Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo

Finalmente el 7 de febrero de 1963, la Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo salía a calle con unidades que para la época rompía todos los esquemas, rápidas, seguras, confortables, dotadas de la última tecnología de la industria automotriz, esbeltas, elegantes, talla que reflejaba la rancia estirpe inglesa, enfundada en atrayente vestidura blanca y roja.

La ceremonia inaugural se realizó a las 10:30 en la plazoleta frente a sus oficinas en la que se recibió la visita de altas autoridades nacionales y departamentales, luego comenzó la prestación del servicio de su primera línea, la 404 que recorría desde el Palacio de la Luz hacia Camino Maldonado y Libia (Jardines del Hipódromo) durante algunos días se permitió al público recorrerla de forma gratuita para que disfrutaran como no lo hacían desde hacía muchos años de un confortable viaje en ómnibus.

Otra de las características que distinguió a esta y por la que tuvo una gran aceptación popular fue el recorrido de sus líneas, buena parte de ellas cruzaban transversalmente la ciudad de Montevideo, con el pago de un solo boleto, tal era el caso de la Línea 404, antes para viajar desde Camino Maldonado o el barrio de la Unión hacia las zonas de Brazo Oriental y Arroyo Seco en ocasiones había que tomar entre dos y tres ómnibus.

Otras de sus líneas fueron la 409 y 427, quienes tenían como destino las zonas conocidas como Montevideo Rural, llegando a "colonizar" esas grandes extensiones de campo, las cuales no contaban hasta ese entonces con un servicio de transporte.[2]

Hasta diciembre se fueron incorporando líneas y ómnibus hasta que finalmente quedaron constituidas de la siguiente manera:

• Las líneas 441, 445 y 447 fueron operadas por pocos meses y la línea 410 fue operada hasta 1969.

En 1964 buscando centralizar su infraestructura adquiere un inmueble sobre la Av. 8 de Octubre a allí instalara su sede central y social.

Uno de los tantos objetivos de dicha cooperativa era cumplir el anhelo más caro de los trabajadores, el sueño de la casa propia. y es así que en 1967 luego de largos años de sacrificio se crea el Fondo Social de Vivienda cuyo texto se incorpora al Convenio Colectivo de salarios y con el aporte del 3% de los ingresos (1,5% de los trabajadores y 1,5% de la cooperativa) se comienza a nutrir un fondo de ahorro que servirá para la obtención de préstamos por parte del Banco Hipotecario del Uruguay, por esta vía se adquiere en 1971 un predio de 7000 m² en la calle Corrales donde se proyecta la construcción de seis torres de 20 apartamentos cada una. En el mismo año se obtiene la personería jurídica.

Mientras tanto en 1973 cancela su deuda contraída con el Banco República tras la adquisición de los 100 autobuses ACLO.

En 1972 otro grupo humano también convierte en realidad otro sueño social de la cooperativa. la concreción de una Cooperativa de Ahorro y Crédito, creada para brindar asistencia financiera a sus socios con créditos en función de sus ahorros. Su desarrollo adquirió notoria relevancia adjudicándose préstamos mensuales que rondan los $5.000.000 atendiendo una demanda de 150 socios en forma mensual.[3]

En 1978 luego de fatigosos años de lucha es inaugurado el primer complejo de la calle Corrales con 120 viviendas que atenderían la necesidad habitacional de buena parte de socios y empleados de la cooperativa y su familia.

Simultáneamente otro grupo de socios y empleados venía trabajando desde hacía varios años en pos de otro objetivo social no menos importante que el anterior. La búsqueda de recreación del socio y su familia luego de la jornada de trabajo, un punto de encuentro afín al núcleo, un lugar de reuniones, de un encuentro familiar, de esparcimiento, de actividad deportiva, cultural y de convivencia. Es así que se adquieren las instalaciones de lo que fuera la filial Unión de la Asociación Cristiana de Jóvenes y se inaugura en el año 1978 el Club Social COETC

En 1982 se intenta tímidamente concretar una renovación de flota; la economía del país hace que sea sustancialmente imposible encarar una renovación de flota a mayor escala, no obstante se aborda la importación de 4 chasis Mercedes Benz OH 1517 modelo 1981.

En 1985 tras el retorno de la democracia, comienzan a establecerse las asociaciones de trabajadores que pronto se convierten en agremiaciones y sindicatos.

En el sector de las cooperativas de transporte surge la Asociación Cooperativa de Transporte, como entidad federativa, integradas por trabajadores emergentes de cada cooperativa en pro de la defensa de los trabajadores, su fuente de trabajo y su salario.

