Este artículo fue coescrito por Liana Georgoulis, PsyD. La Dr. Liana Georgoulis es una psicóloga clínica licenciada con más de 10 años de experiencia. Actualmente, es directora clínica de Coast Psychological Services en Los Ángeles. Recibió su doctorado en Psicología en la Universidad de Pepperdine en 2009. Su práctica proporciona terapia cognitiva conductual y otras terapias basadas en la evidencia para adolescentes, adultos y parejas.
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La desesperanza es un sentimiento debilitante. Es difícil mejorar tu estado de ánimo o situación cuando sientes que no tiene sentido intentarlo. Sin embargo, hacer algo es la única manera de empezar a sentirse mejor, e incluso los pequeños cambios pueden tener un gran impacto en tu estado de ánimo. Puedes empezar a combatir tus sentimientos de desesperanza al romper el ciclo de pensamientos negativos. Después de eso, da pequeños pasos para desarrollar un estilo de vida saludable que mejore tu estado de ánimo. Asimismo, busca tratamiento si crees que puedes estar lidiando con una enfermedad mental.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Romper el ciclo
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1Sé consciente de lo que es la desesperanza. Antes de poder romper el ciclo de cualquier emoción o sentimiento negativo, es importante entender lo que significa este término. La desesperanza es una emoción que por lo general se caracteriza por la falta de esperanza, optimismo y pasión. Una persona que experimenta la emoción de la desesperanza por lo general no tendrá ninguna expectativa de que su futuro mejorará.
- Una persona que se siente desesperanzada posiblemente también tenga una baja autoestima, sentimientos de impotencia, un aumento de conductas de aislamiento y sentimientos de incapacidad.
- Una persona que se siente desesperanzada puede exhibir estados de ánimo oscuros y depresivos. También es posible que pierda el interés en actividades, eventos, personas u objetos que anteriormente disfrutaron, o tal vez no valore las cosas que antes eran importantes para ella.
- La desesperanza está estrechamente vinculada a la mala salud mental, cognitiva, emocional y física.
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2Reconoce los pensamientos y afirmaciones de desesperanza. Es importante reconocer cuando alguien a tu alrededor se siente desesperanzado. Algunos ejemplos de pensamientos de desesperanza que puedes tener, o afirmaciones que puedes escuchar de un amigo o ser querido que está experimentando sentimientos de desesperanza, son:
- “No hay ningún futuro para mí”.
- “Nunca mejoraré”.
- “Nadie y nada podrá ayudarme”.
- “Ya me rendí”.
- “Soy una causa perdida”.
- “No tengo esperanza”.
- “Nunca volveré a ser feliz”.
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3Identifica de dónde vienen estos sentimientos. Date cuenta de que los sentimientos de desesperanza pueden ser un síntoma de otro problema de salud mental que posiblemente no se hayan tratado. Además, los sentimientos de desesperanza también pueden ser el resultado de sentirse desanimado, insatisfecho, angustiado o experimentar eventos negativos. Haz un balance de tu vida y piensa si una situación particular te hace sentir desesperanzado.
- La soledad, las enfermedades crónicas y la baja autoestima son solo algunas de las causas comunes de la desesperanza.
- La desesperanza también está considerada como un síntoma de varios problemas de salud mental y conductual, como el trastorno depresivo mayor, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, la dependencia de sustancias y las ideas suicidas.
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4Cambia tu punto de vista de la felicidad. Examina tus suposiciones actuales sobre la felicidad. Pregúntate si estás esperando un nuevo trabajo, una persona importante u otra influencia externa para ser feliz. Si es así, trata de cambiar tu enfoque hacia ti mismo. Date cuenta de que no necesitas nada ni a nadie más que tú para sentirte satisfecho con tu vida.[1]
- La felicidad interior no puede venir de fuentes externas. Si no eres feliz ahora, tampoco lo serás cuando las circunstancias mejoren.
