Señorío de Cuzcatlán
El Señorío de Cuzcatlán[nota 1] (en idioma náhuat: Kuskatan) fue una nación nahua en su mayoría pipil del Período Posclásico tardío de la época prehispánica; que estaba fundamentada en lo que se conoce como régimen Zuyuano, que era una estructura ideológica que sustentaba a los gobiernos de ese período, basado en que los altos cargos de gobierno fueron conferido por Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl en Tollan (a quien también mitológicamente se le considera el fundador de Cuscatlán en su exilio). Su territorio abarcaba la mayor parte de la zona occidental y central de El Salvador, cubriendo un territorio de aproximadamente 10 000 km².[1][2]
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Capital | Cuzcatlán 13°40′N 89°14′O | ||||
Idioma principal | Nawat | ||||
Otros idiomas | Pocomam y lenguas xincas | ||||
Gobierno | Monarquía tributaria | ||||
Takatéku o Wey taketzani | véase lista | ||||
Historia | |||||
• Fundación | ~1200 | ||||
• Conquista | 1528 | ||||
Superficie | |||||
• 1520 | 10 000 km² | ||||
Población | |||||
• 1520 est. | 200 000 | ||||
Densidad | 20 hab./km² |
Estaba dividido en 72 provincias tributarias denominadas como kalpishkayu (náhuatl clásico: calpixcayotl 'cosas del calpixqui o mayordomo'), también llamados atepet (náhuatl clásico: altepetl 'cerro de agua') o techantakutun (techan 'pueblo', takutun 'parte', parte de un pueblo; este término es un neologismo utilizado actualmente en el vocabulario nahua para designar a este tipo de entidades así como municipios y entidades similares). Las principales eran: el propio Cuzcatlán (en la actualidad Antiguo Cuscatlán), Izalco (el cual fue dividido a principios de la época colonial en Tecpán Izalco, el actual Izalco, y Caluco Izalco, el presente Caluco), Tacuzcalco (el actual Nahulingo y las ruinas de Tacuzcalco), Cojutepeque, Nonualco (actuales Santiago Nonualco y San Juan Nonualco), Tecoluca y Purulapa (actuales San Martín, San Pedro Perulapán y San Bartolomé Perulapía). De estas Nonualco, Izalco, Cojutepeque y Cuscatlán eran las que tenían más población y pudieron haber sido sedes de un taketzakayu (nahuatl clásico: tlahtohcayotl 'cosas del hablador o tlahtoani, reino o región dominada por un linaje principal') o taltakutun (tal 'tierra', takutun 'parte'), estando las demás provincias repartidas entre estos taketzakayu. Mientras que Purulapa, Tacuzcalco y Tecoluca pudieron ser pendones de guerra o regiones dependientes llamados kwawtaketzakayu (nahuatl clásico cuauhtlatocayotl, otro nombre para estas en náhuatl clásico era tlahuallinalpan) de alguno de los taketzakayu.[3]
Cada provincia tributaria al weytechan (capital o literalmente gran pueblo en nawat) de un taketzakayu era gobernada por un tekutaketzani (náhuat clásico: teuctlahtoani 'señor orador' u 'orador padre') también llamado wey kalpiani (náhuatl clásico: huey calpixqui 'el gran poseedor de casas') que tenían bajo su disposición a los recaudadores o recolectores de tributos llamados kalpiani (náhuat clásico: calpixque 'el que posee casas') o tepiani (náhuat clásico: tepixqui 'el que posee gentes'). Mientras que el gobernante respectivo de la weytechan de un taketzakayu recibía el título de "Taketzani" (náhuatl clásico: tlahtoāni 'el que habla, orador'), de estos el Taketzani de Kuscatan llevaba el título de "Takateku" (náhuatl clásico tlācatecuhtli 'jefe de los hombres') o "Wey Taketzani" (náhuatl clásico Huey Tlahtoani 'gran orador') y era su vez el gobernante de la nación.[3]
El principal motor económico de las provincias era el maíz, el cual era cultivado en la mayoría de las provincias que no estaban en la costa o cerca del lago de Ilopango. Este era seguido por el cultivo de cacao que era cosechado principalmente en las poblaciones ubicadas en los actuales departamentos salvadoreños de Sonsonate y Ahuachapán. Además de Atehuan (la actual Ateos), Ciguateguacan (actual Santa Ana), Chalchuapa y Cinacantan (está última es una población extinta), mientras que la recolección de sal y/o la pesca principalmente de Olominas era el motor económico de las provincias costeras y cercanas del lago de Ilopango.[3][4]
Reconstruir la historia de este Señorío resulta problemático, debido a la inexistencia de manuscritos de los habitantes de la nación en la actualidad, ya que ninguno logró sobrevivir. Por otro lado Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán y Domingo Juarros mencionan en sus escritos un poco de historia de este Señorío, mencionando que originalmente era dominada por los jefes militares en un tipo de república, que luego desembocó en una dictadura en el gobierno de Cuachimichin, quien fue derrocado y sucedido por Tutecotzimit, el cual estableció la monarquía hereditaria y, al parecer, fue sucedido por Pilguanzimit y este probablemente por Tonaltut (de este último no se conoce su relación con los anteriores).[5]
La conquista del Señorío inició en 1524 con la expedición de Pedro de Alvarado, el cual logró llegar a la capital pero no pudo someterla, teniendo que regresar debido a la cercanía del invierno. Un fuerte militar (que es mencionado como la primera villa de San Salvador) sería fundado por Gonzalo de Alvarado en un lugar desconocido de este Señorío en 1525, debido al temor de un intento de conquista por parte de Pedrarias Dávila, pero este fuerte sería abandonado en 1526. La conquista definitiva sucedió en 1528 y, tras su terminación en el mismo año, se fundó la villa de San Salvador en el sitio de ciudad vieja. Tras su fundación, sucedieron algunos levantamientos, siendo el principal el del peñón de Cinacantan que sucedió entre finales de 1528 y principios de 1529. Después del sometimiento de este peñón, el territorio estaba prácticamente conquistado.[6]
Fuentes
Las fuentes para el estudio del Señorío de Cuzcatlán son problemáticas, debido a la falta de manuscritos originales provenientes del mismo Señorío, ya que ninguno sobrevivió hasta la actualidad, pero su existencia en el pasado queda corroborada por los escritos de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, y Domingos Juarros, quienes mencionan haber usado códices nahuas como referencias a la historia de tal etnia que narran en sus respectivos escritos ubicando ambos su narración en el territorio del Señorío.[4]
Debido a la inexistencia de fuentes originales en la actualidad, para reconstruir y estudiar a este señorío, se debe recurrir a manuscritos prehispánicos provenientes de otras naciones mesoamericanas y a escritos de la época colonial, además de las investigaciones científicas realizadas principalmente en lo que respecta a la arqueología.[4][7]
Fuentes provenientes de otras naciones mesoamericanas
El Lienzo de Tlaxcala y los Anales de los Cakchiqueles o Memorial de Sololá son los únicos manuscritos originarios de poblaciones indígenas de Mesoamérica que mencionan a este Señorío. Ambos fueron hechos entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII cuando comenzaba la época colonial.[7]
- Lienzo de Tlaxcala
Muestra imágenes de las batallas que los guerreros tlaxcaltecas libraron junto a Pedro de Alvarado en su intento de conquista de lo que hoy es Guatemala y El Salvador (incluyendo este Señorío). Su importancia radica en que muestra más poblaciones por las que transitó Pedro de Alvarado y que él omite mencionar en su carta de relación a Hernán Cortés. Pero por otro lado, en las escenas los soldados indígenas de Guatemala y de este Señorío son representados de manera tosca como bárbaros o chichimecas, a contrario de como son representados los tlaxcaltecas.[7]
- Anales de los Cakchiqueles o Memorial de Sololá.
Narra la historia de la etnia maya cackchiquel desde sus mitos de la creación hasta la conquista española. En este escrito se menciona el área nahua como Panatacat (conformado por el cakchiquel "pan: lugar de", y el náhuat "atacat: habitantes de la costa marítima"; significando: lugar de los habitantes de la costa marítima)[8] dentro de la cual son mencionados los señoríos de Atacat (pequeño señorío nahua cuyo territorio cubría el centro y oriente del actual departamento guatemalteco de Escuintla. Los nombres de Panatacat y Atacat son similares, pero se observa en el libro que al nombrar a Cuscatan, se omite el nombre de Panatacat, apareciendo Atacat como otro señorío, dando a entender que dentro de Panatacat se incluye a Cuscatan)[9] y este Señorío (siendo este el más importante). El memorial registra el comienzo de una guerra acaecida entre los cakchiqueles contra los señoríos del área de Panatacat.[10] Posteriormente se menciona la expedición conquistadora de Pedro de Alvarado, donde se muestra la importancia de la conquista de este Señorío desde el punto de vista cakchiquel, al nombrar tres veces a Cuzcatan,[9] mencionando a este señorío antes de Atacat (aunque la conquista de este último fue primero)[11] y contar los días desde que Alvarado marchó hacia este señorío al regresar este a Guatemala (en el libro solo se cuentan los días transcurridos de un acontecimiento cuando este es importante).[12]
Fuentes de la época colonial
La principal fuente de información para reconstruir y estudiar a este señorío proviene de los escritos de la época colonial dentro de los cuales se encuentran descripciones geográficas, cartas de relación, crónicas y probanzas de méritos y servicios de diversos autores en los tres siglos y medio en que duro la época colonial.[7]
- Fuentes del siglo XVI
Entre los manuscritos de este siglo que ayudan al estudio de este señorío están aquellos que se refieren sobre la conquista del territorio de esta nación, entre estos figuran: las cartas de relación de Pedro de Alvarado, Bernal Díaz del Castillo, fray Antonio de Remesal y Francisco de Alva Ixtlilxóchitl, la Brevísima relación de la destrucción de las Indias de fray Bartolomé de las Casas, Historia de los indios de Nueva España de fray Toribio de Benavente, el Proceso de residencia contra Pedro de Alvarado, y las probanzas de méritos y servicios de Diego de Usagre, Francisco Castellón, Bartolomé Bermúdez y Miguel Díaz Peñacorba. Todos ellos dan información acerca de la conquista e indicios sobre cómo era el señorío principalmente la segunda carta de relación de Pedro de Alvarado que narra como eran los ejércitos nahuas.[7][3]
Otros documentos del siglo XVI ayudan a reconstruir y estudiar este señorío al describir las poblaciones ubicadas en esta nación y dar información acerca de la sociedad y la cultura, dentro de estos documentos podemos mencionar: la carta de relación del primer obispo de Guatemala Francisco Marroquín en 1532, la tasación de tributos hecha durante el gobierno del capitán general Alonso López de Cerrato, la relación de Diego García de Palacio, la Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre Alonso Ponce por Antonio de Ciudad Real, la relación de Antonio González Lozano, Descripción de la provincia de Guatemala por Juan de Pineda, Historia general y natural de indias por Gonzalo Fernández de Oviedo y los escritos de Bernardino de Sahagún.[7][4]
- Fuentes del siglo XVII y XVIII
En los últimos siglos de la época colonial varios escritores españoles recopilaron información de los autores del siglo XVI, mientras que otros presentan nueva información acerca del señorío a partir de fuentes indígenas ya desaparecidas o a través de los indígenas vivientes en ese tiempo; entre los escritos de estos siglos se pueden mencionar: Monarquía Indiana de fray Juan de Torquemada, las Décadas de Antonio de Herrera, Recordación Florida de Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, Compendio de la historia del reino de Guatemala de Domingo Juarros y Descripción geográfico-moral de la diócesis de Guatemala por el obispo de Guatemala Pedro Cortés y Larraz.[4][3]
Investigaciones y publicaciones históricas, antropológicas y arqueológicas del siglo XIX en adelante
Las investigaciones realizadas sobre el señorío y los náhuas desde el siglo XIX han sido el medio por el cual se han dado conocer y entender las fuentes antedichas y conocer más acerca del señorío al descubrir y analizar los objetos característicos de la cultura de los habitantes y los sitios arqueológicos de la época del señorío. Entre los investigadores e instituciones que han realizado trabajos históricos, antropológicos o arqueológicos relacionados con este señorío podemos mencionar: Santiago Barberena, Jorge Larde y Larín, Rodolfo Barón Castro, Manuel Rubio Sánchez, Pedro Escalante Arce, Paul Amaroli, Marylin Beaudry, Ministerio de Educación de El Salvador, Banco Agrícola, Concultura, Fundar, David Browning, Karen Bruhns, Lyle Campbell, William Fowler, Gregorio Bello Suazo, Francis Gall, Pedro Geoffroy Rivas, Miguel Ángel Espino, Wolfgang Haberland, Biblioteca de Guatemala, Juan López de Velasco, Samuel Lothrop, Leonhard Schultze-Jena, Robert Sharer, Payson Sheets, J. Eric S. Thompson, Franz Termer, entre otros.[4][3]
Etimología
El topónimo náhuat Cuzcatlán fue traducido por fray Francisco Vásquez a inicios del siglo XVIII como Tierra de Preseas.[13] Está compuesto por los elementos cuzcat (que en la ortografía actual del náwat se escribe kuskat significa 'joya', 'preseas' o más precisamente 'collar') y tan (este último un sufijo locativo o de lugar).[14]
Cuzcatlán es la variante del idioma mexica, mientras que Cuzcatán (con el sufijo tan) es el topónimo náhuat (la forma náhuat original sin traducción al español sería Kuskatan); la forma Cuzcatlán (con el sufijo tlan) fue adoptado alrededor de 1800, este cambio que se nota para varios topónimos náhuat del país probablemente se deba al prestigio que gozaba el idioma azteca.[15]
Orígenes e historia
Antecedentes
Los Nahuas arribaron desde el México actual a lo que hoy es El Salvador en varias migraciones durante el Período Posclásico temprano (900-1200) y se asentaron principalmente en el valle de Chalchuapa, la parte superior de la cuenca del río Acelhuate, el valle de Sonsonate, la porción central del país, la región de Metapán del Lago de Guija, la planicie costera alrededor de Acajutla y la Costa del Bálsamo.[16]
Los nahuas trajeron consigo la influencia de la cultura tolteca, la cual se dejó sentir principalmente en la zona occidental y central del territorio salvadoreño dando origen a las Fases Matzin (en la zona occidental) y a la Fase Guazapa (en la zona central y la planicie costera occidental, extendiéndose hasta el sitio Loma China en el departamento de Usulután en la zona oriental).[16] Los sitios nahuas principales para ese entonces fueron Cihuatan, Las Marías (en la zona central), Chalchuapa y Igualtepeque (en la zona occidental).[17][18]
Las investigaciones arqueológicas en los sitio arqueológico Madreselva y Cumbres de Cuscatlán (los cuales se ubican en un sector de la ciudad de Cuzcatán, capital del señorío, específicamente en el área cercana a la laguna de Cuzcatán actualmente seca) muestran que para el período clásico tardío (600-900) el sitio era una aldea grande probablemente tributaria a San Andrés y por lo tanto eran practicantes de la cultura maya local que se veía influenciada principalmente por Copán. Mientras las poblaciones centrales como San Andrés colapsaron al final del clásico tardío, los sitios de Madre Selva y cumbres de Cuscatlán continuaron siendo habitados y no hubo cambios en la cultura de los sitio hasta alrededor del año 1000 cuando ya dentro del posclásico temprano se empiezan a observar una clara influencia de la cultura tolteca producto de la migración de los nahuas tales como: cerámica de los grupos tohil plomiza y nicoya polícroma, navajas de obsidiana verde, entre otras; las cuales están relacionadas principalmente con Cihuatán y otros sitios relacionados con esté que forman parte de la fase Guazapa.[19]
Formación y expansión del Señorío
(Pedro de Alvarado) fue a la provincia de Cuzcatán...que es una tierra felicísima con toda la costa de la mar del Sur, que dura cuarenta y cincuenta leguas; la ciudad de Cuzcatán.. era la cabeza de la provincia... |
En el siglo XIII tras la caída de Tula y de los toltecas se produciría la última migración de grupos nahuas, específicamente de los nonoalcas (grupo de varios linajes nahuas provenientes del estado mexicano de Veracruz o Tula), quienes crearían la cultura que posteriormente sería conocida como pipil; a la vez que probablemente los nahuas paulatinamente se unificaron.[17][21] Asimismo, Cihuatán, Las Marías y las poblaciones tributarias de estos fueron destruidas, quemadas y abandonadas probablemente por un conflicto con otro grupo nahua. En el mismo siglo había una expansión de mayas hablantes de pocomam a los que al parecer los nahuas les permitieron asentarse en su territorio para servir de amortiguador fronterizo, habitando específicamente en las poblaciones de: Ahuachapán, Atiquizaya y Chalchuapa; asimismo había una expansión xinca a los cuales los nahuas les permitieron asentarse en la población de Mopicalco.[17][22][23]
Las evidencias del período posclásico tardío o protohistórico (1200-1524) encontradas por los trabajos arqueológicos en Cumbres de Cuscatlán y Madreselva muestran un aumento en la calidad constructiva. En Cumbres de Cuscatlán se detectaron dos pequeñas plataformas, muros pertenecientes a dos estructuras ubicados en la cercanía del sitio Madreselva y un basurero. Mientras que en Madreselva se encontraron dos grupos de estructuras, el primer grupo una plazuela conformada por tres estructuras de planta rectangular que probablemente fue el centro de un calpulli; en cambio el segundo grupo es una zona ceremonial formada por 4 montículos cuyas dimensiones máximas son 2 m de altura y 20 m de diámetro. Estas estructuras muestran que ambos sitios formaban parte de la capital del señorío.[19][24]
Para los siglos XIV y XV los nahuas iniciaron la expansión de su esfera de influencia más allá del territorio del señorío estableciendo relaciones comerciales con sus vecinos o permitiendo a grupos poblacionales asentarse en territorio de sus vecinos bajo el auspicio del señorío; muestra de ello puede verse en lo escrito por Francisco Ximénez en el siglo XVIII en su libo Historia de la Provincia de San Vicente de Chiapa y Guatemala, en donde menciona que en Sacatepéquez había grupos pocomames que les dijeron que eran originarios del señorío de Cuzcatlán y antes de la llegada de los españoles emigraron porque «ya no cabían en la provincia de Cuscatlán» permitiéndoles los cakchiqueles del linaje de Chajomas (que se habían separado de los cakchiqueles de Iximché) asentarse en su territorio para que no fueran donde los cakchiqueles de Iximché;[25] por otro lado un documento colonial temprano describe a los indígenas de la población hondureña de Naco como «pueblo de indios que vinieron del mar del sur».[26][3][27]
Según Francisco Solano como resultado de la expansión de la esfera de influencia del señorío en Guatemala, las poblaciones xincas principalmente las ubicadas en la costa pacífica entre Escuintla y el territorio salvadoreño se convirtieron en un pueblo servil y sumiso a los nahuas, extendiéndose la influencia de los nahuas en la costa pacífica de Guatemala hasta el actual departamento de Escuintla (la evidencia paleo ambiental muestran que entre los siglos IX y XIV la estabilidad ambiental de esta área se vio afectada por condiciones climáticas y variables que provocó el colapso de las poblaciones del clásico y que las primeras migraciones nahuas ocurridas a inicios del período posclásico que intentaron asentarse en está área emigraran al altiplano guatemalteco y fueron absorbidas por las poblaciones mayas en el transcurso del posclásico temprano, siendo el área prácticamente abandonada a excepción de muy pocas excepciones ubicadas en sitios altos, las condiciones húmedas regresaron entre los siglos XIV y XV, los sitios atribuidos a los nahuas en Escuintla se establecieron entre 200 y 150 años antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI).[28][29][30]
Historia de la Monarquía
