Si planeas hacerte famoso o simplemente quieres pasar el tiempo, experimentar con tu firma puede ser algo muy divertido. Para que tu firma luzca cool, prueba los siguientes consejos y técnicas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Analizar tu firma

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    Repasa tu firma actual. Pregúntate qué te gusta de tu estilo actual y qué tienes que mejorar. Mira las letras que conforman tu nombre y piensa en cómo puedes resaltarlas mejor: observa las letras interesantes (con muchas ondas, puntos y cruces, como la G, la X o la B) y las letras simples (especialmente las que lucen de forma similar entre mayúsculas y minúsculas, como la S o la O). Busca las áreas que podrían convertirse en los puntos focales de tu firma.
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    Ten en mente lo que quieres que tu firma diga de ti. Una firma simple y clara será más fácil para que la gente la lea, pero una firma más compleja podría tener más estilo. Cuantos más adornos le agregues a tu firma, más extravagante puedes parecer. Considera la forma en que tu firma podría mostrar tu disponibilidad de tiempo. Con frecuencia, los médicos ocupados garabatean firmas ilegibles y apresuradas, mientras que los escritores famosos se toman el tiempo para preparar diseños complejos.[1]
    • Las firmas que incluyen solo tus iniciales (con o sin la inicial del segundo nombre) generalmente se consideran más formales y serias que las firmas con los nombres completos.
    • Si te preocupa que alguien pueda falsificarla, considera hacerla más larga y más legible. Incluye tu nombre completo. Asegúrate de escribir con claridad. Es más fácil falsificar firmas garabateadas que copiar los matices de una firma legible y hecha a base de práctica.
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    Piensa en qué partes de tu nombre quieres incluir. Algunas personas firman con su nombre completo y algunas solo incluyen su primer nombre o su apellido. Algunas solo usan sus iniciales. Si solo te conocen por tu primer nombre, como Beyonce o Ronaldo, podrías considerar usar solo ese primer nombre. Si eres profesor y te conocen por tu apellido, puedes firmar simplemente con tu apellido.
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    Inspírate en otras firmas. Observa las firmas de la gente famosa y considera si quieres imitar a alguien. Kurt Vonnegut, Walt Disney, Salvador Dali, Picasso y John Hancock (entre muchos otros) son conocidos por el estilo único de su firma. No tengas miedo de tomar prestados algunos elementos llamativos para agregarlos a tu firma.[2]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Volver a hacer tu firma

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    Experimenta. Vuelve a escribir tu firma una y otra vez para explorar las posibilidades. Diviértete al hacerlo. Juega con una gran variedad de estilos y adornos. Pon atención a lo que sientas cómodo escribir, a lo que luzca bien con tu nombre y a lo que no sea demasiado difícil de copiar una y otra vez. Usa una herramienta de escritura que se sienta bien en la mano. Considera usar un lápiz si quieres borrar y volver a hacer tu firma.
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    Resalta ciertas letras. Haz una letra más grande para que se destaque o hazla muy pequeña para que se mezcle con las demás. Esto puede darle a tu firma un aspecto llamativo, sin hacerla a paso de tortuga. Trata de exagerar la primera letra de tu nombre o las primeras letras de tu nombre y apellido.[3]
    • Si tu firma es desordenada o está llena de adornos ondulados, puedes resaltar una letra haciéndola nítida y clara. Por el contrario, si quieres destacar una firma nítida y bien definida, deja una sola letra desordenada o adornada.
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    Subraya tu firma para darle énfasis. Esta es una forma clásica de hacer que tu nombre luzca más adornado. El subrayado también puede llevar más tiempo que un estilo más simple, así que considera si vale la pena.
    • Convierte una de las letras en un subrayado. Por lo regular, esto se hace con la última letra, pero puedes agregar un adorno a cualquier letra que quede bien con el estilo. Las letras con colas largas (y, g, j) son perfectas. Arrastra la cola por debajo de la firma.
    • Subraya tu firma con unas ondas. Esta es una forma muy fluida y adornada de darle vida a una firma.[4]
    • Subraya tu firma con zigzags. Estas líneas son similares a las ondas, pero son más puntiagudas y angulares.
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    Usa las letras "antiguas". Duplica las combinaciones horizontales y termina las letras onduladas haciéndoles ganchos y adornos. Si es posible, usa una pluma estilográfica. Inspírate en la caligrafía de las firmas antiguas y de las letras góticas. Esto le agregará un toque especial incluso a una firma simple.
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    Agrégale adornos a tu firma para darle vida. Esta puede ser una forma excelente de hacer que tu estilo sea más único. Busca algunas letras que le den un giro interesante y experimenta con algunas formas de hacer que luzcan más elegantes. Prueba con las siguientes ideas:
    • Usa algunos elementos repetitivos. Hacer tres óvalos grandes en una firma crea un efecto de eco y ayuda a unificar todo el diseño.
    • Deja que las letras mayúsculas rodeen a las minúsculas. Esta es una forma útil de darle vida a un nombre que no tenga ninguna onda inferior (g, j, etc.) con la que puedas jugar.
    • Rodea la firma con ondas. De esta forma, crearás una firma con un aspecto oficial y muy majestuoso.
    • Amplía los fondos de las letras. Esta es una de las formas más simples y más comunes de embellecer una firma.
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    Agrégale números o símbolos a tu firma. Los símbolos pueden incluir el número de una camiseta de la selección, un bosquejo simple o un año de graduación. Si asocias un número o símbolo específico con tu identidad (por ejemplo, si eres muy conocido por el papel que juegas en un equipo deportivo), esta puede ser una forma excelente de distinguirte públicamente de las personas que tengan un nombre similar al tuyo. Si quieres elegir esta opción, lo mejor es que el resto de tu firma sea sencillo para ahorrar tiempo. Si agregas demasiados símbolos, puedes recargar el diseño y crear un proceso largo de firma.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Elegir tu firma

