Hipófisis
La hipófisis[2] o glándula pituitaria es una glándula endocrina presente en los vertebrados, que segrega las hormonas encargadas de regular la homeostasis y el crecimiento, mediante la función de otras glándulas endocrinas subordinadas. Es una glándula compleja que se aloja en un espacio óseo llamado silla turca, situado en la base del cráneo.[3]
Hipófisis | ||
---|---|---|
La hipófisis ( flecha) en la base del cerebro. | ||
Corte a través de la hipófisis. | ||
Nombre y clasificación | ||
Sinónimos |
glándula maestra | |
Latín |
[TA]: hypophysis; [TA]: glándula pituitaria | |
TA | A11.1.00.001 | |
Gray | pág.1275 | |
Información anatómica | ||
Sistema | endocrino | |
Arteria |
arteria hipofisaria superior; infundibular; prequiasmática; hipofisaria inferior; capsular; arteria del seno cavernoso inferior[1] | |
Precursor | ectodermo neural y oral, incluyendo la bolsa de Rathke | |
| ||
Las alteraciones en la función de la hipófisis, pueden ser tanto en menos (hipofunción), como en más (hiperfunción), ambas determinan niveles sanguíneos alterados de las hormonas principales, afectando así la endocrinología de todo el organismo.
Los tumores de hipófisis suelen ser benignos y se llaman adenoma hipofisario, trastornan la secreción de hormonas y además pueden comprimir estructuras neurológicas adyacentes como el quiasma óptico.
Desarrollo embriológico
Desde el punto de vista de la embriología, la hipófisis es un órgano doble de origen ectodérmico y neural.[4]
La glándula hipófisis se desarrolla a partir de dos estructuras completamente distintas: a partir de una evaginación de la boca primitiva (estomodeo) a la altura de la bolsa de Rathke y a partir del infundíbulo, una extensión del diencéfalo. Posteriormente, las células del remanente de la bolsa de Rathke aumentan en cantidad y conforman el lóbulo anterior (AL) de la hipófisis o adenohipófisis.[5]
En Peces el grupo de los teleósteos es el único en el que la neurohipófisis tiene una estrecha relación de estructura con las células adenohipofisarias, con neuronas que inervan directamente las células de la adenohipófisis. Presentan una adenohipófisis dividida en tres regiones: pars distalis rostral, pars distalis caudal y pars intermedia.
En Anfibios la hipófisis presenta mayor similitud con la del resto de los vertebrados. Adenohipófisis y neurohipófisis son dos zonas independientes pero interrelacionadas, con un sistema porta bien establecido. La adenohipófisis está compuesta de un lóbulo distal diferenciado en dos regiones, una rostral y otra caudal.
En Mamíferos, la hipófisis se divide en un lóbulo neural desarrollado (lóbulo posterior o neurohipófisis), con una eminencia media que comunica por medio de un plexo capilar con la zona más rostral del lóbulo anterior. Un lóbulo anterior (adenohipófisis) que no presenta división marcada en regiones, un lóbulo intermedio y un lóbulo tuberal que forma junto con la eminencia media el "tallo hipofisario" y cuyos vasos sanguíneos se comunican con la zona más rostral del lóbulo anterior. Los tipos celulares secretores, se encuentran distribuidos por todo el lóbulo anterior.[4]
En el embrión humano de 3 semanas, la bolsa de Rathke se invagina en el estomodeo y crece en dirección dorsal hacia el infundíbulo neural. Al final del segundo mes la conexión con la cavidad oral se pierde y se ubica en asociación estrecha con el infundíbulo. Posteriormente, las células del remanente de la bolsa de Rathke aumentan en cantidad y constituyen el lóbulo anterior (frontal) de la hipófisis llamado adenohipófisis. Está conformada por cordones e islas de células epiteliales secretoras rodeadas por gran cantidad de capilares.
