Leche de soja

La leche de soja (o soya) o bebida de soja[1] es un líquido que se elabora remojando, moliendo y filtrando granos de soja o soya. Puede adquirirse en comercios, aunque también se comercializan aparatos para producirla en el hogar.

Latte macchiato preparado con bebida de soja, espolvoreado con canela.

Consumo

Se consume desde hace 2000 años.[2] Se usa como alternativa a la leche, especialmente en la alimentación vegetariana estricta y en dietas hipolipídicas, debido a su apariencia blanquecina y a su aporte de proteínas.[3] Las que se comercializan actualmente suelen estar enriquecidas con cianocobalamina (vitamina B12), de difícil obtención en una alimentación vegetariana estricta. Se usa en multitud de recetas.

Valor nutricional

Nutricionalmente es de mediana digestión, carece de colesterol y tiene la mitad de grasas y calorías, la misma cantidad de vitaminas B y más hierro que la leche de vaca.[4] Al igual que esta última, también tiene componentes alergénicos,[5] aunque es apta para intolerantes a la lactosa. Está basada en el valor nutritivo de la proteína de soja que contiene aminoácidos esenciales que ayudan a reducir el colesterol en sangre, entre otros beneficios.[3]

Efectos en la salud

A pesar de las ventajas y cualidades nutricionales que aporta la leche de soja, algunos estudios científicos han sugerido que el consumo regular de bebida de soja podría causar efectos negativos sobre las hormonas, la fertilidad y el sistema inmunitario debido a la existencia en su composición de genisteína, una isoflavona que causa alteraciones en el páncreas y la tiroides, y que es un compuesto genotóxico para el esperma.[cita requerida] Sin embargo, estudios recientes han demostrado que esas sospechas eran falsas.[6]

Una gran virtud de esta leche es que puede reducir el colesterol en sangre debido a la presencia de isoflavona genisteína. Esta también disminuye los triglicéridos y favorece la circulación de la sangre y la flexibilidad de las arterias evitando que el colesterol se acumule en las paredes de la misma y se produzca una ateroesclerosis. Este producto vegetal también previene el cáncer de próstata y la osteoporosis pero la presencia de fitoestrógenos y su aptitud para promover el cáncer de mama han sido citados como factores desfavorables en esta bebida.[7] Sin embargo, los últimos estudios evidencian la dificultad de sacar conclusiones en este aspecto[8] y la Escuela de Salud Pública de Harvard afirma que, con base en la literatura disponible, "la soja tiene un efecto beneficioso o neutral en varias condiciones de salud".[8]

Confusión derivada de la denominación “leche”

Los consumidores interpretan que las "leches" vegetales son un sustituto directo de la leche de vaca, pero algunas de estas bebidas carecen del equilibrio nutricional de la leche de origen animal y son bajas en proteínas, grasas, calorías, hierro y calcio.[9][10][11] Estas objeciones no se aplicarían a la leche de soja en muchas de sus versiones comerciales, que tienen un contenido en proteínas más elevado y están fortificadas con calcio y vitaminas. Con la adecuada fortificación, las leches vegetales pueden llegar a ser "alternativas nutricionalmente equivalentes a la leche bovina".[11] La recomendación es elegir bebidas fortificadas y que contenga al menos 6 g. de proteína por cada 250 ml.[11]

En los países de la Unión Europea desde 2013 la legislación prohíbe el uso de la palabra "leche" para designar las bebidas vegetales.[11][12]

Se entenderá por "leche" exclusivamente la secreción mamaria normal obtenida a partir de uno o más ordeños, sin ningún tipo de adición ni extracción.
Reglamento (UE) Nº 1308/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 17 de diciembre de 2013. L 347/814

Sabor

La leche de soja fabricada y endulzada tiene un sabor a nuez parecido al de la avena.[13] En las bebidas calientes ácidas, como el café, puede producirse un cuajado, lo que obliga a algunos fabricantes a añadir reguladores de la acidez.[14]

Ácido fítico

La soja, y la leche de soja en particular, contienen ácido fítico[cita requerida], que puede actuar como agente quelante e inhibir la absorción de minerales, especialmente en dietas ya bajas en minerales.[15][16] Sin embargo, la ingesta de ácido fítico puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon.[17][18]