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    Combina tus elementos favoritos en una sola firma. Busca algunas partes de las firmas que más te gusten. Considera lo que funciona, lo que no y lo que se adapta a tu personalidad. Al practicar tu firma, ajusta algunos detalles y adornos pequeños hasta que obtengas algo con lo que te sientas bien.
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    Ten en cuenta lo que se sienta bien. No elijas una firma solo porque luce cool. Elige una firma con estilo, pero que también sea práctica.
    • Tu firma debe ser fácil de escribir y reproducir. Debe sentirse bien cuando la escribas y debe ser lo suficientemente simple para que puedas garabatearla en cuestión de segundos.
    • Tu firma debe adaptarse a tu propósito y a tu personalidad. Si quieres mostrar tu lado dramático, usa una firma con estilo. Si quieres que la gente sepa que eres limpio y ordenado, también tu firma debe reflejarlo.
    • Tu firma debe ser identificable. No debe lucir como un simple garabato en la página, a menos que sea un garabato reconocible y luzca igual siempre. Haz que tu firma sea única para que la gente sepa que es tuya.
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    Practica tu nueva firma hasta que se sienta natural escribirla. Recuerda que siempre puedes cambiarla, hasta cierto punto. Si usas una firma determinada en todos tus documentos legales (licencia de conducir, pasaporte, tarjeta de crédito, registros bancarios), cambiarla puede ser un inconveniente. En algunos casos, tu firma en realidad sirve para identificarte y puedes levantar sospechas si firmas de una forma que no coincida con los registros.
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    Asegúrate de poder repetir fácilmente la nueva firma. La firma más cool y más complicada del mundo no sirve de nada si no puedes escribirla rápidamente en los documentos nuevos. A medida que practiques tu firma, piensa en que sea práctica: considera la rapidez con que puedes hacerla, si necesitas alguna herramienta especial para escribirla y si puedes hacer que luzca igual siempre. Si no puedes reproducir fácilmente tu firma, es posible que quieras simplificar el diseño.
    • Ten en cuenta que esto no se aplica a las firmas digitales. La mayoría de las aplicaciones digitales para firmar documentos guardará tu firma personalizada para usarla después. Si la registras una vez, puedes copiarla a cualquier documento futuro. Sin embargo, puede ser una buena idea que tu firma digital sea compatible con tu firma analógica.[5]
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Advertencias

  • Ten cuidado con la frecuencia con la que cambies tu firma. Es posible que tengas dificultades para demostrar tu identidad si la nueva firma no coincide con la que aparece en tu documento de identificación, en tu licencia de conducir, en tus registros bancarios o incluso en la tarjeta de la biblioteca.
  • Haz que tu firma oficial sea bastante simple. El hecho de tener que hacer una monstruosidad elaborada que requiera mucho tiempo cada vez que compres en el supermercado se convertirá en algo ridículo rápidamente.
  • Piensa bien si quieres crear una firma desordenada. Aunque es divertido estirar los límites del estilo de tu firma, analiza si tener una firma ilegible es práctico o no.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Escritura
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