El infundíbulo del mesencéfalo da origen al "tallo de la hipófisis" y al lóbulo posterior de la hipófisis llamado neurohipófisis. Está compuesta por células de la neuroglia, además contiene importantes fibras nerviosas procedentes de la región hipotalámica.[5]
En resumen en el humano se generan:
- Lóbulo anterior o adenohipófisis: procede embriológicamente de un esbozo la faringe del embrión: la pared anterior de la bolsa de Rathke y es responsable de la secreción de numerosas hormonas
- Parte intermedia[6] o hipófisis media procede de la pared posterior de la bolsa de Rathke, produce dos polipéptidos llamados melanotropinas u hormona estimulante de melanocitos (MSH en inglés).
- Lóbulo posterior o neurohipófisis: procedente de la evaginación del piso del tercer ventrículo del diencéfalo, al cual se le conoce con el nombre de infundíbulo, queda unido a través del tallo hipofisario; almacena a las hormonas ADH y oxitocina.[7]
Anatomía
La glándula hipófisis de los vertebrados se ubica en la zona ventral del diencéfalo, alojada en una depresión ósea del hueso esfenoides denominada silla turca, situada en la base del cráneo.[4]
Ubicada en el piso de la fosa cerebral media, la hipófisis está conectada con el hipotálamo a través del tallo hipofisario o infundíbulo. La glándula está separada del hueso por las meninges y rodeada por una cápsula de tejido conjuntivo, que permite la entrada de los vasos sanguíneos para su irrigación.[8]
La duramadre se refleja en dos láminas: una ventral que recubre la fosa hipofisaria y otra lámina dorsal que recubre la base del cerebro y forma una "tienda hipofisaria" o "diafragma sellar", perforado alrededor del infundíbulo de la hipófisis.[9]
El tamaño de la hipófisis varía con el tamaño corporal del vertebrado considerado. En la rata la hipófisis mide 3,5 x 5,5 x 1,5 milímetros (mm) y tiene un peso de alrededor de 8 miligramos (mg) para la rata macho y 14 mg para la rata hembra.[10]
En el perro la hipófisis es aplanada en el sentido dorso-ventral con 11 mm de largo, 7 mm de ancho y 3 mm de profundidad; si el animal es menor de 2 años de edad puede pesar 65 mg en promedio (con variación entre 33-90 mg).[9]
La hipófisis en el humano, tiene forma elipsoide con un diámetro anteroposterior de 8 milímetros (mm), trasversal de 12 mm y 6 mm en sentido vertical; en promedio pesa en el hombre adulto 500 miligramos, en la mujer 600 mg y en las que han tenido varios partos, hasta 700 mg.[11]
El principal riego sanguíneo de la glándula pituitaria humana, proviene de dos ramas de la arteria carótida interna: las arterias hipofisarias superior e inferior.
Una sola arteria hipofisaria superior nace de cada arteria carótida interna luego de un corto trayecto dentro de la cavidad craneal. Cada arteria hipofisaria superior, de 0,25 mm de diámetro promedio, se divide en dos ramas, una anterior y otra posterior, cada una de las cuales se anastomosa con su homóloga del lado opuesto para formar un anillo alrededor de la parte superior del tallo hipofisario.[12]
Fisiología
La hipófisis sintetiza, almacena y secreta las hormonas que son imprescindibles para la regulación (homeostasis) y el desarrollo del organismo como el crecimiento, el metabolismo y el desarrollo sexual.[13]
La síntesis y la secreción de las hormonas peptídicas principales de la hipófisis, está regulada por un sistema de control por retroalimentación, denominado eje hipotálamo-hipofisario, a través de un sistema vascular especializado entre el hipotálamo y la hipófisis.[14] [15]
La glándula hipófisis es un órgano neuro-hemático, que contiene: por una parte la secreción de los terminales de axones de neuronas neurosecretoras del hipotálamo, y por otra parte una glándula endócrina de origen epitelial, que secreta hormonas que van a regular la actividad de otras glándulas endócrinas a distancia.[4]
En los vertebrados, la hipófisis es el componente clave del sistema neuroendócrino y de la regulación neurosecretora.