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5Encuentra algo que apreciar. Incluso si te sientes miserable hoy, busca algo que puedas disfrutar. No tiene que ser grande. Las cosas insignificantes que puedes dar por sentadas por lo general son las más fáciles de disfrutar cuando te sientes desesperanzado.[2]
- Por ejemplo, puedes tomarte un momento para apreciar el hecho de servirte café gratis en el trabajo o las flores silvestres que crecen a lo largo del camino.
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6Encuentra una cosa que puedas cambiar. Hacer cambios en tu vida puede mejorar tu perspectiva, pero cuando estás atrapado en las profundidades de la desesperanza, no es fácil actuar. Empieza poco a poco al identificar una cosa que puedes hacer para mejorar tu vida. No tiene que ser un gran cambio, solo algo que puedas hacer de manera regular.[3]
- Por ejemplo, tal vez puedes lavar los platos inmediatamente después de cocinar, postular a un trabajo cada día o empezar a acostarte antes de la medianoche.
- La desesperanza se nutre de la idea de que nada cambiará jamás. Desafiar esta creencia te ayudará a empezar a sentirte mejor.
Método 2
Método 2 de 3:Desarrollar buenos hábitos
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1Vive el presente. Practica la concientización al concentrarte en el aquí y en el ahora. Identifica las sensaciones que sientes en tu cuerpo y los pensamientos que pasan por tu mente. No te juzgues ni te preocupes por el futuro, solo observa.[4]
- La concientización puede ayudarte a separarte de tus sentimientos, lo cual hace que sea más sencillo responder a ellos de manera constructiva.
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2Trázate objetivos alcanzables. Progresar regularmente en algo te puede levantar el ánimo. Trázate objetivos pequeños y manejables, y esfuérzate por cumplirlos de manera regular. No te traces objetivos grandes o abrumadores; de lo contrario, es posible que sientas que nunca los alcanzarás, y te sentirás desanimado.[5]
- Algunos buenos objetivos que puedes trazarte incluyen postular a dos nuevos trabajos, o terminar un deber del trabajo o la escuela todos los días.
- Si quieres trazarte un objetivo grande, divídelo en objetivos más pequeños para que puedas ver tu progreso con más facilidad.
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3Recibe apoyo social. Pasa tiempo al lado de otras personas, sobre todo con las que se preocupan por ti. Ponte en contacto con tu familia y tus amigos, o conoce a nuevas personas al hacer voluntariado en tu comunidad. Habla acerca de cómo te sientes en lugar de guardarlo para ti.[6]
- No te aísles, incluso si quieres estar solo. El aislamiento hace que los sentimientos de tristeza y desesperanza sean más fuertes.
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4Haz ejercicios. El ejercicio es un poderoso estimulante del estado de ánimo. Trata de hacer 30 minutos de actividad moderada todos los días. El ejercicio cardiovascular es la mejor opción: sal a caminar, corre o anda en bicicleta al aire libre.[7]
- Los ejercicios constantes son mejores que los ejercicios intensos pero infrecuentes, así que no te esfuerces mucho.
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5Ten una dieta saludable. Aléjate de los alimentos altamente procesados que pueden contribuir a tener un estado de ánimo depresivo. En su lugar, enfócate en mantener estable el azúcar en la sangre e ingerir muchos nutrientes. Haz que las verduras y las frutas, la proteína magra y los cereales integrales sean la base de tu dieta.[8]
- Las deficiencias en las vitaminas B y los ácidos grasos omega 3 pueden estar relacionadas con los problemas del estado de ánimo. Si no ingieres los nutrientes suficientes en tu dieta, considera tomar un suplemento.
