Absceso

Un absceso es una infección e inflamación del tejido del organismo caracterizado por la hinchazón y la acumulación de pus.[1] Puede ser externo y visible, sobre la piel, o bien interno.

Absceso

Absceso
Especialidad dermatología
cirugía general
infectología
Síntomas Enrojecimiento, dolor, hinchazón
Causas Infección bacteriana
Diagnóstico diferencial Celulitis, quiste sebáceo, fascitis necrosante
Tratamiento Incisión y drenaje, Antibióticos

Fisiopatología

Los abscesos aparecen cuando se infecta un área de tejido y el cuerpo es capaz de "aislar" la infección y evitar que se extienda. Los glóbulos blancos, que son la defensa del organismo contra algunos tipos de infección, migran a través de las paredes de los vasos sanguíneos al área de la infección y se acumulan dentro del tejido dañado. Durante este proceso, se forma el pus, que es una acumulación de líquidos, glóbulos blancos vivos y muertos (principalmente Polimorfonucleados Neutrófilos, PMNN), tejido muerto y bacterias o cualquier otro material o invasor extraño.

Los abscesos pueden formarse en casi cualquier parte del organismo y pueden ser causados por organismos infecciosos, parásitos y materiales extraños. Los abscesos en la piel son fácilmente visibles, de color rojo, elevados y dolorosos; mientras que los abscesos que se forman en otras áreas del cuerpo pueden no ser tan obvios, pero pueden causar mucho daño si comprometen órganos vitales.

Síntomas

Por lo general un absceso se manifiesta[2] con un dolor intenso, continuo y punzante en la zona, la cual se halla generalmente enrojecida, hinchada y caliente al tacto. Puede además cursar con fiebre.

Tipos de abscesos[3]

Absceso en lado izquierdo de la cara

Diagnóstico

Con frecuencia se obtiene una muestra de líquido del absceso y se le hace un cultivo para determinar los organismos causantes del mismo. Ver los tipos individuales de abscesos.

Tratamiento

Se debe buscar asistencia médica si la persona cree tener algún tipo de absceso. No se deben tomar antibióticos si no han sido prescritos por un médico.

Generalmente, el médico, si es necesario, drena el absceso mediante técnicas quirúrgicas y luego administrará un antibiótico contra la infección.

En algunos casos se administra una profilaxis con toxoide tetánico, especialmente si la causa es exógena.

Pronóstico

La mayoría de los tipos de abscesos son tratables.

Prevención

La prevención de los abscesos depende de su localización y causa. Por ejemplo, una buena higiene es importante para la prevención de los abscesos cutáneos y con la higiene dental y los cuidados de rutina se previenen los abscesos dentales.

Véase también

Referencias

  1. «Wayback Machine». web.archive.org. 30 de octubre de 2014. Archivado desde el original el 30 de octubre de 2014. Consultado el 21 de julio de 2021.
  2. Síntomas y tratamiento de absceso dental
  3. Mosby; Staff, Mosby (2004). Diccionario Mosby Pocket de Medicina, Enfermeria y Ciencias de la Salud. Elsevier España. ISBN 978-84-8174-675-4. Consultado el 30 de noviembre de 2021.

Enlaces externos

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