En un principio, según Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán y Domingo Juarros, el territorio nahua era gobernado por un Kwawtaketzani (náhuatl clásico: Cuautlatoani 'el que habla como águila, jefe militar') y como segundo en el gobierno había un Siwakúat (segundo en el gobierno y comandante principal del ejército de la nación) ambos eran elegidos por un consejo de 8 miembros llamado Taketzke (náhuat clásico: Tlatoque 'los que hablan, plural de Tlatoani'; era ocupado por personas de las familias principales es decir aquellos que ocupaban el cargo de jefes militares y sacerdotes; este consejo trataba sobre asuntos del gobierno y dentro de él se encontraban 4 tenientes que asistían al Kwawtaketzani en algunas tareas del gobierno), los cargos de Kwawtaketzani y Siwakúat originalmente eran permanentes pero posteriormente se hicieron temporales hasta el siglo XV, cuando (como se mencionó arriba) el territorio nahua estaba en período de expansión lo cual causó preocupación a sus vecinos en la actual Guatemala lo que los llevó a guerra contra los Quichés y Cakchiqueles (estos últimos eran dominados en ese entonces por los quichés en el reino K'iche' de Q'umarkaj) alrededor de las década de 1450s o 1460s durante el gobierno del Ahpop (título del gobernante del señorío quiché con capital en Q'umarkaj) Kiq'ab'; esto a su vez causó que el cargo de gobernante se volviera permanente en el gobierno de Cuachimichin.[5][31][32]
Kwachimichin y Tutekotzimit: fundación de la monarquía hereditaria
Según Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán y Domingo Juarros, el gobierno de Kwachimichin fue muy desfavorable para con el pueblo ya que aumento los impuestos y mandó a matar a algunos varones estimados por el pueblo y a primogénitos de las familias principales (cuyos miembros ocupaban puestos importantes en el gobierno como jefes militares y sacerdotes), razón por la cual el pueblo liderados por personas pertenecientes a las familias principales le dieron golpe de Estado y lo ejecutaron alrededor de las décadas 1460s o 1470s.[5][31][32]
Los mismos autores dichos anteriormente mencionan que tras la ejecución de Kwachimichin se nombró Tutecotzimit (que se escribiría en nawat Tutekutzimit, y que proviene de: tu- 'nuestro', teku 'señor' (conformando estos dos el título de gobernante) y tzimit 'acortamiento de tzitzimit que es el nombre de unas criaturas sobrenaturales y es el nombre propio de este gobernante') como sucesor, este estableció la monarquía hereditaria, redujo los tributos, reformo el sistema de gobierno nombrando entre las personas cercanas a su familia a los 8 miembros del Taketzke y eligiendo a algunos Pilwanzimit (proviene de: pilwan o pilawan 'hijos de' y Tzimit 'nombre de su padre'; significando 'hijos de Tzimit') para ocupar las posiciones más importantes dentro del ejército, siendo nombrado su hijo mayor (probablemente Tonaltut) como su sucesor y como Siwakúat; además se hizo jurar ante el Taketzke como Takateku o Wey Taketzani (gobernante de la nación) e hizo leyes acercas de la sucesión y la justicia.[5][31][32]
Desde 1470 ocurrieron revueltas en el territorio quiché en las cuales se independizaron los cakchiqueles y tzutujiles, este conflicto interno en el reino Kiché dio cierto período de paz al territorio nahua hasta aproximadamente 1485 en que según Juarros y Guzmán el Ahtziquinayha (título del gobernante del señorío tzutujil, cuya capital era Chuitnamit) Voo Caok raptó a unas princesas de la capital quiché, razón por la cual el Ahpop (gobernante quiché) Tekum se alió con los Cachiqueles, gobernados en este entonces por el Ahpop Sotz'il (título del gobernante Cakchiquel, cuya su capital era Iximché) Oxlahuh-Tz'i', y le declaró la guerra a los Tzutujiles, estos se aliaron con los mames y con los nahuas, luego y dentro de la misma guerra los nahuas se enfrentarían contra los Cakchiqueles. Sucediendo esto al comienzo del gobierno de Tutecotzimit.[5][33][34]
Tutecotzimit probablemente falleció en 1501. Guzmán menciona que no pudo evitar que los nahuas fueran presionados por los quichés y cakchiqueles en la guerra después de que estos expulsaran a los pochtecas mexicas (algo de lo que se habla más adelante y que sucedió en 1501), lo cual probablemente significa que Tutekotzimit falleció poco antes o en el momento de la llegada de los pochtecas a los territorios quichés y cakchiqueles; por otro lado Guzmán menciona que los nahuas fueron huyendo a unas barrancas en Tecoluca y si bien Guzmán menciona que se debió al conflicto con los quichés y cakchiqueles, lo más probable es que se tratase de un conflicto con los lencas potones, los cuales probablemente en ese entonces empezaron a expandirse en el territorio nahua. Para 1532 (que es el año en que el obispo Marroquín nos proporciona la información de los encomenderos de la provincia de San Salvador y sus encomiendas) varias poblaciones en Usulután (como Jiquilisco, y el propio Usulután), Chinameca (en el departamento de San Miguel), las poblaciones del departamento de Cabañas (como Sensuntepeque) y las poblaciones del oriente de Chalatenango (como Tepeagualpoton, la actual Jutiapa) tienen nombres nahuas pero todos aparecen como chontales (es decir extranjeros) y en todas ellas se tiene información de que sus habitantes hablaban poton.[5][31][32][35]
Tonaltut: fin de la guerra con los Cakchiqueles
En 1501 el Huey Tlatoani de Tenochtitlán (ciudad principal de la triple alianza azteca y por lo tanto capital del imperio Azteca) Ahuizotl envió una serie de mercaderes o pochtecas a explorar y entablar relaciones con las naciones indígenas de la costa pacífica de Centroamérica. Los exploradores, al parecer, llegaron hasta la actual Nicaragua pasando por lo tanto el territorio del señorío;[36] en Gumarcaah (capital Kiché), Iximché (capital Cakchiquel) y Chiya (capital Tzutujil) los exploradores fueron expulsados, esto según Guzmán y Juarros (ambos confunden a estos exploradores con los enviados por Moctezuma II debido a que consideran los exploradores enviados por Ahuizotl el origen de los pipiles, lo cual no es cierto;[5][31][32] por otro lado ambos autores mencionan que los exploradores al no poder entablar relaciones con los Quichés, Cakchiqueles y Tzutujiles, estos se trasladaron al territorio nahua donde pudieron entablar relaciones comerciales, iniciando de esta forma el intercambio comercial entre aztecas y nahuas)[5][31][32] provocó que tanto los Kichés y Cakchiqueles presionaran más a los Nahuas, los que sufrieron más derrotas y lo que llevó al fin de la guerra.[32]
La guerra con los Cakchiqueles finalizó en 1501 durante el reinado de Tonaltut (su nombre proviene de: tonal 'sol o día' y tut 'acortamiento de tutut que significa pájaro'; siendo su significado completo 'pájaro diurno o solar'; fue el sucesor de Tutekotzimit). Según Juarros y Guzmán, los Cackchiqueles habían conseguido gran ventaja sobre los nahuas y llamó a Tonaltut a terminar con la guerra. Este viendo la declinación de sus soldados y los estragos causados por la guerra en su propio pueblo, aceptó terminar la guerra llegando ambas partes al acuerdo de que los nahuas no podrían apoyar nuevamente a los tzutujiles y que habría perpetua alianza entre los nahuas, quichés y cakchiqueles, lo cual permitiría a los ejércitos y comerciantes quichés y cakchiqueles incursionar dentro del territorio nahua, y en el caso de que no hubiera una sucesión legítima en el territorio nahua, el señor de los cakchiqueles nombraría al sucesor al trono y si se resistían los cakchiqueles les declararían la guerra. Pero por otro lado, los cakchiqueles y quichés ayudarían a los nahuas contra cualquier nación que los atacase.[5][37]
Antes de la guerra los nahuas habían fundado varias poblaciones en territorio guatemalteco,[29] durante la guerra las poblaciones crecieron con la llegado de soldados que se asentaron esas localidades,[32] y tras el fin de la guerra las poblaciones nahuas ubicadas en el actual departamento guatemalteco de Escuintla formaron el señorío de Iscuintepeque con capital en la población homónima (la actual población de Escuintla),[32] y probablemente al mismo tiempo, las poblaciones ubicadas desde la frontera de El Salvador hasta el límite de los municipios de Asunción Mita y Santa Catarina Mita en el departamento guatemalteco de Jutiapa formaron el señorío de Mita (cuya capital homónima tras la conquista fue dividida en Asunción Mita y Santa Catarina Mita). Ambos señoríos tenían poca extensión territorial y sus provincias tendían a tener más autonomía (muestra de ello puede verse en la carta de relación de Pedro de Alvarado, en la cual el conquistador español mencionan que algunas provincias que formaban parte del señorío de Isquintepeque habían llegado a rendirse ante el conquistador cuando este estaba en Iximché, a pesar de que Isquintepeque o Atacat (como es mencionada en el memorial de Sololá, y que significa hombres del agua o de la costa), se los impedía, tras esto, Alvarado les prometió a los señores de las provincias que iría a conquistar Isquintepeque y posteriormente les preguntó a los señores de los cakchiqueles si les parecía bien que en su travesía pasara por esa zona, lo cual aceptaron siendo esto posterior al momento en que los señores de los cakchiqueles le dijeron a Alvarado que sus enemigos eran los Tzutujiles y Panatacat, y después de la conquista de los tzutuhiles y del regreso de Alvarado a Iximché; siendo Cuzcatlán el señorío nahua que querían conquistar tanto los caqchiqueles como Pedro de Alvarado).[38] Siendo el señorío de Cuzcatlán el principal de los señoríos nahuas, el cual al parecer actuaba como protector de los otros señoríos.[32][9]
Caída y fin del Señorío de Cuzcatlán
En 1520 la población del señorío se redujo en un 50 % debido a una epidemia de viruela que afecto a toda el área mesoamericana. El 12 de marzo de 1521 los cakchiqueles iniciaron una guerra contra los nahuas, razón por la cual los cakchiqueles le prestarían 1000 guerreros a Pedro de Alvarado para la conquista de los señoríos nahuas.[3] En 1522 el piloto mayor Andrés Niño descubrió la costa de este señorío en su travesía hacia el golfo de Tehuantepec.[6]
Después de la caída del Imperio Azteca, Pedro de Alvarado cruzó el río Paz el 6 de junio de 1524, el 8 de junio libró una batalla en Acaxual (actualmente Acajutla) y luego el 13 de junio libró otra batalla en las cercanías de la población de Tacuzcalco;[6] el 17 de junio arribó a la ciudad de Cuzcatlan y finalmente abandono el territorio del señorío el 21 de julio de 1524 sin lograr la conquista del territorio del señorío.[6][39]
A finales de 1524 o principios de 1525 Pedrarias Dávila (conquistador de Panamá y Nicaragua) envió a Francisco Hernández de Córdoba a Honduras y este a su vez envió a Hernando de Soto hacia Olancho pasando por Nequepio (nombre con el que los indígenas chorotegas conocían a este Señorío). A raíz de esto Pedro de Alvarado envió a un grupo de hombres liderados por Gonzalo de Alvarado en 1525, este grupo fundó la primera villa de San Salvador bajo la advocación de Divino Salvador del Mundo siendo su primer alcalde Diego de Holguín. (este era más un fuerte militar que una villa) en un lugar desconocido, en 1526 los cuzcatlecos incendian la villa en un levantamiento contra el dominio español y queda desaparecida por 2 años. Los colonos se dispersan para sus primeros asentamientos o bien para la ciudad de Santiago de los Caballeros en Guatemala.[6]
Entre diciembre y febrero de 1528 Diego de Alvarado fue enviado a conquistar el territorio de este Señorío lo cual logró; en abril de 1528 después de terminada la conquista Diego de Alvarado refundo la villa de San Salvador en lo que es actualmente el sitio arqueológico Ciudad Vieja, desde ahí se repartieron las poblaciones del Señorío a los capitanes del ejército conquistador en calidad de encomienda y para el 23 de noviembre todos los pueblos pertenecientes a este señorío estaban en manos de los españoles.[6]
Entre 1528 y 1540 se sucedieron varias manifestaciones siendo la más grande la del Peñón de Cinacantan, esta tuvo lugar entre finales de 1528 y principios de 1529 cuando la revuelta fue controlada por los españoles liderados por Diego de Alvarado. Para 1540 el territorio del señorío sería totalmente pacificado, permitiendo así la colonización española.[6][39][40]
Gobierno
Organización política
El señor de Cuzcatlán recibía el título de "Wey Taketzani" (náhuatl clásico: Huey tlahtoāni 'gran orador') o "Takatéku" (náhuatl clásico tlācatecuhtli 'jefe de los hombres').[4][41] Mientras que los gobernantes de las provincias principales sedes de los taketzakayu (Nonualco, Itzalco, Cojutepeque, la capital) ostentaban el título de: "Taketzani" (náhuatl clásico: tlahtoāni 'el que habla, orador'; el Takatéku era a su vez el Taketzani del taketzakayu de Cuzcatlán; asimismo, esta palabra podía ser usada con el significado de dirigente y ser ocupada para todos los niveles desde el líder del Kalpul en adelante).[42][43] Los líderes de las regiones dependientes o pendones de combate dentro de los otros taketzakayu que tenían un rango especial (Tacuzcalco, Purulapa y Tecoluca) llevaban el título de Kuautaketzani; mientras que los líderes de las provincias tributarias o kalpishkayu recibían el título de Tekutaketzani o Wey Kalpiani, estos tenían bajo su mando a varias personas encargadas de la recolección de tributos en las diferentes divisiones administrativas de su provincia (llamadas kalpiani o tepiani) y eran a la vez el mayor juez y principal líder militar en la provincia que gobernaban; en cambio los líderes de las agrupaciones de kalpules, ya fuese en los ubicados en la sede de una provincia (en el caso de que una provincia las tuviese) o en el territorio formando algún Techan (pueblo, aldea o estancia), llevaban el título de "Téku" (náhuatl clásico: Tecuhtli 'jefe').[41][44]
Como segundo en el gobierno se elegía a un "Taketzanipiltzin" (príncipe) que ostentaba el título de "Cihuakúat" (náhuatl clásico: cihuacoōātl 'mujer serpiente') y que se encargaba de la organización interna del pueblo y el control social interno.[41]
Cada uno de los kalpules de las provincias tenía sus propios gobernantes que llevaban el título de Alahuaes.[5] un ejemplo de esto es Caluco Izalco (que formaba junto con Tecpán Izalco el pueblo de Itzalco) la cual estaba dividida en 5 kalpules cada uno con su propio Alahuae.[4]
Organismos auxiliares
El Takatéku, los Taketzani y sus respectivos Cihuakúat estaban asistidos por un consejo de ocho miembros llamado "Taketzke" (los miembros de este consejo vestían ropas pintadas de ciertos colores que estaban prohibidos para el resto de la población y eran elegidos cuidadosamente entre los individuos de mayor rango de la comunidad y que a su vez eran cercanos a la nobleza) este tenía cierta jurisdicción sobre el pueblo y se encargaban de: elegir al sucesor de un Taketzani fallecido, administrar los impuestos y hacer leyes para una buena y eficiente administración (teniendo para cumplir tales funciones ministros subordinados). El Taketzke estaba compuesta por los siguientes miembros:
- Takushkalkat (náhuatl clásico: Tacochcalcatl 'señor de la casa de lanzas'; era el gran general y el encargado de la provisión de armas y escudos del Takushkalko o casa de armas)
- Takatéka (náhuatl clásico: tlacatecatl 'cortador de hombres'; era el general de tropa, se encargaba de la organización del ejército y podía fungir como juez militar)
- Tilankalki (náhuatl clásico: Tlilancalqui 'señor de la casa oscura'; era un consejero de asuntos religiosos siendo un intermediario entre el gobierno y el sacerdocio; también era un jefe de guerra al que se le encomendaba misiones de importancia y era un asesor confidencial en momentos de gran peligro)
- Ezwawakat (náhuatl clásico: Ezhuahuacatl 'derramador de sangre'; era un juez y ejecutor de sentencias judiciales)
- Witznawat (náhuatl clásico: Huitznahuatl 'palabras de espinas'; era el responsable de la provisión de transporte y un ejecutor de las sentencias judiciales)
- Tikoshawakat (náhuatl clásico: Ticociahuacatl 'guardián del cuenco de fatiga'; era el encargado de los suministros y la logística, y un ejecutor en los asuntos de guerra)
- Teshkalkuat (náhuatl clásico: Tezcacoatl 'guardián de la serpiente del espejo'; era el segundo en jefe de la tropa después del Takatéka y el ejecutor de los perdedores en el juego de pelota)
- Kuanocht (náhuatl clásico: Cuahnochtli 'jefe de las águilas y nopales', era un representantes del ejército y también era como un alguacil mayor que estaba pendiente del orden en la población, y en los campamentos cuando había guerra).[45][5][4][46]
El Taketzani era asistido por cuatro miembros del Taketzke (respectivamente el Takáteka, Takushkalkat, Tilankalki y el Ezwawakat) que lo asistían sobre disposiciones militares y lo ayudaban en: proveer su casa, sobre asuntos del gobiernos, casamientos y sementeras; además daban cuenta de su gestión y su parecer de todo; y además los ayudaban en tener comunicación y consulta con los sacerdotes.[4][45][5][46]
Sucesión
Cuando moría un "Taketzani", le sucedía en el mando el hijo mayor. Pero cuando la jefatura correspondía a un menor de edad nombraban como regente a un hermano o pariente del fallecido hasta que el primogénito llegara a la edad necesaria para gobernar entonces los miembros del Taketzke se encargaban de ver si tenía los dotes necesarios para asumir el trono y si no los tenía se nombraba al segundo hijo y si este o los otros hijos no tenían los dotes necesarios para suceder al Taketzani fallecido, los miembros del Taketzke elegían al pariente más cercano que tuviera las dotes necesarias para el gobierno.[1][41][45][5]
Las mujeres eran excluidas de la sucesión al trono para que no entrase una nueva dinastía pero se les permitía heredar tierras, casas y esclavos.[5]
Takatékus o señores de Cuzcatlán
Hubo muchos Takatékus o señores de Cuzcatlán, de los cuales se ha olvidado el nombre, a excepción de los últimos cuatro, de los cuales hablan los historiadores como Domingo Juarros. Son:
- Cuachimichin (1450s o 1460s - 1460s o 1470s): gobernó antes de la conquista, fue derrocado y ejecutado por los sacerdotes.[5]
- Tutecotzimit (1460s o 1470s - ~1501): sucesor del anterior, instauró el sistema hereditario.[5]
- Tonaltut (~1501 - ~1520): Puso fin a la guerra con los Cakchiqueles, se desconoce su relación con Tutecotzimit probablemente era su hijo mayor.[5][47]
- Atlácatl (~1520 - 1528):[nota 2] último señor de cuzcatlán, se duda que este sea su nombre debido a que procede de una mala traducción del Memorial de Solola por Brasseur de Bourbourg al confundir el nombre que tenía en aquel entonces la actual Escuintla (Atacat) con un rey; probablemente sea hijo del anterior.[1]
Justicia
El Takáteku y los Taketzanis eran los principales jueces de sus respectivo territorio y eran asistidos y ayudados por su respectivo Cihuakúat y los cuatro miembros del Taketzke mencionados anteriormente (el Takáteka, Takushkalkat, Tilankalki y el Ezwawakat),[45]
Cada provincia tenías sus propias leyes pero además existían leyes cuyos efectos abarcaban todo el territorio del señorío, Diego Gracía de Palacios, Antonio de Herrera, Francisco de Fuentes y Domingo Juarros mencionan las principales leyes, las cuales según los dos últimos fueron impuestas por Tutecotzimit y su Taketzke. Estás leyes en forma resumida describen que: el adulterio (excepto el cometido con una esclava ajena), incesto, menosprecio hacia los sacrificios, el robo de cosas importantes (como las estatuas de los dioses por ejemplo), las violaciones sexuales, la castidad antes del matrimonio en las mujeres y los homicidios eran condenados con la muerte (aunque el adulterio también podía ser castigado con azotes usando palos; mientras que el que cometía adulterio con un esclava ajena se le hacía esclavo al menos que fuese perdonado por el Tecti o sacerdote principal por sus servicios en la guerra, en cambio si era un esclavo el que había cometido adulterio se lo enterraba vivo; a los violadores se los podía hacer esclavos o pedirles pagar cierta cantidad. Por otro lado, a los homicidas también se les podía condenar a pagar cierta cantidad a los hijos y parientes del fallecido); a los hombres que incitaban a la infidelidad conyugal a una mujer y a los ladrones (de cosas que no eran de gran importancia religiosa o política) se los expulsaba de su pueblo (y en el caso del primero sus bienes eran confiscados; a los ladrones también se los podía cortarles el cabello y hacerlos esclavos hasta que pagaran lo robado, y si no lo hacía o tardaba en pagar eran ejecutados); la mentira era castigada con azotes, en cambio si era sobre cosas de guerra se le hacía esclavo.[45][5][4]
