Instituto San Isidro

El Instituto de Enseñanza Secundaria San Isidro es un centro docente público de educación secundaria dependiente de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, que desde 1845 ocupa parte de los edificios que antes albergaron el Colegio Imperial y los Reales Estudios de San Isidro.

Instituto San Isidro
Fundación 1845
Localización
Dirección Madrid, España
Coordenadas 40°24′46″N 3°42′26″O
Sitio web
http://ies.sanisidro.madrid.educa.madrid.org/mapaweb.htm

Precedente histórico del edificio

Desde 1346 Madrid contaba con el Estudio de la Villa, dependiente del concejo, institución otorgada por el rey Alfonso XI el 7 de diciembre de dicho año 1346.[1] El conjunto del Colegio Imperial, en la manzana 143 de la antigua Villa de Madrid, tiene su origen en la fundación jesuita hecha durante el reinado de Felipe II, que incluyó un templo bajo la advocación de San Pedro y San Pablo, construido en 1567, y la puesta en funcionamiento dos años después (1569) de la «Casa de los Estudios»,[2] que puso en funcionamiento las aulas de Latinidad y Retórica con matrícula gratuita.[3] En 1603 se demolió la primitiva iglesia y gracias al legado de María de Austria y Avis, hija de Carlos V y esposa de Maximiliano II, emperador del Sacro Imperio Romano,[4] se promovió la construcción de una colegiata y se puso en marcha el Colegio Imperial.[5][6]

En 1625, Felipe IV concedió a los jesuitas la gestión y explotación de la nueva institución, que a partir de entonces sería conocida indistintamente como los Reales Estudios, el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús o el Colegio de San Pedro y San Pablo de la Compañía de Jesús en la Corte, y más tarde, como los Reales Estudios de San Isidro.[lower-alpha 1][7][8][3][lower-alpha 2]

Con la expulsión de los jesuitas en 1767, los Reales Estudios se cerraron, hasta que Carlos III los reabrió tres años más tarde creando cátedras ganadas por oposición y concedidas por el propio rey; también se amplió la biblioteca, convirtiéndola en un centro público de consulta en 1785.[9]

En 1752 Fernando VI promocionó una nueva aula de Matemáticas.[3] Tras la expulsión de los jesuitas, Carlos III estableció quince cátedras –concedidas por oposición, a diferencia de lo estipulado durante el mandato jesuita– inauguradas el 21 de octubre de 1771, y cuya dirección fue encomendada al ministro del Consejo de Castilla, Manuel de Villafaña; también se decidió cambiar el carácter de la biblioteca, abriéndose como biblioteca pública, al cuidado de dos bibliotecarios y el personal de servicio necesario.[3] Pero en 1815, Fernando VII entregó de nuevo la institución y el edificio a los jesuitas que salieron y entraron siguiendo las vicisitudes del reinado del “rey Felón”,[lower-alpha 3][3] entre 1816 y 1834 (con el paréntesis del Trienio Liberal), para convertirse en una institución definitivamente laica en 1835 con el nombre de Estudios Nacionales, pasando una década más tarde a la Universidad Literaria de Madrid.[lower-alpha 4][10] Finalmente, en 1836, con la desamortización de Mendizábal se desalojó el edificio.[11]

El “San Isidro”

En 1844, con la puesta en vigor del “plan Pidal” en 1845,[12] los antiguos Reales Estudios quedan transformados en el Instituto de Segunda Enseñanza “San Isidro”.[lower-alpha 5][10] No obstante, en el mismo edificio se instala la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad Central, y a partir de 1856 la Escuela Diplomática, y en 1860 la Escuela de Taquigrafía. En 1876, al trasladarse la Universidad al edificio de la carrera de San Bernardo, Francisco Jareño y Alarcón inicia la reforma y ampliación del edificio, que una vez disponible de nuevo sería temporalmente ocupado por la antigua Escuela de Arquitectura (hasta entonces dependiente de la Real Academia de San Fernando),[13][9] y la Escuela de Artes y Oficios de Madrid que aún se mantiene en esta dirección.[14]

Entre 1901 y 1936, el Instituto desarrolló uno de sus periodos más significativos, cuando colaboran con el centro pedagogos como José Rogerio Sánchez García, becado por la JAE, y Enrique Rioja Lo Bianco, continuador de la línea educativa de la Institución Libre de Enseñanza.[15] La documentación de este periodo permite conocer la diferente trayectoria de los referidos pedagogos; así, el zoólogo Rioja Lo Bianco, miembro de la Comisión Central de las Misiones Pedagógicas,[16][17] y editor en 1938 de «Los Institutos para obreros. Creación del Gobierno del Frente Popular»,[18] murió en el exilio en 1963. Sin embargo, José Rogerio Sánchez formó parte desde el 20 de agosto de 1938 de la Comisión Dictaminadora de los Libros de Texto que debían usar en las Escuelas Nacionales, encargada de censurar el contenido religioso, moral, patriótico, pedagógico, científico, literario, tipográfico y el precio de venta del material escolar. Más tarde, en febrero de 1940, fue nombrado por el gobierno de Francisco Franco, catedrático de Segunda Categoría y director del Instituto San Isidro (además de académico de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas).[19]

Durante la guerra civil española, habiendo sido suspendidas las clases, el edificio se usó como refugio antiaéreo, permaneciendo abierta una escuela para hijos de milicianos. «A diferencia de la Colegiata, el Instituto no sufrió daños.»[14] En 1943, concluida la contienda bélica, el Instituto, que antes era mixto, pasó a ser solo masculino.

