Los loros grises africanos son conocidos como uno de los tipos de aves más inteligentes. A ellos no les gusta quedarse todo el día en una jaula, por lo que es importante que los socialices con otras personas. Preséntales tu mascota a algunos amigos para que se sienta más cómoda cerca de personas nuevas. A partir de allí, puedes exponerla a nuevos entornos. Recuerda que también es importante que desarrolles un vínculo con el loro. Dedica tiempo a hablarle o jugar con él todos los días.

Método 1
Método 1 de 3:
Desarrollar un vínculo con el ave

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    Coloca su jaula en un lugar seguro. Dale la oportunidad de mirar su nuevo entorno colocando la jaula en un espacio activo en la casa. La jaula debe estar elevada para que el ave tenga una mejor vista de la habitación y que incluso pueda ver por la ventana.
    • Podrías colocarla en una pared o un rincón para que pueda ver todo el espacio en la habitación.
    • No coloques la jaula directamente bajo la luz del sol, ya que podría sentir mucho calor. También debes evitar la cocina, puesto que el ave podría inhalar gases peligrosos de las ollas antiadherentes y el teflón.[1]
    • La sala podría ser un buen lugar en donde colocarla.
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    Sé silencioso cerca de la jaula las primeras semanas. Ten en cuenta que el ave podría sentirse un poco abrumada con su nuevo entorno por un tiempo. Si parece estar asustada o alterada, podrías colocarla en un área más silenciosa de la habitación por unos días, mientras se adapta. Regresa la jaula a una parte más transitada de la casa una vez que esté más cómoda en su nuevo hogar.
    • Los signos de que está asustada o angustiada pueden incluir a los siguientes: plumas hinchadas, ojos estrechos, gruñidos y temblores.
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    Empieza a socializar al loro a una edad temprana. Si vas a cuidar a un loro gris africano bebé, empieza a socializarlo incluso antes de que se destete. Él desarrollará comportamientos saludables y se volverá un mejor compañero si lo haces ahora en lugar de esperar mucho.[2]
    • Si vas a comprárselo a un criador, pregúntale si ha dedicado un tiempo a socializarlo. Elige uno que ya esté socializado y destetado.
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    Interactúa con él a diario. Háblale a lo largo del día. Dedica un tiempo a sacarlo de la jaula y sostenerlo. Pregúntale si le gustaría que lo saques, ofrécele un dedo o un posadero, y dile “Sube”. Una vez que salga de la jaula, puedes alimentarlo o acariciarlo. Estos loros esperan tener mucha compañía, por lo que la interacción diaria es importante. Ellos empezarán a quitarse las plumas si se sienten solos o angustiados.[3]
    • Prepara tu casa antes de soltarlo. Cierra todas las puertas y ventanas. También debes eliminar todo peligro (como las plantas caseras tóxicas, los peligros de asfixia o los alambres expuestos) y retirar a cualquier otra mascota de la habitación.
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    Juega con él. Dale juguetes pequeños de diversos colores y texturas. Estos loros disfrutan los juguetes ruidosos, los que pueden despedazar o los de madera delgada. Dale un juguete y juega juegos con él para que se interese. Podrías hacer sonar un juguete ruidoso y sostenerlo fuera de la jaula. Él podría jugar contigo para conseguirlo.[4]
    • No le des juguetes con partes que puedan soltarse con facilidad, como cuentas o bolas de madera grandes que pueden atorarse en su garganta, o cualquier otro juguete hecho de plomo o zinc.
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    Sigue su ritmo para las interacciones. Los loros grises africanos jóvenes podrían necesitar un tiempo para sentirse cómodos con sus dueños. En lugar de apresurar la relación, identifica los signos de que tienes que tomártelo con más calma. Por ejemplo, si el loro se ahuyenta cuando lo tocas, dale un poco de espacio. Háblale de forma amable, deja que se acostumbre a ti y vuelve a intentarlo en unos días.[5]
    • Recuerda que estos loros desean sentirse seguros y cuidados. Siempre sostenlo con amabilidad.