Relaciones exteriores
Para el momento de la conquista española, este señorío se encontraba en guerra con el señorío Cakchiquel de Iximche, razón por la que en tiempos de la conquista los Cakchiqueles le prestaron 1000 guerreros para su entrada a Cuzcatlán.[3] Guzmán y Juarros mencionan que los náhuas habían formado una alianza con los Zutuhiles y estaban enemistados con los quiches además que los Cakchiqueles; aunque después de la guerra que se menciona arriba, no hubo ningún conflicto con los quiches y no pudieron darle ayuda a los Zutuhiles en otro conflicto.[5][37][32]
No se sabe cuales eran las relaciones que mantenía está nación con los Chortis ubicados el norte y los Potones o Lencas salvadoreños ubicados al este y el noreste, a quienes los náhuas nombraban Chontales (forasteros o extranjeros). Probablemente se veían grandemente influenciados por este señorío sobre todo las poblaciones cercana a la frontera de este señorío lo cual puede verse en los topónimos de las poblaciones designadas chontales en la relación del obispo Marroquin en 1532 momento durante la cual varias no servían a sus encomenderos o estaban de guerra; por otro lado también cabe la posibilidad sobre todo las poblaciones con topónimo náhua pero en dominio lenca que hubiesen sido conquistadas por estos pues nota una expansión poton más allá del río Lempa (que tradicionalmente servía de frontera con los náhuas) para 1532; prácticamente todos los nombres de las provincias chontales ubicadas en el departamento de Chalatenango, Cabañas y el nororiente de San Vicente procedían del idioma náhuat aunque se encontraran fuera del territorio del señorío y en ellos se hablara el idioma Chortí o Poton (tales como: Tejutla y Citalá en el departamento de Chalatenango; Sensuntepeque y Tepeagualpoton, actual Jutiapa en el departamento de Cabañas, probablemente la razón de que está última incluía en su nombre el nombre del idioma fuese para diferenciarlo de la población náhuat de Tepeagua; Sihuatepeque, en el noriente del departamento de San Vicente; entre otros), por otro lado varias provincias chontales mencionadas en 1532 o en 1548 que estaban ubicadas en el departamento de Usulután (por ejemplo: como el propio Usulután y Jiquilisco) y la población de Chinameca en el departamento de San Miguel también tienen nombres que provienen del nahuat; al parecer la influencia de este señorío llegaba hasta Chinameca en la parte oriental y al norte hasta parte de Honduras, específicamente en: Tomalá, Ocotepeque (llamado el Asistente en 1532), Teculucelus (pequeña población actualmente extinta probablemente tributaria a Ocotepeque; estás tres localidades que estaban ubicadas en territorio chorti son mencionadas dentro de la Provincia de San Salvador en la relación de 1532 o en la tasación de tributos de 1548; aunque como se dijo anteriormente es probable que algunas de estas poblaciones fuesen arrebatadas a los náhuas antes de la llegada de los españoles sobre todo las ubicadas en la zona oriental y el departamento de Chalatenango), en el señorío de papayeca - chapagua (cuya doble capital estaban ubicadas cerca de Trujillo y en donde en el siglo XVI el obispo de Honduras envió a unos indígenas «naguatatos» con otros caciques de la zona de Trujillo a persuadir a unos indígenas que se habían refugiado en los cerros vecinos para que volvieran a su pueblo) y en el señorío de Naco (donde un documento colonial temprano describe a la población de Naco como: «pueblo de indios que vinieron del mar del sur»; las excavaciones arqueológicas han demostrada que la arquitectura y cerámica de este territorio es similar a la de Cihuatán sobre todo a la fase final de la ocupación prehispánica entre 1450 y 1536).[3][27][26][35]
Con respecto a la relación con los xincas y las otras naciones náhuas en Guatemala: Atacat o Izquintepeque y Mita, parece que (como se dijo anteriormente) los xincas estaban en un estado de servidumbre y bajo la influencia de los náhuas principalmente a este señorío aunque mantenían su independencia; mientras que por otro lado está señorío sería protector de las otras naciones náhuas debido a que era la más unificada y con más capacidad militar, en el caso de Escuintla se sabe que la industria lítica de los sitios arqueológicos de esa zona guarda similitud con los de Socunusco en Chiapas y con las de Chalchuapa, principalmente está última, y que la obsidiana procedía principalmente de Ixtepeque en el territorio de Mita y de donde provenía la obsidiana tanto de Mita y Cuzcatlán; por lo tanto la influencia del señorío se extendía hasta Escuintla y Sacatepequez (en está última como se mencionó anteriormente había un grupo pokomam que emigró antes de la llegada de los españoles desde este señorío hasta Sacatepequez donde les permitieron asentarse los Cakchiqueles del linaje Chajoma para que no fueran donde los Cakchiqueles de Iximche).[9][28][25][48]
Milicia
El ejército fue una institución muy importante, las razones para la guerra eran principalmente por: asuntos de los límites del territorio (ya sea de una provincia o de la nación en general) o para capturar hombres y hacerlos esclavos o sacrificarlos. Los soldados tenían kalpules o barrios dispuestos para poder dormir, de día iban donde sus familias y a sus tierras de cultivo para alimentarse; en cada pueblo siempre había una compañía de soldados para guardar el pueblo.[41]
En 1524 el conquistador Pedro de Alvarado tuvo que enfrentarse a los ejércitos náhuas en dos ocasiones (en Acaxual, actual Acajutla, y Tacuzcalco) respectivamente, en su segunda carta de relación a Hernán Cortés describe al ejército náhua que se enfrentó con estás palabras:
“…me partí a otro pueblo que se dice Acaxual, donde bate la mar del Sur en él, y ya que llegaba a media legua del dicho pueblo, vi los campos llenos de gente de guerra de él, con sus plumajes y divisas, y con sus armas ofensivas y defensivas, en mitad de un llano, que me estaban esperando…y en ellos no hobo ningún movimiento ni alteración, a lo que yo conoscí… porque venían tan armados, que el que caía en el suelo no se podía levantar; y son sus armas corseletes de tres dedos de algodón, y hasta en los pies, y flechas y lanzas largas… me partí para otro pueblo llamado Tacuxcalco… y vi que había un cuerpo de gente de guerra, toda hecha una batalla de enemigos… que verla de lejos era para espantar, porque tenían todos los más lanzas de treinta palmos, todas en enarboladas… ni los indios huían ni los españoles acometían: que yo estuve espantado de los indios que así osaron esperar…”[49]
Rangos
Un cadete recién ingresado en el Telpushkal (náhuatl clásico: "Telpochcalli"), en donde se entrenaba a los soldados, llevaba el título de kuetspal (nahuatl clásico: "cuexpal") en batalla se encargaban de ser cargadores o tamemes; tras terminar su entrenamiento se convertían en tiakauh, tras capturar un prisionero pasaba a ser un yaoquizqueh.[41]
Desde que un soldado capturaba dos enemigos iban ascendiendo en las siguientes categorías u órdenes militares (ordenadas de forma ascendente):
- "Teculucelus" o valientes búhos; se pertenecía a está orden tras capturar dos enemigos.
- "Cuauhcue" o guerreros águilas; se alcanzaba está orden tras la captura de tres enemigos y también podía convertir en un Telpuchtaketza o sargento de un Telpushkal.
- "Ucelut" o guerreros jaguares; se ascendía a está orden tras capturar cuatro prisioneros y a la vez se recibía el título de Tequihua o hombre valiente, está era la orden más alta en el ejército náhua cuando se capturaban más prisioneros estos daban más prestigio dentro de la orden al soldado.[41]
Existieron otras órdenes militares pero las principales eran las anteriores; Antonio de Herrera menciona los siguientes sobre las órdenes militares y el ejército náhua en general:
«Parte peleaban con arcos y flechas, con agudísimas puntas de pedernal; y llevaban rodelas de cañas tejidas artificiosamente, cubiertas de pieles de tigres, leones, venados; iban algunos vestidos con pellejos de águilas, y otras aves, y de tigres (es decir jaguares), leones (se refiere a los pumas), por gala y bravura también llevaban espadas de durísima madera venenosa, que llamaban macanas en la Isla Española».[50]
Cuando un militar había capturando gran cantidad de prisioneros y por lo tanto tenía un gran prestigio militar podía ser ascendido al rango de Takateka que se desempeñaba como director del Telpuchkal y miembro del Taketzke del kalpul al que pertenecía; también podía ser electo para ejercer alguno de los otros cargos del Taketzke, excepto el de Takushkalkat cuyo cargo era ejercido por un noble y era el principal líder militar después del gobernante y el Cihuacúat.[41]
Armadura
Los soldados pipiles, recién reclutados y en fase de entrenamiento, usaban como vestuario el "mashte" (especie de taparrabos) y el cotón (camisa de algodón, sin mangas y de escote rectangular). Mientras que los que habían terminado la fase de entrenamiento, usaban como vestuario el mashte y un corselete o chaleco llamado "ishkahuipil" (nahuatl clásico: "ichcahuipilli") que era una armadura de algodón acolchado de tres dedos de espesor.[41]
Los que pertenecían a las órdenes militares usaban un tawish (nahuatl clásico: "tahuiztl") que al igual que el ishkahuipil era hecho de algodón y tenía tres dedos de espesor con la diferencia de que era un traje de cuerpo completo y era decorado según el animal que llevaba por nombre la orden militar a la que pertenecían; usaban además el kuateposh (nahuatl clásico: "cuatepoztli") un yelmo de madera que tenía la forma de la cara del animal al que representaban; los guerreros destacados y los comandantes llevaban en la espalda unas enseñas diseñadas para ser vistas desde lejos llamadas "pamit" (nahuatl clásico: "pamitl"); por otro lado los nobles usaban sobre su ishkahuipil o tawish una túnica llamada "ewat" (nahuatl clásico: "ehuatl").[41]
Armas
En los períodos cortos de paz las armas se manufacturaban y guardaban en un Tacuzcalco (casa de armas).[41] Las armas que usaban los soldados de este señorío:
- Tecuz (lanza): tenían dos tipos: la primera era una jabalina, de asta corta, más maniobrable; y podía ser lanzada con mayor velocidad con un atlatl o lanzador de lanzas. La segunda (también conocidas como tepushtupil) era de asta larga, punta afilada y tenían filos de obsidiana en la punta; Pedro de Alvarado menciona que el ejército al que tuvo que enfrentarse en la batalla de Tacuzcalco llevaban lanzas que medían 30 palmos de longitud (6,3 m).
- Macuáhuit (macana): tenían dos tipos, la primera consistía en tablas planas de madera con ranuras o incisiones donde se adaptaban hojas filosas o lascas de obsidiana o pedernal; mientras que la segunda era un mazo que tenía a los lados afilados cuchillos de obsidiana o pedernal.
- Tahuítul (arco) y Mit (flechas): las flechas llevaban en la parte de atrás un haz de plumas y en frente se le adaptaban lascas hirientes de obsidiana o pedernal; y eran llevadas por los soldados en un micomit (Carcaj). Mientras que los arcos eran hechos de una vara flexible de bejuco.
- Tematat (honda): eran hechas de fibras de maguey.
- Kuaulol (Mazo): era hecho de madera.
- Chimal (escudo en forma de disco o rodela): servía en los combates cuerpos a cuerpo. Había dos tipos: el primero era el escudo común que no llevaba plumas; mientras que el segundo era para soldados con más prestigio y llevaba plumas de quetzal colgando de su parte inferior.[41]
Geografía, territorio y división administrativa
El Señorío de Cuzcatlán abarcaba un área aproximada de diez mil km² cubriendo gran parte de las zonas central y occidental del actual El Salvador y abarcando variedades distintas de medio ambientes con un total de 7 formaciones vegetales entre la costa y las elevaciones mayores de 2000 metros.[3]
Ubicación
Este Señorío limitaba hacia el occidente con los señoríos xincas de Pasaco, Jalpatagua y Comapa;[51] hasta donde cubre la frontera el actual departamento de Ahuachapán y con el Señorío de Mita (un señorío náhua cuya capital a inicios de la época colonial fue dividida en las poblaciones actuales de Asunción Mita y Santa Catarina Mita) en la parte de la frontera que actualmente es compartida entre Guatemala y el departamento de Santa Ana. Siendo el lindero occidental similar a la frontera actual entre El Salvador y Guatemala.[3]
Al norte este señorío limitaba con el territorio de los Chortis al cual algunos autores han llamado Payaquí, el cual era una confederación de pueblos independientes (ubicados en los actuales departamentos guatemaltecos de Chiquimula, el occidente de la nación de Honduras y el occidente y centro del departamento salvadoreño de Chalatenago) que solo se unían en tiempos de crisis principalmente de guerras como durante la conquista española.[27] El lindero norte era diferente de la parte de Santa Ana no coincidiendo con la frontera actual con Honduras, mientras que del lado del departamento de Chalatenango el límite del señorío con lo que hoy es este departamento seguía algunos límites del actual departamento pero difiere del lado suroccidente de Chalatenango donde estaban ubicados las poblaciones de Tepeagua y Chacalingo.[3]
Del lado nororiental y oriental este señorío limitaba con el territorio de los Lencas, el cual era llamado por los náhuas como Popocatepet y era una confederación de pueblos independientes que solo se unían en tiempos de crisis principalmente de guerras o de treguas conocidas en está área como Guancasco.[27] El lindero nororiental sigue el límite sur y suroriental de Chalatenango y sigue prácticamente el límite oriental y parte del sur del departamento de Cabañas, difiere en el límite nororiental del departamento de San Vicente mientras sigue con precisión el límite oriental de este departamento que a la vez sigue el recorrido el río Lempa hasta su desembocadura al mar, siendo el océano Pacífico el límite sur de este señorío.[3]
Territorio
Este señorío, al igual que las demás entidades políticas náhuas o mayas contemporáneas, estaba organizado en un sistema celular, en el que cada unidad (que en náhuatl, y de menor a mayor, eran: calpulli, altepétl, y tlahtocayotl; estas dos últimas pueden ser ocupadas indistintamente para nombrar a todas las entidades superiores al calpulli, pero lo más común es el orden antes mencionado) tenía mayor o menor autonomía, pudiendo tener sus propios rasgos lingüísticos, culturales, y de relaciones comerciales.[52][43][53][44]
Se considera a este Señorío como un Estado-nación debido a que con los datos aportados por fuentes históricas del siglo XVI (tales como: el conquistador Pedro de Alvarado, el oidor Diego García de Palacio y el obispo Francisco Marroquín) puede concluirse que el gobierno de Cuzcatlán tenía el suficiente poder sobre su nación para: reclutar individuos para la guerra o las obras públicas; imponer y cobrar impuestos; y decretar y hacer cumplir las leyes. Estos son tres criterios generalmente aceptados y usados para poder distinguir y definir a un estado-nación.[16]
Atepet (altépetl; provincias)
La parte central del sistema celular, que imperaba en el señorío, eran los atepet ("altépetl" 'agua-cerro', provincias) o kalpishkayu ("calpixcayotl" 'cosas del calpixque o recaudador de impuestos'), conocidas popularmente como cacicazgo. Algunos de ellos, en un principio serían independientes y después serían sometidos, ya sea a través de guerras o el establecimiento de alianzas y la consolidación de la hegemonía, por el altepétl de Cuzcatlán (cuya cabecera era la ciudad de Cuzcatlán, hoy Antiguo Cuzcatlán); mientras que otros se establecerían conforme se consolidaba el señorío. Al igual que con los aztecas, los altepétl no formaban un sistema político totalmente unificado, sino más bien un sistema de tributo y alianzas a la ciudad de Cuscatlán, siendo como una federación en donde el poder central de la capital era amplio pero no total ya que cada provincia tenía su propio gobierno y una menor o mayor autonomía de la capital.[4][52][44]
Los requerimientos mínimos de un altepétl eran: poseer un territorio, tener un conjunto de parte constituvas con nombres propios (calpullis), y un gobernante ya sea dinástico o designado por un ente superior (tlahtocayotl). Por lo general, cada Altepétl tenía un weytechan (cabecera), pero podían tener 2 o 3 (y por ende igual número de gobernantes) qué se repartían equitativamente los tributos; ese sería el caso de las poblaciones agrupadas como una sola unidad en la Relación de Marroquín de 1532 y la Tasación de tributos de 1548, qué serían las de: Gilopango/Tonacatepeque, Coatamagaz/Coazalata, Opicon/Paluca/Chichigualtepegua, Tequeastepeqne/Tecomaclán, y Acatepeque/Cozalchiname.[53][3][54]
Los altepétl tenían tierras comunales, en cada uno de los calpullis en los que se subdividía, que eran repartidas por los gobernantes de estos a cada familia de su jurisdicción; asimismo, cada personaje de la nobleza tenía sus tierras propias (en su respectivo calpulli) y estaban exentos de tributos, e igualmente estaban exentos los recaudadores de impuestos. La gente común tenía que pagar tributo y dar servicio a la nobleza, y para ello se usaba un sistema de rotación en el que cada calpulli daba su tributo y servicio en un período determinado, para luego seguir el siguiente, y así sucesivamente hasta volver al calpulli del inicio.[52][55][43][53][42]
Este señorío contaba con un total de 72 atepet o kalpishkayu, de las cuales las más importantes eran: el propio Cuzcatlán (en la actualidad Antiguo Cuscatlán y Nuevo Cuscatlán), Itzalco (el cual fue dividido a principios de la época colonial en Tecpán Izalco, la actual Izalco, y Caluco Izalco, la presente Caluco), Tacuzcalco (la actual Nahulingo y las ruinas de Tacuzcalco), Cojutepeque, Nonualco (actuales Santiago Nonualco, San Juan Nonualco), Tecoluca y Purulapa (actuales San Martín, San Pedro Perulapán y San Bartolomé Perulapía). Todas estás poblaciones contaban para 1520 (antes de la epidemia de viruela y la conquista) con una población entre 10,500 y 5300 habitantes, mientras que el resto de poblaciones del señorío tenían para el mismo año entre 4500 y 90 habitantes; el hecho de que no existan localidades en el rango intermedio muestra que había una tendencia hacia centros principales lo cual acarrea implicaciones de un mayor grado de centralización.[1][56][1][3]
Taketzakayu (tlahtocayotl; estados o regiones)
Las provincias de Nonualco, Cojutepeque, Itzalco y la capital contaban para 1520 con una población entre 11 000 y 7000 (mientras que la población de Tecoluca, Puralapa y Tacuzcalco estaba entre 6130 y 5300 habitantes). Estás cuatro provincias (Itzalco, Nonualco, Cojutepeque y la capital Cuzcatán) pudieron haber sido cada una sede de un taketzakayu (nahuatl clásico: tlahtocayotl 'cosas del tlatoani') que eran como estados o regiones lideradas por un linaje principal, por lo que las otras 70 provincias pudieron haber estado repartidas entre algunas de estos 4 taketzakayu (encabezada cada una por alguna de las 4 provincias mencionadas); estos estados (en específico Izcalco, Nonualco, y Cuxutepeque) en un principio habrían estado aliados al de Cuscatlán, y paulatinamente este habría impuesto su hegemonía política, manteniendo siempre su autonomía con respecto a Cuscatlán, que podía ser mayor o menor dependiendo del caso. Esta organización sería similar a la de los quiches (que originalmente encabezaban un señorío conformado además por los cakchiqueles, tzutuhiles y rabinales, teniendo cada uno de los 4 sus propias provincias tributarias; y posteriormente tras la independencia de los otros tres organizaron el territorio en los 3 amaq o estados en que se dividían los quiches, los cuales eran: Nima Quiche, Tamub e Ilocab, siendo el primero quien tendría la hegemonía política) y los Cakchiqueles (que se dividían en Kaqchiqueles, Zotziles, Tukuches y Chajomas-Akajales; para la llegada de los españoles los chajomas-akajales se habían independizado conformando su propio señorío y los tukuches se habían dispersado después de una rebelión, quedando el territorio del señorío de Iximche conformado por los otros dos, siendo los zotziles quienes tendrían la hegemonía).[3][33][44]
