Los condones se han usado desde finales de la década de 1950 para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS). Sin embargo, los condones están sujetos al deterioro, los daños y el desgaste por uso que pueden reducir su efectividad. Si quieres saber cómo revisar un condón para cerciorarte de tener sexo seguro, sigue estos pasos.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Empezar bien

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    Revisa la fecha de expiración de la caja en la tienda. Observa antes de comprar para asegurarte de que los condones que estés a punto de comprar no hayan expirado.
    • Las fechas de expiración deben tener un mes y un año.
    • Los condones expirados se debilitan con el tiempo y pueden romperse fácilmente. No uses un condón expirado.
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    Guarda los condones adecuadamente. Mantén los condones en un lugar fresco y seco, lejos del calor y la luz del sol. Asimismo, no los metas en tu billetera en donde podrían arrugarse y doblarse.[1]
    • Nunca guardes los condones en la guantera del auto.
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    Nunca guardes los condones en el bolsillo trasero de tus pantalones. Es más probable que los condones sujetos al calor y el desgaste por uso se rompan.
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    Usa un condón nuevo cada vez. Nunca reutilices un condón. El uso repetido puede ocasionar rupturas y que los fluidos se filtren.[2]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Inspeccionar el producto

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    Revisa la fecha de expiración en el condón individual. No puedes ser demasiado cuidadoso; es mejor revisar otra vez en caso de que los condones hayan estado en tu cajón por un tiempo.
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    Observa la condición del empaque. No debe haber desgarres ni agujeros en el empaque. Si hay un agujero en el empaque, el condón puede haberse secado, lo que lo vuelve inefectivo y hace que sea probable que se rompa.[3]
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    Presiona el empaque. Debes sentir un poco de resistencia de aire de adentro del empaque. Esto significa que el empaque no se ha rasgado ni perforado y tu condón está bien.[4]
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    Estruja y desliza el empaque hacia un lado. Mientras aún presionas el empaque, empuja el condón dentro de él ligeramente en un movimiento deslizante. Este movimiento ligero indica que el lubricante dentro de él no se ha secado y, con tal que la fecha de expiración no haya pasado, aún sirve.[5]
    • Esta prueba de desliz solo funciona para los condones lubricados. Los condones no lubricados no se deslizarán en el empaque pero de todas formas puedes hacer la prueba de resistencia de aire.
    • Un condón seco se debilitará, se rajará y se romperá, exponiéndote a los fluidos de tu pareja, a un embarazo potencial y a enfermedades de transmisión sexual.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener ese condón seguro al ponértelo

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    No uses tus dientes. Abrir un empaque con los dientes puede ser una forma de hacerlo en el calor del momento, pero pueden ocurrir pequeños desgarros en el condón que es posible que no notes antes de ponértelo.[6]
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    Nunca uses tijeras para abrir el empaque. Todo lo contrario, mantenlo lejos de los objetos afilados.
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    Siente el condón. Si se siente seco, rígido o particularmente pegajoso cuando sale del empaque, es posible que no se haya guardado adecuadamente. Es mejor conseguir otro.[7]
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    Revisa tus joyas. Los anillos, los piercings e incluso las uñas afiladas pueden rasgar un condón, así que ten cuidado al ponértelo si estos accesorios se aplican a ti.[8]
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    Pellizca la punta. Asegúrate de haber sacado el aire de la punta. El aire en la punta del condón puede ocasionar que se reviente y se rompa durante el uso.[9]
    • Aprieta la punta entre tus dedos índice y pulgar mientras ruedas el resto del condón hacia abajo por el pene.
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    Revisa el tamaño. Hay un par de razones por las que debes asegurarte de tener el condón del tamaño correcto. Tu condón no debe ser ni demasiado pequeño ni demasiado grande y no debería rodarse de regreso hacia arriba una vez que lo tengas en un pene erecto. Mide tu pene erecto para asegurarte de comprar el tamaño correcto. Puede tomar varios intentos asegurarte de tener el mejor tamaño.[10]
    • Tienes que tener espacio en la punta para atrapar el semen. Esa punta que pellizcaste para sacarle el aire de forma que el condón no se reventara tiene que tener espacio para la eyaculación. Si no tienes espacio en la punta, el condón podría reventarse, dejándote a ti y a tu pareja en riesgo de las ETS y un embarazo.
    • El condón no puede estar demasiado suelto de forma que pueda moverse. Un condón suelto permite el movimiento de los fluidos o podría caerse del todo, nuevamente poniendo en riesgo a ti y a tu pareja.
    • Mide el tamaño en casa antes de comprar.[11]
    • Sé realista, no apuntes a la imagen. Los tamaños "pequeños" y "grandes" tienen una mayor relación con el ancho que con el largo, pero también puedes conseguir condones más cortos o largos, así que practica el sexo seguro y elige sabiamente.
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    Usa un lubricante a base de agua. Los lubricantes con base en aceite pueden debilitar el condón y hacer que se rompa.[12]
    • No uses lubricantes a base de aceite, aceite para bebés, loción para masajes, vaselina o crema para manos como lubricante.

Consejos

  • No llenes un condón con agua o aire para probarlo, ya sea antes o después de usarlo. Llenarlo con agua o aire puede ocasionar una perforación en el condón. Si lo llenas con agua después de usarlo, estás exponiéndote innecesariamente a los fluidos de tu pareja.[13]
  • Haz las cosas bien y diviértete. La mayoría de las rupturas de condones se deben al uso incorrecto. Sigue las instrucciones y úsalo correctamente y no habrá ninguna necesidad de revisarlo en busca de agujeros.[14]
  • Los condones pasan por pruebas rigurosas.[15]
  • Puedes sentirte seguro con tal que lo hayas usado correctamente.[16]

Acerca de este wikiHow

Lacy Windham, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Lacy Windham, MD. La Dra. Windham es ginecóloga y obstetra certificada por el colegio oficial en Tennessee. Asistió a la escuela de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee en Memphis y completó su residencia en la Escuela de Medicina Eastern Virginia en 2010, donde fue galardonada con el premio "Residente más destacado en medicina fetal materna", y el premio "Residente más destacado en oncología" y el premio "Residente más destacado en general". Este artículo ha sido visto 196 528 veces.
Categorías: Salud | Sexualidad