La secreción de la hipófisis está controlada por: el hipotálamo influenciado por los centros superiores del sistema nervioso central, y por la retroalimentación de los niveles de hormonas circulantes producidas por sus glándulas endócrinas dependientes.[16]
Adenohipófisis
La adenohipófisis segrega muchas hormonas de las cuales seis son relevantes para la función fisiológica adecuada del organismo, las cuales son segregadas por cinco tipos de células diferentes. Estas células son de origen epitelial y como muchas glándulas endocrinas, están organizadas en acúmulos rodeados de capilares sanguíneos sinusoides a los cuales se vierte su secreción hormonal. Se han podido identificar cinco tipos celulares principales en la adenohipófisis:
- Células somatotropas que segregan GH (acidófila).
- Células lactotropas, o mamotropas que segregan PRL (acidófila).
- Células corticotropas que segregan ACTH (basófila).
- Células gonadotropas que segregan las gonadotropinas LH, y FSH (basófila).
- Células tirotropas que secretan la TSH (basófila).
Hormonas de la adenohipófisis
- Hormona del crecimiento o somatotropina (GH). Estimula la síntesis proteica, e induce la captación de glucosa por parte del músculo y los adipocitos, además induce la gluconeogénesis por lo que aumenta la glucemia; su efecto más importante es quizás que promueve el crecimiento de todos los tejidos y los huesos en conjunto con las somatomedinas. Por lo que un déficit de esta hormona causa enanismo y un aumento (ocasionado por un tumor acidófilo) ocasiona gigantismo en niños, y acromegalia en adultos, (consecuencia del previo cierre de los discos epifisiarios).
- Prolactina (PRL) u hormona luteotrópica. Estimula el desarrollo de los acinos mamarios y estimula la traducción de los genes para las proteínas de la leche.
Las demás hormonas son hormonas tróficas, que tienen su efecto en glándulas endócrinas periféricas:
- Hormona estimulante del tiroides (TSH) o tirotropina. Estimula la producción de hormonas por parte del tiroides.
- Hormona estimulante de la corteza suprarrenal (ACTH) o corticotropina. Estimula la producción de hormonas por parte de las glándulas suprarrenales.
- Hormona luteinizante (LH). Estimulan la producción de hormonas por parte de las gónadas y la ovulación.
- Hormona estimulante del folículo (FSH). Complementa la función estimulante de las gónadas provocada por la (LH).
La LH y la FSH se denominan gonadotropinas, ya que regulan la función de las gónadas.
Neurohipófisis
La neurohipófisis tiene un origen embriológico diferente al del resto de la hipófisis, mediante un crecimiento hacia abajo del hipotálamo, por lo que tiene funciones diferentes. Se suele dividir la neurohipófisis en tres partes desde arriba: eminencia media, infundibulo y pars nervosa, de las cuales la última es la más funcional.
Las células de la neurohipófisis se conocían como pituicitos y no son más que células gliales de sostén. Por tanto, la neurohipófisis no es en realidad una glándula secretora ya que se limita a almacenar los productos de secreción del hipotálamo. En efecto, los axoplasmas de las neuronas de los núcleos hipotalámicos supraóptico y para ventricular, secretan la ADH y la oxitocina respectivamente, que se almacenan en las vesículas de los axones que llegan a la neurohipófisis; dichas vesículas se liberan cerca del plexo primario hipofisiario en respuesta a impulsos eléctricos por parte del hipotálamo.
Las hormonas secretadas en la neurohipófisis son:
- Hormona antidiurética (ADH) o vasopresina. Se secreta en estímulo a una disminución del volumen plasmático y como consecuencia de la disminución en la presión arterial que esto ocasiona, y su secreción aumenta la reabsorción de agua desde los túbulos colectores renales por medio de la translocación a la membrana de la acuaporina II; también provoca una fuerte vasoconstricción por lo que también es llamada vasopresina.
