Quinta de Anauco
La Quinta de Anauco sirve de espacio físico para el Museo de Arte Colonial de Caracas, exhibe objetos y artículos de la época colonial,[2] haciéndole conocer a los visitantes como vivían los venezolanos de fechas anteriores a la emancipación. Está ubicada en la Avenida Panteón, Parroquia San Bernardino de Caracas.
Museo de Arte Colonial de Caracas - Quinta de Anauco | ||
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Quinta de Anauco[1] | ||
Monumento Histórico Nacional | ||
Ubicación | ||
País | Venezuela | |
Localidad | Caracas | |
Coordenadas | 10°30′43″N 66°53′59″O | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Galería de arte colonial | |
Colecciones | Arte colonial venezolano | |
Historia y gestión | ||
Creación | 1946 | |
Inauguración | 16 de diciembre de 1942 (80 años) | |
Administrador | Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial | |
Información del edificio | ||
Construcción | Entre 1796 – 1797 (225 años) | |
Historia
Esta residencia, se conoció como La Casa de Solórzano, fue construida por el capitán Juan Javier Mijares de Solórzano en la época colonial, específicamente entre 1796 y 1797, fue concebida como una casa de campo dedicada al descanso, en medio de siembras de café, caña de azúcar y árboles frutales diversos. Otros historiadores afirman que su primer propietario fue el Capitán Juan Sánchez Morgado quien fue el primer alcalde ordinario de la ciudad de Santiago de León de Caracas y que su construcción data del año 1632, según consta en un Acta del Cabildo de Caracas en fecha 4 de septiembre de ese año; y que posteriormente pasó a manos de Ana Jacinta de Cebrian y Cardona y así sucesivamente fue cambiando de dueño.
El Gobierno de Venezuela inició su restauración en diciembre de 1958 y la concluyó en 1961.
El Museo de Arte Colonial, institución que cobija una de las colecciones de arte colonial más valiosas y mejor conservadas de Venezuela, fue fundado el 16 de diciembre de 1942 por Alfredo Machado Hernández en la casa de la esquina de Llaguno. Luego de que el edificio fuera demolido en 1953, el museo cerró por espacio de ocho años. Funciona en la Quinta de Anauco desde el 12 de octubre de 1961, una vez concluida la restauración de la edificación.
El Museo pertenece a la Red de Museos de Venezuela y funciona bajo la dirección y el cuidado de la Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial.
En virtud de su significación histórica (detallada abajo), el ejecutivo nacional a través de la Junta Nacional Protectora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, declaró la colonial casona en Monumento Histórico Nacional el 24 de enero de 1978, según Gaceta Oficial Número 31.412.
Entre los años 2001 y 2002 Se le hizo una restauración Integral y se le incorporaron espacios culturales para el disfrute de los caraqueños y de la comunidad de vecinos de San Bernardino. Muchos visitantes han compartido momentos gratos en el Teatrito y en el Anfiteatro al aire libre donde se presentan grupos culturales y musicales como la Sinfónica Municipal de Caracas, la Banda Marcial de la Comandancia Naval, La Orquesta Billo's Caracas Boys, C4 Trío, Los Hermanos Naturales, Arpas de Venezuela, etc.
Residencia del Marqués del Toro
En esta quinta vivió, luego de la independencia, Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra, general de división y primer comandante en jefe del ejército republicano, así como firmante del Acta de la Independencia, mejor conocido en la historia por su título de Marqués del Toro. Es la etapa de mayor esplendor de la casa, la cual se convertirá en lugar de encuentro de las grandes figuras de la época. Por ella circularan los viejos próceres de la independencia así como las altas autoridades republicanas.
A mediados de 1825, el Marqués del Toro obtuvo en arrendamiento la quinta de Anauco e hizo de ella su residencia permanente mediante su compra.
