas de vegetales, el papel aluminio y los recipientes para hornear en el tacho para reciclar metales.[3]
    • Deshazte de todo el contenido de los recipientes y enjuágalos con agua antes de reciclarlos.
    • También retira los residuos de comida y aceite.
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    Recolecta artículos de metal de la casa como los de latón y cobre. Reúne los enseres viejos de la casa, como las llaves, los picaportes, los accesorios de iluminación y los restos de tubos, tubos de desagüe, dispositivos de aire acondicionado, etc.[4]
    • Aunque el latón no es el artículo más costoso en un depósito de chatarra, la devolución puede incrementar rápidamente su precio debido a lo denso que puede ser el metal.
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Método 2
Método 2 de 3:
Clasificar los objetos reciclables

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    Usa un imán y mira si se adhiere a los metales. Si un imán se adhiere al metal, será ferroso. De lo contrario, no lo será. Puedes usar un imán común de tu refrigeradora para hacer esta prueba.
    • Entre los metales no ferrosos se encuentran el cobre, el aluminio y el latón.
    • El acero y el hierro son metales ferrosos.
    • El cobre, el latón, el aluminio, el acero inoxidable y el bronce son muy valiosos para los centros de reciclaje y los depósitos de chatarra.
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    Revisa las directrices y reglamentos de reciclaje. La mayoría de las compañías de recojo de reciclaje aceptan metal. Por lo tanto, a menos que el metal que tengas sea valioso, recíclalo en el tacho para reciclar metales. Puedes hacer la mayor cantidad de dinero vendiendo objetos de aluminio, latón y cobre en el depósito de chatarra.
    • Puedes reciclar el bronce, el hierro fundido, el acero y la hojalata en el tacho para reciclar metales.
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    Limpia los metales. Asegúrate de limpiar los objetos de metal que recicles por completo y retírales los residuos y las partículas de comida. Vacía las latas y quítales las etiquetas si es necesario.
    • Limpiar los objetos de metal te ayudará a hacer más dinero en el depósito de chatarra porque los encargados tendrán que hacer menos trabajo.
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Método 3
Método 3 de 3:
Llevar los metales al depósito de chatarra

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    Llama a varios depósitos de chatarra cerca de tu casa. Averigua los precios de los metales que tengas y pregunta por cuánto tiempo cada depósito de chatarra mantendrá dichos precios. Sé específico con respecto a la cantidad de cada tipo de metal que tengas para que puedas comparar precios con exactitud.[5]
    • En algunos países incluso hay aplicaciones y directorios en línea en los que puedes encontrar los depósitos de chatarra más cercanos e información al respecto.
    • Algunos depósitos de chatarra ofrecen un servicio de recojo con costo. Pregunta con anticipación sobre el costo de recojo materiales y el precio de ellos.
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    Clasifica los metales. Comienza separando los metales ferrosos de los no ferrosos. Dependiendo de la cantidad de metales que tengas, también puedes clasificar el acero inoxidable, el cobre, el aluminio, el plomo, el latón y el bronce.[6]
    • Si vas a ir a un depósito de chatarra, no debes colocar otros materiales reciclables junto con los metales. Si colocas materiales como papel, cartón, madera, plástico o vidrio en la pila de metales, el depósito de chatarra podría rechazarla completamente.
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    Recicla cables. No es necesario que peles los cables de cobre y aluminio aislado, aunque hacerlo duplicará o triplicará el dinero que recibirás cuando los lleves al depósito de chatarra. Compra un pelacables para hacer el trabajo.[7]
    • Los pelacables pueden costar entre 10 y más de 100 dólares. Si tienes un pequeño rollo de cables para pelar, bastará con que utilices una herramienta menos costosa. Sin embargo, si tienes un montón de cables, quizá sea más útil que utilices una herramienta más sofisticada.
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Consejos

  • Verifica el precio de los metales en Internet para determinar si debes reciclarlos para obtener ganancias.
  • Casi todos los metales son reciclables, aunque en gran parte depende del lugar y la forma en la que se reciclen.
  • Ten en cuenta que lo que podrás o no reciclar dependerá de las capacidades de reciclaje de tu localidad.
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