Cocol

El cocol (del náhuatl cocolli) es un pan dulce típico de la gastronomía mexicana. Tiene forma romboidal,[1] textura seca y un tanto esponjosa y un sabor fuerte a anís y piloncillo.[2] A veces, puede estar cubierto con semillas de ajonjolí. Es común comerlo con mermelada en los desayunos y meriendas, para acompañar al atole, al café de olla o a un vaso de leche.[3]

Cocol
'Torito'
Origen
Origen México México
Datos generales
Tipo Pan dulce
Ingredientes Harina de trigo, piloncillo y anís

El cocol es típico de los estados de Hidalgo, México (Edomex), Morelos, Tlaxcala, Puebla y Ciudad de México (aun se elabora tradicionalmente en Milpa Alta). Desde 2001, en Atotonilco el Grande (Hidalgo) se celebra cada septiembre el Festival del Cocol, con motivo de las fiestas patronales dedicadas a San Agustín.[4]

Origen

Se considera uno de los panes más antiguos de México. Su nombre proviene del náhuatl cocolli, que significa «riña» o «enojo»;[4] de esta raíz proviene también el término coloquial cocolazo, «golpe» o «disparo».[5][6] También se usan las expresiones coloquiales «estar cocol» o «irle [a alguien] cocol»[1] para referirse a estar mal o irle a alguien mal.[nota 1]

El cocol se remonta a la Conquista española de México. El arte de hornear el pan fue traído por los españoles a Mesoamérica (ya que hasta entonces sólo existía la harina de maíz). Los mexicas aprendieron a cultivar, moler y hornear el trigo, y luego se hicieron los suyos con los ingredientes que eran comunes en ese momento.[7] Este nuevo pan se llamaba cocol, y se lo conoce como torito en algunas partes del país.

Variantes

Pan pechuga.

Al parecer, el cocol nace del chimistlán o chimisclán, otro pan dulce con forma romboidal, pero carente de sésamo. El chimisclán suele ser menos dulce y más sencillo, por lo que también se le denomina así al cocol mal hecho.[8] De hecho, existe la expresión popular «Ay, cocol, ya no te acuerdas cuando eras chimistlán», original de una canción de Cantinflas, para referirse a las personas trepas, que son exitosas que se sienten superiores a los demás y no recuerdan su pasado más pobre.[9] Actualmente la producción y consumo del chimistlán es casi nula, siendo sustituido por el cocol.[3]

El cocol martajado, es la variante más sencilla del cocol, hecha con harina de baja calidad y sin decoración adicional. En cambio, el cocol más caro suele ser el pechuga, que se le suele barnizar la superficie con huevo para dorarlo y se decora con grecas. Dependiendo de la región de elaboran con diferentes ingredientes; también existen el cocol relleno de semillas de sésamo y el decorado con azúcar glass por encima.[3]

Notas

  1. Para más información sobre el uso de estas expresiones véase: Centro Virtual del Instituto Cervantes (2013). «Asunto: La expresión mexicana «ser del cocol»».

Referencias

  1. Diccionario de la lengua española (Real Academia Española). «cocol». Consultado el 18 de noviembre de 2019. «1. m. Méx. Panecillo que tiene forma de rombo.
    estar alguien, o irle a alguien, cocol:
    1. locs. verbs. coloqs. Méx. Irle muy mal. »
  2. Enciclopedia de cocina mexicana Larousse. «Cocol».
  3. Josué Huerta (2019). «Conoce al chimistlán, el papá desaparecido del cocol». México Desconocido. Consultado el 18 de noviembre de 2019.
  4. «https://hidalgo.lasillarota.com/aproxima-festival-cocol-atotnilco-grande/310914». Se aproxima el festival del cocol en Atotonilco el Grande (La Silla Rota de Hidalgo). 22 de agosto de 2019.
  5. «cocolazo - definición».
  6. DeliciasPrehispánicas.com (2015). «Origen de la palabra COCOL y su receta».
  7. «Blessed Miguel Pro "Cocol" Sweetbread».
  8. Enciclopedia de cocina mexicana Larousse. «Chimisclán».
  9. «“Ay cocol ya no te acuerdas cuando eras chimistlán”». 2007.

Véase también

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