Cuando el Libertador Simón Bolívar estuvo en Caracas de enero a julio de 1827, se alojó varias veces en esa mansión campestre. Allí se le ofreció el 14 de enero de ese año un gran baile en su honor, y en esa residencia pasó los últimos días y la última noche en Caracas, antes de salir por La Guaira el 5 de julio de 1827. Por consejo del Libertador, el Márques del Toro la adquirirá en propiedad poco después de la partida de aquel. Su estancia en la quinta de Anauco quedará indeleblemente grabada en la memoria del Libertador, quien en repetidas ocasiones expresará su deseo de retirarse de los asuntos públicos para irse a vivir en ella en compañìa de su primo hermano político el Marqués del Toro. Era un proyecto que parecía sosegar su ánimo en medio de las tensiones que lo rodeaban.
Cuando en 1828 los reveses y sinsabores políticos hagan que Bolívar contemple su retiro inminente de la vida pública, pondrá en marcha el proyecto de irse a vivir junto al marqués del Toro en la quinta de Anauco. Desde Bogotá escribe al marqués el 16 de febrero de ese año:
"Al fin se cumplen sus deseos y los míos también; el 7 del mes que entra partiré de esta capital: iré por Apure, Guayana, Cumaná y La Guaira donde nos abrazaremos. Juntos subiremos a Caracas y juntos viviremos en Anauco. ¡Cuidado Marqués! no hay que hacer ningún gasto, ninguna adición a la casa. Gracias que tengamos que comer con los amigos. En todo junio estaré con Ud., Marqués. Que contento se pondrá usted al recibir ésta, y yo gozo con anticipación del placer de verle en la patria nativa".
En junio de ese año sale de Bucaramanga con el propósito de dar forma a ese proyecto. Según señala Gabriel García Márquez:
"El 9 de junio Bolívar sale de Bucaramanga con la idea de llegar hasta Venezuela. Tenía la intención de residir en la quinta Anauco, del marqués del Toro".
No obstante el 24 junio, luego de haberse disuelto la convención de Ocaña, Bolívar ve alterarse el horizonte político y decide reemprender el camino a Santa Fe de Bogotá, dejando sin efecto sus planes de retiro de la vida pública.
El Marqués habría de habitar en La quinta de Anauco hasta su muerte en 1851, legándola a sus sobrinos.
El inmueble fue concebido como una casa de campo con varios niveles y pasillo exterior, con dos patios internos con los salones y las habitaciones en hileras, los cuales se comunican interiormente. El acceso a la casa es por bellos jardines donde se encuentra lo que fue la reja de entrada con su campana, tal como puede verse en fotos antiguas. En el llamado pabellón de la Marquesa, al fondo de la casa, esta tiene dos plantas, incluyendo un balcón y una amplia terraza desde la cual se contemplan las caballerizas. La escalera que sube al segundo piso exhibe al comienzo de su barandal la imagen en relieve de un toro alusivo a la familia de su propietario.
Esta casona refleja la economía caraqueña de la época y es testigo de la arquitectura doméstica colonial. Su último propietario fue Luis Suárez Borges, quien la adquirió en 1950, e hizo dos intervenciones, una para habitarla y otra una modificación de la estructura original en 1955.
Referencias
- Duarte, Carlos F. 1979. Museo de Arte Colonial de Caracas - Quinta de Anauco. Ediciones de la Asociación Vnenezolana Amigos del Arte Colonial. Caracas. 356p.
- Duarte, Carlos F. 1978. Pintura e iconografía popular de Venezuela. Ediciones Llanoven, S.A. Caracas. 271p.
- Simón Bolívar, Obras Completas, La Habana, Editorial Lex, 1947.
- Crónica de Caracas, Caracas, Abril-Junio de 1958, Vol. VII, Número 36
- Gabriel García Marquéz, El General en su Laberinto, México, Editorial Planeta Mexicana, S.A., 2010
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Quinta de Anauco.
- Quinta de Anauco
- GuiaCaracas: Anauco de Arriba/ (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
- Importancia Histórica: Quinta Anauco
- Venezuela Turística: Quinta Anauco
- Crónicas de San Bernardino: Historia de la Quinta Anauco
- Quinta de Anauco. Galeria fotografica.2015