Funambulismo
Funambulismo es el arte de caminar a lo largo de un delgado alambre, cuerda o similar mínima superficie de apoyo, practicado desde la antigüedad clásica por los funámbulos (del latín «funambulus», de «funis» -cuerda-, y «ambulare» -andar-).[1] Es conocido también como volatinero y "alambrista".[2]
Historia
Conocidos entre los griegos como schoinobates (σχοινοβάτης, danzantes en la cuerda), al parecer fueron introducidos en Roma el mismo año de su fundación. Terencio hace mención de un funámbulo que había distraído a su público durante la primera representación de su comedia La suegra (Hecyra, 165 a. C.). Por su parte, cuenta Marco Aurelio en sus Meditaciones que estando él y Lucio Vero presenciando los juegos mandados para celebrar sus triunfos y que habiendo caído uno de los funámbulos cuando estaba danzando, mandó Marco Aurelio que se tendiesen colchones debajo de la cuerda y que tal gesto de prudencia pudo ser el origen de la costumbre de poner debajo de ella una red.[3]
Actualmente hay algunos funambulistas muy conocidos como Nik Wallenda o Aisikaier Wubulikasimu
Diferenciación
Las actuaciones en la cuerda floja o en la cuerda de baile se denominan danza de la cuerda, y en la cuerda alta, marcha de la cuerda (de alambre).
Cuerda floja
La cuerda floja es una cuerda que cuelga suelta entre dos puntos fijos. En el balanceo se realizan varios trucos con él. Ligeros movimientos de balanceo hacia los lados mantienen al ejecutante en equilibrio. Además de caminar y girar sobre la cuerda floja, hay muchos trucos diferentes, como montar en monociclo, juego malabares, pararse con las manos y la cabeza, y columpiarse.
Cuerda de baile
La cuerda de baile, al igual que la cuerda floja, está sujeta a dos puntos fijos a una altura de hasta 4 m. Sin embargo, se tensa con una fuerza de tracción de hasta 40 kN. Por eso también se le llama cuerda rígida, directamente traducida del inglés "tight rope". Un abanico de equilibrio, con forma de gota o circular, suele servir de ayuda para el equilibrio. Una característica especial de la cuerda de baile es su suspensión, que es utilizada en particular por los artistas franceses. Esto facilita la ejecución de la danza con saltos, giros y secuencias de pasos. Las longitudes de las cuerdas en esta disciplina son de unos 5 metros. Se utilizan cuerdas tensadas o aparatos autónomos. Las cuerdas laterales, como en las cuerdas altas, no son comunes.
Cuerda en altura
Al igual que la cuerda de baile, una cuerda alta es una cuerda fuertemente tensada hecha de alambre y se utiliza a mayores alturas. En el circo la altura es de unos 8 a 10 metros, al aire libre puede superar los cien metros. Los equilibristas suelen utilizar una pértiga de entre 5 m y 20 m de longitud y un peso de hasta 30 kg para conseguir un mayor momento de inercia y un centro de gravedad más bajo, lo que facilita el equilibrio. Sin embargo, algunos artistas, especialmente de América y España, también trabajan a mano alzada, pero entonces suelen hacerlo con una cuerda relativamente corta. Con las alturas habituales al aire libre y las longitudes de cuerda de hasta varios cientos de metros, es casi imposible soportar el viento y las vibraciones que se producen sin un poste de equilibrio. Los cables largos están asegurados a ciertos intervalos con cuerdas de sujeción laterales ("cavaletti") para evitar un balanceo excesivo.
También puedes hacer volteretas, arcos, splits o saltos en la cuerda tensada (cuerda de baile o cuerda floja), puedes montar en ella con un monociclo especialmente preparado o sentarte en ella con una silla.
Tipos
El gran diccionario histórico o Miscellanea curiosa de la Historia Sagrada y profana de Louis Moreri, editado en 1753, distingue cuatro géneros de danzantes de cuerda:
- Los que daban vueltas alrededor de una cuerda en figura de una rueda alrededor de su eje;
- los que bajaban de arriba abajo por encima de una cuerda apoyados sobre el estómago, abiertos de brazos y piernas;
- los que corrían sobre una cuerda extendida horizontalmente o de arriba abajo;
- y los que brincaban y danzaban sobre dicha cuerda.