El mejor ejemplo de esto es el área conocida como los Izalcos (probablemente el área administrada por Itzcalco), un total de 15 provincias de los actuales departamentos de Ahuachapán y Sonsonate que fueron repartidas por Jorge de Alvarado en 1528 y que le fueron quitadas a los fundadores de San Salvador (después de haber sido conquistado el señorío y fundado la villa de San Salvador) debido a que en esas provincias se cultivaba en gran medida cacao; probablemente esto pudo haber estado basado en la misma división administrativa del señorío, ya que inclusive dentro de estas 15 provincias se encontraban como isletas de población las provincias de Nahuizalco y Mazagua (hoy Santa Catarina Masahuat) que fueron repartidas por las autoridades de San Salvador y es extrañamente raro que parte de las encomiendas de una provincia española esté en medio de otra. Si bien este territorio de Izalco es considerado para ser un señorío aparte, debido principalmente a tener mayoritariamente grupos cerámicos distintos al del propio Cuzcatlán y a que sus poblaciones estaban por lo general distanciadas de las de Cuzcatlán por accidentes geográficos (como la cordillera de Apaneca); por otro lado, la evidencia tanto arqueológica como histórica confirma que la organización política de Cuzcatlán parece haber tenido poca distancia social de la de los izalcos y que Cuzcatlán habría estado en un ascenso o hegemonía tanto militar y político sobre el territorio de Izalco en las décadas anteriores a la conquista, lo que se evidencia por: la cerámica, al aparecer en la zona el grupo Cuscatlán (propio del área homónima; en su forma tosca de Cuscatlán café) y aparecer un análogo de está, similar pero distinta, qué es el grupo Teshcal; el casamiento entre hijos de líderes de poblaciones de ambas zonas (qué es un modo de establecer y consolidar alianzas; esto se atestigua en documentos de unas pocas décadas después de la conquista; así, en 1582 el cacique de Caluco Gregorio de Valencia tenía a su hija María casada con Francisco Cortés cacique de Tecpa, población extinta ubicada cerca de Opico y de la actual Ciudad Arce); y que Cuzcatlán tuviese control de la zona de Nahuizalco y Mazagua (estando ambos, sobre todo la primera, a la par de los altepétl principales de la zona, Izcalco y Tacuzcalco; y al estar los dos lo suficientemente alejados de los límites y de la costa como para asegurarse por sí mismos de la estabilidad y entrega de los tributo), lo que solamente pudo haberse dado al tener una alianza consolidada que en este caso se inclinaba hacia Cuzcatlán (al no haber evidencia de la misma situación en caso contrario). Esto último, se observa también en las poblaciones de la triple alianza del Imperio Azteca (Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopán) qué tenían provincias tributarias en las jurisdicciones de la otras e igual con los amaq quiches; en cambio en entidades políticas distintas y sin ningún tipo de alianza, solo podría darse en los límites de ambas más no cercano a las cabeceras.[3][27] [57][52][58][59][43][44][33]
Según la Real cédula del rey y emperador Carlos I de España emitida en 1538, se dice:
...que por el ynterese que dixeron que les tocaba me hizierón Relación que puede auer onze años que los vezinos de la villa (de San Salvador) conquistaron a su costa y minción los yndios que se dicen de pipeles (pipiles), que son lengua de méxico, la costa adelante, veynte leguas hazia Guatimala y que llevarón por su capitán a Diego de Alvarado, el qual tenía poder de Jorge de Alvarado...las repartió (las poblaciónes) Diego de Alvarado conforme a la ynstrucción que traía entre los dichos vezinos y conquistadores, e que estando la dicha tierra pacífica y en su poder, el dicho Jorge de Alvarado les quitó la terzia parte de los dichos indios que tenía, y se los dio a los vezinos de la ciudad de Santiago...Carlos V de España a través del Real Consejo de Indias[60]
En la anterior cita, cuyos requerimientos los dio Pedro Nuñéz de Guzmán (conquistador del Señorío de Cuzcatlán y vecino de la villa de San Salvador) conforme a las denuncias que tanto él como Sancho de Figueroa, Antonio de Figueroa y Antonio Docampo (también conquistadores del Señorío de Cuzcatlán y vecinos de San Salvador) tenían debido a que el gobernador de Guatemala Pedro de Alvarado les había quitado ciertas encomiendas. Se puede constatar que el territorio del Señorío quedaba a 20 leguas de Santiago de los caballeros de Guatemala, que es aproximadamente la distancia que hay entre esa ciudad y la frontera actual entre Guatemala y El Salvador; que los territorios quitados serían los ubicados en los actuales departamentos salvadoreños de Ahuachapán y Sonsonate (que posteriormente serían llamados provincia de los Izalcos y luego Alcaldía Mayor de Sonsonate); y que la parte que les quitó fue la tercia parte, está frase indica que tal territorio estaba dividido en tres partes, las que de seguro eran: Izalco, mencionada en los documentos como provincia de los Izalcos; Cuscatlán, la capital que también tenía su propia jurisdicción dentro del señorío; y Nonualco, mencionada por algunos autores como Juan de Pineda, que menciona que las poblaciones de Tecoluca, Zacatecoluca, San Juan y Santiago Nonualco se les llama los Nonoalcos); mientras que en el caso de Cojutepeque probablemente era un Taketzakayu formado pero que aún no se había consolidado y seguía ligado al Taketzakayu de Cuzcatlán, en los documentos del siglo XVI se menciona que Cojutepeque fue sede de un gran curato y doctrina de los monjes de Santo Domingo o Dominicos al que también dependía el curato y doctrina de Apastepeque, está área probablemente constituye su territorio como Taketzakayu a excepción de las poblaciones que en los documentos aparecen como chontales o que no se tiene confirmado que fuesen pipiles.[60][61][2]
Las provincias de Tecoluca, Purulapa y Tacuzcalco, que como se dijo anteriormente contaban con una población de entre 6130 y 5300 habitantes, se encontraban en un punto intermedio entre las provincias principales (Cuzcatan, Nonualco, Itzalco y Cojutepeque) y el resto de provincias tributarias; probablemente cada una de las tres eran sedes de un taketzakayu pero a la vez estaban dentro de otro taketzakayu del cual también formaban parte teniendo una autonomía especial y siendo las tres sede de un kuautaketzakayu (nahuatl clásico: cuautlatocayotl, tipo de gobierno nahua donde los mandatarios de los territorios que ostentaban esa denominación eran elegidos por el Taketzani del taketzakayu al que pertenecían siendo elegidos por su prestigio militar y cuyo mandato podía ser temporal o vitalicio pero por lo general no podía ser heredado), la razón de este rango intermedio pudo haber sido porque tenían una importancia militar (este pudo haber sido el caso de Tacuzcalco cuyo nombre es el mismo dado a los lugares o estructuras donde se guardaban y manufacturaban las armas) o porque eran regiones conquistadas por el taketzakayu al que pertenecían; probablemente Tacuzcalco estaba dentro del taketzakayu de Itzalco, Tecoluca dentro de la de Nonualco y Purulapa dentro de la de Cojutepeque.[3][27] Este tipo de organización conformado por 7 unidades sociales conformadas por un grupo de 4 unidades separadas y un grupo de 3 unidades que a la vez formaban parte de una o varias unidades sociales se encuentran en varias señoríos nahuas del mismo período.[62][44]
Kalpules (calpullis)
Cada una de las provincias se dividía en Kalpules (calpoltin, plural de calpulli 'casa grande o linaje'); estos se caracterizaban por: ser de distinta jerarquía (kalpules principales y kalpules menores); aparecer casi siempre en un número simétrico (4, 6, 8, etc); ser de tamaño variable; además de que en ellos la tierra y los alimentos eran comunitarios, y cada familia recibía su terreno para cultivar; y podían dividirse en un número variado de secciones o distritos, llamados en singular Tashilakal (nahuatl clásico: "Taxilacalli"; agrupaciones de casas o barrios pequeños dentro de un Kalpul; aunque este término también es ocupado como sinónimo de calpulli), y que tenían aproximadamente 20, 40, 60, 80, o 100 viviendas familiares.[53][4]
Cada Kalpul estaba conformado por un linaje o por varios linajes, que estaban compuestos tanto por nobles y plebeyos, además de ser encargados de uno de los sectores del Kalpul, tener cada uno su propio función o espacialización dentro del Kalpul (siendo los líderes de los linajes de rango alto quienes ocupaban los más importantes puestos políticos), y no estar necesariamente relacionados entre sí por parentesco pudiendo ser incluso de distinto origen. A diferencia de entidades políticas nahuas del actual México como Tlaxcala, donde los linajes señorial (tecallí), nobles (pilcalli) y los de la gente común (calpulli) estaban separados, dependiendo los dos últimos del primero pero como entidades distintas; en el señorío, y en los pipiles en general, no había tal separación, integrando todos ellos una misma organización (el kalpul), y estando el tecpán (palacio) del gobernante del altepétl en uno o varios (en caso de que hubiera más de una cabecera) de los kalpules principales, e igual los linajes nobles estarían repartidos en cada uno de los kalpules (estando los de más alta jerarquía en los kalpules principales).[43][53][52] Está organización de los kalpules sería muy similar a la de los chinamit (qué también eran llamados nimja 'casa grande', es decir lo mismo que calpulli en maya quicheano) de las entidades mayas del altiplano guatemalteco, lo que no es de extrañar ya que algunos linajes de los chinamit de esas entidades eran de origen náhua (provenientes de México o de la costa pacífica guatemalteca), además de que sus centros (de Kalpul o chinamit) estaban constituidas por plazas rodeadas de estructuras alargadas, la propia palabra Chinamit era de origen nawat (significando cerca de cañas), y en algunos documentos nahuas de la costa pacífica de Guatemala el término Chinamit aparece como sinónimo de Kalpul (por lo que también podría haber sido usado de igual manera en el señorío).[43][53][52][63][64][42]
Los Kalpules principales se encontraban en el centro de las provincias, constituyendo su weytechan (cabecera); en algunas casos, se agrupaban en una unidad llamada Kampan (distritos o parcialidades; también conocidos como moieties) ejemplo de estos pueden considerarse a: Tecpán Izalco y Caluco Izalco (dentro de la provincia de Izalco), Sacacoyo y Tepecoyo (dentro de la provincia de Coyo), las dos mitades en que fue dividida la provincia de Cuzcatan por sus respectivos encomenderos en 1532 e igualmente las otras provincias que se dividieron entre encomenderos en ese mismo año (probablemente tales divisiones se basaban en los Kampan o distritos en que se dividía una provincia antes de la llegada de los españoles). En el caso de Caluco, como se mencionó con anterioridad, contaba con 5 capullis, que según un censo de 1582 se llamaban: Caluco, Miahuatlán, Comalapa, Apaneca, y San Martín (desconociéndose en este último su nombre prehispánico; y en el caso de los demás, no se deben confundir con poblaciones de igual denominación, y asimismo esos nombres podrían encontrarse como capullis de otros lugares); como se observa, el nombre de la localidad proviene del calpulli principal (donde residía el gobernante de la jurisdicción), por lo que lo mismo habría sucedido en las demás agrupaciones de capullis y altépetl, aunque también puede haber casos donde el nombre provenga de un calpulli qué no es el del gobernante pero qué probablemente en tiempos pasados si lo fue (como en Ixhuatán, hoy Santa María Ixhuatán, en la costa pacífica de Guatemala, donde su nombre viene de un calpulli qué no es el del gobernante de la jurisdicción, ya que el del gobernante era el calpulli llamado Guazacapán).[4][3][53][59][42]
Los Kalpules menores se encontraban dispersos en el territorio de su provincia (estando algunos juntos o separados por poca distancia, y otros aislados) conformando un número variado de tejtechan (en forma plural siendo su singular Techan, nahuatl clásico: "Teccalli" 'casa señorial') de los cuales los españoles diferenciaron tres tipos: pueblos, aquellos sentamientos permanentes que tenían un centro ceremonial y una distinción espaciales de las áreas habitables que demostraban una jerarquía social; aldeas, asentamientos permanentes sin una diferenciación social y con un número mayor a tres casas; y estancias, asentamientos permanentes con una o dos casas por hectárea.[65][53] Ejemplos de tejtechan, específicamente de aquellos que fueron considerados por los españoles como pueblos, pueden nombrarse a: Atiquizaya (dentro de la provincia de Chalchuapa), Zacatecoluca (dentro de la provincia de Nonualco), Nahulingo (dentro de la provincia de Tacuzcalco), entre otros.[4][27]
Capital
La ciudad de Cuzcatlán o Cuzcatán estaba ubicada donde actualmente se encuentra la población de Antiguo Cuscatlán,[66][67] a la orilla de una laguna (que actualmente está seca), la cual era la fuente principal de agua del asentamiento.[68] Diego García de Palacio menciona a la laguna de Cuzcatán de la siguiente forma:
«Asimismo en la falda de dicho volcán (de San Salvador) hay una hoya redonda de mucha anchura que muestra haber sido volcán y ardido mucho tiempo, porque en todo su circuito la tierra está muy quemada e molida del fuego. Nace ahora en ella una fuente de bonísima agua, de que se provee el lugar de Cuzcatán que está asentado a la orilla de ella».[69]
Tomando como referencia la relación de Marroquín de 1532 y el promedio aproximado de los fallecidos por las epidemias, Paul Amaroli estimó que para 1520 Cuzcatán tenía una población de aproximadamente 7000 habitantes; por otro lado Bartolomé de Las Casas (en su escrito Brevísima relación de la destrucción de las Indias; en donde también indica que conoció al hijo «del señor principal de aquella ciudad [de Cuzcatlán]») estima que a la llegada de Pedro de Alvarado en 1524 la ciudad tenía entre 20 000 y 30 000 habitantes (lo que está apoyado por una declaración cualitativa por el mismo Alvarado), pero autores como Roberto Barón Castro y Amaroli desestiman ese estimado de población para la ciudad debido al hecho de que consideran probable que pudiera tratarse de una multitud de curiosos provenientes de los territorios del señorío reunida para ver a los españoles (ya que similar le sucedió a Hernán Cortés cuando llegó a Tenochtitlán) pero otros autores como William Fowler consideran a esa estimación no del todo irrazonable e incluso conservativa teniendo en cuenta que Alvarado menciona a la población como ciudad (lo que se menciona abajo) y que el dato también podría incluir la población de las localidades circundantes.[3][70]
Sobre la base de la relación de 1532 se estima que la provincia de la ciudad cubría alrededor de 86,05 km²; en 1529 la provincia fue repartida en dos mitades dadas en calidad de encomienda a Pedro Núñez de Guzmán y Antonio Bermúdez, teniendo cada mitad 400 casas (lo que es igual a un aproximado de 2000 habitantes por cada mitad en 1529) habiendo en total 800 casas (que es igual a 4000 habitantes en la provincia para 1532), probablemente está división en dos mitades estaba basado en la organización prehispánica habiendo en cada mitad dos agrupaciones de Kalpules (llamadas Kampan), tomando en cuenta el descenso de la población por las epidemias se estima que cada mitad en 1520 tenía un aproximada de 700 casas (que es igual a 3500 personas en cada mitad) habiendo en total en la provincia alrededor de 1400 casas o 7000 personas.[nota 3][3]
El conquistador español Pedro de Alvarado menciona a Cuzcatlán como una ciudad, término que solo utiliza con Gumarcaah o Utatlán (capital de los quiches), Iximche o Guatemallan (capital de los cakchiqueles), Chiyá o Atitlán (capital de los zutuhiles).[38] Lo cual además de revelar que la ciudad era similar en extensión que sus contemporáneas en lo que es actualmente Guatemala, también implica que este señorío era análogo a los estados Quiché, Cackchiquel y Zutuhil.[71]
Distribución del Señorío de Cuzcatlán en los actuales departamentos de El Salvador
Las principales fuentes para conocer la distribución de este señorío antes de la conquista (tanto los nombres de las poblaciones como los productos comerciales que eran producidos en estas) son la Relación del Obispo Francisco Marroquín de 1532 y la Tasación de tributos de 1548, en ambas se mencionan las poblaciones con sus respectivos encomenderos y cuales eran los productos comerciales producidos en estas localidades. La relación de 1532 mencionan las poblaciones principales que eran capitales de su propia provincia dentro del Señorío y que pertenecían para ese año a la Provincia de San Salvador, mientras que la Tasación de tributos de 1548 es más extensa debido a que en esa década se declaró como pueblos a poblaciones que antes eran tributarias a las mencionadas en 1532 y a la vez menciona las poblaciones que desde 1540 pertenecían al área conocida como los Izalcos,[nota 4] que fueron repartidas por vecinos de Guatemala a principios de la colonia, que eran sedes de sus propias provincias.[3][54]
El Señorío de Cuzcatlán en Ahuachapán
En este departamento se ubicaban las población aún existentes de: Atiquizaya, Ahuachapán, Juayúa, Ataco, Apaneca, Guaymango, Tacuba y Jujutla; además poblaciones en la actualidad extintas de Mopicalco, Acatepeque, Cozalchiname y Mascote. En la Tasación de tributos de 1548, Acatepeque y Cozalchiname son nombrados juntos lo cual probablemente indica que conformaban una unidad social prehispánica, asimismo Atiquizaya no es mencionado en el mismo documento ni en el de 1532 pero se sabe de su existencia para ese entonces siendo probable que fuese una población tributaria a Chalchuapa en el departamento de Santa Ana. Por otro lado, la población más grande era la de Ataco la cual para 1520 tenía aproximadamente 3,200 habitantes.[54][nota 5]
Todas las poblaciones mencionadas anteriormente pertenecían al área que con posteridad en la época colonial llegó a ser conocida como Los Izalcos, los principales producto comerciados fueron el maíz y el cacao, es de mencionar que debido a que este último era el principal producto comercial para el comienzo de la colonia (principalmente por la producción del chocolate) las poblaciones antedichas fueron conquistadas y repartidas exclusivamente por vecinos de Santiago de Guatemala. Por otro lado en la población de Ahuachapán se fabricaba cerámica, en Cozalchiname se producía ropa, también en Cozalchiname y en Acatepeque se recolectaba pescado y sal, esto último también se producía en Mopicalco.[54]
El Señorío de Cuzcatlán en Sonsonate
Aquí se ubicaban las poblaciones de Itzalco (actuales Izalco y Caluco), Tacuzcalco (el actual pueblo de Nahulingo y las ruinas de Tacuzcalco), Nahuizalco, Acajutla, Mazagua (actual Santa Catarina Masahuat), Quezalcoatitan (actual Salcoatitán), Coazagua (actual Cuisnahuat), Zapotitlán (actual Santa Isabel Ishuatan), Cacaluta (actual San Julián), Guymoco (actual Armenia), Miaguatlán, Tonalá, Alzuneque y Ayovasco (estos cuatro últimos actualmente extintos). De estas poblaciones las más grandes para 1520 eran Itzalco que tenía 7000 habitantes (sobre la población de Itzalco es de mencionar que en la tasación de tributos de 1548 aparece dos veces que corresponden a los actuales Izalco y Caluco, pero solo en una se menciona el número de casas, que era de 400, normalmente se considera que originalmente ambos encomenderos tenían igual número aproximado de casas lo que daría 800 casas lo que es igual que en 1520 tuviese 14 000 habitantes, sin embargo se considera que 800 casas para 1548 es excesivo para ese tiempo por lo que se considera que las 400 casas que mencionan se refieren a la de toda la población lo cual es igual a que para 1520 haya tenido 7000 habitantes), Tacuzcalco con 5300 habitantes y Nahuizalco que tenía una población de 4000 habitantes y su provincia abarcaba un territorio de 81 km².[54]
