Si lo que tú y tu pareja desean es tener una boda pequeña, celébrenla como un evento privado. Las bodas se consideran tradicionalmente como un evento de gran celebración, gastos inesperados y grandes listas de invitados. Sin embargo, la pareja debe decidir si quiere celebrar una gran fiesta o un evento privado sencillo. Dedícate a planificar el gran día adecuadamente para que tengas la boda que siempre has deseado.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Lidiar con las expectativas de la familia y los amigos

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    Prepárate para romper algunos corazones. Será difícil que logres tener una boda pequeña sin que alguien se moleste. Debes tomar el toro por los cuernos. Agradéceles a los invitados (que probablemente se enojarán) por todo su apoyo y explícales que no podrás cumplir con todas sus expectativas.[1]
    • Exprésales tus condolencias a los familiares ofendidos. Ten compasión y discúlpate en todo momento. Explícales que no tienes la intención de ofender a nadie. Hazles saber a tus familiares que los valoras no solo como personas, sino que también valoras su deseo de apoyarte en este día tan especial para ti.[2]
    • Desde el primer momento, puedes calmar los ánimos con respecto al evento haciendo comentarios como: "escogimos un salón pequeño". Esto te ayudará a controlar sus expectativas antes de que surjan enfrentamientos potencialmente incómodos.[3]
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    Controla las concesiones que le otorgas a tu mamá. La boda con la que sueña tu madre podría requerir que tripliques la cantidad de invitados y contrates un costoso servicio de comida. Mantén tu lista de invitados corta dejando que las concesiones se inclinen a tu favor. Por ejemplo, hazle saber a tu madre que puede invitar a la cuñada de su tía abuela, pero a cambio no puede invitar a toda la familia de su dentista.[4]
    • Asume la responsabilidad por lo que piense tu mamá. Si ella siente que tu boda será la comidilla del pueblo por la lista tan corta de invitados, dile que te culpe a ti por eso. Por ejemplo, le puede decir a sus amigos que eres un hueso duro de roer y tus planes de boda están completamente fuera de su control. Si se siente avergonzada por tus pocos invitados, esto te ayudará a calmarla.[5]
    • Haz que tu mamá se sienta útil e importante. Si no te importa que te haga favores para la boda, deja que ella se encargue del proyecto como si fuera suyo. Dale casi todo el control sobre el proyecto, pero exprésale el valor de la responsabilidad que está asumiendo. A nadie le gusta asumir trabajos estresantes.
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    Elabora un plan y mantente firme. Cuando se trata de bodas, tus amigos y familiares pueden actuar como si su opinión fuera más importante que la tuya. Recuerda siempre que eso no es así. Tu futuro cónyuge y tú son los únicos responsables de las decisiones que toman para el día de su boda. Se pueden evitar los berrinches discutiendo cuidadosamente las intenciones al comienzo de la planificación.[6]
    • Considera contratar un planificador de bodas. Este servicio puede parecer como un costo adicional innecesario para el presupuesto, pero ten presente que los planificadores tienen conexiones internas con los salones de recepción, los proveedores de alimentos y los floristas. Lo más importante es que ellos pueden ser tu ancla en la planificación para ayudarte a lidiar con padres y suegros difíciles. Los planificadores de bodas son expertos en suavizar situaciones tensas.
    • Adviértele a tu proveedor de servicios que no desobedezca tus órdenes si no confías en tus familiares y crees que podrían realizar cambios (en el menú, las listas de reproducción de música o los esquemas de las fotografías) sin antes consultarte.[7]