En Oriente un de las más bellas expresiones del funambulismo es la danza del jultagi.
Un ejemplo del siglo XVI
El investigador e hispanista John Earl Varey (1922-1999) analizó un curioso y extraño grabado guardado en el Museo Municipal de Madrid. En él puede verse una compañía de volatineros y funambulistas italianos, "Los Hermanos Burattini", realizando sus saltos, danzas, piruetas y proezas ante el Real Alcázar de Madrid en el último lustro del siglo XVI. Uno de ellos, con los brazos y piernas desplegados, como un ave, se desliza sobre su propio vientre a lo largo de una soga tendida desde una de las torres del alcázar hasta el extremo de la ensenada. Es de suponer, aunque la miniatura no permite confirmarlo, que el acróbata se apoya en un tablón con una ranura que le sirve de guía, al que va prendido de alguna manera. Al parecer, tal ejercicio recibía el nombre de "despeño" o despeñadero.[4]
Biomecánica
Los acróbatas mantienen su equilibrio posicionando su centro de masa directamente sobre su base de apoyo, es decir, desplazando la mayor parte de su peso sobre sus piernas, brazos o cualquier parte de su cuerpo que estén utilizando para sostenerse. Cuando están en el suelo con los pies uno al lado del otro, la base de apoyo es amplia en la dirección lateral pero estrecha en la dirección sagital (de atrás hacia adelante). En el caso de los caminantes de cuerda floja, sus pies están paralelos entre sí, un pie colocado delante del otro mientras están en el cable. Por lo tanto, el balanceo de un caminante de cuerda floja es de lado a lado, su apoyo lateral se ha reducido drásticamente. En ambos casos, ya sea de lado a lado o en paralelo, el tobillo es el punto de pivote.
Un caminante de alambre puede utilizar una pértiga para equilibrarse o puede estirar los brazos perpendicularmente a su tronco a modo de pértiga. Esta técnica ofrece varias ventajas. Distribuye la masa lejos del punto de pivote, aumentando así el momento de inercia. Esto reduce la aceleración angular, por lo que se requiere una mayor torsión para hacer girar al artista sobre el cable. El resultado es una menor inclinación. Además, el ejecutante también puede corregir el balanceo girando el poste. Esto creará un par de torsión igual y opuesto en el cuerpo.
Los bailarines de cuerda floja suelen llevar zapatillas muy finas y flexibles, con suela de cuero o de gamuza, para proteger los pies de abrasiones y magulladuras, pero permitiendo que el pie se curve alrededor del cable. Aunque es muy infrecuente en la práctica, los funámbulos aficionados o inexpertos suelen caminar descalzos para poder agarrar el cable entre el dedo gordo y el segundo. Esto se hace más a menudo cuando se utiliza una cuerda, ya que las fibras más suaves y sedosas son menos gravosas para el pie desnudo que el cable trenzado, más duro y abrasivo.
Véase también
- Historia del circo
- Funámbulo.
- Cuerda floja.
- Jultagi.
- Nikolas Wallenda.
- Philippe Petit.
- Slackline.
- En la cuerda floja Película donde se ve toda la preparación que tiene que hacerse para realizar el acto de funambulismo.
Referencias
- Diccionario Enciclopédico Abreviado Espasa-Calpe, tomo IV. Madrid, 1957.
- Gómez García, Manuel (1997). Diccionario del teatro. Madrid, Ediciones Akal. p. 333. ISBN 8446008270.
- Louis Moreri: El gran diccionario histórico, Louis Moreri. Editor Frères de Tournes 1753. Traducido por José Miravel y Casadevante. Fuente: Universidad Complutense de Madrid.
- Amorós, Andrés y Díez Borque, José María; Ana María Álvarez Pellitero (1999). Historia de los espectáculos en España. Castalia, Madrid. pp. 51-52. ISBN 8470398253.
Bibliografía
- Gisela y Dietmar Winkler (ed.): Gente entre el cielo y la tierra. De las vidas de famosos artistas de la cuerda floja . Henschel Verlag, Berlín 1988, ISBN 3-362-00260-9 .
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Funambulismo.
- Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre Funambulista.