Anexo:Historia de la Guardia Imperial

Los primeros simpatizantes del Racing Club, durante algún partido disputado en la vieja cancha en 1909.

Desde el amateurismo la hinchada de Racing fue una de las más seguidoras del país. En el inicio del profesionalismo, el equipo tuvo una sequía de títulos; sin embargo, sus numerosos aficionados hicieron que entrara en la categoría de grande impuesta por la AFA en 1934, comenzando a ser uno de los cinco clubes con mayor peso en el país.​[1] En años posteriores el grupo de aficionados se ganó el nombre de «la Guardia imperial» por el periodista Américo Barrios.[2]

En 1951, en la final del campeonato contra Banfield, se recaudaron 187 000 pesos, cifra récord para el fútbol argentino en ese entonces.[3] Un año antes de disputar la final, el equipo se había ganado numerosos rivales a lo largo de la República Argentina, debido a que Ramón Antonio Cereijo, ministro de hacienda del por aquel entonces presidente Juan Domingo Perón, había otorgado un préstamo a la institución para construir su estadio. De forma no irónica, los rivales de Racing denominaban a los simpatizantes como «hinchas del Sportivo Cereijo» como burla en alusión a este acontecimiento. Por otro lado, en la escena pública estaba Eva Duarte de Perón, primera dama, quien hinchaba por Banfield. A pesar de toda la adversidad, el equipo se consagró tricampeón.[4]

La Guardia Imperial festeja el campeonato ganado en un partido contra Independiente en 1966.

La hinchada de Racing festejando la victoria en el desempate contra Celtic

Como grupo organizado de barra brava, se fundó en 1958. Algunos simpatizantes reconocidos del grupo organizado fueron Ángel Cupasolo, conocido también como Zaza, y Salvador Bellusci, conocido como Cebolla, quienes recibieron la primera bandera por la Revista Racing en 1945.​[5]

Después de los torneos de 1958 y 1961, en 1965 comenzaría el «equipo de José», formado por un plantel de jugadores que conquistarían el campeonato de 1966 sin ninguna derrota como local, siendo los hinchas los que recaudaron $82 496 467 por venta de entradas.[6] Un año después, Racing jugaría la final de la Copa Libertadores 1967 frente a Nacional. En el partido de vuelta se logró una convocatoria de 99 148 espectadores.[7]

Tras consagrarse campeón de América, Racing disputó la Copa Intercontinental ante el Celtic FC. El partido de vuelta, disputado en el Cilindro, tiene un récord histórico en el fútbol argentino en cuanto asistencia a un estadio con 120 000 espectadores.[7] Tras el 1 a 0 de los escoceses en la ida, la Academia se impuso 2 a 1 y forzó el desempate en Montevideo, donde se coronaría como el primer campeón del mundo proveniente de Argentina.

Un año después, el cuadro albiceleste tuvo otro récord de convocatoria en la fecha final del torneo 1968 frente a River con 106.000 espectadores en el Cilindro.[7] Después del campeonato del mundo obtenido por Racing, llegarían momentos de crisis, con resultados adversos.[8]

Dardo García y Jorge «Pantera», reconocidos barras bravas, en la tribuna.

Existe una leyenda urbana que explica lo que sería una larga sequía de títulos para la Academia. Resulta que, durante algún punto de la década de 1970, un grupo de simpatizantes del eterno archirrival de Racing, Independiente, había logrado ingresar al estadio contrario gracias a la mano del sereno que era hincha del rojo. Allí dentro, enterraron siete gatos muertos en el arco que estaba adelante de la popular.[9] En 1980, el DT académico "Toto "Lorenzo, enterado del acontecimiento, mandó a desenterrar todos los gatos que encontraran en el terreno de juego. Únicamente aparecieron seis cuerpos; es por ello que mandó a enterrar seis sapos para atraer la buena suerte, pero no hubo caso.[9]

Estas desgracias deportivas despertaron en los simpatizantes la idea de que ellos mismos eran hinchas de la hinchada. Esto quiere decir que no iban a alentar a Racing para que ganase; más bien, lo hacían por el amor que le tenían al club.[10] Al contrario con sus pares de Independiente, cuya idiosincrasia popular era la del Paladar Negro, en donde disfrutaban el alto nivel de juego de su equipo. Esto despertó admiración y descontento por parte de los demás equipos.

