Tejer con las manos en lugar de agujas es una forma sencilla de crear prendas acolchadas cuando tienes prisa. Esta técnica es tan rápida que podrás terminar un proyecto en una hora. Lo único que necesitas para empezar es una lana gruesa del color de tu preferencia, y tus manos y brazos.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Montar los puntos

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    Elige la lana. Tejer con las manos no requiere agujas ni otros implementos, solo la lana, y tus manos y brazos. Sin embargo, es importante elegir una lana que sea lo suficientemente gruesa como para este proyecto. Una opción es conseguir la lana súper gruesa diseñada específicamente para tejido a mano. Puedes buscarla en tiendas de manualidades.[1]
    • Si no logras conseguir este tipo de lana, puedes usar tres hebras de una lana gruesa normal para tejer tu manta.[2]
    • La cantidad de lana que necesites dependerá del tamaño de la manta. Considera que serán por lo menos tres ovillos o madejas de lana súper gruesa para completar tu proyecto. Si vas a trabajar con tres hebras de lana para crear un hilo grueso, necesitarás por lo menos nueve ovillos de la lana gruesa.
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    Desenrolla 1,5 m (5 pies) de lana del ovillo. Para empezar a montar los puntos, suelta 1,5 m (5 pies) de lana. Esta será la cola y servirá para montar la cadeneta base de puntos. Permite que la lana repose en tu regazo o a tu lado en el piso.[3]
    • Esta cantidad bastará para montar un promedio de 18 puntos para crear una manta pequeña. Si deseas tejer una manta más grande, incrementa el largo hasta 1,8 o 2 m (6 o 7 pies).
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    Monta el primer punto. Para empezar, crea un nudo corredizo con parte de los 1,5 m (5 pies) de lana que separaste. Comienza por la parte que está más cerca del ovillo y continúa hacia la cola. Para crear el nudo corredizo, haz un bucle con la lana y jala un segundo bucle a través del primero. Luego, sujétalo en tu brazo. Este será el primer punto.[4]
    • Continúa creando bucles y pasando otro bucle a través del primero para montar más puntos. Colócalos en tu brazo conforme avanzas.
    • Sigue montando puntos en tu brazo hasta llegar a 18. Con esta cantidad podrás tejer una manta pequeña o un chal.[5] Si deseas tejer una manta grande, prueba con 24 a 30 puntos.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Tejer con tus brazos

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    Teje la primera hilera. Tendrás que usar la misma técnica del tejido con agujas pero con tus manos y brazos. Esto puede ser un poco más complicado las primeras veces, ya que debes emplear los dedos para crear los nuevos puntos.
    • Para tejer la primera hilera, toma la lana (deja la cola a un lado) y crea un bucle alrededor de tu mano. Luego, insértalo en el primer bucle del brazo derecho. Conforme jalas el bucle, desliza el anterior fuera del brazo derecho y desliza el nuevo en el brazo izquierdo.[6]
    • Continúa tejiendo puntos nuevos de esta manera hasta llegar al final de la primera hilera.
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    Traslada los puntos de regreso al brazo derecho al tejer la segunda hilera. Conforme tejes con las manos, irás pasando los puntos de un brazo al otro. Esto significa que si empezaste con los puntos en el brazo derecho, al completar la primera hilera todos estarán en el brazo izquierdo y al completar la segunda, estarán de vuelta en el derecho.[7]
    • Continúa tejiendo hasta obtener el largo deseado.
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    Cierra los puntos. Tendrás que terminar los puntos para completar la manta. Al igual que en el tejido con agujas, para cerrar los puntos tendrás que tejer los dos primeros bucles y luego pasar cada uno a través del anterior.[8]
    • Por ejemplo, primero debes tejer los dos primeros bucles de la hilera. Luego, detente y toma el primer bucle de la hilera con los dedos. Pásalo a través del siguiente bucle de tal manera que quede cerrado y solo tengas un bucle en la mano.
    • Para continuar cerrando los puntos, sigue el mismo patrón de tejer uno y pasarlo a través del siguiente bucle hasta llegar al final de la hilera. Conforme avanzas, recuerda que no debes tener más de dos bucles en el brazo opuesto.
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    Entreteje la cola. Luego de cerrar el último punto, toma el resto de la lana suelta y pásala a través del bucle final. Luego, entreteje la cola por los bucles del borde de la manta para esconderla.[9] También puedes crear un nudo mientras la pasas a través de los puntos para asegurarla.
    • Recorta el exceso de lana y habrás terminado la manta.

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