La mantis religiosa, una de las criaturas más bellas e inusuales en el mundo de los insectos, puede ser una gran mascota. Atrapar y mantener una es divertido y fácil. Solo tienes que agarrar un frasco lo suficientemente grande para acomodar a una mantis y recogerla. Haz que tu nueva mascota se sienta cómoda proporcionándole un recinto grande y una cantidad adecuada de comida.

Método 1
Método 1 de 4:
Atrapar una mantis

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    Busca una mantis religiosa en los arbustos florales y cerca de las plantas leñosas. Es imposible saber exactamente dónde se puede encontrar una mantis religiosa, pero tienden a preferir las zonas con arbustos florales y plantas leñosas. Mira de cerca los arbustos y plantas cerca de ti, ya que los cuerpos delgados y el color verde de las mantis religiosas les permiten mezclarse fácilmente con su entorno.[1]
    • Mira alrededor de la casa, asegurándote de revisar los lugares húmedos y las plantas u otro tipo de vegetación.
    • Mira en lugares con muchos insectos y bichos, especialmente en áreas donde hayas visto mantis religiosas antes.
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    Ponte unos guantes de jardinería antes de atrapar a la mantis. Las mantis religiosas no son venenosas, pero sí muerden. Para evitar que te muerdan, usa guantes de jardinería.
    • Si te muerde una mantis religiosa, sacude la mano rápidamente arriba y abajo para disminuir el dolor.
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    Levanta la mantis religiosa suavemente por el abdomen o el tórax. El abdomen es la parte del cuerpo de la mantis situada justo detrás de las patas traseras. El tórax es la zona situada entre las patas delanteras y las medias.[2]
    • Puedes usar una mano enguantada o un par de pinzas para recoger la mantis religiosa.[3]
    • Ten cuidado de no apretar demasiado a la mantis o la aplastarás.
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    Mete la mantis religiosa en un frasco. Un frasco grande vacío de unos 480 ml (16 onzas) o más funcionará bien. Cubre la parte superior del frasco con un trozo de envoltura plástica y sujétalo con una banda elástica. Haz varias perforaciones pequeñas en el envoltorio de plástico para permitir que la mantis reciba aire fresco.[4]
    • Un frasco grande de mantequilla de maní o de kimchi servirá bien.
    • Utiliza un frasco de plástico si es posible, ya que es menos probable que se rompa que el vidrio.[5]
    • Si estas en campo abierto capturando a la mantis religiosa, puedes guardarla temporalmente en un frasco pequeño. Sin embargo, para el cuidado a largo plazo, esta necesitará un hábitat más grande.
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Método 2
Método 2 de 4:
Preparar el hábitat

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    Elige un recinto que sea de al menos tres veces la longitud del cuerpo de la mantis y tenga una anchura de al menos el doble del cuerpo del insecto. Un recinto de este tamaño garantizará que la mantis tenga suficiente espacio para moverse. Una pecera con una malla en la parte superior será probablemente tu mejor opción ya que un recinto de este tipo permitirá una ventilación adecuada.[6]
    • Además, la altura del recinto debe ser al menos el triple de la longitud de la mantis.[7]
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    Añade un sustrato al hábitat de la mantis. Puedes usar papel de seda triturado, vermiculita, tierra para macetas, arena, astillas de madera o corteza triturada. Estos materiales absorberán fácilmente el agua y la liberarán lentamente, asegurando que la humedad del hábitat de la mantis permanezca relativamente estable.[8]
    • No hay una cantidad "correcta" de sustrato que debas agregar al hábitat de la mantis. Unos 2,5 o 5 cm (1 pulgada o 2 pulgadas) de sustrato debe ser suficiente para mantener una mascota sana y feliz
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    Coloca plantas y ramitas en el hábitat de la mantis. Añádele plantas como aquellas entre las que encontraste a la mantis al hábitat.[9] Además de las plantas pequeñas, podrías añadir ramitas, juncos, plantas y flores artificiales o ramas de plástico decorativas.[10]
    • Las plantas y ramas artificiales se utilizan a menudo en los hábitats de los lagartos y pueden adquirirse en una tienda de mascotas.
    • Si usas plantas o ramas artificiales, asegúrate de que estén libres de pegamento e insecticidas.
    • Añade al menos una rama al hábitat que mida tres veces la longitud del cuerpo de la mantis. La mantis usará esta rama cuando deba mudar de piel.[11]
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Método 3
Método 3 de 4:
Cuidar de la mascota