- Oxitocina. Estimula la contracción de las células mioepiteliales de las glándulas mamarias lo que causa la eyección de leche por parte de la mama, y se estimula por la succión, transmitiendo señales al hipotálamo (retroalimentación) para que secrete más oxitocina. Causa contracciones del músculo liso del útero en el orgasmo y también los típicos espasmos de la etapa final del parto.
Regulación hipotalámica
La hipófisis y el hipotálamo están conectados por un sistema capilar denominado sistema portal, el cual proviene de la arteria carótida interna y del polígono de Willis e irriga primero al hipotálamo formando el plexo capilar primario, que drena en los vasos porta hipofisiarios que a su vez forman el plexo capilar hipofisiario.
La importancia de este sistema es que transporta las hormonas liberadoras o hipofisiotrópicas que secreta el hipotálamo con fines reguladores de la secreción adenohipofisiaria. Estas hormonas son:
- somatoliberina o somatocrinina (GHRH): estimula la secreción de la hormona del crecimiento (GH) por parte de la hipófisis;
- corticoliberina (CRH): estimula la secreción de hormona adrenocorticotropa (ACTH) por parte de la hipófisis;
- tiroliberina (TRH): estimula la secreción de tirotropina (TSH) por parte de la hipófisis;
- gonadoliberina (GnRH): estimula la secreción de hormona luteinizante (LH y hormona foliculoestimulante (FSH por parte de la hipófisis;
- hormona inhibidora de la GH (GHIH) o somatostatina: inhibe la secreción de la hormona del crecimiento (GH) por parte de la hipófisis.
La prolactina está regulada negativamente por la dopamina, un neurotransmisor.
Hay que tener en cuenta que la regulación de la secreción de las hormonas hipofisiarias se realiza mediante un mecanismo de retroalimentación negativa, el cual se establece entre el hipotálamo, la hipófisis y los receptores específicos para cada hormona, localizado en los órganos diana.
El proceso se realiza en el momento en que el sistema nervioso central recibe un estímulo, el hipotálamo recibe parte de ese estímulo y actúa sobre la hipófisis, a su vez, el hipotálamo secreta las respectivas hormonas en la adenohipófisis o libera las de la neurohipófisis; estas se incorporan a la circulación, viajan por medio de la sangre y son captados por receptores específicos ubicados en los órganos diana, un ejemplo es la captación de la TSH por parte de los lóbulos tiroideos de la glándula tiroides.
En ese momento el órgano diana, (que en todo caso es cualquiera de las glándulas endocrinas), comienza a secretar sus propias hormonas, con lo que se envía un estímulo al sistema nervioso, específicamente al hipotálamo, o directamente a la hipófisis con lo cual se contrarresta el estímulo inicial.
Patología
Algunos de los trastornos son anatómicos:
- El síndrome de Interrupción del tallo hipofisario (PSIS en inglés) se caracteriza por la asociación de un tallo hipofisario ausente o delgado, un lóbulo hipofisario anterior ausente o hipoplásico o un lóbulo pituitario posterior ectópico.