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6Evita consumir alcohol y drogas. Las sustancias que alteran el estado de ánimo te pueden ayudar a escapar de los sentimientos temporalmente, pero solo te harán sentir peor a largo plazo. Si estás lidiando con sentimientos de desesperanza, lo mejor es evitar el alcohol y las drogas por completo.[9]
- Si estás luchando contra la adicción, existe ayuda disponible. El sitio web de salud de tu país es un buen lugar para empezar. En los Estados Unidos, por ejemplo, puedes visitar drugabuse.gov para encontrar opciones de tratamientos.[10]
Método 3
Método 3 de 3:Lidiar con trastornos mentales
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1Considera la posibilidad de que tengas un trastorno de salud mental. Los sentimientos persistentes de desesperanza son uno de los síntomas de un trastorno de salud mental. Piensa en tus otros síntomas, como miedos o preocupaciones excesivas, confusión o pérdida de memoria, desapego de la realidad, indiferencia con tus seres queridos, problemas para comprender situaciones y relacionarte con otras personas, cambios en los patrones de alimentación o sueño, o enojo, hostilidad o violencia excesivos.[11]
- La desesperanza está relacionada con el trastorno depresivo mayor, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno bipolar, la dependencia de sustancias e ideas suicidas.
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2Ve a un consejero o terapeuta. Un profesional de la salud mental puede ayudarte a descubrir por qué te sientes desesperanzado, enseñarte estrategias para identificar y enfrentar los pensamientos negativos, y trazarte metas para el futuro. La terapia de comportamiento cognitivo es uno de los tratamientos más efectivos para la enfermedad mental. Se enfoca en los pensamientos y suposiciones negativos de un cliente, y desarrolla la autoestima y el sentido de fortalecimiento de una persona.[12]
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3Considera la posibilidad de tomar medicamentos. Los medicamentos no son adecuados para todos, pero han ayudado a muchas personas a superar enfermedades mentales. Conversa con un médico o psiquiatra acerca de si los medicamentos son una buena opción para ti.
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4Únete a un grupo de apoyo de salud mental. Si padeces una enfermedad mental, puede ser beneficioso formar parte de un grupo de apoyo para personas con condiciones similares. Estos grupos ofrecen estímulo, responsabilidad para seguir el tratamiento y estrategias de afrontamiento útiles.[13]
- Pídele recomendaciones a un terapeuta acerca de grupos de apoyo en el área donde vives.
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5Busca ayuda inmediata si tienes pensamientos suicidas. Cuando algunas personas se sienten desesperanzadas y deprimidas, tienen pensamientos de lastimarse a sí mismas. Si tienes tendencias suicidas, debes buscar ayuda de inmediato. Tomar medidas inmediatas puede salvarte la vida y garantizar que recibas el tratamiento adecuado.
- Ponte en contacto con un terapeuta, el departamento local de servicios de emergencia o una línea directa de suicidio. Si vives en Estados Unidos, puedes llamar a National Suicide Prevention Lifeline al marcar 1-800-273-8255.[14]
Referencias
- ↑ https://zenhabits.net/uncover-happiness/
- ↑ http://tinybuddha.com/blog/4-things-to-remember-when-life-feels-hopeless/
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/the-origin-choices/201403/the-only-way-make-positive-change-in-your-life
- ↑ http://www.huffingtonpost.com/lisa-firestone/depression-help_b_4018957.html
- ↑ http://www.depressiontoolkit.org/takecare/setting_goals.asp
- ↑ https://psychcentral.com/lib/social-support-is-critical-for-depression-recovery/
- ↑ http://www.apa.org/monitor/2011/12/exercise.aspx
- ↑ https://www.helpguide.org/articles/depression/dealing-with-depression.htm
- ↑ https://psychcentral.com/lib/depression-and-substance-abuse-the-chicken-or-the-egg/
- ↑ https://www.drugabuse.gov/publications/principles-drug-addiction-treatment-research-based-guide-third-edition/frequently-asked-questions/where-can-family-members-go-information
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/mental-illness/basics/symptoms/con-20033813
- ↑ http://www.apa.org/helpcenter/depression.aspx
- ↑ https://www.adaa.org/supportgroups
- ↑ https://www.healthyplace.com/suicide/suicide-hotline-what-happens-when-you-call/