Escampavía
Una escampavía (<escampar: despejar) fue un tipo de buque de las marinas de guerra y guardacostas caracterizado por su escaso tonelaje y calado, con casco de hierro y propulsión a hélice. La escampavía no solía desplazar más de 500 toneladas, desarrollando velocidades de hasta 10 nudos. El conjunto se completaba con un cañón de escaso calibre. Era habitualmente destinada a labores auxiliares, como guía y exploradora para naves mayores o flotas, reconocimiento de calas poco profundas, apoyo a faros, patrullaje, persecución del contrabando y salvamento. Por lo mismo, se esperaba que pese a su reducido tamaño la nave tuviera capacidades marineras.
Es una designación que se utilizó especialmente entre finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. La palabra ya no se aplica a naves activas, aunque el término inglés cutter, de relativa equivalencia a escampavía, todavía se sigue usando en el servicio de aduanas británico y la Guardia Costera de Estados Unidos, aunque se debe aclarar que este último servicio denomina con este apelativo a cada uno de sus buques (USCGC; United States Coast Guard Cutter), aunque en rigor no todos correspondan a las características y funciones de este tipo de embarcación. Muchas de sus funciones (sondaje de aguas someras, patrullaje, control del contrabando, etc.) son cumplidas por los ahora denominados buques patrulleros.
Uno de estos buques, la Yelcho, al mando del piloto Luis Pardo Villalón, de la Armada de Chile, rescató en 1916 a los náufragos de la expedición de Ernest Shackleton de Isla Elefante, en la Antártica. También en 1878 y 1879 la USRC Thomas Corwin participó en la búsqueda del buque de exploración polar Jeannette, el cual quedó atrapado en el hielo en un intento de alcanzar el Polo Norte. Así mismo, la escampavía llamada San Manuel, del apostadero de Málaga, apresó en 1866 en la bahía de Nerja, Málaga, al laúd San Antonio, de la matrícula de Torrevieja, Alicante, que transportaba una carga de más de seiscientas fanegas de cebada, cuya origen era harto sospechoso, pensándose que era contrabando.