Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Kenia

Bienes culturales y naturales

Kenia cuenta actualmente con los siguientes lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco:

Parque Nacional/Bosque Natural del Monte Kenia
Bien natural inscrito en 1997, extensión en 2013.
Localización: Provincia Oriental y Provincia Central
El Monte Kenia (5.199 metros) es la segunda cima del continente africano. Es un volcán extinto que se elevaba a 6.500 metros de altitud en su periodo de actividad (3,1 a 2,6 millones de años antes de nuestra era). Esta montaña conserva vestigios de 12 glaciares en rápida regresión y cuenta con cuatro picos secundarios que dominan valles glaciares en forma de U. Sus accidentadas cimas coronadas por casquetes de hielo y sus boscosas laderas componen uno de los paisajes más impresionantes del África Oriental. Además, su flora afroalpina ejemplifica notablemente los procesos ecológicos de la región. (UNESCO/BPI)[1]
Parques nacionales del Lago Turkana
Bien natural inscrito en 1997, extensión en 2001. En peligro desde 2018.
Localización: Provincia del Rift Valley y Provincia Oriental
El lago Turkana es el más salino de los grandes lagos de África y constituye un laboratorio excepcional para el estudio de diferentes comunidades de plantas y animales. Formado por tres parques nacionales, este sitio sirve de etapa a las aves acuáticas migratorias y es un área de reproducción importante para especies como el cocodrilo del Nilo, el hipopótamo y diversas serpientes venenosas. Los yacimientos fosilíferos de Koobi Fora –donde se conservan numerosos restos de mamíferos, moluscos y otras especies– han contribuido más al conocimiento de los paleoambientes que ningún otro sitio análogo del continente africano. (UNESCO/BPI)[2]
Antigua ciudad de Lamu
Bien cultural inscrito en 2001.
Localización: Provincia Costera
La ciudad vieja de Lamu no sólo es el más antiguo y el mejor conservado de los lugares de poblamiento swahilíes del África Oriental, sino que además ha conservado sus funciones tradicionales. Construida con roca de coral y madera de mangle, la ciudad se caracteriza por la simplicidad de sus formas estructurales, enriquecidas por elementos como patios interiores, galerías y puertas de madera primorosamente esculpidas. Sede de grandes celebraciones religiosas desde el siglo XIX, Lamu se ha convertido en un centro importante de estudio de la cultura islámica y la swahili. (UNESCO/BPI)[3]
Bosques sagrados de kayas de los Mijikenda
Bien cultural inscrito en 2008.
Localización: Provincia Costera
El sitio inscrito consta de 11 sitios independientes diseminados a lo largo de 200 km de costa. Muy ricos en vegetación, contienen los vestigios de numerosos pueblos fortificados, conocidos como kayas, del pueblo Mijikenda. Los kayas, creados en el siglo XVI pero abandonados en los años 1940, se consideran ahora morada de los ancestros y son venerados como sitios sagrados por parte de los consejos de ancianos. El sitio se inscribe como un testimonio único de una tradición cultural y su relación directa con una tradición todavía viva. (UNESCO/BPI)[4]
Fuerte Jesús, Mombasa
Bien cultural inscrito en 2011.
Localización: Mombasa
El Fuerte Jesús, construido por los portugueses entre 1593 y 1596 según los planos de Giovanni Battista Cairati para proteger el puerto de Mombasa, es uno de los ejemplos más sobresalientes y mejor preservados de fortificación militar portuguesa y un hito en la historia de este tipo de construcciones. El diseño y la forma del Fuerte reflejan el ideal renacentista según el cual las proporciones perfectas y la armonía geométrica se encuentran en el cuerpo humano. El sitio cubre una superficie de 2,36 hectáreas e incluye el foso del puerto y sus inmediatos alrededores. (UNESCO/BPI)[5]
Sistema de lagos de Kenia en el Gran Valle del Rift
Bien natural inscrito en 2011.
Localización: Valle del Rift
Situado en la provincia keniana del Valle del Rift, totaliza una superficie de 32.034 hectáreas y comprende tres lagos poco profundos comunicados entre sí: el lago Bogoria, el Nakuru y el Elementaita. El sitio alberga 13 especies de aves amenazadas de extinción a nivel mundial y la diversidad de sus especies de pájaros es una de las mayores del planeta. Además, es el lugar más importante del mundo para la alimentación del flamenco enano y una zona importante para la nidificación y cría del gran pelícano blanco. También se encuentran en la zona poblaciones considerables de algunas especies de mamíferos como el rinoceronte negro, la jirafa de Rothschild, el gran kudú, el león, la onza y el licaón. El sitio es también valioso para el estudio de procesos ecológicos de gran importancia. (UNESCO/BPI)[6]
Sitio arqueológico de Thimlich Ohinga
Bien cultural inscrito en 2018.
Localización: Provincia Occidental
Situado en la región del lago Victoria, al nordeste de la ciudad de Migori, este sitio contiene los vestigios de un asentamiento humano fortificado que fue construido con piedras sin labrar y unidas sin mortero, a principios del siglo XVI probablemente. Las construcciones parecen haber servido para garantizar la seguridad de la población y del ganado, así como para determinar las diferentes unidades sociales y relaciones socioeconómicas vinculadas a sociedades basadas en el linaje. Thimlich Ohinga no sólo es el recinto de este tipo más vasto y mejor conservado de todos los existentes, sino que además constituye un ejemplo excepcional de las construcciones tradicionales compactas con piedra seca realizadas desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XX por las primeras comunidades pastorales asentadas en la cuenca del lago Victoria. [7]
Localización del Patrimonio de la Humanidad en Kenia