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    Mantén la temperatura y la humedad adecuadas. Los niveles apropiados de temperatura y humedad varían según la especie particular de mantis que hayas capturado. Coloca un termómetro y un higrómetro en o cerca del hábitat de la mantis para asegurarte de que la estarás alojando en condiciones ambientales ideales.[12]
    • Si la mascota está alojada en una habitación demasiado fría o demasiado caliente, considera la posibilidad de trasladarla a un espacio diferente donde la temperatura se pueda regular más fácilmente.
    • Para aumentar la humedad, rocía el sustrato con agua. Cuanto más lo rocíes, más aumentarán los niveles de humedad del hábitat. También puedes aumentar el nivel de humedad reduciendo la cantidad de ventilación de aire en la parte superior del recinto de la mantis.
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    Alimenta a la mantis con moscas y otros insectos. A las mantis religiosas les encanta comer moscas, cucarachas, saltamontes, mosquitos y otros insectos pequeños. Puedes dejar estos insectos en el hábitat de la mantis o, alternativamente, sujetarlos con pinzas y dárselos de comer directamente a la mantis.[13]
    • La mantis no aceptará insectos muertos, así que tendrás que comprar insectos vivos en una tienda de mascotas o atrapar algunos por tu cuenta. Puedes encontrar estos insectos en el bosque o en las tierras de cultivo.
    • Si alimentas a la mantis con bichos vivos, espera hasta que veas que realmente los atrapa y se los coma. De lo contrario, los bichos podrían escapar y morir y la mantis pasará hambre.
    • La cantidad de comida que necesita una mantis depende de su especie. Algunas especies solo necesitan comer una vez cada cuatro días, mientras que otras necesitan comer una vez al día.
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    Limpia el hábitat de la mantis una vez al mes. Transfiere la mantis a un frasco pequeño, del mismo tamaño que usaste para capturarla inicialmente, para luego sacar todo el sustrato de su hábitat y lavarlo con agua caliente. No uses detergente, ya que podría hacer daño a tu mascota. Añade un nuevo sustrato y reemplaza las plantas y las ramas.[14]
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    Ten a la mantis a solas. Las mantis religiosas no son criaturas sociales. Si tienes a dos juntas, se atacarán entre sí.[15]
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Método 4
Método 4 de 4:
Identificar la especie de tu mantis

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    Identifica la especie de mantis según tu ubicación. Las especies de mantis tienen diferentes hábitats naturales. Por ejemplo, la mantis carolina (Stagmomantis carolina) no se encuentra en Inglaterra, ya que solo vive en América. Consulta un libro de especies de mantis religiosas y sus hábitats naturales conocidos para descubrir a cuál de las 2400 especies de mantis religiosas pertenece.[16]
    • La mantis carolina se encuentra en los Estados Unidos desde Nueva York hasta el sur de la Florida. Puede encontrarse desde la costa este a través de Utah, Arizona y Texas. Su distribución geográfica también se extiende hacia el sur desde México hasta Colombia y Venezuela.
    • La mantis de ocho puntos (Mantis octospilota) es nativa de Australia y Nueva Guinea.
    • La mantis con bandas florales (Theopropus elegans) es una especie nativa de Singapur, Myanmar, Malasia, Sumatra, Java y Borneo.
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    Mide a la mantis. Usa una regla para medir la longitud de la mantis. Las especies tienden a tener diferentes tamaños de cuerpo. Por ejemplo, la mantis china alcanza 11 cm (4,5 pulgadas), pero la mantis carolina solo alcanza de 5 a 6,5 cm (2 a 2,5 pulgadas). Utilizando un libro que describa las diferencias entre las muchas especies de mantis, compara la longitud de tu mantis con la de las otras especies de mantis para identificar a cuál género pertenece.[17]
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    No trates de usar el color para determinar qué especie de mantis tienes. Las mantis son típicamente verdes o marrones, pero incluso las mantis de la misma especie pueden tener colores diferentes.[18]
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    Pregúntale a un entomólogo. Los entomólogos son expertos en insectos. Si tienes problemas para identificar la especie de tu mantis, un entomólogo calificado podría ayudarte. Contacta con los entomólogos de una universidad o sociedad entomológica local y averigua si estarían dispuestos a ayudarte a identificar la especie de mantis que tienes en particular.
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Consejos

  • Es mejor dejar las mantis religiosas donde las encuentras. Estas ofrecen grandes beneficios para los ecosistemas y jardines locales.[19]
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