Parte 2
Parte 2 de 4:
Planificar la boda

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    Elabora tu presupuesto para la boda. Comienza por verificar cuánto dinero adicional tienes y cuánto puedes ahorrar para que decidas el tipo de boda que deseas celebrar. El presupuesto es crucial para definir cuántos invitados habrá en la boda. Si tu presupuesto no corresponde con la boda que deseas, puedes ahorrar más dinero aplazando la fecha. Después de que elabores un presupuesto inicial, no tengas miedo de volver a calcular tus números. El presupuesto debe ser flexible para ambos contrayentes..
    • Elabora un borrador para que consideres todas las cosas que podrías omitir (por ejemplo, el transporte desde y hacia el salón y los regalos que se lleven a la ceremonia nupcial).[8]
    • Busca ayuda. Es probable que tus padres o algunos familiares deseen aportar dinero para ayudarte a financiar la boda, por lo que debes comunicarles tus expectativas antes de aceptar. Debes tener cuidado con esto, ya que al aceptar el dinero tus familiares podrían estar condicionándote a que les permitas tomar decisiones relacionadas con la boda (por ejemplo, alargar la lista de invitados). Es importante que dejes en claro lo que deseas para tu boda antes de aceptar el dinero para asegurarte de que todos hablen el mismo idioma.[9]
    • Conserva una lista de prioridades de lo que consideras herramientas imprescindibles. La lista te ayudará a organizarte mejor y a elaborar un presupuesto adecuado. Si te estresa elaborar presupuestos para tu boda, descansa un momento y recuerda que estos sirven para mantener un orden y evitar que más adelante te arrepientas de las decisiones que vas tomando.[10]
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    Arma tu lista de invitados. Utiliza un sistema de niveles para determinar la cantidad. Comienza por el primer nivel e incluye a todas las personas que tienen que estar ese día (o sea tus familiares más cercanos). Luego, coloca un segundo nivel con las personas que te gustaría invitar. En este nivel deben estar tus amigos y compañeros de trabajo más cercanos. En el tercer y último nivel deben estar las personas que deberías invitar pero que tal vez no sea tan necesario. Por ejemplo, en este nivel se incluyen los primos lejanos y los conocidos de la familia. Utiliza el primer nivel como punto de partida para la lista de invitados y agrégalo a la lista como corresponda. Trata de mantener esta lista bajo siete llaves para evitar herir los sentimientos de alguien.
    • Escoge a las personas que te acompañarán durante la ceremonia. Esto es vital para un evento tan especial y debe quedar bien con la lista de invitados. No te sientas obligado a escoger solamente del primer nivel de tu lista. Distribuye las actividades en función de tus amigos. Si tu mejor amiga es tímida y tiene un tono de voz suave, puedes ubicarla entre las damas de honor. Si tienes una prima muy querida y voluntariosa podría desenvolverse mejor como la madrina.[11]
    • Si tu lista de invitados es una espiral fuera de control, considera no invitar a niños menores de 12 años. Esto es especialmente útil si deseas celebrar un evento elegante no adecuado para niños. Si no permites niños en tu fiesta, podrías hacer que muchos de tus parientes que viven fuera de la ciudad desistan de asistir a la boda y si en verdad quieres tenerlos cerca en ese día tan especial, ofréceles proveedores de cuidado infantil para que se encarguen de sus hijos.
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    Escoge la fecha y el lugar. Cuando escojas el tipo de ceremonia y el lugar para la recepción, ten en cuenta el tiempo de traslado y los inconvenientes que pueden surgir.[12] No tengas miedo de visitar otros lugares. Si crees que te gustaría una boda en el jardín, en un templo o en un salón, visita los tres lugares. Las visitas son gratuitas y pueden brindarte una nueva perspectiva de lo que puedes hacer.
    • Antes de firmar el contrato para reservar el local, determina si puedes mantener el número de invitados. Un local grande (como para cientos de personas) puede no ser la mejor opción para celebrar una boda íntima. Además, debes verificar las normas entorno a todos los servicios (bar, decoración y alimentos) para evitar problemas de comunicación y conflictos a puertas de tu boda.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Llevar a cabo el plan

