Bacteriocina
Las bacteriocinas son proteínas o toxinas peptídicas sintetizadas por bacterias que inhiben el crecimiento de bacterias similares o de cepas cercanas a las que las producen. Aunque existe controversia al respecto, muchas veces son consideradas como antibióticos de espectro reducido.[1] Son muy diversas estructural, fisiológica y ecológicamente.
Las bacteriocinas fueron descubiertas por André Gratia en 1925, durante su investigación para encontrar formas de matar bacterias y que culminó con el desarrollo de ciertos antibióticos y el descubrimiento de los bacteriófagos. Gratia llamó a su primer descubrimiento colicina porque actuaba frente a E.coli.[2][3]
Las bacteriocinas son muy importantes en medicina, ya que suelen ser producidas por especies no patógenas que colonizan el cuerpo humano.
Referencias
- Farkas-Himsley H (1980). «Bacteriocins--are they broad-spectrum antibiotics?». J. Antimicrob. Chemother. 6 (4): 424-6. PMID 7430010. doi:10.1093/jac/6.4.424.
- Gratia A (1925). «Sur un remarquable example d'antagonisme entre deux souches de colibacille». Compt. Rend. Soc. Biol. 93: 1040-2.
- Gratia JP (octubre de 2000). «André Gratia: a forerunner in microbial and viral genetics». Genetics 156 (2): 471-6. PMC 1461273. PMID 11014798.