Escítala

Una escítala (en griego antiguo: σκυτάλη, skytálē) es un sistema de criptografía utilizado por los éforos espartanos para el envío de mensajes secretos. Está formada por dos varas de grosor variable (pero ambas de grosor similar) y una tira de cuero o papiro, a las que ambas se puede denominar escítala.

Una escítala.

El sistema consistía en dos varas del mismo grosor que se entregaban a los participantes de la comunicación. Para enviar un mensaje se enrollaba una cinta de cuero en espiral en torno a una de los varas y se escribía el mensaje longitudinalmente. Una vez escrito el mensaje, se desenrollaba la cinta y se enviaba al receptor, que sólo tenía que enrollarla a la vara gemela para leer el mensaje original.

Podemos encontrar una descripción del procedimiento en la obra de Plutarco, Vida de Lisandro.

Transposición en Criptografía

La transposición es uno de los métodos más empleados en criptografía, y consiste en alterar el orden de los elementos de un mensaje. El método utilizado en la escítala es la transposición más elemental: una transposición seriada continua (no tiene saltos). Este método es también conocido como transposición de matrices. En algoritmos aplicados a imágenes equivale a una rotación de 90° a la derecha y luego expresada horizontalmente

En el caso de la escítala, es equivalente a disponer en una tabla cada uno de los elementos en filas y luego tomarlos en columnas, siendo el número de columnas el número de caras que presenta la escítala, y el número de filas la cantidad resultante de dividir la longitud total del mensaje por el número de columnas.

Ejemplo de aplicación

Disposición sobre la tabla del texto a cifrar.
Disposición sobre la tabla del texto a descifrar.

Sea el mensaje a cifrar: «En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme», y sea la escítala de 10 caras. Se construye entonces una tabla de 10 columnas (número de caras) y 6 filas, resultado de dividir la longitud del mensaje (60 caracteres) por el número de columnas o caras. A continuación se escribe el texto secuencialmente a lo largo de las filas, como se aprecia en la imagen de la izquierda.

El texto cifrado es el resultado de tomar linealmente, sin saltos, la misma tabla pero ahora recorriéndola en columnas. El mensaje cifrado queda así: «Ernu n cyna dhoocuea  on ,nqr l oudladmiau ebergM rrmaaceoe».

Descifrar el texto con la escítala es volver a enrollar la tira de cuero sobre una vara que tenga el mismo número de caras y un tamaño similar al de la vara original sobre la que se escribió en mensaje. El mensaje recibido queda descifrado volviendo a aplicar el mismo método, sin más que intercambiar filas y columnas sobre la tabla. En la imagen de la derecha puede apreciarse que el texto queda descifrado leyendo secuencialmente a lo largo de las columnas.

En la escítala y con texto legible por humanos pueden omitirse los espacios en blanco y otros signos de puntuación. Con ello el mensaje resulta más breve y críptico, y una vez descifrado no resulta mucho más complejo de comprender.[1] Para una mayor claridad del ejemplo, en las imágenes se ha optado por incluirlos.

Particularidades

Cuando el mensaje no llena (o cabe, según se considere) completamente la tabla, debe considerarse (esto es: largo(mensaje)/caras no es entero) que se debe añadir 1 fila más y los caracteres de esta fila incompleta considerarse espacios en blanco.

De cara a descifrar un mensaje tal conjunto de caracteres vacíos, pueden suponer una pista para interceptar el número de caras (ancho de la tabla sin cifrar, alto de la tabla cifrada), con que está cifrado el mensaje.

Completar de dicha forma una tabla arroja muchas pistas acerca del tamaño de tabla, pues queda claro que la misma debe ser el producto de sus divisores. Al respecto, la tabla (de las imágenes que se acompaña de ejemplo) se ha creado a propósito con 10 filas y 6 columnas, a fin de ilustrar esto mismo. Siendo 60 caracteres la tabla tiene como factores: 5, 3, 2, 2 por tanto hay 10 posibles tamaños de tabla (el sumatorio de 4 elementos). Posibilidades del ejemplo: "2 * 30 , 3 * 20 , 4 * 15, 5 * 12, 6 * 10, 10 * 6, 12 * 5, 15 * 4, 20 * 3, 30 * 2". Un modo de solventar esto sería que un posible algoritmo basado en el método añadiera una cantidad de caracteres aleatorios ( al final, al principio, en ambos sitios, o incluso, repartido dentro), datos que deberían constar en la clave.

Tanto el primer carácter como el último son los únicos que conservan su posición antes y después del cifrado. En textos muy cortos (palabras, frases cortas), pueden usarse dichos 2 caracteres como un sencillo método de verificación de integridad. Si la tabla es cuadrada, todos los elementos que forman la diagonal (desde la posición 0 hasta el final) también conservan su posición original antes y después del cifrado.[2]

La escítala tiene una participación predominante en uno de los cómics de la serie de Blake y Mortimer, llegando a darle título al mismo: La vara de Plutarco, publicado en 2015.

Notas

Hablamos de caras para que quede perfectamente claro la implicación de una cantidad de caracteres por cada revolución alrededor de la vara. En la práctica podían ser redondos, ovalados, etc... Con caras, pues se pretende indicar la cantidad de caracteres que dado el tamaño de estos sobre la tira escrita, resultan por cada espira dado el radio de la vara. Resulta más cómodo si lo resumimos tal como si fueran caras de una vara con sección poligonal.

Referencias

  1. Sobre todo teniendo en cuenta que los griegos de la época clásica no usaban espacios ni signos de puntuación en sus textos, que son un añadido posterior al lenguaje griego.
  2. «Escítala espartana». Consultado el 28 de abril de 2021.
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