Falsificación
La falsificación es un acto consistente en la creación o modificación de ciertos documentos, efectos, productos (bienes o servicios), con el fin de hacerlos parecer como verdaderos o para alterar o simular la verdad.[cita requerida]
La falsificación es considerada un crimen de «guantes blancos», ya que carece de violencia y en general implica transacciones comerciales.[1] Las falsificaciones pueden realizarse, entre otros, respecto a documentos públicos o privados, monedas, billetes u otros valores, arte y productos de marcas comerciales.[2][3][4]
En los primeros casos, es un delito que afecta la fe pública, pudiendo llegar a ser una modalidad de fraude, mientras el último se entiende que es una vulnerabilidad de la propiedad industrial (al ser copias sin licencias, para ser vendidas como si fueran originales).[cita requerida]
Los documentos, monedas y billetes falsos, pueden identificarse por su burda manufactura o por carecer de los dispositivos de seguridad. Por otra parte, en el caso de productos comerciales, pueden identificarse por emplear material de baja calidad, tener diferencias en el diseño u ostentar una marca semejante a otra de reputación, por ejemplo: ASEIKON (en vez de SEIKO), ACASIO (en vez de CASIO), ORIENTEX (en vez de ORIENT), KDK (en vez de TDK), y SONI (en vez de SONY).[5]
Referencias
- «Falsificación de Documentos». Consultado el 31 de marzo de 2017.
- Rogers, Davis (ed.). «Falsificación y adulteración de documentos». Enciclopedia Jurídica.
- ASGECO. «Falsificaciones, imitaciones y copias». Asociación General de Consumidores.
- INTERPOL. «Falsificación de moneda y documentos de seguridad». Delitos. Organización Internacional de Policía Criminal – INTERPOL.
- Reader's Digest.