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    Envía las invitaciones. Con el fin de evitar una posible incomodidad, asegúrate de enviar las invitaciones solo a los invitados previstos. Por ejemplo, si no deseas niños en la fiesta, coloca "Señor Smith y esposa" en la invitación. Al hacer esto, indicas claramente a quién estás invitando.
    • Bríndales instrucciones claras a los invitados para que puedan confirmar su asistencia (incluye la fecha y la forma en la que deben hacerlo). Considera la posibilidad de enviar sobres con franqueo pagado o crear una dirección de correo electrónico al que los invitados puedan enviar su confirmación para ahorrarles tiempo.
    • Actualiza tu lista de confirmaciones. Si le pides a tu pareja o a un miembro de la ceremonia nupcial que mantenga actualizada la lista, es importante que sepa cómo calcular el número de invitados. Si de alguna manera terminas con más invitados de lo previsto, será mejor que identifiques a aquellos que se autoinvitaron lo más pronto posible.
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    Delega tareas en la fiesta. Para tener una boda sin estrés debes delegar todas las tareas que puedas. Tus amigos no están de adorno; debes pedirles su ayuda. Cuando te venga a la mente la ceremonia nupcial, asigna tareas según tus intereses.[13] Si tienes un amigo que sabe cocinar muy bien, invítalo a la degustación de la comida. Si tienes una amiga que es capaz de convertir una serpentina en una obra de arte, pídele que te ayude con la decoración.
    • Arriesga un poco más y pídeles ayuda a los padrinos de la boda y al novio. En lugar de asumir que ellos solo quieren respetar tu espacio, pídeles que se aseguren de que todo marche bien durante la boda. Sugiéreles que planeen el transporte para ese día, ayuden en la decoración del lugar o realicen pequeños mandados (como limpiar el lugar o recoger las flores).[14]
    • Las tareas más sencillas (por ejemplo, cerrar los sobres o cortar las invitaciones) pueden convertirse fácilmente en una reunión divertida. Ordena una pizza y compártela con el grupo de personas que te están ayudando para aplacar el estrés. Descubrirás que si cuentas con un equipo de ayudantes puedes acabar rápidamente con una lista engorrosa de tareas.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Stefanie Chu-Leong

    Stefanie Chu-Leong

    Propietario y planificador de eventos senior, Stellify Events
    Stefanie Chu-Leong es la propietaria y planificadora de eventos senior de Stellify Events, una empresa de gestión de eventos con sede en el área de la Bahía de San Francisco y el Valle Central de California. Stefanie tiene más de 15 años de experiencia en planificación de eventos y se especializa en eventos a gran escala y ocasiones especiales. Tiene una licenciatura en Marketing de la Universidad Estatal de San Francisco.
    Stefanie Chu-Leong
    Stefanie Chu-Leong
    Propietario y planificador de eventos senior, Stellify Events

    ¿Cómo puedo lidiar con una madre dominante durante la planificación de la boda? Dale a tu madre una tarea que sepas que realizará de manera excelente, como ayudar con el pastel o con la planificación de la comida para la cena de ensayo. Dale una sola tarea que pueda enorgullecerla y hacerla sentir alegre para que se sienta involucrada y que nadie la deja de lado.

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    Hazle caso a tus antojos cuando tengas que contratar el servicio de comida. Cuando se trata de escoger la comida y la bebida para una boda, no te arrepentirás de escoger la opción que más te guste. Después de que tengas la lista de invitados definitiva, determina qué tipo de comida te gustaría servir. Ten cuidado de escoger alimentos a los que los invitados puedan ser sensibles. Por ejemplo, digamos que te encantan las ostras crudas pero al resto de tu familia no. Forma un equipo de personas que tomen varias muestras de alimentos para asegurarte de que todo el mundo tenga algo que comer.
    • No te olvides del presupuesto. El servicio de alimentos puede ser uno de los aspectos más costosos en el presupuesto de la boda. Fácilmente puedes sacarlo de proporción, por lo que es mejor que mantengas un férreo control sobre este.[15]
    • Averigua los requisitos municipales del local. Muchos locales requieren permisos especiales para el consumo de alcohol y debes cumplirlos para no te embarques en la engorrosa tarea de tramitar un permiso en el último minuto. Además, existen locales que tienen reglas bastante estrictas (por ejemplo, la exigencia de contratar camareros y bármanes internos). Maneja tus expectativas investigando los requisitos que necesitas para cada actividad que planeas realizar.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Disfruta de la fiesta

