Atlácatl

Atlácatl (Cuzcatlán, siglo XVI-San Salvador, 1529) fue el último gobernante Wey taketzani del Señorío de Cuzcatlán y indígena náhua[1] que enfrentó la invasión del conquistador español Pedro de Alvarado; su nombre original Atakat proviene de la lengua náhuat y significa “Ser humano de agua”. Hasta hoy, se mantiene vivo su heroísmo en la tradición oral.

Atlácatl

Busto del líder indígena Atlácatl.
Información personal
Nombre de nacimiento Atakat
Nacimiento Siglo XVI
Señorío de Cuzcatlán
Fallecimiento 1529
San Salvador
Causa de muerte Horca
Residencia Señorío de Cuzcatlán
Nacionalidad Nahua
Lengua materna Náhuat
Familia
Padres probablemente Tunaltut
Hijos probablemente Atunal
Información profesional
Ocupación General y Wey taketzani (gobernante) del Señorio de Cuscatlán
Años activo Siglo XVI
Predecesor Tunaltut
Sucesor -

Biografía

Origen

El indígena náhua Atakat era originario de Cuzcatlán (hoy Antiguo Cuscatlán); y dirigía gran parte de lo que conocemos en la actualidad como el occidente y centro de El Salvador, siendo el Wey taketzani o takateku (título del gobernante) del Señorio de Cuscatlán, título de Gobernante de dicho territorio.

Probablemente sería hijo de Tunaltut, gobernante náhua mencionado por Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán en su Recordación Florida; y probablemente uno de sus hijos sería Atonal, que fue un guerrero que tenía el título de Taketzanipiltzin (príncipe) que fallecería en 1524 luego de las batallas de Acaxual y Tacuzcalco.

La conquista y fallecimiento

Según la segunda carta de relación de Pedro de Alvarado, cuando él y su ejército llegaron a Atehuan (hoy cantón Ateos) recibió un mensaje del gobernante de Cuzcatlán en el cual aceptaba su rendición.[2]

Cuando Alvarado arribó a la ciudad, según su carta de relación, encontraría a todo el pueblo alzado qué paulatinamente se retiraría a las montañas. Sin embargo según lo escrito por Fray Bartolomé de las Casas, al llegar Alvarado solicitó a los pobladores de la ciudad a que le trajesen, a lo que los indígenas le dieron hachuelas de cobre (qué tenían un poco de oro), al darse cuenta de eso Alvarado mandó a esclavizar y marcar a los indígenas de la localidad, por lo que el gobernante y sus ciudadanos se movieron a las montañas.[2]

Alvarado enviaría una carta al gobernante cuzcatleco para pedir que se rindiera, sin embargo el nativo contestaría: «Si quieres nuestras armas ven a traerlas a las montañas».[2]

Furioso, el conquistador atacó muchas montañas en las cuales murieron muchos caballos, españoles e indígenas auxiliares, partiendo del señorío de Cuzcatlán el 4 de julio de 1524.[2]

En 1525 se fundaría la villa española de San Salvador, que sería atacada y abandonada al año siguiente; más adelante, dicha villa sería refundada el 1 de abril de 1528, en ese momento el Señorío de Cuzcatlán sería completamente conquistado y poco tiempo después se daría la batalla del Peñón de Cinacantan (qué sería la última gran batalla de los nativos). No se sabe cual fue el accionar del gobernante cuzcatleco en esos momentos, probablemente en algún momento fue derrotado y ahorcado. Según Bartolomé de las Casas, él vio herrado (esclavizado y marcado) al hijo del gobernante cuzcatleco.[2]

Dudas acerca del nombre

De acuerdo al historiador Jorge Lardé y Larín, el año 1855 el abate Charles Étienne Brasseur de Bourbourg efectuó la traducción del idioma cakchiquel al francés de un manuscrito al que llamó Memorial de Tecpán - Atitlán, e hizo una transcripción del numeral 150 del texto donde consignó que «Pedro de Alvarado arribó a Cuscatlán y dio muerte a Atlácatl y a los señores de su corte». Este escrito sería reproducido por otros autores en los años siguientes como Juan Gavarrete en el Boletín de la Sociedad Económica de Guatemala (1873); Daniel G. Brinton en The Annals of the Cakchiqueles (1885) y Georges Raynaud en Les Manuscrits précolombiens (1893). Asimismo, autores salvadoreños retomaron esta versión, entre ellos Carlos Arturo Imendia (1903) y Juan José Laínez (1905).[3]

Recién en el año 1948 el guatemalteco Adrián Recinos realizó una traducción directa del cakchiquel al castellano del documento, el cual tituló Memorial de Sololá. Tradujo el antedicho numeral 150 de la manera siguiente: «Veinticinco días después de haber llegado a la ciudad (de Iximchée o Tecapán - Guatemala) partió Tonatiuh (Pedro de Alvarado) para Cuzcatan, destruyendo de paso a Atacat (o Escuintla). El día 2 Queh (el 9 de mayo de 1524) los castellanos mataron a los de Atacat (o Escuintla)...».[2]

De acuerdo con esta traducción, Atacat, Atágat o Atlácatl era el nombre dado por los cakchiqueles a la región mayoritariamente yaqui (náhua o pipil) de la actual Escuintla (denominada en fuentes contemporáneas como Isquintepeque) y no el nombre de un soberano como había estipulado Bourbourg.[3][2]

El busto de Atlácatl

Uno de los ejemplos más relevantes es la obra del escultor salvadoreño Valentín Estrada,[4] quien trata de plastificar en bronce la figura del Atlácatl estatua que llegó a El Salvador en 1928 desde España. En el parque Atonal ubicado en el corazón de la colonia Atlácatl, del municipio de San Salvador, se encuentra la escultura de bronce con 2.20 metros de alto, del emblemático Indígena.

Referencias

  1. «Atlacatl».
  2. Larde y Larín, Jorge (1983). El Salvador: Descubrimiento, Conquista y Colonización. Concultura.
  3. Jorge Lardé y Larín: El Salvador: descubrimiento, conquista y colonización. pp. 74- 75. ISBN 99923-0-052-3
  4. «Atlácatl».

Enlaces externos

Véase también

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