Aunque cuides bien a tu cacatúa ninfa, es probable que se lastime en algún momento. Siempre debes llevar a las aves heridas al veterinario. Sin embargo, quizá tengas que darles los primeros auxilios antes de hacerlo. Lo más importante es mantener la calma, para que el ave no se estrese y entre en estado de conmoción, ubicar la herida y tratarla.

Método 1
Método 1 de 3:
Tratar una pluma de sangre rota

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    Actúa rápidamente. Cuando un ave tiene una pluma de sangre rota, su vida corre peligro. Puede desangrarse rápidamente, así que es importante que actúes rápido para ayudarla a sobrevivir.[1]
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    Envuelve a la cacatúa ninfa en una toalla. Para controlar y calmar al ave, debes envolverla en una toalla. Cúbrela completamente con una toalla, excepto la parte que tratarás. Asegúrate de que la toalla no esté demasiado ceñida alrededor del ave y sujétala holgadamente. Envolverla con una toalla te permitirá mantenerla a segura y a salvo.[2]
    • Asegúrate de doblar el ala que no vayas a tratar contra su cuerpo.
    • Si no tienes una toalla del tamaño adecuado, puedes usar un calcetín o una camiseta.
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    Háblale mientras la ayudes. Mantén la calma y conversa con ella usando una voz calmada y uniforme mientras la ayudes. Las aves pueden percibir tu estrés, así que molestarte no será de mucha ayuda. Aunque no pueda entenderte, dile calmadamente que la ayudarás.[3]
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    Pídele a otra persona que sostenga al ave. Una vez que envuelvas al ave en una toalla, pídele a alguien que la sostenga por ti. Hacer que otra persona sostenga al ave te permitirá concentrarte en retirar la pluma de sangre delicada y usar ambas manos.[4]
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    Retira la pluma cuidadosamente con un alicate. Retirar plumas es un trabajo muy delicado. Si cometes un error, puedes romper accidentalmente los huesos del ave u ocasionarle más daño. Pídele a alguien que sostenga al ave mientras usas el alicate o una pinza hemostática para sujetar la pluma. Pon la herramienta tan cerca de la piel como sea posible y sujeta el cálamo sobre la fractura. Asegura la pluma contra la superficie del área de trabajo y tira de ella de una manera rápida y firme.[5]
    • Si retiraste todo el cálamo de la pluma, el final debe tener un extremo redondeado y bulboso.
    • Cubrir las plumas con agua antes de retirarlas puede ayudarte a mover las plumas y encontrar la que esté rota. Usa un hisopo de algodón para cubrir las plumas con agua.
    • Si crees que no podrás quitar la pluma del folículo, detén el sangrado hasta llevar a la cacatúa ninfa al veterinario.
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    Contén el sangrado con maicena. Si el folículo comienza a sangrar después de retirar el cálamo de la pluma, presiónalo. Luego, coloca maicena sobre el área y aplica presión nuevamente. Aplicar maicena y presión ayuda a detener el sangrado.[6]
    • También puedes usar un polvo astringente o una barra hemostática para detener el sangrado.

Método 2
Método 2 de 3:
Tratar heridas sangrantes

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    Mantén la calma. Sin importar qué tipo de herida tenga, debes llevar a la cacatúa ninfa al veterinario tan pronto como sea posible. No obstante, primero debes estabilizarla para asegurarte de que no entre en estado de conmoción o se desangre. Mantente calmado mientras trates al ave. Ella puede percibir si sientes pánico o estás molesto, lo cual la estresará más.[7]
    • No permitas que otros miembros de tu familia o mascotas permanezcan alrededor del ave. Mantener a los demás lejos de ella le permitirá mantenerse calmada.
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    Busca la fuente del sangrado. Si el ave se hirió o ves sangre, examina todo su cuerpo. Ten cuidado mientras buscas la herida o la fuente del sangrado.[8]
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    Lava la herida. En el caso de las heridas de la piel, usa una solución hecha del desinfectante Betadine y agua estéril. Limpia cuidadosamente alrededor de la herida sangrante usando una bola de algodón, una gasa o un hisopo de algodón con la solución.[9]
    • Si es una superficie que no está sangrando, tan solo aplica un poco de ungüento antibiótico y deja que sane.
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    Aplica presión sobre las heridas. Si el ave sangra, presiona gasa o papel toalla sobre la herida. La presión debe detener el sangrado. Aplica presión para el sangrado de la piel, las garras o el pico.[10]
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    Usa maicena para contener el sangrado. Si la presión no detiene el sangrado, puedes usar una sustancia para hacerlo. Usa maicena o harina en un hisopo de algodón húmedo para detener el sangrado.[11]
    • También puedes usar polvo astringente o una barra hemostática.
    • Si usas cualquiera de estas sustancias para detener el sangrado en el rostro del ave, asegúrate de que no entre en contacto con los ojos, la nariz o la boca.
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    Ve al veterinario. Si el sangrado no se detiene, debes llevar al ave al veterinario. Una vez que le apliques el polvo, cerciórate de que el sangrado se haya detenido y coloca su jaula en un lugar silencioso y calmado para que pueda relajarse y curarse. Nuevamente, habla con él de manera calmada y en voz baja demostrándole cariño y cuidado.

Método 3
Método 3 de 3:
Buscar atención veterinaria

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    Lleva al ave al veterinario tan pronto como sea posible. Si está lastimada, aunque se tratase de una herida menor, debes llevarla al veterinario. Es muy importante que lo hagas para que el veterinario revise al ave asegurándose de que no haya otras heridas y le proporcione el cuidado natural necesario.[12]
    • Hay veterinarios que pueden examinar y tratar a las aves en la mayoría de las ciudades.
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    Envuelve las alas rotas holgadamente para evitar el movimiento. Si vas a llevarla al veterinario por un hueso roto del ala, debes asegurar las alas. De lo contrario, el ave podría aletear o volar, lo cual podría ocasionar más daño. Envuelve la gasa holgadamente alrededor del ave para asegurar las aves. Pega la gasa con cinta adhesiva para que no se afloje.[13]
    • No envuelvas la gasa demasiado ceñida alrededor del ave. Envolverla demasiado ajustado restringirá la respiración del ave.
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    Llévala al veterinario inmediatamente si tiene la pata o el cráneo rotos. No debes tratar las fracturas de pata y cráneo en casa. No las envuelvas ni las trates por tu cuenta. Lleva al ave al veterinario inmediatamente si experimenta este tipo de fractura.[14]
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    Monitorea al ave en busca de señales de enfermedad. La mayoría de las aves esconde su debilidad y no te dejará saber que están enfermas. Vigila al ave de cerca para asegurarte de que esté bien y evolucione favorablemente. Tú conoces a tu ave, así que, si algo anda mal, llévala al veterinario. Hacerlo es muy importante si el ave ha sufrido una lesión recientemente.[15]
    • Puedes pesar al ave mensualmente para asegurarte de que no baje de peso. La pérdida de peso sin que el ave esté a dieta es uno de las primeras señales de que hay problemas.

Acerca de este wikiHow

Melissa Nelson, DVM, PhD
Coescrito por:
Doctora en Medicina Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Melissa Nelson, DVM, PhD. La Dra. Nelson es una veterinaria que se especializa en Medicina de Animales de Compañía y Animales Grandes en Minnesota, donde tiene más de 18 años de experiencia como veterinaria en una clínica rural. Recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Minnesota en 1998. Este artículo ha sido visto 5103 veces.
Categorías: Aves