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    Pasa tiempo de calidad con tu pareja. No dejes que la planificación de la boda tense tu relación. Separa un momento para que se liberen del estrés. Puedes programar actividades sencillas como sacar a pasear al perro o ir juntos al spa.[16] De cualquier manera, los novios solo tienen esta condición por un período corto, así que disfrútenlo mientras dure.
    • Separa tiempo para que se engrían el uno al otro. Con la agenda repleta de actividades para planificar la boda, el trabajo y el resto de tus obligaciones cotidianas puede ser difícil separar algo de tiempo para divertirse. Si descubres que estás demasiado ocupado como para pensar en relajarte, debes programar actividades divertidas. Separa un día con anticipación y tómense ese tiempo para realizar algo divertido juntos mientras se olvidan de la boda por un momento.
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    Anima a tus invitados a participar. Cuando llegue el momento de dar el discurso en la boda debes aprovecharlo para relajarte mientras haces reír a todo el mundo, lloras o brindas gratas sorpresas. No dudes en pedirles a tus invitados que te dediquen algunas palabras, ya que es una forma segura de hacer que se sientan valiosos.[17] No debes hacer que la ceremonia se limite a que todos den discursos. Antes del gran día, pídele a alguien cercano a ti que prepare un baile especial, cante una canción u organice una presentación con imágenes.
    • Ten cuidado de no presionar a tus invitados. Aunque algunas personas pueden sentirse muy cómodas al hablar en público, para otras es una odisea. Un discurso forzado es un discurso fallido y lo más seguro es que termine en un momento incómodo para todos.
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    Relájate y descansa. Cuando llegue el gran día, respira y suéltate. Ha llegado el momento que has estado planeando durante meses, así que será mejor que te tomes ese vino tan costoso y te comas esa comida tan cara. Mézclate con los invitados y cómete un segundo trozo de pastel. No te preocupes ni te estreses, ya que todo terminará al día siguiente.
    • No te preocupes por las cosas pequeñas. Tal vez llovió ese día o sirvieron tarde la comida. Trata de no ponerte nervioso por aquellas cosas que estaban fuera de tu control. Podrías adoptar una actitud negativa y estar de mal humor la noche de tu boda.
    • Quítate los tacones y utiliza zapatos más cómodos. Si celebras una boda íntima significa que tienes una pequeña cantidad de invitados con los que interactuar. Diviértete y mézclate con ellos para que los veas disfrutar de tu arduo trabajo.[18]
    • Selecciona un anfitrión y una anfitriona para hacer frente a cualquier papelón. Si tienes un primo que se comporta de una manera repulsiva o una tía que parece gustarle demasiado el vino, delega un amigo o un familiar amigable para que te ayude a lidiar con cualquier incomodidad. Si escoges a alguien con anticipación para reducir la intensidad de los conflictos podrás relajarte y disfrutar del evento, en lugar de preocuparte por hacer de terapeuta de tus invitados.

Consejos

  • Busca páginas web de bodas. Utiliza borradores o listas de verificación para asegurarte de que has cubierto todo (desde elegir un fotógrafo hasta conseguir un kit de emergencia para el día de la boda).

Acerca de este wikiHow

Stefanie Chu-Leong
Coescrito por:
Propietario y planificador de eventos senior, Stellify Events
Este artículo fue coescrito por Stefanie Chu-Leong. Stefanie Chu-Leong es la propietaria y planificadora de eventos senior de Stellify Events, una empresa de gestión de eventos con sede en el área de la Bahía de San Francisco y el Valle Central de California. Stefanie tiene más de 15 años de experiencia en planificación de eventos y se especializa en eventos a gran escala y ocasiones especiales. Tiene una licenciatura en Marketing de la Universidad Estatal de San Francisco. Este artículo ha sido visto 73 994 veces.
Categorías: Bodas