Si te diriges a un evento de gala, no hay nada más elegante que combinar un esmoquin con un fajín. Esta tradicional prenda masculina de gala se coloca alrededor de la cintura, lo que crea un contorno más ordenado y oculta la tela abultada de la zona en donde la camisa se introduce, en la cintura. Al combinarlo con una chaqueta oscura y un corbatín sólido, el fajín logrará crear un estilo impecable, clásico y que nunca pasa de moda.

Método 1
Método 1 de 2:
Ponerte el fajín

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    Ponte primero la camisa y los pantalones. El fajín va por encima de la camisa y los pantalones, por lo que necesitarás vestirte primero antes de ponértelo. Puedes ponerte el corbatín antes o después de colocarte el fajín.
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    Sujeta el fajín con los pliegues hacia arriba y hacia afuera. Esta es la forma "correcta" de ponértelo, tanto por cuestiones estéticas como funcionales. Aunque no suelen ser demasiado llamativos, los pliegues orientados hacia abajo pueden transmitir el mensaje de que no estás familiarizado con el accesorio.[1]
    • Los pliegues de un fajín no están ahí solo por motivos estéticos; también pueden servir para guardar dinero suelto, meter talones de boletos, o incluso para atrapar migas sueltas en una cena elegante.
    • No todos los fajines tienen pliegues. Si el tuyo no lo tiene, busca una etiqueta o un logotipo que te ayude a orientarlo correctamente.
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    Coloca el fajín sobre la cintura natural. Colócalo de manera que la mitad superior cubra la parte inferior de la camisa de vestir, y la mitad inferior cubra la parte superior del pantalón. Tensa el fajín contra la cintura, pero no debe estar tan ajustado que te resulte incómodo.[2]
    • Si el fajín termina por debajo del botón inferior del esmoquin, está muy abajo. Si la tela de la camisa es visible alrededor de la cintura, el fajín está muy arriba.
    • Colocar el fajín correctamente puede requerir que uses los pantalones ligeramente por encima del nivel de la cadera, que es donde suelen ser colocados en los estilos más modernos.
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    Asegura el fajín con la hebilla de la parte trasera. Mantenlo firmemente alrededor de la cintura y sujétalo con la hebilla parecida a la de un cinturón; está en la parte trasera. Basta con pasar la correa larga del lado izquierdo por debajo de la abertura inferior de la hebilla. Luego, sube la correa y sácala por el otro extremo.[3]
    • Quizás necesites que alguien te ayude a asegurar el fajín, ya que puede ser difícil enganchar la hebilla por la espalda.[4]
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    Ajusta el tamaño y esconde el exceso de material del fajín según sea necesario. Si el fajín no te queda bien, quítatelo otra vez. Tira de la correa para ajustarlo, o levanta la hebilla para aflojar la correa. Luego, mete el extremo suelto de esta última en el pequeño bolsillo del lado interior trasero.
    • Asegúrate de que el fajín te quede cómodo y ceñido. No debe quedar tan ajustado que te cueste respirar, ni demasiado suelto que se resbale.[5]
    • Asegúrate de que no haya arrugas ni pliegues en la correa. Estos podrían empezar a causar molestias mientras más tiempo uses el fajín.
    • Casi todos los fajines modernos cuentan con un bolsillo interior. Si el tuyo no lo tiene, simplemente alisa la correa tanto como puedas, de modo que no se arrugue contra la espalda.
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Método 2
Método 2 de 2:
Dar estilo al fajín