Las poblaciones de Itzcalco, Tacuzcalco, Acajutla, Quezalcoatitan y Miaguatlán pertenecían al área conocida como Los Izalcos, el principal producto comerciado de estos pueblos (sobre todo de Itzcalco y Tacuzcalco) era el cacao, al igual que las poblaciones del actual departamento de Ahuachapán las poblaciones antedichas fueron conquistadas y repartidas exclusivamente por vecinos de Santiago de Guatemala debido a que el cacao era el principal producto comercial para el comienzo de la colonia (principalmente por la producción del chocolate). Para 1548, Izalco y Caluco daban cada uno a sus respectivos encomenderos un total de 1000 xiquiples de cacao (lo que es igual a 8 millones de granos de cacao, ya que un xiquipil son 8000 granos; lo que equivale a unas 18.000 libras), mientras que Nahulingo daba 685 xiquiples (lo que es igual a 5.480.000 granos, alrededor de 12.330 libras) y Tacuzcalco 400 xiquipiles (igual a 3.200.000 granos, alrededor de 7.200 libras).[54][59]
En cambio, las poblaciones de Nahuizalco, Mazagua, Coazagua, Zapotitlán, Cacalula, Guymoco, Tonalá, Alzuneque y Ayvovasco fueron repartidas por vecinos de San Salvador en 1528 (año de la fundación de la villa de San Salvador por los españoles) siendo mencionadas en la relación de 1532, para 1548 algunas ya era repartidas por vecinos de Guatemala. Para 1532, en todas ellas, excepto en Tonalá, se cultivaba maíz; en Tonalá se recolectaba sal y pescado; en Nahuizalco se cultivaba frijol y Chile; tanto en Nahuizalco como en Guymoco y Coazagua se cultivaba algodón; en Mazagua se cultivaba cacao y se hacían cutaras (chancletas o sandalias); en Cacalula y Zapotitlán se producía ropa, en ellas y en Nahuizalco y Mazagua se criaban pavos, y en esas cuatro poblaciones y Guymoco se producía cera y miel; y finalmente en Alzuneque y Ayvovasco se producía maíz, cera, miel, ropa, y se criaban pavos.[3]
Una de las primeras menciones de la población principal de la llamada provincia de los Izalcos, es decir de Itzalco, en los documentos coloniales se da en una cédula emitida por el gobernador de Guatemala Pedro de Alvarado el 2 de febrero de 1532 en la que se reconfirma a Antonio Diosdado como encomendero de la mitad de la población de Itzalco (está mitad corresponde a la actual Izalco) de la que era encomendero desde 1529 cuando se la dio el teniente de gobernador Jorge de Alvarado tras quitarle la población de los Izalcos a los conquistadores de San Salvador; tal documento dice:
Por la presente se deposita en vos antonio diosdado vezino desta ciudad de santiago, la mitad del pueblo de ytzccalco ques cerca de la costa del sur camino de la villa de sant salvador,...la qual dicha mitad es la questá de la parte del pueblo de tlacuzcala (Tacuzcalco), la qual se os deposita con los señores y principales dellos con todos los barrios y pueblos a ella sujetos y estancias para que os sirviere dellos en vuestra hazienda y granjerías, y encargo que tengaís de los industriar en la cosas de nuestra santa fe católica poniendo en ello la diligencia necesaria so las penas que sobrello están puestas. Fecho en la ciudad de santiago a dos días del mes de hebrero de mil quinientos y treinta y dos años, todo lo qual se os deposita en nonbre de su mg. El adelantado don pedro de alvarado, por mandado de su señoría, antón de morales
En el documento anterior se ve que Izalco (la población original antes de ser dividida en Izalco y Caluco) aparece como Ytzccalco (que escrito en el español actual sería Itzkalco), en los documentos de principios de la colonia Izalco aparece mencionado tanto como Yzalco (que provendría de Itz, 'obsidiana negra'; xal, 'arena', y co, 'en' o 'por'; significando: en arena como obsidiana) o como Ytzcalco (que vendría de Itz, 'obsidiana negra'; Kal, 'casa'; y con, 'en'; significando: en casa como obsidiana), se considera que tal nombre proviene de la arena negra producto de la ceniza del volcán Ilamatepec o de Santa Ana (que en los primeros registros españoles aparece como volcán de Izalco o de Sonsonate; antes de que apareciera el actualmente mencionado volcán de Izalco), tal arena era ocupada para hacer bahareque o adobe para las viviendas; mientras que Pedro Escalante Arce propone que tal nombre provendría de Itzcolco un calpulli de Tlatelolco (población nahua ubicada en el Lago de Texcoco y uno de los principales sitios comerciales de Mesoamérica durante el posclásico) y que hubiera sido fundada por pochtecas o comerciantes provenientes de tal lugar; por otro lado el mismo Pedro Escalante Arce también menciona que la encomienda que fue de Antonio Diosdado fue movida posteriormente de su lugar original (a la par de Caluco) hasta el collado peñascosco donde se asienta actualmente Izalco, y sería originalmente llamada Tecpán Izalco (la palabra tecpán proviente de: teuc, 'señor real' y pan 'sobre o área de'; significando: dominio del señor de) porque dentro de esa población se encontraba la casa gobernante de los Izalcos.[73][74]
Según un testigo indígena en el documento titulado "Pleitos seguidos por el senor fiscal de la audiencia contra don Diego de Guzmán" (que es un litigio legal contra el entonces encomendero de Tecpán Izalco, del 11 de marzo de 1583), el gobernante de Izalco o Izcalco a la llegada de los españoles se llamaba Tehuehue (que probable era un título más que un nombre), y refiere que: «por ser señor natural que hera en tiempo de su gentilidad siempre tubo grandísima suma de millpas de cacao el d[ic]ho pueblo más que otro ninguno de aquella comarca».[59][43]
El Señorío de Cuzcatlán en Santa Ana
En este departamento de ubicaban las localidades aún existentes de Metapán, Ciguateguacán (actual Santa Ana), Chalchuapa, Coatepeque, Atempa-mazagua (actual Masahuat) y Tequeastepeque (actual Texistepeque); además de las poblaciones extintas en la actualidad: Tecomatán, Uxaca, Langui y Mazagua (pequeña población cerca del lago de Guija, no confundirla con Masahuat). De estas poblaciones Tequeastepeque y Tecomatán son nombradas juntas en la relación de Marroquín de 1532 lo cual probablemente indique de que conformaban una unidad social prehispánica, además de las localidades anteriores solo Langui y Mazagua no aparecen en la relación de 1532 lo cual indica que eran pequeñas poblaciones tributarias a alguna de las otras poblaciones que aparecen en la relación de 1532 probablemente Mazagua era tributaria a Uxaca ya que apare mencionada junto a está en la tasación de 1548. Por otro lado, la población con más habitantes para 1520 era Metapán que tenía aproximadamente 3400 habitantes; está era seguida por las localidades de: Chalchuapa que contaba con 3000 habitantes (la provincia de esta población abarcaba aproximadamente 62,53 km²) y Ciguateguacán la cual poseía 2231 habitantes y su provincia abarcaba alrededor de 115,48 km².[3][54]
El principal producto comercial producido en este departamento era el maíz, seguido por el cultivo de algodón. Además, se cultivan frijoles en las poblaciones de Atempa-Mazagua (la cual también proporcionaba jornales y producía pepitorias o semillas de melón) y Ciguateguacan; en está última población y en Chalchuapa se cultivaba chile y cacao, se elaboraba ropa y se criaban pavos; esto último también era llevado a cabo en Metapán donde a su vez se producía cochinillas (un insecto del cual se extrae un tinte color púrpura que se empleaba para el teñido de telas, se reproduce como parásito de los nopales) ocote (tipo de pino del cual se extraían astillas resinosas para hacer fuegos y encender antorchas)[3][39]
El Señorío de Cuzcatlán en La Libertad
En este departamento se ubicaba la capital de este señorío además de las poblaciones de: Atehuan (actual Ateos), Comasagua, Coyo (actuales Sacacoyo y Tepecoyo), Chiltiupán, Opico, Quezaltepeque, Tacachico, Terniquetepeque (actual Talnique), Teotepeque, Xicalapa (actual Jicalapa), Xacayatepeque (actual Jayaque), Yzucar (la actual Huizucar), Cinacantan, Cinancantepeque, Colzumea, Tequepa, Chichigualtepegua, Coatamagaz y Coazalata (estas siete últimas poblaciones están actualmente extintas). En la relación de Marroquín de 1932 las poblaciones, Opico, Chichigualtepegua y Paluca (este último ubicado en el departamento de San Salvador) aparecen nombrados juntas e igualmente se nombran juntas a Coatemagaz y Coazalata; mientras que la tasación de tributos de 1548 también menciona juntas las poblaciones de Colzumea y Cinancantepeque. Estos indica que cada uno de los tres casos mencionados anteriormente conformaban una unidad social prehispánica. Además de todas las poblaciones mencionadas solamente Xicalapa, Cinancantepeque y Colzumea no son mencionadas en la relación de 1532 lo cual probablemente indica que eran pequeñas poblaciones tributarias o anejos de algunas de las otras localidades mencionadas en 1532. Por otro lado, La población más grande era la de Cuzcatan (capital de la nación) cuya población se la menciona más arriba.[3][54]
El principal producto comercial cosechado era el maíz. Este era seguido por: los cultivos de algodón, frijol y chile; la crianza de pavos, elaboración de ropa, recolección de cera y miel. Además en las poblaciones de Cinacantán y Atehuan se cultivaba cacao; en la capital del Señorío se cosechaba piña; mientras que en las poblaciones ubicadas en la costa se extraía bálsamo y se recolectaba sal y pescado (esto último con la excepción de Tequepa); y la población de Opico proveía de jornales.[3]
El Señorío de Cuzcatlán en San Salvador
Aquí se encontraban las poblaciones de: Apocopan (actual Apopa), Gilopango (actual Ilopango), Tonacatepeque, Soyapango, Guazapa, Nixapa (la presente Nejapa), Panchimalco, Sequechustepeque (actual Ayutuxtepeque), la mitad de la población de Purulapa (actual San Martín, la otra mitad está en el departamento de Cuscatlán), Tequezaquango (actuales Santiago Texacuangos, Santo Tomás y San Marcos), Paluca y Ziguatlán (estos dos últimos actualmente extintos).[3] En la relación de 1532 no aparecen mencionadas las poblaciones de Sequechustepeque y Soyapango, lo cual probablemente significa que eran pequeñas poblaciones tributarias a las otras mencionadas en 1532. Mientras que en el mismo documento de 1532 las poblaciones de Gilopango y Tonacatepeque aparecen juntas, al igual que (como se dijo anteriormente) Paluca, Chichigualtepegua y Opico (estando ubicadas estás dos en el departamento de La Libertad) probablemente esto indique que estos dos casos conformaban cada uno una unidad social prehispánica.[3][54]
La población con mayores cantidades de habitantes eran: el grupo de Gilopango y Tonacatepeque, en total estas dos poblaciones contaban para el año de 1520 con alrededor de 4000 habitantes y su provincia cubría alrededor de 148 km²; estás dos poblaciones eran seguidas por la población de Tequezaquango que contaba con 3000 habitantes y por Apocopa la cual para ese año tenía 1344 habitantes y su provincia abrcaba aproximadamente 138,30 km²; es de mencionar que la población de Purulapa (cuya mitad se encuentra en San Salvador y la otra en Cuscatlán) tenía para el año de 1520 una población de 6130 habitantes y su provincia se extendía alrededor de 49,79 km².[3][54]
El cultivo del maíz erá el principal producto comercial, seguido por los cultivos de algodón, chile y frijol; la elaboración de ropa, crianza de pavos. Además la población de Panchimalco se dedicaba a la recolección de sal y pescado; en Gilopango y Tonacatepeque se recolectaba cera y miel; en las dos poblaciones anteriores y en Purulapa se pescaba Olominas (especie pequeña de pez que habita en el Lago de Ilopango); y en Apocopan se producía cerámica.[3][39]
El Señorío de Cuzcatlán en el departamento de Cuscatlán
En este departamento se encontraban las poblaciones de: Cuxutepeque (la actual Cojutepeque), Guyciltepeque (el actual cantón Huisiltepeque en el municipio de Tenancingo), Suchitoto, Tenango (la presente Tenancingo), Montepeque (actualmente un cantón de Suchitoto), la mitad de la población de Purulapa (actuales San Pedro Perulapán y San Bartolomé Perulapía), y Zicucalco (actualmente extinto). De estas poblaciones, Tenango y Montepeque aparecen agrupados en la tasación de tributos de 1548 lo cual indica que probablemente formaban una unidad social prehispánica; mientras que en la relación de 1532 solo Cuxutepeque, Purulapa, y Zicucalco son mencionados, lo cual indica que todas las demás eran pequeñas poblaciones tributarias probablemente hacia la población de Cuxutepeque, Purulapa, Zicucalco, o de otra ubicada en los actuales departamentos cercanos a este.[3][54]
La población más grande era la de Cuxutepeque la cual para 1520 tenía una población de 11 000 habitantes y su provincia abarcaba aproximadamente 78,56 km²; seguida por Perulapa, está localidad como se dijo anteriormente la mitad se encontraba en San Salvador y la otra mitad en lo que hoy es este departamento y contaba en total para 1520 con una población de 6130 habitantes y su provincia se extendía por alrededor de 49,79 km²; a su vez Purulapa era seguida por Suchitoto la cual para ese mismo año tenía alrededor de 2400 habitantes.[3][54]
El cultivo de maíz era el principal producto comercial producido por las poblaciones que actualmente forman parte de este departamento, seguido por los cultivos de frijol, chile, algodón, la elaboración de ropa, crianza de pavos, recolección de cera o miel y pesca de Olomina. Tanto para 1532 como 1548, Cuxutepeque es mencionado como uno de los principales productores de maíz, produciendo para 1548 un total anual de 24 fanegas (lo que es igual a 1320 litros, ya que una fanega equivale a unos 55 litros), además de que producía 12 fanegas de algodón (igual a 660), de 10 a 14 jaras de miel, y elaboraba 480 enaguas o faldas indígenas, 720 toldillos o mosquiteros, y 600 pares de cutaras o sandalias; mientras que Purulapa destacaba en 1548 por su producción de chile (50 cargas, una carga equivale a media fanega, lo que sería igual a 1375 litros), cutaras (sandalias, 780 pares anualmente), algodón (12 fanegas, igual a 330 litros), y fabricación de ropa (900 enaguas).[3][43]
El Señorío de Cuzcatlán en La Paz
Acá se encontraban las localidades de: Nonualco (actuales Santiago Nonualco y San Juan Nonualco), Zacatecoluca, Ostuma (hoy Santa María Ostuma), Chincongoa (actualmente es un barrio de San Miguel Tepezontes), Mazagua (los actuales San Antonio Masahuat y San Pedro Masahuat), Olocuilta, Cuyultitán, Tepezonte (actuales San Juan Tepezontes y San Miguel Tepezontes), Chinameca (actual San Francisco Chinameca), Xalozinagua y Zoquiclan (estos dos últimos actualmente extinto). De estas poblaciones solo Chinameca, Zacatecoluca y Ostuma no son mencionadas en la Relación de Marroquín, siendo por lo tanto poblaciones tributarias a alguna de las otras mencionadas en 1532, en el caso de Zacatecoluca y Ostuma estás eran tributarias a la población de Nonualco. Por otro lado Chicongoa es mencionado como barrio de Tepezontes tanto en la relación de 1532 como en las tasación de 1548 conformando ambas poblaciones una unidad social prehispánica.[3][54]
La localidad con más pobladores era Nonualco la cual para 1520 tenía alrededor de 12,000 habitantes (para 1532 tenía un aproximado de 1000 casas lo que daría una población de 9000 habitantes para 1520, sin embargo la cifra es demasiado redondeada por lo que habría que buscar en la tasación de 1548 donde el territorio de su provincia tributaria se encontraba dividido entre Nonualco y Zacatecoluca, al sumar ambas nos da una cifra de 660 casas lo que equivaldría a una población de 14,000 habitantes para 1520; y al aproximarlo con la cifra que se obtiene del dato de 1532 nos da un total de 12,000 habitantes para 1520); está era seguida por Xalozinagua que contaba para ese año con 4500 habitantes y su provincia cubría un área de alrededor de 71,49 km²; y Mazagua que tenía para ese año 3000 habitantes y su provincia abarcaba aproximadamente 190,10 km².[3][54]
El principal producto comercial era el maíz, seguido por la recolección de sal y pesca, el cultivo de chile y de algodón, la elaboración de ropa y la crianza de pavos. Además en Mazagua se cultiva frijoles, mientras que en Tepezontes y Chicongoa se pescaban Olominas en el lago de Ilopango, y en Olocuilta y Cuyultitán se pescaban camarones. Para 1548, Nonualco destacaba por la producción anual de algodón (12 fanegas, lo que es igual a 660 litros) y por la elaboración de ropa (240 enaguas o faldas indígenas y 240 toldillos o mosquiteros).[3][43]
Una de las primeras menciones de la capital de los Nonualcos se da en la ya mencionada relación de Francisco Marroquín en 1532, para ese entonces el altépetl de Nonualco estaba encomendado al justicia mayor y teniente de gobernador de la provincia de San Salvador Gómez de Alvarado, lo que nos dice tal documento es lo siguiente:
El señor theniente e capitan Gomez de Alvarado aviendo jurado e puesto su mano derecha en la cruz de la vara de justicia que en sus manos tenia preguntado por el bachiller Lozano dixo que tiene vn pueblo que se dize Numualco el qual segund le an dicho españoles que terna mill casas pocas mas o menos e que sabe que no tiene sujeto ninguno e el tributo que le dan es mayz muy poco e gallinas sal e pescado e axi y que de lo mesmo tratan los dichos yndios y que tambien le dan rropa de vna labranza que le hazen de algodon que se lo da que si le haga la dicha ropa e otra ninguna ropa le dan e que no coge ni a cogido oro con ellos ni minas le han bastecido ni le dan oro e que dicho pueblo esta más de quarenta leguas de las minas por lo qual no lo saca ni en el dicho pueblo las ay ni es espera averlas e que no sabe los terminos que tiene más que en algunas cavanas e terminos del dicho pueblo podran criar bien vacas y ovejas e que es tierra caliente e que es tierra esteril y de muchas quebradas y pedregales e que en algunas partes del se podria dar algunas plantas e frutas de CastillaFrancisco Marroquín[17]
Hay que mencionar que lo dicho en el documento anterior fue recogido de lo que dijo personalmente Gómez de Alvarado al cura párroco de San Salvador el presbítero Antonio Lozano; la razón de que Gómez de Alvarado describa a la población como «que no tiene sujeto (población tributaria) ninguno...que es tierra caliente e que es tierra esteril...», es porque los conquistadores españoles esperaban ir a conquistar nuevas tierras y a al mencionar que las poblaciones con tales términos suponían que con eso no se acarrearían problemas con las autoridades cuando se embarcase en las conquistas de nuevos territorios (tal como el mismo Gómez de Alvarado lo hizo en 1534 cuando se embarcó en la expedición de su hermano Pedro de Alvarado al Tahuantinsuyo) y para inducir a la corona para que les diese más subvenciones por sus conquistas;[75][54] sin embargo está claro que una población que tiene mil casas (es decir una población de aproximadamente 5000 personas para ese año) no iba a ser estéril o no tener una población sujeta donde organizar esa población;[54] se sabe que Zacatécoluca (que no es mencionada en 1532 pero sí en la tasación de tributos de 1548) y Ostuma (qué estaría dentro de la jurisdicción de Zacatecoluca en 1548) eran parte de la provincia tributaria de Nonualco, para 1548 Nonualco tenía 260 casas (aproximadamente 1300 habitantes) y Zacatecoluca tenía 400 casas (lo que es igual a una población de alrededor de 2000 habitantes)[54] [3] esto podría indicar que dentro del altépetl de Nonualco la población de Zacatecoluca se había convertido en la principal dejando relegada a Nonualco como pueblo tributario,[27] o también podría deberse a que parte de la población de Nonualco fue movido a Zacatecoluca o inclusive podría ser lo que se refiere en ese documento como Nonualco es la población actual de San Pedro Nonualco (que está ubicado más lejos que Santiago y San Juan Nonualco) mientras que dentro de Zacatecoluca estaban las poblaciones de Santiago y San Juan Nonualco (además de Ostuma), sin embargo San Pedro Nonualco no es mencionada en los documentos del siglo XVI por lo que probablemente se separó de los demás pueblos nonualcos tras ese siglo.[39][3]
