Las infecciones respiratorias son un problema común para los loros grises africanos. Si no se tratan, pueden perjudicar mucho a estas aves. Afortunadamente, hay tratamientos disponibles que podrás usar si actúas con rapidez. En los loros, las infecciones respiratorias surgen por lo general a causa de la clamidia o el micoplasma. Sin embargo, la infección micótica llamada aspergilosis también puede afectar a los pulmones del ave. Para mantenerla saludable, supervisa los síntomas y llévala al veterinario con frecuencia. Solicita tratamiento de inmediato si desarrolla una infección.

Método 1
Método 1 de 5:
Reconocer los síntomas de una infección respiratoria

  1. 1
    Observa si tiene dificultad para respirar o si respira rápido. Los problemas respiratorios deben tratarse de inmediato con la ayuda de un veterinario aviar. Comunícate con uno para una cita de emergencia y haz que examine al ave. Este síntoma podría tener varias causas, y el veterinario podrá identificar el tratamiento adecuado.[1]
    • El ave también podría tratar de respirar con el pico abierto o inclinar la cabeza hacia adelante para tratar de respirar.
  2. 2
    Nota si pierde el apetito. Si el ave deja de comer o come menos de un momento a otro, es probable que algo esté mal. Una infección respiratoria es una posible causa, pero tendrás que llevarla al veterinario para que reciba un diagnóstico apropiado.[2]
    • Asimismo, debes preocuparte si pierde el interés en sus alimentos favoritos de forma súbita.
  3. 3
    Escucha si estornuda y tose, y no lo hace por imitar. Algunos loros saludables imitan el estornudo o la tos que escuchan de las personas de su familia. Esto no debe causarte inquietud. Sin embargo, un ave con una infección respiratoria podría estornudar o toser como un síntoma. Ella por lo general producirá descargas.
    • Conoce sus hábitos para supervisarla a fin de detectar las posibles enfermedades.
  4. 4
    Observa si toma agua y micciona con frecuencia. Cuando le cambies el agua, nota si el ave está tomando más de lo habitual. Asimismo, debes verificar si vacía el tazón de agua con más rapidez que lo normal. Además, podrías percatarte de que tienes que cambiar el forro de la jaula con más frecuencia porque apesta a orina.[3]
    • Comunícate con el veterinario de inmediato si tienes inquietudes sobre los hábitos de consumo de agua y micción del ave.
  5. 5
    Revisa si hay una coloración azul en las membranas mucosas y la piel del ave. A esto se le conoce como cianosis y requerirá atención médica inmediata. Lleva al loro a un veterinario aviar para que reciba un diagnóstico y tratamiento.[4]
  6. 6
    Identifica la falta de actividad. Un ave enferma será menos propensa a estar activa o dispuesta a ejercitarse. Podrías notar que se rehúsa a jugar, incluso con sus juguetes favoritos. Dado que los loros son aves inteligentes que necesitan estimulación, la falta de deseo de jugar es muy preocupante.[5]
    • La inactividad por sí sola podría tener diversas causas, pero debes reservar una cita para que el veterinario evalúe a tu mascota y puedas administrarle el tratamiento adecuado.
  7. 7
    Nota si se rehúsa a hablar. Si tiene una infección respiratoria crónica, quizás ya no vocalice tanto como solía hacerlo.[6]
    • Si por lo general no habla mucho, no debes preocuparte por este síntoma. Algunas aves aprenden pocas palabras o prefieren hablar menos, por lo que es importante que conozcas su personalidad.[7]
  8. 8
    Reconoce si escuchas un chasquido cuando el ave respira. Otro síntoma de una infección respiratoria crónica es un chasquido perceptible cuando el loro inhala. Esto se debe a que la caja vocal del ave se ha visto afectada por la infección.
    • Por otro lado, su voz podría cambiar.[8]