En 1975, Racing pierde 0 a 10 contra Rosario Central. Por una huelga de futbolistas, disputaron el partido con jugadores de la octava y novena división (chicos de 13 y 14 años sin experiencia profesional). También en dicho encuentro se produce el erróneo récord de la menor cantidad de entradas vendidas en el fútbol argentino (5), aunque lo que sucedió realmente fue que el partido primeramente iba a ser suspendido, pero por pedido del cuadro rosarino se dio marcha atrás con dicha decisión. Finalmente se disputó el encuentro y dejaron ingresar ambas hinchadas gratis por la desorganización, a pesar de que ya se habían vendido escuetas entradas. Es decir que si bien se vendieron 5 entradas, el encuentro tuvo una gran cantidad de espectadores que no abonaron las mismas por cortesía ante la pésima organización.[11]

En 1983, tras la implementación de los promedios en el fútbol argentino, Racing sufría por primera vez el descenso a la "B". El partido fue ante su homónimo de Córdoba, y sería una victoria 4 a 3 para los visitantes. En el final se produjeron algunos incidentes en el sector de la popular del estadio.[12]

Por estos años, el líder de la barra fue Alberto, conocido como el cabezón o el cordobés. Durante esa época, también existieron referentes de la vieja escuela: Cacho de Ciudadela, El Loco Jorge Pantera y Dardo, quienes fueron algunos de los más emblemáticos del club. [13]

Recibimiento de Racing en el Estadio Monumental, en la final del campeonato de segunda división 1985.

Hinchada de Racing en la final de la Supercopa Sudamericana de 1988

Después de un intento de regresar a Primera frente a Gimnasia (LP), el club volvería a la máxima categoría contra Atlanta en 1985, convocando 75.000 personas en El Monumental. Más adelante la hinchada se mostraría agradecida con sus jugadores y llevaría hinchas al Obelisco.[14] En 1988, recibiría a su equipo en el Cilindro en la final de la Supercopa. En el partido de vuelta llevaría a su gente al Mineirão de Brasil y se convertiría en el primer club argentino en dar la vuelta olímpica en dicho país.

En abril de 1990 se hacen sus primeras apariciones los Racing Stones, un grupo dentro de la hinchada que compartían el gusto por la banda británica The Rolling Stones.[15]Un año después, en 1991, se funda la barra del 95, cuyo nombre hace alusión a la línea 95 de colectivos del Gran Buenos Aires. Estos últimos crearon la primer bandera con una frase, la cual era «Racing y vino para todo el pueblo argentino».[16]

En 1997 se estrena una bandera contra River Plate en un partido clave de los octavos de final de la Copa Libertadores. Es un trapo celeste y blanco, que tiene escrito en el centro la frase: «más allá de la lógica, más allá de la razón, te entrego mi vida y mi corazón». Mide 145 metros de ancho y 40 de alto, y por aquellos años, se la conoció como la «bandera más grande del mundo».

En los años posteriores, malas gestiones y administraciones generarían deudas en la institución. El 14 de febrero de 1998, los hinchas prepararan una misa desde la catedral hasta el estadio, a cargo del capellán José Della Barca, quien bendijo a los simpatizantes y arcos del Cilindro. Esto se hizo con el fin de quitar el maleficio de Racing, aunque el capellán no era un académico; él era un confeso hincha de Boca.[17]

La Guardia Imperial, con su líder Juan «Tano» Scardillo en la década de 1990

A los pocos meses de haber asumido, el presidente Daniel Lalín pide ante la justicia la quiebra del club. El 14 de julio de 1998, el juez Enrique Gorostegui acepta el pedido y designó a Liliana Ripoll, contadora, como la síndico a cargo.

El 4 de marzo de 1999, un comunicado oficial de la síndico Liliana Ripoll expone en un discurso falaz e incoherente que "El Racing Club había dejado de existir". Tras esto, se realizaron marchas multitudinarias en el Congreso, Plaza de Mayo (frente a la Casa Rosada), el Obelisco y la principal sede anexada en Avellaneda, en la calle Mitre 934.