Nonualco probablemente sería fundado por varios linajes Nonualcos (entiendáse como el grupo de varios linajes nahuas provenientes del estado mexicano de Veracruz o Tollan-Xicocotitlan, dentro de los cuales estaban los chalchiucalcas que probablemente le dieron su nombre a Chalchuapa o los Cuzcatlecos que le dieron su nombre a Cuzcatlán) que se considera fue la última migración de los grupos antecesores de los náhuas acaecida entre finales del siglo XII a mediados del siglo XIII.[19][3]
El Señorío de Cuzcatlán en San Vicente
Aquí se encontraban las poblaciones de: Istepeque (actual San Cayetano Istepeque), Tecoylata (actual Tecoluca), Tepetitán y Apastepeque. De estas poblaciones solamente Tepetitán y Apastepeque no son mencionadas en la relación Marroquín de 1532, por lo que estaban subordinadas a Istepeque o a Tecoluca, muy probablemente a Istepeque ya que al igual que está localidad no eran consideradas nonualcas como lo consta Juan de Pineda, en cambio Tecoluca era una de las poblaciones llamadas nonualcas o de los nonualcos.[3][27]
La población con más habitantes en lo que hoy es este departamento era Tecoluca la cual para 1520 tenía alrededor de 5300 habitantes y cuya provincia abarcaba aproximadamente 201,44 km²; seguida por Istepeque que contaba con 3000 habitantes y su provincia cubría alrededor de 56,89 km². El principal motor comercial era la elaboración de ropa; además en Istepeque se cultivaba maíz, frijoles, chile y algodón, y se criaban pavos; mientras que en Tecoylata se recolectaba sal y pescado. Para 1548, se menciona que Tecoylata producía 15 fanegas de frijol (igual a 825 litros) y 10 fanegas de algodón (lo que es igual a 550 litros), y elaboraba 150 enaguas, 100 huipiles y 200 toldillos.[3][43]
El Señorío de Cuzcatlán en Chalatenango
En este departamento solo se encontraba dos poblaciones que formaban parte de este Señorío, estás eran: Tepeagua (actualmente extinta) la cual para 1520 tenía una población de alrededor de 400 habitantes y una provincia de aproximadamente 106,93 km²; y Chacalingo que para 1520 tenía 730 habitantes. El principal producto comercial producido en estas dos localidades era el maíz, seguido por la elaboración de ropa; mientras que en la población de Tepeagua se cultivaba algodón y se recolectaba cera y miel; en cambio en Chacalingo se producía ocote.[3]
Sociedad
A través de los cronistas y de la arqueología sabemos que la sociedad náhua estaba dividida en cuatro clases sociales: primeramente la nobleza o Pipiltin, cuyos miembros podían optar por cargos en el gobierno y en el sacerdocio; como segunda clase estaban los comerciantes o Pochtecas, los cuales estaban dedicados al intercambio de productos entre poblaciones del mismo señorío o de otras naciones y regiones de Mesoamérica; en tercer lugar estaban los plebeyos o Macehuales, al que pertenecían los artesanos, agricultores, pescadores y todas las personas comunes que eran libres; al final y como la clase más baja en la estratificación social estaban los esclavos, los cuales eran hombres y mujeres capturados durante las guerras.[4][45]
La unidad básica de la sociedad era la familia extendida compuestas por padres, hijos y las esposas e hijos de estos. A estás familias podían pertenecer otros parientes y personas no vinculadas al grupo familia. Los varones eran polígamos es decir tenían varias esposas y las familias extendidas eran de carácter patrilineal dirigida por un hombre mayor normalmente el padre o uno de sus hermanos, o el mayor de los hijos.[39]
Demografía
Los documentos coloniales de los que se puede extraer un aproximado de la población del señorío son la Relación de Marroquin de 1532 y la Tasación de Tributos de 1548 (siendo la de 1532 la más certera mientras que la Tasación de 1548 para calcular la población de las 15 provincias ubicadas en los actuales departamentos de Ahuachapán y Sonsonate que eran repartidas por los encomenderos de Guatemala). En 1989 Paul Amaroli utilizó ambos documentos para calcular la población de los pueblos náhuas (es decir aquellos que en la relación de 1532 no son denominados como chontales) encomendados a los habitantes de la villa de San Salvador tomando en cuenta una baja de entre 1/2 o 2/3 de la población por las enfermedades entre 1520 (cuando llegó la epidemia de viruela) y 1532; y una baja de 25% de la población entre 1520 y 1548 (lo cual puede ser utilizado para calcular la población de las 15 provincias mencionadas anteriormente); utilizando el método de Amaroli se calcula que para 1520 las provincias encomendadas a los habitantes de la villa de San Salvador era (sin aproximar los números no decimales) 104 528 habitantes y las 15 provincias encomendadas a Guatemala 29 103 habitantes, siendo un total de 131 277 habitantes; a estos faltaría sumar los muertos en las batallas libradas durante la conquista (principalmente Acaxual y Tacuzcalco), William Fowler (analizando los cálculos hechos anteriormente por Roberto Barón Castro y Howard Daugherty) calculó que el total de soldados náhuas que se enfrentaron al contingente de Alvarado en Acaxual y Tacuzcalco era de alrededor de 30 000 soldados, lo que sumado al estimado de población para 1520 de las 15 provincias encomendadas a Guatemala (entre las cuales estaban Acaxual y Tacuzcalco) da un total de 59 103 habitantes, al sumar esto al estimado de población para 1520 de las provincias encomendadas a San Salvador da un total de 163 631, al aproximarlo da un total de alrededor de 200 000 habitantes para el señorío en 1520.[56][3][76]
Al igual que El Salvador en la actualidad, el Señorío de Cuzcatlán era un país multiétnico, es decir, habitado por muchas etnias o pueblos.[4] Según el cronista Diego García de Palacio, en el territorio del Señorío de Cuzcatlán (que cubría los territorios de las provincias coloniales de Izalco y San Salvador en la época de Palacio) era habitado por las siguientes etnias indígenas (cada una de las cuales hablaban su propio idioma homónimo):
- Pipiles: era la etnia más extendido y la dominante en el Señorío, siendo su idioma (conocido como Nawat) la lengua oficial del señorío y por otro lado es un idioma similar al Nahuatl de México pero con variaciones que lo convierten en un idioma distinto; su migración al territorio salvadoreño ocurrió en el siglo X. El término pipil es un exónimo, proveniente de los grupos de habla náhuatl qué acompañaban a los conquistadores; en cambio, las poblaciones nahuas centroamericanas se identificaban por el calpulli o altepétl al que pertenecían.[3][42]
- Pokomames: son una etnia mayas cuyo idioma está emparentado con el Poqomchi, su origen probablemente sucedió poco antes del siglo XIII en el departamento Guatemalteco de Verapaz desde donde posteriormente (en el siglo XIII) se expandió asentándose, probablemente bajo el permiso de los náhuas para servir de amortiguador fronterizo, en las poblaciones de: Chalchuapa, Atiquizaya y Ahuachapán (en está última en el siglo XVI el cronista Diego García de Palacio documenta que las mujeres indígenas de esa población hablaban este idioma y los hombres hablaban el idioma náhuat); eran llamados por los náhuas como populucas (que significa 'bárbaros').[3][4][28]
- Xincas: eran una etnia minoritaria en el territorio del señorío; de forma general constituyen un grupo lingüístico (constituido por varios idiomas) cuyo origen y parentesco con otras lenguas es un enigma, incluso algunos como Costenla Umaña o Luciano Castro consideran qué dicho grupo es parecido más al quechua (el idioma oficial del imperio incaico) que a otros idiomas mesoamericanos. Estudiosos como Eric S. Thompson basándose en la toponimia de las poblaciones salvadoreñas ubicadas en las costa propusieron que un principio los xincas se extendieron por la costa salvadoreña siendo posteriormente desplazados o asimilados a la población maya local (antes de la emigración de los náhuas) o a los náhuas. Para el siglo XVI habitaban junto con los náhuas alrededor del pueblo de Mopicalco (en base principalmente a la forma en que están distribuidas sus estructuras en las plazas del sitio, y a la cerámica recuperada en esa zona de San Francisco Menéndez), mientras que por otro lado las poblaciones xincas guatemaltecas (sobre todo las ubicadas entre este señorío y el señorío de Atacat o Escuintla) se encontraban bajo la influencia de los náhuas; al igual que los Pokomames eran llamados por los náhuas como Populucas.[4][28][77][78][79][80][81]
Economía
Los pobladores de este señorío obtenían los diversos productos de su subsistencia a través de la caza, la pesca y la agricultura; siendo esta última actividad la base principal de su economía, ya que con ella se obtenían: cereales como el maíz, granos como el cacao, legumbres, frutas, entre otras.[4]
Agricultura
La agricultura era el motor principal de la economía mesoamericana, los productos cultivados eran primeramente el maíz y el cacao; seguido por los cultivos de: frijol, chiles, tomates, calabazas o ayotes, papas, yucas, camotes; frutos como el aguacate, zapote, etc.[4]
El producto principal o de mayor importancia en el Señorío de Cuzcatlán fue el maíz que era cultivado en la mayoría de las poblaciones. Otro producto principal fue el cacao; este último fue la moneda de los náhuas y solamente los gobernantes podían preparar el Chocolat (chocolate) y era cosechado en el área llamada de los Izalcos (lo que es en la actualidad en los departamentos de Ahuachapán y Sonsonate) y en Chalchuapa, Ciguateguacan, Atehuan y Cinacantan.[4] El algodón era cultivado en algunas poblaciones ubicadas en la costa y el cultivo de frijol y chile estaba concentrado en las poblaciones próximas al lago de Ilopango.[3]
Para cultivar se usaba una herramienta llamada huizotl o huizote (el cual era una vara con la punta endurecida al fuego y que se usaba para abrir los agujeros en los cuales sembrar), antes de la siembra se cortaba la maleza y se daba fuego para limpiar el terreno; la siembra se realizaba al comenzar la estación lluviosa el 3 de mayo; ese día era celebrado en gran manera durante el cual se practicaban varios ritos religiosos.[4] En la población de Zuanclán el cultivo se hacía con regadíos.[3]
Caza y pesca
La caza y la pesca también eran parte importante de la economía del Señorío de Cuzcatlán a través de estas actividades, además de satisfacer sus necesidades vitales, se obtenían materiales para otras actividades como la elaboración de objetos de pieles hueso, conchas marinas y plumas preciosas.[4]
Entre los productos extraídos a través de la caza estaban: las pieles de animales como venados de cola blanca, tepezcuintles, mapaches, jaguares; carne y plumas de distintas aves como paujiles, patos, perdices, quetzales, etc.[4] En Ahuachapán se comían y vendían hormigas del género Atta (los cuales son llamados en El Salvador como zompopos). Mientras que en lo que se refiere al pescado, varios pueblos dedicados a está tarea estaban situados alrededor del Lago de Ilopango desde donde se extraía una pequeña especie de pez llamada Olomina; mientras que en Olocuilta y Cuyultitán se pescaba camarones salados los cuales eran cocidos al sol.[39]
Para cazar los pobladores cerraban un tramo del campo en forma de un círculo y daban fuego alrededor, luego iban acercándose a los animales y los mataban a flechazos y a palos. Mientras, para pescar interrumpían los ríos con tierra y ramas, dejando una pequeña salida en donde colocaban una red de cañas (donde nadando mataban a los peces a palos y flecha)s.[4]
Otras actividades económicas
Se producían tintes y colorantes para teñir sus ropas, pintar la cerámica y como tinta para escribir. Para tales tareas se utilizaba el jiquilite el cual es una planta que en tiempos prehispánicos crecía en las márgenes del río, no era cultivado solo era usado para teñir ropas ya que de esta se obtenía el color añil o azul indigo. Mientras que el color rojo era extraído de las cochinillas un tipo de insecto que se reproduce como parásito de nopales donde se los recolectaba, el único lugar que producía este colorante era la población de Metapan. En Ahuachapán se extraía un colorante rojo de unos arroyos que se usaba para pintar la cerámica.[39]
La cera y la miel eran producidos en amplias zonas entre las costas y las tierras altas, también la crianza de pavos era muy común en las áreas antes mencionadas de las poblaciones ubicadas en esas zonas solo la población de Olocuilta criaba pavos en grandes cantidades.[39]
Se explotaban las minas y canteras para extraer piedras que necesitaban para tallar y esculpir obras de arte, y también para fabricar utensilios y las puntas de las flechas y las lanzas; la cal era preparada ya que era utilizada como revestimiento para los edificios.[4]
La sal además ser un importante producto en la dieta alimenticia se usaba para conservar los pescados; era extraída en los esteros del litoral en las poblaciones de: Coyultitán, Olocuilta, Masagua, Zuacanclán, Zoquiclán, Tecoyolata y Tonalá; y era extraída por cocimiento o por evaporación.[39]
En las tierras templadas crecían algunos tipos de árboles de los cuales se obtenían productos de gran importancia económica. De la resina del árbol del copal se obtenía incienso para las ceremonias; del pino se obtenían astillas resinosas utilizadas para hacer fuego que eran conocidas como "ocotes"; la resina del liquidambar era usada para usos cosméticos; de la corteza del Amate se fabricaba un tipo de papel muy importante para uso ceremonial; de algunas variedades de palmera (como el corozo, el coyol y el coco) se utilizaba para bebidas, alimentos, fibra y aceite; los frutos del jocote y el marañón se utilizaban como alimentos; las maderas del conacaste y el madrecacao eran utilizados para hacer cayucos y para producir sombra para proteger los árboles pequeños de cacao; la fibra del maguey se usaba para fabricar hamacas, cordeles, redes o matates; de la ceiba además de su sombra se utilizaba la madera de está que es fácil de trabajar y la fibra de está que se usaba para hacer colchones; el aceite del bálsamo (este árbol crece principalmente en la costa homónima) era usado para usos medicinales y cosméticos.[39]
En Ahuachapán y Apocopan se producía cerámica; mientras que en varias poblaciones se producía ropa y una especie de manta llamadas "toldillos", en la población de Cojutepeque se producían ropa de varias clases: ropa blanca, pintada y mantas de paredes lisas. Por otro lado en Mazagua se producían cutaras o sandalias; y las poblaciones de Apocopan y Atempa-Mazagua proveían de jornaleros (personas que trabajaban a cambio de pago por día de trabajo).[39]
Comercio
El comercio fue parte importante para el desarrollo de todas las culturas mesoamericanas, el intercambio comercial se llevaba a cabo en plazas llamadas tianquizt (el topónimo en español es tianguis) o mercados, donde reunían los mercaderes de diferentes localidades. Para transportar los productos de un lugar a otro usaban cacaxtles y canastos, tenían un clase especial de cargadores llamados Tamemes (en Nahuatl clásico: Tlamemes).[4]
Según la relación del obispo Francisco Marroquín de 1532, los principales productos comerciados o producidos por las poblaciones del señorío eran: maíz, frijol, cacao, chile, semillas de melón o pepitorias, algodón, pavos, olomina, camarón, ocote, sal y pescado, miel y cera, cutaras o sandalias, cochinilla, ropa (toldillos y mantas) y jornales (el servicio de trabajo por sueldo).[82]
Otros productos que eran producidos o comercializados y que no son mencionados en la relación de 1532 porque no atraían la atención de los europeos eran: obsidiana, añil, bálsamo, plumas, yuca y metal principalmente cobre; este último quizás procedía de ciertas zonas de Guatemala y Honduras y era destinado para un amplio uso cotidiano principalmente en forma de hachas de cobre,[75] acerca de estas hachas de cobre menciona el presidente de la Real Audiencia de Guatemala Diego García de Valverde (él mando hacer cinco cañones en la costa de Acajutla fundiendo hachas de cobre recolectadas a los indígenas para defender la costa del pirata Francis Drake):
“conque cortan la madera y de que se sirven, que como tienen gastada la escoria están purificadas y como de oro y au(n) dizen que tiene alguno…”[83]
La moneda de los náhuas era el cacao. Las unidades monetarias estaban basadas al igual que los otros pueblos mesoaméricanos en un sistema vigesimal, las unidades estaba representadas por puntos, el veinte (púal o púwal) por una bandera, el cuatrocientos (tzonte) los aztecas (entre otros pueblos nahuas) lo representaban por un arbolito o cabellera, pero según Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán los náhuas lo mostraban como un círculo atravesado por una línea perpendicularmente; el ocho mil (xiquipil) los aztecas lo dibujaban como una bolsa ceremonial en cambio según Guzmán los náhuas lo dibujaban como un círculo en la punta de un triángulo; y el dieciséis mil (carga, está última añadido por los españoles en el siglo XVI).[4]
Educación
La educación de las personas comunes se realizaba de forma oral trasmitiendo los padres sus conocimientos a sus hijos y la asimilación de las normas y deberes en el diario contacto con el grupo social al que pertenecían; por otro lado, la escritura facilitaba la transmisión de otros elementos culturales.[4]
Los pipiles, al igual que los aztecas, tenían dos institutos o academias: el Telpushkal y el Kalmekac; en el primero estudiaban los guerreros y se obtenían tres grados, que de orden de menor a mayor eran: "Tiakauh" (instructor de los alumnos recién ingresados), "Telpushtaketza" (jefe de instructores), y Takateka (director del Telpushkal). Mientras que en el segundo se graduaba la nobleza y el sacerdocio náhua y podían obtenerse los siguientes grados (ordenados de menor a mayor): "Tamakashto" (era como un acólito), "Tamakashqui" (era como un diácono), "Tanamakak" (sacerdote).[41]
Religión y mitología
El pueblo pipil practicaba una religión basada en el culto a las fuerzas de la naturaleza, tenían muchos dioses, que son los mismos de los aztecas y toltecas. La divinidad primordial o suprema era Tiut (Téotl), considerado el creador del Universo y padre de los dioses. Los dioses principales que lideraban a los demás dioses eran: Quetzalcóatl y Itzqueye (está última era una diosa que tenía su origen en el golfo de México, y que era una versión propia de Itzpapalotl), al ser los líderes de los dioses a los dos se los consideraba como patronos de los gobernantes y sacerdotes y a la vez dioses de la guerra y la paz.[4][45]
Los dioses principales (además de los ya mencionados, con sus nombres dados en náhuatl) eran: Xipe Tótec (dios de la fertilidad), Quetzalcóatl (creador de la tierra y líder de los dioses y por lo tanto deidad patrona de los gobernantes y sacerdotes; también adorado en su aspecto o advocación de Ehécatl, dios del viento), Tláloc (dios de la lluvia), Tezcatlipoca (antagonista de Quetzalcoatl, que representaba la destrucción y la noche) Chalchitlicue (diosa de las aguas en movimiento como los ríos y quebradas), Tonatiuh (llamado en nawat Tunal, dios del sol), Metztli (diosa de la luna era considera hermana de Tunal), Tonantzin (diosa madre de la tierra, también llamada Cihuacoatl), Xochiquétzal (diosa de la belleza y las flores), Huehueteotl (dios del fuego), Cinteotl (dios del maíz), Mictlantecuhtli, Mictecacíhuatl (señor y señora de los muertos y regentes del Mictlán), etc. Así como muchas criaturas y seres fantásticos cuyas leyendas aún perduran en el folclore salvadoreño, como los Tepewas, las Managuas, la Siguanaba, la Chasca, el Cipitío, el Cadejo, entre otros .[4][43][84][85][86][87][88]
Sacerdocio
El gran sacerdote era llamado "Tecti" (terminó que probablemente sería una deformación de teucti, lo que es equivalente al náhuatl clásico teuctli qué significa señor),[43] éste vestía una túnica larga de color azul y llevaba en la cabeza una diadema o una especie de mitra, pintada de diferentes colores, que tenía en las puntas un manojo de plumas de quetzal; traía también un báculo en la mano.[41][45]