- El síndrome de Silla Turca Vacía es una condición anatómica, observada en estudios de imagen o en autopsia, caracterizada por una Silla Turca/fosa hipofisaria prácticamente vacía, con la glándula hipófisis aplastada hacia el piso, hacia el dorso o hacia sus paredes laterales, debido al desplazamiento del espacio subaracnoideo.[17] Puede ser:
- Los tumores de hipófisis suelen ser benignos (no cancerosos) y se llaman adenomas hipofisarios. Los tumores de menos de 10 mm de diámetro se denominan microadenomas. La mayoría de estos no secretan hormonas (son "no secretores"); se les encuentra aproximadamente en el 24 % de las autopsias.[21]
- Los Adenomas hipofisarios grandes, pueden comprimir las estructuras adyacentes, entre las que se incluyen el Hipotálamo, varios nervios craneales, y el quiasma óptico.[22]
- La Apoplejía hipofisaria, es un síndrome clínico producido por un infarto, una hemorragia, o un infarto hemorrágico, como complicación de un adenoma hipofisario. Muestra aparición súbita de cefalea intensa, náuseas y vómitos, déficit visual, oftalmoplejía, meningismo y alteración del estado de conciencia e hipopituitarismo. [23]
Algunos trastornos asociados a la hipófisis incluyen:
Trastorno | Etiología | Hormona |
Acromegalia | sobreproducción en adultos | hormona del crecimiento |
Gigantismo | sobreproducción en infantes | hormona del crecimiento |
Déficit de la hormona del crecimiento | baja producción | hormona del crecimiento |
Síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética | sobreproducción | vasopresina |
Diabetes insípida | baja producción | vasopresina |
Síndrome de Sheehan | baja producción | cualquier hormona hipofisaria |
Adenoma hipofisario | sobreproducción | cualquier hormona hipofisaria |
Hipopituitarismo | baja producción | cualquier hormona hipofisaria |
Un tumor en los remanentes de la bolsa de Rathke puede ocasionar un craneofaringioma, el cual comprime a la glándula hipófisis.
Etimología de la palabra
El término «hipófisis» proviene del griego: ὑπόφυσις hypophysis, ὑπό hipo (‘debajo’) y φύειν:fisis (‘crecer’ o 'crecimiento') 'excrecencia que crece por debajo'.[24]
Aristóteles creía que el moco nasal (llamado pītuīta en latín)[25] se generaba en el cerebro, y salía por la nariz.[cita requerida]
En 1543, Vesalio escribió lo mismo: que el moco nasal procedía de esa glándula en el cerebro. De allí el nombre «pituitaria»: glándula generadora de moco. En el siglo siguiente (XVII) se deshizo el error (el moco no provenía del cerebro, sino del interior de la misma nariz), y la anatomía ha preferido renombrar a esa glándula «hipófisis». Desde 1723, en latín científico, se documenta el nombre «pituitaria» o «membrana pituitaria» (‘mucosa generadora de moco’) para la mucosa nasal o mucosa olfatoria.[26]
Imágenes
- Localización de la glándula pituitaria en el cerebro humano.
- glándulas Pituitaria y pineal.
- Las arterias de la base del cerebro.
- Aspecto mesal del cerebro seccionado en plano sagital medio.
Véase también
Referencias
- Gibo H, Hokama M, Kyoshima K, Kobayashi S (1993). «[Arteries to the pituitary]». Nippon Rinsho 51 (10): 2550-4. PMID 8254920.
- OMS,OPS (ed.). «Descriptores en Ciencias de la Salud, Hipófisis». Biblioteca virtual de salud. Consultado el 31 de julio de 2020.
- «Introducción a la hipófisis - Trastornos hormonales y metabólicos». Manual MSD versión para público general. Consultado el 3 de diciembre de 2021.
- Reyes Rodríguez R. (2002). Desarrollo y diferenciación de la hipófisis en vertebrados (Tesis). Universidad de La Laguna. Consultado el 31 de julio de 2020.
- Langman. «cap18:Sistema nervioso central». Embriología médica. Consultado el agosto de 2020.
- OMS,OPS (ed.). «Adenohipófisis Porción Intermedia». Descriptores en Ciencias de la Salud, Biblioteca virtual de salud.
- Latarjet M. (2004). «cap:Glándulas endócrinas». Anatomía Humana. Médica Panamericana. p. 1708. Consultado el 5 de agosto de 2020.
- Megías M., Molist P., Pombal M.A. (2019). «Órganos animales. Endocrino. HIPÓFISIS». Atlas de histología vegetal y animal. Consultado el 30 de julio de 2020.
- Coppa M., Flores E., Pérez L. (1978). «Técnica de hipofisectomía en caninos, modificada». Archivos de Medicina Veterinaria (Universidad Austral de Chile) 10 (2 ): 155-159.