Un día después de que el síndico Francisco Pérez Díaz solicitara el cierre completo del club, y que la CFALP clausurara todas las actividades y liquidase los bienes del mismo, el presidente Lalín en medio de un discurso público frente a la hinchada de Racing, sería atacado por un redoblante lo cual le produjo un corte y una rotura en sus anteojos.[18]

El presidente de la AFA por aquel entonces, Julio Grondona, reconocido hincha de Independiente,[19] hizo aprobar un proyecto para salvar a Racing que consistía en que el club emita bonos respaldados por la misma AFA para pagarle a los acreedores, y que consiga dinero con una posible venta de la sede de Villa del Parque. Lo concreto es que se decidió postergar cada uno de los compromisos válidos por ese torneo hasta que se solucionara el asunto y por el tiempo que fuera necesario.[20]

El 7 de marzo de 1999, fecha en la que estaba pactado el compromiso entre contra Talleres en el estadio Presidente Perón, más de 30 000 simpatizantes académicos colmaron las tribunas a pesar de que el encuentro se había postergado, llevando más gente que en las canchas donde sí se jugó la fecha. A partir de ahí, todos los 7 de marzo posteriores fueron bautizados como el «día del hincha de Racing».[21] El 14 de marzo, Racing fue habilitado para jugar nuevamente ante Rosario Central, y la hinchada de académica movilizaría una histórica caravana al Gigante de Arroyito.

Placa conmemorativa al hincha por defender al club de la quiebra (1999).

El juez Enrique Gorostegui encargado de la quiebra de Racing Club dispuso que la sede de la calle Nogoyá 3045 fuese rematada sobre una base de 2.850.000 dólares.​​ Los martilleros Marcelo Babenco, Ricardo Seoane, Horacio Mooney y Horacio Napolitano más la secretaria del juzgado, María Cristina de la Fuente fueron designados para la tarea..[22][23] El 12 de agosto de 1999 socios e hinchas de Racing tomaron la sede de Villa del Parque para impedir el remate judicial que estaba dispuesto para ese mismo día.[24] Un núcleo significativo de la Guardia Imperial bloqueó las entradas para evitar el ingreso del personal policial y judicial.[25] Horas después, el juez suspendió el remate.

El 8 de septiembre de 1999, Racing Club recuperó un terreno abandonado cercano al estadio, al cual luego de acondicionarlo lo nombró Predio Tita Mattiussi en honor a una emblemática hincha que fue pensionaría de las divisiones juveniles El 9 de julio de 2000, se inauguró oficialmente. Actualmente allí se entrenan las divisiones inferiores del club. Cabe mencionar que es el primer y único predio en el mundo construido y administrado por sus propios hinchas.[26]

En el año 2000, Racing comienza a ser gerenciado por Blanquiceleste de la mano de Fernando Marín, un empresario cuyo proyecto se basaba en sanear las finanzas del club y pagar todas las deudas en un plazo de 10 años. En el campeonato 2000-01, la Academia se salva milagrosamente de disputar la promoción, tras hacer la peor campaña en su historia. Para ese entonces, la presión de los hinchas se hacía sentir de distintas formas. La barra académica tenía fuertes tensiones con Independiente, su máximo rival, y entre ambos clubes se cometieron distintos crímenes durante esos años.[27]

En el Apertura 2001, Racing se consagra campeón con "Mostaza" Merlo como técnico, quien se encargó de eliminar la «mufa» con la que cargaba el equipo.[28] Este campeonato fue especial para los hinchas de Racing, debido a que hubo caravanas, movidas, recibimientos y convocatorias históricas para alentar al club.[29] En medio de una crisis política en Argentina, los hinchas de Racing mantenían intacta su ilusión. El 27 de diciembre, el equipo definía el campeonato de visitante en el José Amalfitani y la hinchada de Racing, además de tomar los boletos a Liniers, llenaron el Cilindro de Avellaneda. Aquel día, los hinchas de Racing ganaron el récord de ser la única hinchada en llenar dos canchas un mismo día.[30]