En segundo lugar estaba el "Tehuamatine", el cual decía las suertes y las predicciones y a la vez era considerado el mayor erudito de los libros.[41][45] Después estaban cuatro sacerdotes llamados "Teupishque", cada uno de estos vestía ropas largas de diferentes colores (específicamente: negro, rojo, verde y amarillo) y eran los miembros del consejo que trataba de los asuntos ceremoniales, asistían a todos los ritos y cada uno agarraba y sostenía una extremidad del que iba a sacrificarse.[41][45] Y finalmente estaba el "Tupilzín", que se encargaba de guardar los objetos de culto y de abrir el pecho y sacar el corazón de las víctimas durante el sacrificio. Había otros sacerdotes que se encargaban de sonar y teñían los instrumentos musicales que tocaban para llamar a las personas a las ceremonias. Los sacerdotes vivían en templos llamados "Teupas"; el palacio o Teupa del Tecti estaba junto a la pirámide o templo mayor.[41][45]
Cuando el Tecti fallecía era velado por quince días y luego era enterrado vestido y sentado en un banco pintado en su propia casa; su sucesor era electo por el Taketzani y Tehuamatine de entre los custro Teupishques, la elección era grandemente celebrada y el recién escogido Teucti se sacrificaba la lengua y el órgano genital. Tras su nombramiento, el Tecti escogía su sucesor en el puesto de Teupishque que había dejado vacante, para tal puesto escogía a uno de los hijos del Tecti anterior o algún otro hijo de los sacerdotes solamente en caso de que el Tecti fallecido no haya tenido hijos.[45]
Ritos y Festividades
Había varias clases de ritos en algunas se ofrecían ofrendas y en otras se sacrificaban animales o personas; también se ofrecían sangre de diferentes partes del cuerpo, los hombres valientes eran conocidos por los agujeros que se hacían en el miembro viril mientras las mujeres se perforaban y se hacían sangrar las orejas y lengua. Todo esto era ofrecido a los dioses en agradecimiento por la vida y para que el universo estuviera en orden y no entrara en caos y los dioses les fuesen favorables con un medio ambiente tranquilo, fértil y tuvieran lo necesario para poder vivir.[3]
Sacrificios
Había dos que eran de carácter solemne y que se realizaban cada año, estos eran: el primero a principios del invierno (el día que en el calendario gregoriano es 3 de mayo) y el segundo a principios del verano (el 2 de noviembre), ambos sacrificios eran ocultos solo eran observados por el Taketzani y la nobleza, y en ambos se sacrificaban niños de 6 hasta 12 años.[4]
Antes de iniciar una confrontación militar el Tehuamatine sacrificaba un Shulut (una raza de perro conocida en México como Xoloitzcuintle) y observaba las vísceras del animal para ver si sería o no favorable una confrontación bélica.[41] Después de haber ganado una guerra se ofrecía una fiesta pública, religiosa y ceremonial a Quetzalcoatl o a Itzqueye (si era a Quetzalcóatl duraba 15 días y si era a Itzqueye duraba 5 días, cada día se sacrificaba a un esclavo de guerra, el Tehuamatine era el encargado de ver a cual de los dos dioses recaía la suerte) esta ceremonia se llevaba a cabo en el patio del palacio o teupa del Tecti y cada día después de la ceremonia la población de se dedicaban a celebrar el triunfo en la guerra con música, baile y ventas de productos.[4]
Para sembrar los campos de cultivos ponían en unas jícaras pequeñas todas los tipos de semillas que querían sembrar, las llevaban ante el altar del templo y en el suelo cavaban un agujero donde las enteraban en orden y sobre ellas ponían un brasero grande con muchas brasas y con copal; para estas ofrendas los teupixques se perforaban la nariz y las orejas o en otras ocasiones la lengua y el miembro viril, y la sangre era untada en cañas largas y posteriormente quemada.[4] Por otro lado, antes de la cacería se sacrificaba un venado y antes de pescar sacrificaba un pescado, en ambos casos las vísceras principalmente el corazón del animal era quemado.[4]
Otros ritos
El Taketzani y Tecti de una población eran los encargados de casar a los habitantes de esa localidad; el día de la boda los padres de la novia iban por el novio y los padres del novio por la novia y los llevaban a lavarse en un río cercano, posteriormente cada uno era envuelto en una manta blanca nueva. Luego eran llevados a la casa de la novia donde los padres de la novia daban al novio como presentes jicoles (algún tipo de joyas o adornos), mantas, algodón, pavos y cacao; y los mismos daban los padres del novio a la novia y lo comían todo juntos. Finalmente el Tecti metía los dedos meñiques de los novios en una camarilla donde había fuego y les hacía ciertas amonestaciones y al apagarse el fuego quedaban casados.[4]
Las mujeres iban a parir a algunas partes secretas del campo a solas y cortaba el cordón umbilical y lavaba al niño y a ella en un arroyo un niño; si el recién nacido era varón se le ponía un arco y una flecha en las manos, y si era niña se le ponía un huso y algodón; la partera les hacía una raya con tizne en el pie derecho para que no se perdieran y doce días después el recién nacido era llevado al Tecti y se le ponía el nombre de sus abuelos y abuelas, y los padres ofrecían de presentes al sacerdote cacao o pavos.[4]
Cuando moría alguien, si no era de la nobleza y el sacerdocio solo lo velaban los parientes del fallecido; mientras que cuando moría alguien de la nobleza era velado por cuatro días y cuatro noche, cuando amanecía después de la cuarta noche el Tecti daba por terminada la vela. Cuando fallecía un recién nacido la madre guardaba la leche materna durante cuatro días y no se la daba a ningún otro niño; por otro lado a todos los difuntos a los cuatro días de fallecidos se les ponía todo tipo de comida porque se creía que ese día el difunto llegaba a despedirse de su casa (en ambos casos a este sacrificio se le conoce como Na Uitia), en la cama ponían un recipiente con agua con una vela encendida y los parientes esperaban su llegada recitando oraciones. Todos los fallecidos eran enterrados en sus casas sentados, vestidos y con todos sus bienes.[4]
Cultura
La cultura es todo aquello que definía y diferenciaba a los habitantes de este señorío de sus vecinos, a su vez dentro de la cultura hay elementos que son compartidos y comunes en las demás naciones del posclásico tardío o protohistórico mesoamericano durante la cual está nación existió.[89]
La fase cultural en la que se encontraban todas las expresiones artísticas y culturales de este señorío, en el área donde se encontraba la capital, es denominada como fase Cuscatlán; en cambio, en otras zonas dicha fase cultural es denominada como: Ahal, para Chalchuapa; Irraraga y López, para el valle del río Ceniza (donde se encuentran Izalco y Tacuzcalco; siendo la primera fase para principios del posclásico tardío y la segunda para finales de ese período y la conquista); Azacualpa, para la zona donde se encontraba la población de Mopicalco; y Hediondo, para la cuenca del paraíso en la zona del embalse Cerrón Grande.[90][16][52][23]
Arte
El arte de los habitantes de este señorío era principalmente de carácter religioso y se manifestaba en su escultura, cerámica y arquitectura; a su vez muestra las características generales del arte mesoamericano del posclásico tardío.[89]
Escultura
La escultura se manifestaba principalmente en estelas, figuras antropomorfas y zoomorfas, y en los yugos, palmas y hachas; las estelas eran monumentos tallados en piedra que eran más toscos que los hechos por los mayas durante el período clásico, las figuras antropomorfas y zoomorfas representaba a las divinidades, de estas figuras pueden mencionarse las estatuas de Xipe Totec que se han encontrado en varios sitios, por otro lado como se dijo anteriormente estás esculturas de dioses estaban ubicadas en unas casas largas y angostas construidas sobre una plataforma ceremonial; los yugos, palmas y hachas eran objetos que se han encontrado asociados a los juegos de pelotas y que eran finamente labradas.[89]
Arquitectura
Casi todos las poblaciones de este señorío estaban ubicadas entre valles, con muy pocas excepciones que estaban fortificadas encima de una superficie orográfica (cerro, loma, etc); a diferencia de las del posclásico temprano (antes que surgiera el señorío) donde la mayoría estaba fortificada sobre una loma o cerro; esto es un reflejo de la consolidación del poder y el surgimiento de este señorío.[16]
Viviendas
Las viviendas de la población común o plebeyos eran ranchos pajizos y estaban hechos de materiales fácilmente destructibles y en tamaño eran todas iguales pero variaba según la zona donde habitaban. Las casas de los habitantes que poblaban el área costera tenían paredes hechas de madera de mangle (estas paredes eran similares a las de una empalizada) y tenían techos de palma; mientras que las viviendas de los que habitaban en el interior tenían paredes hechas de bahareque, utilizaban distintos tipos de madera para la estructura del techo y este a su vez estaba cubierto por zacate.[89]
Las viviendas o palacios de las nobleza estaban hechas de un material más duradero, no eran tan grandes pero tenían cierto arte en su disposición. Como se dijo anteriormente, el palacio o teupa del Tecti o sacerdote principal estaba ubicado a la par de la pirámide principal.[89]
Pirámides, templos y estructuras de kalpules
Las pirámides eran pequeñas en tamaño a comparación de las hechas durante los períodos preclásico y clásico, siendo por lo general menores a 10 metros, así por ejemplo en Madreselva (Antiguo Cuscatlán) las estructuras piramidales alcanzaban como máximo los 2 metros de altura; la excepción sería aquellas estructuras piramidales que, construidas en periodos precedentes, continuaron siendo ocupados, como es el caso de Tacuzcalco donde unas 5 estructuras superan los 10 m.[89][24][91]
Encima de cada una de las pirámides se encontraría un templo hecho de material perecedero y techo de zacate; a la vez que había templos o adoratorios secundarios construidos a nivel del suelo o construidos sobre plataformas bajas.[89][52]
Cada calpulli tenía su casa larga (hechos de forma similar a los templos) donde se reunía el líder del calpulli y demás líderes del linaje principal, y cada uno de los linajes secundarios del capulli tenía también su casa larga (aunque más pequeña que la del calpulli). Los tecpán (palacios) y teupas (donde residía el sacerdote) también tendrían esta funcionalidad con respecto al linaje al qué pertenecían, distinguiéndose de los demás por su tamaño.[89][52][64]
Plazas y estructuras aisladas
Entre los palacios, las demás casas de las nobleza, las casas largas, pirámides, templos y las casas de los sacerdotes se extendían plazas rodeadas por esas mismas construcciones; y a la par de esas construcciones también había canchas para el juego de pelota, y los tianguizt o mercados. Por lo que los centros de cada techan (estancia, aldea, pueblo, ciudad) estaría conformado por plazas, pertenecientes cada una a uno de los calpullis que lo conformasen; siendo esto similar a los chinamit qué formaban las poblaciones mayas del altiplano guatemalteco; y ejemplo de ello puede verse en sitios arqueológicos como: Peñate, Chalchuapa; Madreselva, Antiguo Cuscatlán (en este sitio se encontraba por un lado una agrupación de estructuras ceremoniales y por el otro lado una plaza de estructuras de un calpulli); Cinacantan o Pueblo Viejo, Tamanique; Tacuzcalco-Los Cerritos, Nahulingo; y El Güisnay, San Francisco Menéndez.[89][92][24][40][55][23][64]
Las plazas son elementos centrales en el diseño de la planificación comunitaria y en la organización espacial dentro de cada uno de los altepétl, ya que brindan espacios para que se reúnan grandes grupos de personas. El espacio limpio (donde no hay construcciones) de las plazas es una opción para la reunión pública que pemite reunir a personas que no necesariamente viven en esa área inmediata. El continuo incremento de la cantidad de plazas, en sitios como Tacuscalco, puede considerarse como un esfuerzo de priorizar los espacios públicos; y que el acceso a estos espacios se volviese más común, implica a su vez un aumento en la integración de la nobleza y los plebeyos.[55]
Las plazas que conformaban los techan no necesariamente tenían que estar juntas, formando un grupo compacto, sino que también podían estar separadas o dispersas cubriendo un amplio territorio; tal y como se observa en Cinacantán y en El Güisnay, estando el primero compuesto de seis sectores o plazas dispuestas en línea recta y separadas entre sí por una distancia mínima de 3 m y máxima de 900 m, y el segundo compuesto por dos plazas distanciadas por 400 m y separadas por varias estructuras pequeñas de las personas comunes (que también se encuentran alrededor de las plazas y de un montículo aislado).[52][40][23]
En algunos casos, algunas de las estructuras de las plazas, sobre todo los templos, podían presentarse de forma aislada, ya sea junto con otras (dos o una estructura) o sin ninguna otra estructura en las cercanías; con lo que, se proveía de un acceso igualitario a toda la comunidad; ejemplo de ello es un templo aislado hallado en las cercanías de Sonsonate, que se le llamó sitio Conacaste, y cuyas estructuras más cercanas se encontraban 100 metros al norte en el sitio 26 (que contaba con tres estructuras que pertenecerían a la gente común).[52][93]
Cerámica
La fabricación de cerámica era un arte primordial y muy necesario para los habitantes de este señorío debido a que la mayoría de los distintos tipos de alfarería eran utilizada principalmente como utensilios y recipientes; por otro lado los sacerdotes ocupaban la alfarería para distintos usos ceremoniales.[89]
La cerámica se diferenciaba de la cerámica de la del posclásico temprano (antes que surgiera el señorío) en que el inventario cerámico fue simplificado, desaparecen las cerámicas foráneas, y continúan las cerámicas locales (como los grupos cerámicos Guajoyo, Chuquezate y Marihua en Chalchuapa y la zona central salvadoreña, en el caso de Chalchuapa procedentes de la fase Matzin del posclásico temprano; y el grupo Guazapa, originaria del período clásico, en la zona central); por lo que los grupos cerámicos que sugirieron eran de desarrollo local y compartían rasgos con la cerámica fabricada en las tierras altas de Guatemala durante el posclásico tardío o protohistórico.[94]
La cerámica de uso doméstico de este señorío se restringía a vasijas en formas de cuencos (con paredes curvas y rectas) y cántaros globulares de cuellos altos (que tienen dos o tres asas y pueden ser compuestos), que en su mayoría eran de color natural y solamente alisados, en algunos casos a las vasijas se les aplicaba un delgado baño en el interior y el exterior. Sus decoraciones, cuando se presentan, eran por lo general de color rojo, y consistían principalmente en bandas, líneas o diseños geométricos.[94][52][92][81]
Para usos ceremoniales o de uso de la nobleza, la cerámica también podía presentarse como incensarios y cabezas modeladas de cerámica que en algunos estaban combinadas en una sola pieza; un tipo de incensario eran los sahumerios estos tenían mangos huecos, eran elaborados en forma de cabeza de reptil u otras formas y eran pintadas con pigmento fugitivo blanco y/o azul; otro tipo de cabezas modeladas de cerámica eran los vasos que representan a Tlaloc, a Xipe Totec o a monos.[3][89][93]
La investigación e interpretación de la cerámica, y evidencia arqueológica en general, en las diferentes entidades políticas del posclásico tardío puede ser complicado y sujeto a malas interpretaciones (sobre todo de separar las unidades que lo componen por sus características distintivas) debido al sistema celular que regía en ese entonces, en el que cada unidad (llámese calpulli, altépetl o tlahtocayotl) tenía su propia autonomía, pudiendo tener sus propios rasgos lingüísticos, culturales, y de relaciones comerciales. Así por ejemplo, la zona de la Antigua Guatemala es atestiguada en los documentos de que se encontraba bajo el dominio político de los cakchiqueles de Iximche, pero su cerámica indica que tenía sus propios rasgos culturales y de relaciones comerciales al tener grupos de cerámica distintos al de Iximche.[52][95]
Principales grupos cerámicos
La cerámica es principalmente descrita usando el sistema tipo-variedad, qué clasifica los distintivos grupos de cerámicos en tipos con características propias, y a estos en variedades. No todos los grupos cerámicos se distribuían uniformemente en todo el territorio. Asimismo, los grupos cerámicos pueden clasificarse en función de su estilo, habiendo en el señorío cerámica de estilo: rojo sobre ante o sobre bayo, rojo sobre crema o rojo sobre blanco, rojo sobre gris, rojo sobre salmón, cerámica roja, cerámica polícroma, cerámica café, cerámica estriada, cerámica sin engobe, y cerámica con engobe raspado.[81][94][52][92][57]
Cerámica estriada
El grupo Joateca, se encuentra primordialmente en Chalchuapa y la zona central salvadoreña (específicamente en la zona de Antiguo Cuscatlán, donde estuvo la ciudad de Cuscatlán); se expresa en ollas y comales, teniendo en Chalchuapa un tipo para cada uno (ambos sin decoración). De ese modo, las ollas se encuentran en el tipo Joateca estriado (al que también pertenecería las ollas y la mayoría de los comales del grupo encontrados en la zona central), que se caracteriza por ser hecho de forma bastante tosca, frecuentemente quemado en el exterior, además de carecer de engobe y ser burdamente alisados dejando estrías; y los comales en el tipo Ateos engobado con talco, que tiene un engobe especial hecho de mica o talco, finas estrías en el exterior e interior y bases rugosas, y que se ha encontrado primordialmente en Chalchuapa.[92][81]
En el área del valle del río Ceniza se encuentra el grupo Gines, análogo a Joateca, cuyo tipo principal es Gines café que se caracteriza por ser tarros grandes de boca abierta de color marrón alisado y pasta arenosa, que presentan agarraderas con forma de orejas o asas de correa horizontales.[52]
En el valle de Zapotitán se encuentra el grupo Granadillas, similar a Joateca, que tiene dos tipos llamados Granadillas estriado y Sensipa rugoso, ambas se presentan como cuencos con bordes directos o ligeramente evertidos que carecen de engobe y tienen un color que va del café al beige, diferenciándose el segundo por presentar intencionalmente zonas rugosas desde la parte inferior del recipiente hasta el fondo.[96]
Cerámica rojo sobre blanco o rojo sobre crema
El grupo Güisnay, que primordialmente consiste en el tipo Güisnay rojo sobre crema que se caracteriza por: tener un engobe duro de color crema, pasta rojiza, y decoraciones en rojo (en el interior y en el exterior) qué consistía en bandas circuferenciales seguidas por motivos variables (que pueden ser escalones, "ganchos", "tableros de ajedrez", líneas cruzadas, y círculos). Este grupo, se manifestaba en cuencos y jarras; es encontrado primordialmente en el sitio arqueológico homónimo, qué serían las ruinas de Mopicalco, por lo que se le considera originaria del área xinca de Guatemala y propia de los miembros de esta etnia en Mopicalco.[81]
El grupo Catalina, cuyo tipo principal es Catalina rojo sobre blanco, contaba con cuencos recurvados de paredes delgadas decorados con diseños rojos de motivos geométricos (como grecas o volutas) y un borde rojo biselado; y es datado para la fase Irraraga del valle del río Ceniza, de principios del posclásico tardío, aunque también se han encontrado tiestos de la época de la conquista en Ciudad Vieja.[52][93]
Cerámica rojo sobre ante o rojo sobre bayo
El grupo Marihua se encuentra como cuencos hemisfericos (con 3 soportes y pintura roja con líneas muy anchas en el interior), cajetes trípodes (con soportes acuminados largos) y jarras (con cuellos altos y dos asas equidistantes); es una cerámica de desarrollo local para uso doméstico que se originó en la zona central salvadoreña durante el posclásico temprano, en sitios como Cihuatan y Las Marías. Su tipo principal es Marihua rojo sobre ante; y además en Chalchuapa se encuentra el tipo Tasajera inciso; ambos tipos se caracterizan por tener decoraciones en pintura roja especular en diseños o zonas simples en el interior y el exterior sobre una superficie bien alisada de color ante naranja a gris, diferenciándose el segundo tipo por la adición de rayas gruesas o líneas incisas concéntricas al fondo no pintado del tiesto.[81][92][94]