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    Usa el fajín con un corbatín. Los fajines se usan tradicionalmente con corbatines, ya que las corbatas largas se superponen de forma rara. En cambio, un corbatín, una chaqueta de esmoquin, y un fajín crean un estilo impecable y clásico. Intenta escoger un corbatín del mismo material que el fajín.[6]
    • No te preocupes si no eres de las personas a las que les gusta usar un corbatín. Los fajines también suelen usarse junto a esmóquines y trajes formales similares, lo que significa que lucirán muy naturales con un fajín.
    • Evita usar un corbatín preanudado y para abrochar. Son fáciles de distinguir y dan la impresión de ser poco serios.[7]
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    Usa el fajín sobre tirantes para una ayuda adicional. Por lo general, no es usual usar un cinturón bajo el fajín. Por ello, si necesitas una ayuda adicional para mantener los pantalones en su lugar, ponte un par de tirantes antes de colocarte el fajín y la chaqueta.
    • Las personas no podrá ver los tirantes, pero deberías usar un par blanco o negro por si se te resbala la chaqueta. Debes asegurarte de que la combinación de colores del traje sea coherente.
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    Escoge un fajín del mismo material que las solapas de la chaqueta. En el caso de los esmóquines con solapas de satén, todo lo que no sea un fajín de satén (o un material de imitación de satén convincente) parecerá fuera de lugar. Si las solapas son acanaladas o de grogrén, necesitarás comprar un fajín con un material de una textura similar.[8]
    • Combinar el fajín con las solapas de la chaqueta ayuda a que se adapte al resto del traje, haciendo que parezca aún más uniforme.
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    Escoge un fajín negro o azul noche para un estilo clásico. Los esmóquines son casi siempre de color negro o azul marino oscuro; cualquier otra cosa puede parecer de mal gusto. Combinar el color del fajín con el de la chaqueta, en uno de esos tonos oscuros, te dará un estilo clásico e impecable. ¡No fallará![9]
    • Un fajín sólido es la opción más elegante, y es apropiado para cualquier ocasión.[10]
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    Escoge un tono borgoña o verde botella para dar un toque de color. Aunque usar un conjunto totalmente negro de esmoquin, corbatín y fajín es el estilo tradicional, también puedes optar por un fajín con un tono sutil si quieres ir a juego con tu pareja o simplemente añadir algo de color. Los colores sofisticados, como el borgoña, el verde oscuro, el ciruela o el dorado, suelen ser los más adecuados para realzar un fajín.
    • Resiste la tentación de combinar el corbatín o cualquier otro accesorio con un fajín colorido, ya que puede parecer de mal gusto y poco serio. Opta por un corbatín negro y sólido para mantener un estilo elegante.
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    No combines un fajín con un chaleco. Tanto el chaleco como el fajín cumplen la misma función: disimular la cintura. Usar ambos a la vez resulta demasiado recargado y suele considerarse un grave error estilístico, así que escoge entre uno de estos para los eventos de gala.[11]

    ¿Fajín o chaleco?

    Los fajines son más cómodos para los eventos en climas cálidos, ya que cubren menos el torso.

    Los chalecos suelen considerarse más formales y modernos.

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Consejos

  • Los fajines también son comunes en los bailes de graduación, los cotillones y las ceremonias militares.
  • En lo que respecta a la moda masculina, los fajines son lo más elegante que puede haber. Por esta razón, deberían reservarse solo para eventos de gala y asuntos formales especiales.
  • Coloca los fajines en un colgador cuando no los uses, para minimizar las arrugas y mantenerlos en buen estado.
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  1. Katie Quinn. Estilista. Entrevista personal. 8 de mayo del 2020.
  2. https://theblacktux.com/blog/tuxedo-styles/#cummerbund-vest

Acerca de este wikiHow

Katie Quinn
Coescrito por:
Estilista personal de vestuario
Este artículo fue coescrito por Katie Quinn. Katie Quinn es consultora de imagen, estilista personal de vestuario y fundadora de Q the Stylist, un servicio de consultoría de imagen con sede en la ciudad de Nueva York que ayuda a hombres y mujeres a comprender sus objetivos específicos, mejorar su vestuario, su desempeño y su vida. Tiene más de 11 años de experiencia en consultoría de imagen y ha trabajado como estilista para Trunk Club, Modewalk y Moda Operandi. Su trabajo ha aparecido en Vogue, InStyle, Martha Stewart Weddings, Sheridan Road, Slate, Newsy, Rue y Thrillist. Este artículo ha sido visto 6864 veces.
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