La hinchada de Racing Club en un partido contra River Plate en 2006

Los años posteriores al Apertura 2001 no mejorarían. La gente ya se había puesto disconforme con el manejo que Blanquiceleste tenía con el club. Es por ello que se produjeron numerosas protestas en la oficina de la gerenciadora, y algunas de ellas terminaron en incidentes y detenciones por intervención de la policía.[31] En el año 2006 asume la presidencia de la gerenciadora Fernando de Tomaso. Durante los años 2007 y 2008 los hinchas, socios, agrupaciones y la llamada mesa de enlace realizan marchas multitudinarias en contra del gerenciamiento.[32] El interventor pide ante la justicia la suspensión del mismo. Esto se hace, pero la gerenciadora debe seguir cumpliendo sus obligaciones hasta fin de la temporada y luego sí terminar con él.[33]

La N.°1 cuando se jugaba la promoción 2008

Además de la situación deportiva, los barras bravas durante esos años mantuvieron distintas luchas entre facciones internas por ver quién tomaba el poder en la tribuna. Sumado a eso, protagonizaron distintas luchas con diferentes hinchadas y fueron partícipes de numerosos incidentes y actos violentos en los famosos clásicos, en una época en donde seguía existiendo el público visitante.[34][27][35] Desde la detención de Héctor Heredia en 2002, ha habido peleas por la toma del poder en la barra. Desde entonces, la barra estuvo comandada por Fabián Heredia, alias Jaimito. Hubo numerosos enfrentamientos entre las distintas facciones que comandaban en ese entonces (LGI, La Barra del Morro y los Racing Stones). Por aquellos años, entre hinchas comunes de Racing hubo combates muy duros, que desencadenaron persecuciones y heridas de arma.[36]

En 2004, quienes ganarían la disputa por el poder sería la facción Dock Sud, comandada por la familia Escobar.​ Alguna de las primeras cosas que hicieron, en 2008, fue quemar una bandera recurrente en el estadio, con la foto de Néstor Kirchner y el logo de la Guardia Imperial, como un acto de rebeldía.​[36]

En el Clausura 2008 Racing termina último. Debido a los malos resultados de los últimos años, se vio obligado a jugar la promoción por la permanencia en la Primera División contra el Belgrano. El primer partido se jugó el 25 de junio en el Chateau Carreras. Con más de 50 000 hinchas de Racing, termina empatado 1 a 1. El segundo, jugado el 29 de junio en el Cilindro, Racing vence por 1 a 0, logrando mantener la categoría por un global de 2-1. Cabe resaltar, que este resultado conseguido en la vuelta, se hizo ante la mirada de una gran multitud académica, que colmo el estadio.

Hinchas de Racing en un encuentro frente a Estudiantes de La Plata

Foto de la Guardia Imperial en un encuentro frente a Estudiantes de La Plata desde la platea E.

El 7 de julio de 2008 se le rescinde el contrato de gerenciamiento de Blanquiceleste y horas después la justicia la declara en quiebra, siendo reemplazado por la comisión directiva, elegida por los socios del club.[37]

En el Apertura 2010, la barra saca a relucir su segunda bandera más grande del mundo en un partido contra All Boys. Ese mismo torneo, la última fecha la disputó contra Vélez, quien tenía la chance de dar la vuelta olímpica en el Cilindro. La hinchada racinguista, aquel día, gritó los goles de Estudiantes (LP), los cuales evitaron que el fortín se consagrara campeón.[38][39] En el Clausura 2011, la última fecha del torneo fue nuevamente ante Vélez, pero en el José Amalfitani. Racing movió su hinchada a Liniers, y lanzó bengalas[40] armando una fiesta en la consagración del Fortín.

A pesar de los malos resultados en estas temporadas, la hinchada de Racing se mantuvo fiel a su equipo. La Consultora «PRULI» de Brasil, en 2013, realizó un estudio sobre los equipos que más convocan en el mundo. Racing Club se ubicó en la posición 97.º, detrás de Boca Juniors (77.º) y de River Plate (70.º). Estos fueron los únicos 3 equipos de Argentina que llegaron al top 100.