Método 2
Método 2 de 3:
Realizar un entrenamiento a largo plazo

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    Dale premios positivos. Siempre usa el refuerzo positivo cuando lo socialices. Puedes darle elogios verbales o una golosina cuando interactúe contigo o con otras personas. Por ejemplo, si te permite acariciarlo, dile “Buen ave” o dale una golosina pequeña.[6]
    • Si dejas que otra persona le dé la golosina, podría querer conocer a otras personas con ansias.
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    Cambia un poco su entorno. Es bueno socializarlo con algunas personas nuevas, pero con el tiempo debes exponerlo a diversas personas y situaciones nuevas. Empieza con algo pequeño realizando algunos cambios. Por ejemplo, reproduce música diferente o cambia la ubicación de los muebles en casa. Puedes realizar cambios más grandes poco a poco, como cambiar su comida o sacarlo a un lugar público.
    • El objetivo de exponerlo a nuevas experiencias es hacer que se sienta cómodo con el cambio. Esto será de utilidad si necesitas que alguien lo cuide o si tienen que sostenerlo para los exámenes médicos.
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    Responde a todo comportamiento indeseado. Si el ave se comporta de forma agresiva o se lastima arrancando, mordisqueando o jalando sus plumas, podría estar alterada por algo en su entorno. Descarta todo problema de salud llevándola al veterinario para que la examine y luego trata de hacerla sentir más segura. Quizás solo tengas que socializarla a un ritmo más lento.[7]
    • Algunos problemas de salud pueden hacer que estos loros se vuelvan agresivos o se lastimen, incluidas las infecciones, las alergias, la enfermedad hepática, las lesiones y el hipertiroidismo.
    • En ocasiones, ellos pueden ser ruidosos, pero nunca debes gritarle ni enfurecerte con él. Tus acciones negativas solo perjudicarán su relación.
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    Enséñale a hablar. Hablarle es una manera fantástica de interactuar con él, y podría aprender algunas palabras. Empieza diciendo el nombre de los objetos que vea todos los días. Di la palabra en voz alta y con un tono emocionado, para que el loro esté interesado en recordarla.[8]
    • Por ejemplo, podrías decir “¡Buenas noches!” antes de la cama cada noche, o “¡Nueces!” cuando le des una golosina.
    • Ten en cuenta que se requerirá mucho entrenamiento consistente para enseñarle a hablar.
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    Prémialo por hablar. Si te parece que está repitiendo o murmurando una palabra, dale un premio pequeño de inmediato. No siempre tiene que ser una golosina. Estos son algunos premios para los loros grises africanos:[9]
    • contacto visual y atención
    • acariciarlo o rascarle
    • un juguete nuevo y pequeño

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer que socialice con tus invitados

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    Dale la oportunidad de mirar a otras personas. Si tienes compañía, dile a la persona que ignore al loro por un tiempo y mantenla alejada de la jaula. Él no se sentirá amenazado ni abrumado con la atención inmediata. Diles a tus invitados que lo ignoren por 10 a 60 minutos.
    • El loro se sentirá seguro cuando mire a los invitados desde la jaula.
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    Deja que deambule cerca de los invitados. Abre la puerta de su jaula y dale la oportunidad de salir e interactuar. Sigue ignorándolo para que decida si se acerca o no a los invitados. Nunca obligues a un loro a acercarse ni hagas que los invitados se le acerquen.
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    Enséñales a los demás la manera de sostener al ave. Si el invitado no tiene ninguna experiencia con aves, muéstrale la manera de comportarse cerca de ella. Por ejemplo, siempre deja que el loro se le acerque en lugar de permitir que meta la mano a la jaula y lo sujete. También debes enseñarle cómo extender un dedo o brazo para que pueda subirse.[10]
    • Los invitados solo deben tratar de acariciarlo una vez que se sienta cómodo parándose en sus dedos.
    • Es probable que requieras un poco de tiempo y práctica para que el loro esté dispuesto a pararse en la mano de otra persona. Dale tiempo y no lo obligues a sentirse cómodo con otras personas.

Acerca de este wikiHow

Melissa Nelson, DVM, PhD
Coescrito por:
Doctora en Medicina Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Melissa Nelson, DVM, PhD. La Dra. Nelson es una veterinaria que se especializa en Medicina de Animales de Compañía y Animales Grandes en Minnesota, donde tiene más de 18 años de experiencia como veterinaria en una clínica rural. Recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Minnesota en 1998.
Categorías: Aves