En 1988 las cooperativas caen en profunda crisis derivada de la obsolescencia de sus flotas, estas ya tenían 26 años, sus fábricas habían desaparecido o fusionado, sus repuestos se habían dejado de producir, técnicos de las cooperativas visitaban deshuasaderos en países por los que habían circulado modelos como en los de nuestro país, en donde a veces podían conseguirse repuestos usados aún en buen estado, el resto se fabricaba en nuestro país o talleres propios. Algunas cooperativas comenzaron por falta de estos a paralizar sus unidades, lo que produjo un notorio deterioro en sus economías. En esta situación y luego de ingentes gestiones se obtuvo a través del Banco de la República un apoyo crediticio de un 60% de cada operación renovadora, un 10% con fondos de las propias empresas y el 30% restante con garantía real y solidaria de sus asociados de esta manera se logra la importación de diez chasis SCANIA con carrocería CAIO para ser ensamblados en nuestro país, más tarde serán importadas otras diez en idénticas condiciones que son incorporadas para renovar la flota.

Mientras tanto en 1990 el Fondo Social de Vivienda adquiría un predio de estratégica ubicación en Juanicó y José Serrato, en pleno barrio de la Unión y a metros de la sede del Club Social para la construcción de un nuevo programa habilitación, un edificio de diez pisos y treinta apartamentos. Esta magnífica construcción fue inaugurada en 1997 trayendo solución y bienestar a nuevas familias de la cooperativa.

En 1992 en plena crisis del sector se llega a una fórmula que traerá una definitiva solución para la renovación de las distintas flotas, esta elaboración fue fruto de la lucha de todos los trabajadores urbanos y la participación del Poder Ejecutivo y la Intendencia Municipal de Montevideo. Admitiendo el primero la incorporación de unidades encarrozadas en origen creando un sistema de arrendamiento financiero, con pago a 8 años, y la Intendencia de Montevideo avalo la operación. Todo el sistema de transporte tuvo la posibilidad de renovar totalmente sus flotas de ómnibus, en esta histórica oportunidad la selección de marca recayó en la afamada firma Volvo con carrocerías CIFERAL.

Casi en forma simultánea a este trascendente hecho histórico que revertía totalmente la situación del sector dotando a todo el sistema de transporte de un nuevo y renovado parque automotor y que para dicha cooperativa significara su primer renovación desde su puesta en marcha, para ese año cesaba sus actividades la Cooperativa Obrera de Transportes del Sur que no pudo soportar los embates de la aguda crisis del sector, algo que también había sucedido meses atrás con la Cooperativa de Trolebuses. En esta oportunidad las líneas, permisos y trabajadores de COTSUR fueron distribuidos entre el resto del empresas y cooperativas.

Para COETC fueron otorgados sesenta y cinco de sus permisos para la explotación de las líneas 1, 68 y 95. La 1 era una línea nocturna que iba desde Plaza Independencia hasta el Parque Hotel (hoy Parque Rodó), la cual no duro mucho en manos de COETC. La 68 partía desde Malvín (Felipe Cardozo y Pitágoras) hasta La Paz y la 95 desde Buceo hasta Pajas Blancas (Negro) y Barra Santa Lucia (Rojo). Al poco por disposición de la Intendencia estas dos líneas fueron renumeradas como 468 y 495.

Toda esta sobre dimensión empresarial inesperada hizo que la cooperativa tuviera que realizar inversiones, como lo fue el predio de estacionamiento de la calle Corrales y algunos predios menores que se ubican por la calle Juan J. Rousseau entre las calles Güemes y Habana (que pertenecían a CUTCSA) los cuales circunstancial mente se habían puesto a la venta y luego de la adquisición por parte de COETC sirvieron para ampliar instalaciones, reestructurar la organización administrativa de tránsito y talleres adecuándolas a la nueva realidad.

En 1997 el Fondo Social de Vivienda adquiere una propiedad en la calle Pascual Paladino donde con mayor comodidad y confort instala su sede social.

En 1998 adquiere un inmueble en la calle Juan Jacobo Rousseau con salida a la Av. 8 de Octubre donde se estudian los proyectos para la edificación de un nuevo programa de 52 viviendas.

En la actualidad, opera un total de dieciocho líneas urbanas y locales más dos líneas diferenciales de Montevideo, aunque algunos de estos servicios llegan a unir este departamento con distintas ciudades y localidades cercanas a los límites de Canelones y San José.

Desde el año 2007 COETC inter es la división de esta cooperativa que brinda servicios regulares de larga distancia entre los departamentos de Montevideo y Canelones, cuyas ciudades están comprendidas dentro del área metropolitana de Montevideo. Dichas líneas parten desde la Estación Baltasar Brum de Montevideo. Tambien cuenta con una línea departamental que opera en Canelones.