El 24 de enero de 2013 ocurre un hecho delictivo entre un grupo de barras y un periodista partidario. En la sede social de Villa del Parque, un grupo de barras bravas disidentes al grupo del «Huevo» Escobar asesina a un periodista partidario de nombre Nicolás Pacheco Gómez.[41] Se lo encontró muerto en la pileta de natación del anexo.[42] Los médicos forenses descartaron la idea de un accidente.[43] Años más tarde se condenarían a 12 años de prisión a los barras bravas Enrique Rulet, Aníbal Domínguez Butler y Juan Carlos Rodríguez.[44][45][46]

Pancarta puesta por la hinchada de Racing con una «burla» a Independiente en 2011

En 2013, Independiente pasaba por un momento crítico, estando a instancias de descender a la segunda categoría. En un partido entre Racing y Quilmes que podía perjudicar a los rojos, algunos hinchas declararon en vivo que «preferían perder para que el Rojo se vaya a la "B"».[47] En ese encuentro, se señaló a Racing de «ir para atrás», lo cual fue desmentido por los jugadores años más tarde.[48][49]

Dicho y hecho, el 15 de junio terminaría descendiendo a la "B" y la hinchada de Racing festejó esta desgracia del rival en un partido contra Unión, correspondiente a la última fecha del Torneo Final 2013: utilizaron humo y globos negros, tocaron la marcha fúnebre y se disfrazaron del Fantasma de la B.[50] Estas «chicanas» y burlas le valieron a Racing una sanción en el Torneo Inicial 2013,[51] campeonato en el que Racing terminó último, con numerosas renuncias de directivos, dirigentes y el mismo presidente.

Jugadores de Racing Club festejan con la hinchada la Superliga 2018-19. Foto sacada desde la Platea A del estadio.

En 2014 el clima en Racing era muy tenso. Desde la primera fecha, aparecieron en el Cilindro pasacalles que apuntaban contra Cocca y algunos referentes del plantel como Saja.​ El entrenador, fechas antes del clásico de Avellaneda (con un Independiente ya ascendido), declaró que prefería «perder el clásico, pero pelear el campeonato».​ Estas declaraciones no serían bien recibidas, en especial porque Racing perdió dicho encuentro..[52] Estas declaraciones no serían bien recibidas, en especial porque Racing perdió dicho encuentro. La vuelta de Diego Milito a Racing, después de estar largas temporadas en Europa, trajo un cambio de paradigma. Por aquellos años era común presagiar que a Racing le ocurrirían desgracias en los minutos finales de los partidos. Es por ello que un grupo de socios crearon un movimiento denominado «Racing Positivo», destinado a volver a creer en los jugadores, y pensar como un equipo ganador y grande.[53][54] Luego de una larga lucha y ganarle un partido a River (quien vendría siendo el líder del torneo), Racing se consagra campeón luego de 13 años de espera en un partido contra Godoy Cruz, ante la mirada de 60.000 espectadores.[55]

En 2015, Racing vuelve a participar de la Copa Libertadores, llegando hasta cuartos de final, cayendo con Guaraní. A pesar de ello, los hinchas ovacionaron y aplaudieron al equipo por el esfuerzo.[56] El 21 de mayo de 2016 se retiró Diego Milito, y los simpatizantes crearon una gran bandera con su cara, en honor a los aportes que realizó en la institución.[57]

El 12 de marzo de 2017 se juega por última vez en el Cilindro de Avellaneda, un encuentro con dos hinchadas argentinas, tras los incidentes provocados por los 3000 hinchas granates.[58]

En 2018 la Agencia de Prevención en Violencia en el Deporte denunció que la barra oficial era una organización delictiva encargada de transportar ganancias de sus contactos. Sumado a eso, la barra había apretado al periodista partidario Sebastián Acosta, ex miembro de los Racing Stones, a través de «Majin Buu» Otero, detenido en diciembre de 2022.​ Raúl Escobar, alias «el Huevo», anunció que dejaría de ir a la cancha en 2019, después de que le fuese aplicado el derecho de admisión. Es por eso que le siguió en el cargo José y Facundo Repetto —este último empleado municipal de Avellaneda, sobrino de José.[59]

En 2019, Racing se consagra campeón de la Superliga Argentina (posteriormente lo haría también en el Trofeo de Campeones). En agosto de ese mismo año el equipo sufre una goleada 6 a 1 de local contra River, pero entre algunas cosas que se resaltaron del partido, fue la incondicionalidad de los hinchas, quienes siguieron alentando a su equipo a pesar de recibir esta dura derrota. El DT del rival, Marcelo Gallardo, mostró respeto ante este acto de lealtad.[60]

El 9 de febrero de 2020 Racing le gana un histórico clásico a Independiente con dos jugadores menos en cancha, y por lo menos 50.000 hinchas tomaron un rol importante para mantener la serenidad del equipo.[61] En ese mismo año, se pausarían momentáneamente los partidos y el público no asistiría más a los estadios por medidas de prevención contra el COVID-19.