Véase también

Referencias

  1. En países de la UE el término leche sólo puede hacer referencia al producto de origen animal.
  2. «History of Soymilk and Dairy-like Soymilk Products».
  3. de Luna Jiménez, A. (2006). Valor nutritivo de la proteína de soya. Investigación y Ciencia: de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, (36), 29-34.
  4. Tempeh. La mejor proteína vegetal. Shia Green. Océano Grupo Editorial, S.A., 2001. Pag. 138. ISBN 84-7556-080-6
  5. Alergias Alimentarias Archivado el 25 de enero de 2007 en Wayback Machine. University of Virginia Health System
  6. Nagra, Matthew (2019). 3 MITOS DE LA SOYA.
  7. García-Saavedra, Natalia Moraleja (2017). «BEBIDAS VEGETALES». Tesis de grado, Universidad Complutense. Consultado el 29 de octubre de 2019.
  8. Boston, 677 Huntington Avenue (6 de agosto de 2018). «Straight Talk About Soy». The Nutrition Source (en inglés estadounidense). Consultado el 2 de agosto de 2022.
  9. Vanga SK, Raghavan V (enero de 2018). «How well do plant based alternatives fare nutritionally compared to cow's milk?». J Food Sci Technol (Revisión) 55 (1): 10-20. PMC 5756203. PMID 29358791. doi:10.1007/s13197-017-2915-y.
  10. Mäkinen OE, Wanhalinna V, Zannini E, Arendt EK (2016). «Foods for Special Dietary Needs: Non-dairy Plant-based Milk Substitutes and Fermented Dairy-type Products». Crit Rev Food Sci Nutr (Revisión) 56 (3): 339-49. PMID 25575046. doi:10.1080/10408398.2012.761950.
  11. Sethi S, Tyagi SK, Anurag RK (septiembre de 2016). «Plant-based milk alternatives an emerging segment of functional beverages: a review». J Food Sci Technol (Revisión) 53 (9): 3408-3423. PMC 5069255. PMID 27777447. doi:10.1007/s13197-016-2328-3.
  12. «Reglamento (UE) Nº 1308/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 17 de diciembre de 2013». Diario Oficial de la Unión Europea. 17 de diciembre de 2013. p. 814. Consultado el 23 de mayo de 2018.
  13. Serena Ball (22 de enero de 2021). «All the Non-Dairy Milks on the Market, Reviewed and Ranked». FoodNetwork. Consultado el 21 de mayo de 2021.
  14. Brown, Mairi; Laitano, Francesca; Williams, Calum; Gibson, Bruce; Haw, Mark; Sefcik, Jan; Johnston, Karen (1 de octubre de 2019). «'Curdling' of soymilk in coffee: A study of the phase behaviour of soymilk coffee mixtures». Food Hydrocolloids 95: 462-467. S2CID 145932645. doi:10.1016/j.foodhyd.2019.04.032.
  15. Committee on Food Protection, Food and Nutrition Board, National Research Council (1973). «Phytates». Toxicants Occurring Naturally in Foods. Washington, DC: National Academy of Sciences. pp. 363–71. ISBN 978-0-309-02117-3.
  16. «How do phytates impact calcium absorption?». American Bone Health. 2011.
  17. Graf, E.; Eaton, J. W. (1993). «Suppression of colonic cancer by dietary phytic acid». Nutrition and Cancer 19 (1): 11-19. ISSN 0163-5581. PMID 8383315. doi:10.1080/01635589309514232.
  18. Reddy, Bandaru S (25 de enero de 1999). «Role of dietary fiber in colon cancer: an overview». The American Journal of Medicine (en inglés) 106 (1, Supplement 1): 16-19. ISSN 0002-9343. doi:10.1016/S0002-9343(98)00341-6.

Bibliografía

  • Rahab Waweru, M.A., et al. 1967. Effect of processing methods on oxidative off-flavors of soybean milk. Cereal and Food Sciences North Nairobi State University, Ministry of Agriculture. «Soy Milk». Soya.be. Soya. Consultado el 17 de agosto de 2005.
  • Torres-Penaranda, A.V., et al.1998. Sensory characteristics of soymilk and tofu made from Lipoxygenase-Free and Normal soybeans. Journal of Food Science 63 (6): 1084-1087.
  • Smith, A.K. and Circle, S.J. 1972. Soybeans: Chemistry and Technology. AVI publishing.
  • Hall, Francisco (2014). Bebida de soja: Información y contraindicaciones.
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