Método 2
Método 2 de 5:
Recibir un diagnóstico apropiado

  1. 1
    Lleva al ave a un veterinario aviar de inmediato. Los veterinarios aviares reciben una capacitación especializada en el tratamiento de aves. Los loros son conocidos por ocultar todo dolor o enfermedad por el mayor tiempo posible, y lamentablemente, los problemas respiratorios en los loros grises africanos pueden ser muy graves. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son vitales para la recuperación de tu mascota.
    • Si identificas uno o más síntomas (o si los síntomas persisten por más de un día), lleva al loro al veterinario de inmediato.
    • Si no estás seguro de un síntoma en particular, puedes llamar al veterinario para preguntarle.
  2. 2
    Bríndale un historial detallado de sus síntomas. El ave no puede hablar por sí sola, por lo que tendrás que mencionarle al veterinario lo que has observado y te causa inquietud. Recuerda que sus síntomas podrían no ser evidentes mientras estás en la sala de evaluación, pero ayudarán al veterinario a brindar el diagnóstico. Indícale lo siguiente:
    • los síntomas que has notado
    • cuándo han empezado
    • otros problemas de salud que el loro tenga
    • todo medicamento que tome
    • una descripción exacta y detallada de su dieta
    • si ha estado en contacto con otras aves (y cuándo)
  3. 3
    Ten en cuenta que el veterinario realizará pruebas de diagnóstico. Es probable que empiece observando al ave para revisar su respiración, su postura y si está activa. Luego escuchará su respiración usando un estetoscopio pediátrico. Después buscará problemas en sus pulmones con una radiografía o una endoscopía, lo que consiste en tomar un cultivo de su pulmón y examinarlo. Esto permitirá que realice un diagnóstico adecuado y le recete un tratamiento.
    • El veterinario tendrá que determinar si la infección se debe a una bacteria, como en el caso de la clamidia o el microplasma; o un hongo, como la aspergilosis. Los tratamientos diferirán.

Método 3
Método 3 de 5:
Tratar la infección del ave

  1. 1
    Dale antibióticos si la causa es bacteriana. Dado que más del 80 % de las infecciones respiratorias en los loros grises africanos se deben a la clamidia y el micoplasma, es probable que le receten un antibiótico. Incluso en los casos de las infecciones virales (como el virus de la bronquitis infecciosa), el veterinario podría recomendar el uso de antibióticos para tratar o prevenir las infecciones secundarias.[9]
    • Pueden administrarles antibióticos a los loros mediante inyecciones en las veterinarias, o puedes agregarles antibióticos líquidos a sus tazones con agua en casa.
    • Sigue las instrucciones que el veterinario te brinde.
  2. 2
    Administra un antimicótico si la infección se debe al aspergillus. La aspergilosis se trata con una variedad de medicamentos antimicóticos, como el itraconazol y la amfotericina B. Es probable que el tratamiento se realice por meses, y podría usarse una combinación de medicamentos durante dicho periodo.[10]
    • Estos medicamentos pueden administrarse mediante inyecciones (por el veterinario) o por vía oral en casa. En algunos casos, incluso pueden aplicarse de manera tópica.
  3. 3
    Permite que el veterinario realice una cirugía si el ave tiene lesiones. La aspergilosis puede causar lesiones que harán que el ave tenga dificultades para recuperarse. Sin embargo, el veterinario podrá eliminarlas con una cirugía menor. Esto ayudará al ave a recuperarse mejor. Se le administrará anestesia y se curarán las lesiones con cuidado.[11]
  4. 4
    Trata las afecciones subyacentes que podrían generar una infección. Es posible que el ave desarrolle una infección respiratoria como resultado de un sistema inmunitario débil. El veterinario podría querer realizar exámenes para otras afecciones subyacentes. Si encuentra otras infecciones, tendrá que tratarlas para que el loro se recupere.[12]