La Guardia Imperial en un partido contra River Plate por el Campeonato de Primera División 2022 desde la Platea A.

La hinchada de Racing Club en un partido contra Flamengo por la Copa Libertadores 2023 desde la Platea B.

Recibimiento en un partido por los cuartos de final de Copa Libertadores 2023 contra Boca Juniors desde la Platea E.

Hinchada de Racing en la popular visitante del estadio Tomás Ducó, en un encuentro ante Tigre por el Trofeo de Campeones 2022 desde la tribuna Alcorta.

El primer partido en el que los hinchas volvieron a concurrir al estadio, fue el 3 de octubre de 2021, frente a Estudiantes (LP), en donde se escucharon insultos a la dirigencia y a la comisión directiva de Víctor Blanco.[62] La reaparición del público, valió para despedir al gran ídolo Lisandro López el último partido de la temporada.[63] Para este entonces, un grupo conocido como «Los Pibes de Racing», la facción de Villa Corina, comandada por Leandro Paredes y Matías Alfonzo «Cara de Paty», ya había tomado el poder en la tribuna.[64] Poseían apoyo político, de la dirigencia del club y policial.[65] Los antiguos barras condenados por el crimen de Nicolás Pacheco eran parte de eta facción disidente. Es por ello que con apoyo político lograron escapar de prisión.[66] Sumado a eso, en la comisión estaba Adrián Fernández, conocido también como el "Oso", fundador de la facción de los Racing Stones. Aquel año fue despedido, después de que se viralizaran audios suyos que arremetían contra Diego Milito y Maximiliano Morález.[67]

En 2022, apareció una bandera colgada que llevaba la firma del Negro Ramos, un desprendimiento de la antigua Guardia Imperial que quiso el retorno y que denunciaba insólitamente que la hinchada permite el ingreso de otros violentos pertenecientes a otros equipos.​ El nombre elegido fue en honor a Andrés Améndola.​[68] Muchos de los miembros de este desprendimiento eran pertenecientes a Dock Sud.

Después de numerosos partidos, donde la hinchada acompañó al equipo tanto de local como en sede neutral, Racing se consagró campeón del Trofeo de Campeones en San Luis tras derrotar a Boca en la final, desquitándose tras una polémica definición del campeonato ocurrida días atrás. En 2023 se consagra campeón nuevamente ante Boca en la final de la Supercopa Internacional, llevada a cabo en Abu Dabi. En aquel partido, la barra brava viajó en avión a tierras árabes.[69]

En 2023, los líderes de la barra oficial Leandro Paredes y Matías Alfonzo se separan y este último comenzó a formar parte de una nueva barra disidente.​ Los hinchas a través de las redes sociales evitan que un partido no se jugara por pelea entre estas dos facciones en el predio Tita Mattiussi. El 1 de abril, después de la detención de los barras, la re programación del horario del partido y un intento de enfrentamiento en medio del juego, se comenzaron a escuchar en el estadio silbidos y cánticos que entonaban «Racing es de los socios» por parte de hinchas comunes".

El 15 de junio de 2023, Racing consigue alcanzar los 90 000 socios, logrando la máxima cantidad de asociados de su historia.​[70]

En la Copa Libertadores 2023, la hinchada de Racing comenzó a idealizar nuevamente en el paradigma del Racing Positivo.[71] El club recibiría una sanción en un duelo contra Flamengo en un partido por fase de grupos después de gestos racistas por parte de un hincha.[72] En las fases eliminatorias un grupo organizado de hinchas preparan recibimientos con papelitos y globos. [73]

El 30 de septiembre, en una edición del clásico de Avellaneda y con un Racing afuera de todo, los hinchas comunes insultan al director técnico Fernando Gago tras la dura derrota que sufrió el equipo albiceleste, provocando así que este mismo renunciara. [74] Así mismo, esta actitud de la hinchada demostró un cambio de paradigma dentro del club, en donde los resultados en partidos decisivos son importantes.[75] La hinchada de Racing se volvió más exigente con sus jugadores y dirigentes.[76]