Conversión de San Pablo
Conversión de San Pablo o caída en el camino de Damasco son denominaciones de un episodio neotestamentario (Hechos de los apóstoles, 9, 1-18;[1] Primera epístola a los corintios 15, 8-9[2]), muy representado en el arte, que relata la conversión de Saulo de Tarso al cristianismo. La Iglesia católica celebra este hecho como fiesta el 25 de enero.
Conversión de San Pablo | ||
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La conversión de San Pablo de Lucas Jordán (ca. 1690). | ||
Localización | ||
Localidad | Damasco | |
Datos generales | ||
Tipo | conversión religiosa, tema artístico, narración bíblica y festividad cristiana | |
Fecha | 25 de enero (rito romano) | |
Motivo | Memoria de la conversión de Pablo de Tarso | |
La Historia
Saulo de Tarso, un ciudadano romano nacido en Tarso de Cilicia (Hch. 22:3), era un ferviente fanático del Judaísmo (Gal. 1:14) y perseguidor a muerte de los cristianos (Hch. 9:1, 13)(Gal. 1:13)(Hch. 22:4, 19-20). Tal era su odio por éstos, que Saulo se presenta ante las autoridades judías (el sumo sacerdote y el consejo de ancianos) y pide cartas que le permitan viajar a Damasco para "llevar atado a Jerusalén a cualquier hombre o mujer que perteneciera a Cristo" a fin de que fueran castigados (Hch. 9:1-2)(Hch. 22:5).
Durante el mediodía de su viaje a ese destino, un resplandor del cielo lo rodeó y Saulo cayó en tierra. Del rompimiento de la nubes escuchó la voz de Cristo diciendo «"Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?"» (Hch. 9:4), a lo que Saulo respondió «"¿Quién eres, Señor?"». Jesús le dijo «"Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues."» Saulo respondió diciendo «"¿Qué haré, Señor?"» y Jesús habló por última vez «"Levántate, ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que tienes que hacer."» (Hch. 9:5-6)(Hch. 22:6-10).
Es importante llamar a este episodio un encuentro, Pablo realmente vio a Cristo resucitado (1 Cor. 9:1 ¿No soy un apóstol? ¿No he visto a Jesús Señor nuestro? • 1 Cor. 15:8 [Cristo] se apareció también a mí). No fue una visión o un sueño, fue un evento objetivo. La característica de "real" o "en la carne" que tiene este episodio es importantísima dado que es lo que convierte a Pablo en apóstol (uno de los requisitos es estar con Jesús resucitado).
Los que viajaban con Saulo vieron la luz, pero no escucharon a Cristo hablar (Hch. 22:9). Saulo, por otro lado, quedó temporalmente ciego a causa del encuentro con la Gloria de Dios, por lo que sus acompañantes tuvieron que guiarlo hasta la ciudad (Hch. 22:11). Tras esta fuerte vivencia, los hombres llegan a Damasco, donde Saulo se encuentra con Ananías, un hombre piadoso conforme a la ley y enviado por Cristo para sanarlo. Ananías le impone las manos en nombre de Jesús, y Saulo recupera la vista al instante. Inmediatamente, Pablo se bautiza. (Hch. 9:17-18)(Hch. 22:12-13)
Ananías también le dejó a Pablo su misión "El Dios de nuestros padres te designó de antemano para que conozcas su voluntad y veas al Justo y oigas la voz de su boca, pues le serás testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído." (Hch. 22:14-15)
Tradicionalmente se ha considerado este episodio como el que mejor representa la conversión al cristianismo, de modo que la expresión camino de Damasco ha pasado a ser sinónimo de «conversión».[3]
Tema pictórico
El tema da oportunidad de representar una escena dinámica, con presencia de caballos, y efectos de luz.
- Lorenzo Veneziano (1370)
En el arte medieval y el primer renacimiento tuvo algún tratamiento (Lorenzo Veneziano, grabado de Alberto Durero), pero es a partir del manierismo cuando se convierte en un tema muy tratado:
- La conversión de san Pablo (Parmigianino), 1527.
- La conversión de San Pablo (Bonifazio Veronese), de Bonifazio Veronese (Galería de los Uffizi).
- La conversión de San Pablo (Miguel Ángel), 1549, en la Capilla Paulina del Vaticano, encargada por Paulo III para esa advocación específica, por ser de su particular devoción (la arquitectura es de Antonio da Sangallo el Joven).
- La conversión de San Pablo (Brueghel), 1789, de Peter Brueghel el Viejo.
- Parmigianino (1527)
- Miguel Ángel (1549)
- Pieter Brueghel el Viejo (1567)
Caravaggio tiene dos versiones, ambas fechadas en torno a 1600-1601 y ambas conservadas en Roma: una en la colección Odescalchi Balbi; y otra en Santa Maria del Popolo. El atrevimiento de Caravaggio en la representación de esta escena originó una curiosa polémica. Se preguntó al pintor: ¿Por qué has puesto al caballo en medio y a San Pablo en el suelo? ¿Es acaso el caballo Dios? ¿Por qué? El artista respondió: No, pero el animal está en el centro de la luz de Dios.[4]
- Caravaggio, colección Odescalchi
- Caravaggio, Santa Maria del Popolo
A partir de Caravaggio, que inaugura la pintura barroca, muchos otros pintores han representado el tema:
- La conversión de San Pablo (Rubens), de Peter Paul Rubens (ca. 1620), de la Gemäldegalerie de Berlín, se perdió en 1945 y se desconoce su paradero actual.
- La conversión de San Pablo (Cortona), de Pietro de Cortona (1630), que tiene como tema la imposición de manos de Ananías.
- La conversión de San Pablo (Francisco Camilo), de Francisco Camilo (Museo Provincial, Segovia).
- La conversión de San Pablo (Lucas Jordán), de Lucas Jordán (ca. 1690).
- La conversión de san Pablo (Vincenzo Camuccini), de Vincenzo Camuccini (1834), para la basílica de San Pablo Extramuros en Roma.
- Conversión de San Pablo, cuadro de Ignacio de Ries;
- La conversión de san Pablo, cuadro de Juan Bautista Maíno;
- Rubens (ca. 1620). Fotografía anterior a 1945
- Grabado del cuadro de la capilla de Ayerbe
- Vincenzo Camuccini (1834)
- Púlpito de la Abadía de San Pablo en Lavanttal
- Vidriera de la iglesia de San Pablo de Birmingham (Francis Eginton, 1791, sobre una pintura de Benjamin West, 1786)
Referencias
- Versión Reina Valera
- Versión Reina Valera
- Uso bibliográfico.
- Gilles Lambert, Caravaggio, Taschen, 2000, ISBN 978-3-8228-6305-3, p. 66.
Enlaces externos
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