Método 4
Método 4 de 5:
Brindar cuidados complementarios

  1. 1
    Mantén una salud e higiene apropiadas. Una jaula limpia y bien ventilada puede reducir la aparición de infecciones respiratorias. Además, una mala dieta, el hacinamiento, la falta de ejercicio y el estrés pueden debilitar el sistema inmunitario del loro.[13] Para mantenerlo con una buena salud, debes hacer lo siguiente:
    • Limpia la jaula con frecuencia.
    • Bríndale una dieta saludable.
    • No hacines a tus aves.
  2. 2
    Crea un ambiente libre de estrés para su recuperación. Retira a otros miembros de la casa del espacio del ave, incluidas otras aves, mascotas y familiares ruidosos (como los niños pequeños). Limita la frecuencia con la que sostengas al ave y mantén el ruido al mínimo. Lo mejor es que mantengas al ave en su entorno normal con pocas distracciones.[14]
  3. 3
    Mantén al ave cálida. Debes darle calor complementario a tu mascota enferma, pero evita que apunte directamente a ella. Si es posible, eleva la temperatura de la habitación en la que coloques la jaula. También podrías cubrir un lado de la jaula, pero tendrás que verificar que la cubierta no deje al ave en la oscuridad, salvo que sea de noche. También puedes colocar una almohadilla térmica debajo de la jaula.
    • Si tienes una lámpara de calor, puedes usarla durante las horas del día.[15]
    • Debes revisar al ave con frecuencia para que no se acalore demasiado.
  4. 4
    Asegúrate de que descanse adecuadamente. El loro necesitará mucho descanso a medida que se recupere. Durante este periodo, bríndale de 10 a 12 horas de oscuridad por noche para que descanse lo necesario.[16]
  5. 5
    Dale una comida suave. Según la fuente de los problemas respiratorios del loro, también podría experimentar un poco de malestar digestivo. Consulta con el veterinario si debes modificar su dieta mientras se recupera. Podrías tener que darle una dieta de gránulos suave y evitar los alimentos vegetales frescos hasta curar sus problemas digestivos (como la diarrea).[17]
    • Asegúrate de que también tenga acceso a abundante agua.
  6. 6
    Lávate las manos después de sostener al ave, sus implementos o sus desechos. Las aves pueden transmitir algunas infecciones a las personas (incluida la clamidia, la cual causa infecciones respiratorias). Si contraes la enfermedad, es probable que experimentes síntomas como los de la gripe. Contraerás la enfermedad si sostienes al ave o sus desechos, o si los hueles. Para protegerte, mantén el área limpia y sé cauteloso.[18]
    • Este tipo de clamidia no es el mismo que la enfermedad de transmisión sexual.

Método 5
Método 5 de 5:
Realizar cuidados veterinarios de rutina

  1. 1
    Ve al veterinario cada 6 a 12 meses. Los loros son conocidos por ocultar todo dolor o malestar que puedan experimentar. Como resultado, quizás no te percates de un problema hasta que esté muy avanzado. La mejor manera de prevenir la enfermedad y mantener al loro saludable es llevarlo al veterinario cada 6 a 12 meses para un control de rutina.[19] En esta visita, el veterinario hará lo siguiente:
    • Examinará al loro.
    • Lo pesará.
    • Le brindará todas las vacunas necesarias.
    • Le hará una serie de pruebas.
  2. 2
    Mantente al día con las vacunas. Algunas infecciones respiratorias pueden prevenirse. Podrás proteger al loro de ciertas infecciones (como el virus de la bronquitis infecciosa) con la mayor eficacia si te cercioras de que esté al día con todas sus vacunas.[20]
    • Si no estás seguro del estado de sus vacunas, llama al veterinario y averígualo.
  3. 3
    Haz que le realicen análisis de sangre. Cuando vayas a una cita, el veterinario deberá tomar una muestra de sangre del loro y realizarle una serie de pruebas. Los análisis de sangre pueden detectar diversas enfermedades, así como cualquier problema con el funcionamiento de los órganos que pueda surgir si el ave sufre una infección respiratoria.[21]
  4. 4
    Haz que le hagan un examen fecal. Durante la visita de rutina, también debes cerciorarte de que el veterinario realice un examen fecal. Estos exámenes pueden detectar toda infección por levaduras o bacterias, las cuales pueden causar problemas respiratorios.[22]
    • El veterinario podría pedirte que lleves una muestra de heces.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 3753 veces.
Categorías: Aves