Lista indicativa

La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Kenia,[8] cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 12 de febrero de 2010, ha presentado los siguientes sitios:

Ciudad vieja de Mombasa

Bien cultural

Propuesto en 1997

Parque nacional Lago Nakuru

Bien natural

Propuesto en 1999

Lago Naivasha

Bien natural 4 Propuesto en 1999

Reserva Nacional del Lago Bogoria

Bien natural

Propuesto en 1999

Ciudad histórica de Gede

Bien cultural

Propuesto en 2010

El conjunto de islas Mfangano-Rusinga

Bien cultural

Propuesto en 2010

El Gran Valle del Rift africano - El sistema de irrigación por surcos de la escarpadura Marakwet

Bien cultural

Propuesto en 2010

El Gran Valle del Rift africano - Sitio prehistórico de Olorgesailie

Bien mixto

Propuesto en 2010

El Gran Valle del Rift africano - Parque nacional de Hell's Gate

Bien natural

Propuesto en 2010

El Gran Valle del Rift africano - Masai Mara

Bien mixto

Propuesto en 2010

Montes Aberdare

Bien natural

Propuesto en 2010

Los bosques del arco costero oriental (Bosque Arabuko-Sokoke y Reserva Nacional de las Colinas Shimba)

Bien natural

Propuesto en 2010

El bosque Kakamega

Bien natural

Propuesto en 2010

Área de conservación Meru

Bien natural

Propuesto en 2010

El conjunto de los bosques y delta del Tana

Bien natural

Propuesto en 2010

Conjunto de los Parques Tsavo y las Colinas Chyulu

Bien natural

Propuesto en 2010

Patrimonio cultural inmaterial

Actualmente Kenia tiene dos elementos inscritos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Tradiciones y prácticas vinculadas a los kayas en los bosques sagrados de los mijikendas
Bien inmaterial inscrito en 2009 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
Los mijikendas son un pueblo integrado por nueve grupos étnicos de habla bantú que viven en los kayas de los bosques situados a lo largo del litoral marítimo de Kenya. La identidad de los mijikendas se manifiesta a través de tradiciones orales y expresiones artísticas vinculadas con los bosques sagrados, que son también un vivero de plantas medicinales valiosas. Los códigos de ética y sistemas de gobernanza de los mijikendas están constituidos por esas tradiciones y prácticas que comprenden, entre otras, invocaciones religiosas, juramentos, ritos fúnebres, sortilegios, asignaciones de nombres a los recién nacidos, ritos de iniciación, actos de reconciliación, matrimonios y ceremonias de coronación. Los kayas son asentamientos fortificados que forman un espacio cultural indispensable para la expresión de las tradiciones vivas que ponen de relieve la identidad, continuidad y cohesión de las comunidades mijikendas. La explotación de recursos está reglamentada en los kayas por conocimientos y prácticas ancestrales que han contribuido a la conservación de la biodiversidad. El Kambi (Consejo de Ancianos) está encargado de la custodia de los kayas, así como de la salvaguarda de las expresiones culturales vinculadas a estos asentamientos. Actualmente, los mijikendas están abandonando paulatinamente los kayas para instalarse en asentamientos urbanos informales. Las presiones ejercidas sobre los recursos de la tierra, así como la urbanización y las transformaciones sociales, han provocado una rápida regresión de las tradiciones y expresiones culturales vinculadas con los kayas, lo cual hace correr un grave peligro al tejido social y la cohesión de las comunidades mijikendas que veneran estos asentamientos y los consideran elementos representativos de su identidad y símbolos de continuidad. (UNESCO/BPI)[9]
La danza isukuti de las comunidades isukha e idakho del oeste de Kenya
Bien inmaterial inscrito en 2014 sobre la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia.
Ejecutada con ritmo rápido, enérgica y apasionada, la danza “isukuti” es un baile festivo tradicional practicado por las comunidades isukha e idakho del oeste de Kenya, con acompañamiento de tambores y cantos. Instrumento esencial de transmisión de valores culturales y de convivencia armoniosa entre las familias y las comunidades, esta danza acompaña la mayoría de las etapas y momentos importantes de la vida de éstas: nacimientos, ritos de iniciación, matrimonios, funerales, conmemoraciones, inauguraciones, ceremonias religiosas, eventos deportivos y otros tipos de reuniones y actos públicos. La danza debe su nombre a los tambores utilizados para ejecutarla, que siempre se tocan en conjuntos de tres tamaños (grande, mediano y pequeño) y suelen ir acompañados por un cuerno de antílope y sonajas metálicas. La danza la conduce un solista que canta coplas temáticas al ritmo marcado por los tambores y los pasos de los bailarines que forman dos filas separadas: una para los hombres y otra para las mujeres. La transmisión de esta danza y la frecuencia de su práctica están disminuyendo considerablemente. Muchos de sus depositarios son de edad avanzada y no encuentran sucesores a los que puedan transmitir sus conocimientos. La carencia de recursos financieros y de materiales para fabricar los instrumentos musicales y confeccionar los atavíos de los bailarines representa también un obstáculo para la transmisión. Por último, muchos compositores optan por trabajar para géneros musicales más comerciales y una gran parte del público prefiere las diversiones y espectáculos más modernos. (UNESCO/BPI)[10]

Véase también Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Referencias

Enlaces externos

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