- Álvarez Vega, P. (1994). Transformación morfofuncional del trasplante de parótida en la Silla Turca tras hipofisectomía en la Rata (Tesis). Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Medicina. p. 8.
- Frank H. Netter, Peter H. Forsham, Emilio Gelpi Monteys (1998). «1.». Sistema Endocrino Y Enfermedades Metabólicas. España: Masson s.a. pp. 2-8. ISBN 8445802194.
- Gibo H., Kobayashi S., Kyoshima K., Hokama M. (1988). «Microsurgical anatomy of the arteries of the pituitary stalk and gland as viewed from above». Acta Neurochir (Wien) 90 (1-2): 60-66. doi:10.1007/BF01541268. Consultado el 2 de agosto de 2020.
- Usama Mohammed Abdulai, Renee Naa Okailey Quaye, Melvis Taylín, Zumeta Dubé (2016). «El Hipopituitarismo como consecuencia de la alteración morfofuncional de la Glándula Hipófisis». Tercer Congreso virtual de Ciencias Morfológicas. Tercera Jornada Científica de la Cátedra Santiago Ramón y Cajal. Consultado el 8 de agosto de 2020.
- Manual MSD (ed.). «Generalidades sobre el sistema endócrino». Manual MSD, Versión para profesionales. Consultado el 5 de agosto de 2020.
- Hall J.E. (2011). «cap:75 Hormonas hipofisarias y su control por el hipotálamo». Tratado de Fisiología Humana. Guyton (PDF) (12 edición). Elsevier/Sanders. pp. 895-906. Consultado el 6 de agosto de 2020.
- Barrera-Bailón B.; Caldas M.L.; Hurtado-Giraldo H. (2008). «Estudio histológico y morfológico preliminar de la Hipófisis de alevinos de "Cachama Blanca", PIARACTUS BRACHYPOMUS (CUVIER) (CHARACIDAE)». Actu Biol (Medellín: SciELO) 30 (89).
- Paz-Ibarra J.L.; Álvarez-Simonetti L.; Garrido-Peñaloza A.; Llerena-Miranda H.; Campos-Sánchez D.; Churampi-López M.; Quintana-Pinto O. (2012). «Manejo quirúrgico del síndrome de silla turca vacía primaria con compromiso visual campimétrico y sin evidencia de herniación del sistema visual». An. Fac. med. (Lima, Perú: SciELO) 73 (3). Consultado el 31 de julio de 2020.
- Cano Riaño H.D., Ramírez Pedroza L.V., Plata Cabana L.M., Theran León J.S. (2018). «Prevalencia de silla turca vacía en una población colombiana y su relación con la edad, el sexo y el número de gestaciones». Rev. Colomb. Radiol. (PDF) 29 (2): 4908-4914.
- González-Tortosa J. (2009). «Silla turca vacía primaria: clínica, fisiopatología y tratamiento». Neurocirugía (SciELO) 20 (2). Consultado el 31 de julio de 2020.
- Chapman I.M. (2019). «Lesiones hipofisarias». Manual MSD, Versión para profesionales. Consultado el 31 de julio de 2020.
- Universidad de Alcalá (ed.). Fisiopatología del hipotálamo y la hipófisis (PDF).
- OMS,OPS (ed.). «Descriptores en Ciencias de la Salud: Neoplasias Hipofisarias». Biblioteca virtual de salud. Consultado el 31 de julio de 2020.
- Robles Torres E., Mendoza Choqueticlla J.A., Bartolomé Copa J.L., Leal Curi L., Carrasco Palomeque I. (2017). «Apoplejía hipofisaria, presentación de dos casos clínicos y revisión del Tema». Rev Cubana Endocrinol (La Habana: SciELO) 28 (3). Consultado el 2 de agosto de 2020.
- «Hipofisis». DiccioMed. Universidad de Salamanca.
- Pituita proviene del griego ptuo (‘escupir’), según AuthorStream.com.
- DiccioMed.es Archivado el 1 de abril de 2010 en Wayback Machine. (Diccionario médico-biológico, histórico y etimológico).