El grupo Cuscatlán se presentan como cuencos (con bases planas y paredes divergentes con tres soportes; y cuencos hemisfericos) y cántaros (con cuellos altos, bordes evertidos y tres asas verticales de correa y de sección aplanada), muy probablemente fuese la cerámica producida en Apopa. Su tipo principal es Cuscatlán rojo sobre ante o sobre bayo, que cuenta con diseños en pintura roja que comúnmente incluyen rombos concéntricos, "tableros de ajedrez" y motivos dentivos, sobre una superficie moderadamente bruñida hecha de una pasta de color café rojizo o café amarillento (bayo); y que se encuentra principalmente en la zona central. Por otro lado, en el valle del río Ceniza, específicamente en la fase López (de fines del posclásico tardío a los tiempos de la conquista), se encuentra en esa área el tipo Cuscatlán café (de este grupo; y que también se encuentra en la zona central), que se diferencia del anterior por tener un aspecto tosco y carecer de pintura roja.[81][52][58]
El grupo Teshcal se manifestaba como cuencos (con bases aplanadas y paredes ligeramente divergentes), molcajetes y cántaros (con asas de correa aplanadas, cuellos largos y borde evertidos). Su tipo principal es Teshcal rojo sobre ante, que constaba con diseños en pintura roja que consistían en bandas horizontales (tanto en el exterior como en el interior de la pieza) con paneles interiores que enmarcan diseños geométricos más elaborados, sobre una superficie moderadamente bruñida hecha de una pasta de color café rojizo medio hasta claro; otro tipo es el pushtan rojo sobre crema, similar al anterior con la diferencia de que se aplicaba engobe blanco antes de pintarlo. Este grupo cerámico, formaba parte de la fase López del valle del río Ceniza; y se considera que evolucionaría del grupo cerámico Catalina.[81][52][57][93]
En Ciudad Vieja (donde estuvo San Salvador originalmente), que queda en el área en donde las poblaciones indígenas con más población en las cercanías eran Cojutepeque y Purulapa, la cerámica indígena más frecuente es la del grupo Alvarado, cuyo tipo principal es Alvarado-Alvarado, que se presenta en amplia variedad de formas (incluyendo: tinajas con cuello, planchas de comal, sartenes poco profundas, cántaros, y cuencos con soporte trípode zoomórfico) y que se caracteriza por tener decoraciones en rojo (sobre un fondo de color bayo) qué consiste en diseños geométricos o líneas paralelas, en un esquema similar a los cántaros del grupo Nunuapa (específicamente a los del tipo Nunuapa rojo pintado variedad Nunuapa) de la fase Matzin del posclásico temprano de Chalchuapa. Otros tipos del grupo Alvarado también guardan semejanza con otros grupos o tipos cerámicos, así: el tipo Peñacorba se asemeja al grupo Joateca; Bonifacio (también encontrado en el valle del río Ceniza) al tipo Chamula polícromo del grupo Nunuapa; y Holguín al grupo Pantaleón qué aparece desde la fase López del valle del río Ceniza.[57][92][52]
La descripción de los tipo principales de Cuscatlán, Teshcal, y Alvarado son similares, al ser todos cerámicas rojo sobre bayo o rojo sobre ante; diferenciándose en sus formas y decoraciones (durabilidad de la pintura y motivos) y en que las piezas de Teshcal son quizás menos amarillentas aunque aún rojizas. Esta similitud señalaría qué ambas estarían relacionados e incluso procederían de una misma fuente (que podría ser el grupo Catalina, si Teshcal procede de ahí) o que alguno de ellos surgiría primero (probablemente el grupo Cuscatlán, qué es datado para todo el posclásico tardío) y los demás surgirían más tarde como versiones locales (que contaban con sus propios características derivadas de los grupos cerámicos que existían en la zona con anterioridad), quizás cuando la ciudad de Cuzcatlán consolidó su poder político. En fin, todos estos grupos formaban parte de una tradición general de cerámica rojo sobre natural o rojo sobre bayo en el posclásico salvadoreño, qué incluiría también a los grupos cerámicos Nunuapa (de la fase Matzin del posclásico temprano de Chalchuapa) y Marihua (que como se mencionó se originó en el posclásico temprano).[57][94]
Cerámica roja
En el valle del río Ceniza se encuentran los grupos, con su tipo principal, de: Gavino rojo (de la fase Irraraga) y Teófilo rojo (de la fase López); el primero se caracteriza por presentar cuencos y cántaros bruñidos, con una pasta dura, roja y arenosa; y el segundo por cuencos rojos bruñidos de pequeño diámetro.[52]
En Chalchuapa y la zona central se encuentra el grupo Guajoyo, qué se origina en el posclásico temprano (fase Matzin de Chalchuapa), y que cuenta con tres tipos llamados Guajoyo rojo-café, Cuis Cuis inciso, y Nahualingo relieve plano; todos ellos se presentan como cuencos convexos (con bases planas y bordes directos, a menudo con orificios restringidos levemente) y cuencos con paredes recurvadas (con bases planas y bordes directos o levemente evertidos, usualmente con orificios restringidos), que caracterizan por un delgado engobe marrón rojizo en todas sus superficies o solo en el exterior, y en ser recipientes blandos, de pasta fina y paredes delgadas; diferenciándose el tipo Cuis cuis inciso en que tiene incisiones posengobe en diseños geométricos sobre la parte superior de pared exterior, y el tipo Nahualingo relieve plano en que tiene decoraciones en relieve plano sobre las paredes exteriores en máscaras exteriores o motivos glificos.[92]
Los grupos Gavino, Teófilo, y Guajoyo formaban parte de la tradición de cuencos rojos del posclásico salvadoreño, qué incluye también a los grupos: García rojo (de la fase Guazapa de Cihuatan y sitios relacionados) y Bermúdez (encontrado en Ciudad Vieja, y que busca imitar formas coloniales).[57]
Otros estilos
El grupo Chinautla, que primordialmente consiste en el tipo Chinautla policromo, se caracteriza por: presentar un engobe blanco, y decoraciones polícromas en rojo y negro café principalmente en paneles de diseños geométricos en las paredes exteriores de las piezas. Se manifiesta en forma de platos, cuencos con soporte de efigie y cántaros con cuello alto; además, procede del altiplano guatemalteco por lo que se la considera originaria del área maya pokomam de Guatemala y propia de los miembros de esta etnia en Chalchuapa, aunque también es factible encontrarla en otras poblaciones del señorío fuera de donde se encontraban los pokomames.[81][92]
El grupo Ahuachapán se producía en cuencos, sarténes y comales, y era principalmente fabricado en la población homónima; y contaba primordialmente con dos tipos: Ahuachapán sencillo y Ausol rojo, consistiendo ambos de una pasta dura de color salmón qué tenía decoraciones en color rojo (que en el primero podía ser opcional y consistía en bandas aplicadas sin precisión en los bordes; y en el segundo, qué se presentaba únicamente como cántaros, podía ser en combinaciones de rojo, negro y anaranjado y a veces estar enmarcado los elementos principales en blanco, y consistir de diseños geométricos o cántaros pintados únicamente de rojo.[81]
El grupo Cirilo, es encontrado en la fase López del valle del río Ceniza, y su tipo principal es Cirilo rojo sobre gris que se caracteriza por presentar cuencos recurvados de pasta micácea de color gris claro. Sus diseños son idénticos a los del grupo Teshcal, y se considera que al igual que este procedería del grupo Catalina.[52]
El grupo Pantaleón, aparece desde la fase López en el valle del río Ceniza (y se mantendría hasta alrededor de mediados del siglo XVII), y su tipo principal es llamado Pantaleón café que se caracteriza por: tener agarraderas con forma de orejas o asas de correa horizontal, y presentarse como tinajas y ollas marrones de boca abierta hechos de pasta arenosa.[52]
Otro grupo cerámico encontrado en Chalchuapa y la zona central es el grupo Chuquezate, cuyo tipo principal es Chuquezate sin engobe qué se presenta como: cuencos con bases planas o convexas y bordes directos o evertidos; cántaros con cuello alto o con cuello alto acampanado y bordes directos o evertidos; comales con base plana, paredes bajas y directas, y bordes interiores gruesos; e incensarios con forma de cuchara con bases planas o convexa, bordes directos, y asas de lazo huecas o sólidas; por otro lado, dicho tipo se caracteriza por presentar recipientes con superficies sin engobe, usualmente solo parcialmente alisado, y de color marrón grisáceo sucio a negro, y una pasta dura de bayo a naranja con un perceptible "anillo" cuando es puesto. Además, el grupo cuenta con otros dos tipos: Jupula rojo pintado, y Mocal modelado aplicado; diferenciándose el primero por presentar zonas de una delgada pintura de color rojo apagado sobre el exterior de los cuellos de los cántaros; y el segundo por tener incensarios con efigies modeladas y aplicadas en sus exteriores, habiendo también incesarios con forma de cuenco con espigas qué además tienen bordes directos y usualmente bases de pedestal alto.[92]
En la zona central, pervivió desde el período clásico temprano (fases Vec y Xocco, del 200 al 500 d. C.) hasta la erupción del Playón (ocurrida en el año 1658 d. C.) el grupo Guazapa; encontrándose en los tiempos del señorío los tipos Guazapa engobe raspado y Chorros rojo sobre crema, qué se caracterizan ambos por poseer un grueso engobe crema que ha sido limpiado o "raspado" (revelando la superficie de la pasta) para formar remolinos o patrones lineales, tener una pasta pesada y densa de color rojo-rosado, y presentarse como cuencos, cántaros y platos. Diferenciándose el tipo Guazapa engobe raspado (sobre todo la variedad Majagual, que es la qué se ha encontrado para esta época) por tener predominantemente cuencos abiertos con bordes directos y un labio engrosado o aplanado; mientras que el tipo Chorros rojo sobre crema cuenta con una superficie engobada rojo-naranja sobre un engobe interior de color crema (que no está raspado como el tipo anterior, limitándose está característica al engobe de la superficie), tiene primordialmente cuencos profundos con una cresta sublabial, y se presenta también como comales.[92][97][96]
En el sitio arqueológico Cara Sucia y sus cercanías, al sur de El Güisnay y cerca de la costa y la actual frontera con Guatemala, se han encontrado grupos cerámicos propios de la costa pacífica de Guatemala (incluyendo el área de Escuintla) como lo son los grupos y tipos: Engobe crema, Rojo naranja, Pajuil pulido, Remanso rojo sobre ante, y Sumatán canela; en algunos casos, tanto la decoración como el acabado de las piezas evocaban a los grupos y tipos de la costa pacífica guatemalteca pero tenían una pasta distinta, por lo que se considera que los artesanos locales copiaron los tipos de la costa pacífica guatemalteca y elaboraron las piezas con los materiales que tenían en su entorno, lo que muestra lo conectado qué estaban los habitantes de esta área con los de la costa pacífica guatemalteca.[80] Por otro lado, la cerámica de este señorío y la de la costa pacífica de Guatemala tienen características compartidas como los adornos de color rojo en forma de figuras geométricas complejas, morteros y cuencos de paredes abiertas, y soportes trípodes con efigies (esto último característica del grupo Remanso, qué se parece a los grupos Marihua y Cuscatlán).[98][99]
Otras artes
La industria lítica era un arte de vital importancia ya que a través de este se fabricaban herramientas, utensilios, armas (tanto para la cacería y pesca como para la guerra) y también para uso ceremonial; la lítica desarrollada y distintiva de este señorío eran: puntas bifaciales de obsidiana (fabricadas a partir de navajas prismáticas, por otro lado la obsidiana provenía principalmente de Ixtepeque, en la actual Guatemala; qué estaría seguido por las provenientes de El Chayal y San Martín Jilotepeque, ambas también en la actual Guatemala) y metates planos con tres soportes.[3][43]
Manifestaciones artísticas como el canto, danza, música, dibujo y pintura, fueron también practicados por los artistas de este señorío, las primeras tres eran parte principal de las celebraciones religiosas populares, como instrumentos musicales los habitantes de este señorío tenían flautas o chirimías, pitos, conchas de caracoles marinos, caparazones de tortugas, sonajas de jícara o de barro y el tun (llamado en el actual México como teponaztli; por otro lado, este instrumento era un tipo de tambor de madera ahuecadas con dos lengüetas para una mejor percusión).[89]
Ciencia y tecnología
El desarrollo de la ciencia y tecnología estaba a la par con el adelanto cultural de los demás pueblos mesoamericanos; la adaptación a su propio medio y la práctica de los labores más indispensables para satisfacer sus necesidades, fueron la fuente de varios conocimientos científicos.[89]
Escritura y numeración
La escritura y numeración utilizada por los pobladores de este señorío eran las mismas utilizadas por las naciones Nahuas de lo que hoy es México. No existen códices pipiles en la actualidad pero si hay referencia sobre su existencia, tal y como lo mencionan: Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán y el cronista Antonio de Herrera.[89]
La escritura de este señorío utilizaban signos que podían ser: pictográficos (representando simplemente el objeto sin otra idea asociada), ideográficos (usando símbolos para representar ideas y objetos abstractos) y fonéticos (representación gráfica de un sonido o pronunciación). Como papel se ocupaban el papel amate y la piel de venado.[89]
En el sistema de numeración los números del 1 al 5 tenían sus propios nombres, mientras que los nombres de los números del 6 al 9 representaban la sumatoria de 5 y los números del 1 al 4; para las decenas se podían ocupar un sistema vigesimal de base 20 o un sistema quintésimal de base 5 y en las centenas, millares y números superiores se combinaban los sistemas vigesimal y quintésimal.[100]
Francisco Antonio de Fuentes Guzmán menciona en su recordación florida varios manuscritos pipiles entre los cuales había unos provenientes de la Alcaldía Mayor de Sonsonate que le fueron proporcionados por el cura Juan de los Ríos, que era vecino de la villa de Sonsonate, uno de estos códices era al parecer una tasación de tributos llevado a cabo por un señor o tekú particular llamado Jotecusochil (este nombre fue escrito de la forma más similar posible del español, la forma correcta respetando la gramática pipil sería Tutekushuchit. En ambos casos significa: "nuestro señor flor" ya que proviene de "Tu-", nuestro; "Tekú", señor; y "Shuchit", Flor), de la cual menciona Guzmán que era de difícil interpretación debido a lo confuso o desconocimiento del significado de algunos caracteres, también mencionan que la unidad (el número 1) era representado por un punto o un dedo, el cinco por un renglón o por cinco puntos, igualmente incluye símbolos que antes de mencionar tal manuscrito ya había dicho su significado (como por ejemplo mencionan que un Zonte (el número 400) era representado por un círculo atravesado por una línea perpendicularmente), por último menciona que al final del manuscrito había unas casillas de tasaciones de tributos las cuales Guzmán dibujó en su libro.[101]
Calendario
Este Señorío ocupaba y poseía los mismos calendarios de las demás naciones mesoamericanas (principalmente las naciones nahuas de lo que hoy es México) variando únicamente los nombres de algunos de los días; por lo tanto los habitantes de este Señorío ocupaban: un calendario civil de 18 meses de 20 días más 5 días conocidos como Nemontemi (teniendo en total 365 días y era conocido por los Mexicas como Xiuhpohualli) y un calendario religioso de 20 semanas de 13 días (con un total de 260 días y era conocido por los Mexicas como Tonalpohualli).[89]
Al combinarse los dos calendarios dichos anteriormente conformaba un ciclo que terminaba cada 52 años iniciando a la vez otro de la misma duración, lo cual era celebrado en un festejo conocido como fuego nuevo, según Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán este ciclo era representado como un haza de bastones atados.[89]
Medicina
La ciencia médica estaba unida a la magia, adivinación y a los dioses por tal razón los sacerdotes eran quienes tenían la exclusividad de practicarla. los sacerdotes sabían el valor curativo de muchas plantas, lo cual era obtenido tras muchos años de estudio y de observación de su medio.[89]
Un producto medicinal de origen vegetal al que se le tenía mucha estima era la resina del árbol de bálsamo que crecía en la costa homónima. Por otro lado, en la población de Atiquizaya se hacía un betún llamada Axin (que se producía al cocer en agua un tipo de gusanos hediondos y ponzoñosos) que era ocupado para curar varias dolencias; en Ataco se extraían piedras de los intestinos de los venados (que son conocidas mundialmente como bezoares y que se los puede extraer de varios tipos de animales en otros lugares del mundo) que era ocupado como antídoto contra varios tipos de envenenamientos.[39]
Véase también
Referencias
Notas
- La palabra Cuzcatlán es del idioma mexica, en el idioma náhuat sería Kuskatan, en ambos casos significa: tierra de collares, se escribe Cuzcatlán, ya que los españoles tenían traductores que hablaban el idioma azteca y este fue preponderante durante los inicios del Virreinato de Nueva España (Larde y Larín, Jorge (1957). El Salvador: historia de sus pueblos, villas y ciudades)
- El nombre de Atlacatl es del idioma azteca, en el idioma Náhuat sería Atakat (Larde y Larín, Jorge (1957). El Salvador: historia de sus pueblos, villas y ciudades)
- El área o superficie de las provincias mostradas en este artículo provienen de la relación de Marroquín este documento proporciona las medidas de los términos de las provincias en leguas, al sumar estás medidas y dividirlas entre el número de estás para sacar el promedio (exceptuando tal división cuando su resultado sea uno) se lo multiplica por 5 o 7 (que es el factor de conversión de leguas a kilómetros) y luego se eleva al cuadrado para convertir kilómetros a kilómetros cuadrados, el resultado de ambas operaciones se suma y se divide entre dos. En este artículo solo el área de las provincias con más pobladores en uno de los actuales departamentos salvadoreños es mostrada, en algunos casos no aparece el área de la provincia debido a que la relación de 1532 no menciona las medidas de los términos (Amaroli, Paul (1986). En la búsqueda de Cuscatlán)
- La denominación de Los Izalcos originalmente se refería a las poblaciones de Tecpan Izalco y Caluco Izalco; ambas antes de la conquista formaban parte de una misma población dispersa llamada Itzalco y era sede de su propia provincia, el hecho de que a la actual Izalco se le haya llamada Tecpan muestra que en esa población estaba ubicado el centro de la población original y por lo tanto el gobierno de esa provincia; siendo por lo tanto caluco un distrito de la población original; la fama que ganaron Tecpán Izalco y Caluco Izalco por la producción de cacao hizo que el nombre de Los Izalcos fuese usado para designar también a las poblaciones cercanas de Nahuilingo y Tacuzcalco (que antes de la conquista formaban la población dispersa de Tacuzcalco que era sede de su propia provincia) y posteriormente a toda la Alcaldía Mayor a la que pertenecían (que fue fundada en 1540 y cubría los actuales departamentos de Ahuachapán y Sonsonate) hasta que se impuso el nombre de Sonsonate.(Escalante Arce, Pedro Antonio (1992). Códice de Sonsonate)
- Las cantidades aproximadas de población mostradas en este artículo proceden de la relación de Marroquín de 1532 y la Tasación de tributos de 1548, las cuales proporcionas el número de casas o gentes respectivamente y estás al multiplicarlas por 5 se encuentra el estimado de población en ambas, al dividir la población obtenida a partir de la relación de 1532 entre 2/3 o 1/2 (las cantidades aproximadas de indígenas muertos por las epidemias antes de 1532) y al aproximarlo y luego encontrar el punto medio entre las dos se encuentra la población aproximada para 1520; en cambio para obtener el resultado a través de la tasación de tributos de 1548 se divide la población obtenida (encontrada al multiplicar por 5 el número de gente) entre el 25%; las cifras obtenidas se las aproxima si se puede. (Amaroli, Paul (1986). En la búsqueda de Cuscatlán)
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