Entre 1969 y 1971, las instalaciones fueron reformadas. Se construyó un edificio nuevo, respetando la fachada, el patio,[20] la capilla (de 1723), y la antigua escalera cuyo espacio incluye un pequeño museo dedicado a la Ciencia y a la Educación.[21] La biblioteca, proyectada por Ventura de la Vega, cuenta todavía con algunos libros de su fondo antiguo no trasladados a otras instituciones.[lower-alpha 6] Se encuentra en la planta superior y se ha remozado añadiendo nuevas tecnologías. La escuela cuenta también con un museo antiguo en la planta baja, recreando una clase del instituto, una colección de animales disecados y cuatro plantas de diverso interés.[22]

En 1983 el Instituto recuperó su carácter de centro mixto para la enseñanza, y la Dirección General de Bellas Artes y Archivos propuso que fuera declarado monumento histórico artístico (BOE de 22 de junio de 1983).[6] Dos años después se realizaron nuevas obras de rehabilitación y restauración a cargo del arquitecto Miguel Ángel López Miguel. En la actualidad imparte enseñanza bilingüe en inglés y en francés.[23]

Alumnos del Instituto

A pesar de lo que se asegura o promociona —lamentablemente sin referencias— en algunos blogs y páginas institucionales de Madrid (además de en la página oficial del instituto y otras asociadas a ella,[24] y en diversos artículos de prensa, también sin referencias de autoridad histórica racional), de la extensa y desproporcionada lista de personalidades a las que se les atribuye incomprensiblemente haber sido alumnos/as del Instituto,[lower-alpha 7][25] pueden confirmarse, por declaraciones autobiográficas o biográficas, como alumnos reales del actual centro algunos notables personajes como, por ejemplo: Pío Baroja,[26] Pedro Salinas,[27] Alonso Zamora Vicente,[28] Camilo José Cela[29] o Antonio Machado.



Notas

  1. En 1625 se concentraban en los Reales Estudios enseñanzas de otras instituciones anteriores, como el viejo Estudio de la Villa y la Academia de Matemáticas fundada por Felipe II. Las enseñanzas impartidas abarcaban tanto la Teología y la Filosofía como las lenguas sabias, la Geografía o las Ciencias. Lope de Vega, Quevedo y Calderón de la Barca se encuentran entre los alumnos más distinguidos, junto a buena parte de la intelectualidad y la nobleza madrileña del siglo XVII. (Referido en ucm.es)
  2. Algunos autores sugieren que la razón de su nacimiento fue la necesidad de dotar a la capital de España de un centro de enseñanza de prestigio –del que carecía–, aunque debido a las presiones de las Universidades de Salamanca y Alcalá, gestionadas por otras órdenes religiosas, no fue posible que el nuevo Colegio otorgara títulos oficiales, a pesar de impartir estudios superiores. La influencia sin embargo de la Compañía de Jesús en ese periodo en la corte española puede percibirse en el hecho de que la antigua iglesia jesuítica del Colegio, que en aquel momento tenía la consideración de colegiata, fuese el templo catedralicio de la diócesis de Madrid (al no haberse concluido la catedral de la Almudena.
  3. Los Jesuitas volvieron en los períodos de 1816 a 1820, y de 1823 a 1834. El cronista Pedro de Répide glosa el tema con este párrafo: «En 1823 fue cerrada porque se había caído en la cuenta de que convenía no incurrir en la funesta manía de pensar, y no recobró su título hasta el plan de estudio de 28 de agosto de 1850».
  4. Entre sus primitivos alumnos se cuentan Lope de Vega, Francisco de Quevedo o Calderón de la Barca, y entre los profesores puede citarse a Claude Clément (o Claudio Clemente), Johann Baptist Cysat, Grégoire de Saint-Vincent, Jean Charles della Faille, Charles Malapert, Juan Eusebio Nieremberg, Alexius Silvius Polonus, Hugh Sempill o Christian Rieger.
  5. Hay que anotar también que la primitiva biblioteca de los Reales Estudios, una de las más importantes de Madrid hasta el siglo xviii, trasladó sus fondos documentales a la Universidad Complutense de Madrid y la Real Academia de la Historia.
  6. Entre sus tesoros, al parecer se conservan obras como Elementos de Física y nociones de Meteorología (1891), de Bernardo Rodríguez y Largo, la primera edición de la tesis doctoral de Umberto Eco, Il problema estetico in san Tommaso (1956); y en una cámara blindada, obras de los siglos xvi al xviii.
  7. Listados quizá construidos a partir de documentos mal interpretados como los Expedientes para la expedición del título de bachiller, dato que no garantiza que fueran alumnos del Instituto, en virtud de la obligatoriedad de someterse a una reválida en un centro oficial, trámite común en España desde el siglo xix, pues sólo los Institutos gubernamentales podían expedir el título de Bachiller, tanto Elemental como Superior.

Referencias

  1. «Estudio Público de Humanidades». esmadrid.com (en español). Archivado desde el original el 16 de septiembre de 2016. Consultado el 8 de septiembre de 2016.
  2. Mesonero, 1861, pp. 163 y 165.
  3. de Répide, 2011, pp. 258-259.
  4. Mesonero, 1861, pp. 163.
  5. Díaz, 1952, pp. 18-19.
  6. Ortega, Javier; Marín, Francisco José (2013). «La conformación del Colegio Imperial de Madrid (1560 -1767)». Anales del Instituto de Estudios Madrileños (Madrid) (LIII): 135-175.
  7. «El Colegio Imperial de Madrid y los Reales Estudios de San Isidro». biblioteca.ucm.es (en español). Consultado el 3 de enero de 2019.
  8. ««Fundación de los estudios generales en el colegio imperial de los jesuitas, hecha por Felipe IV en 1625»». Colección de documentos inéditos para la historia de España, vol. III (en español). 1842. pp. 548-560. Consultado el 1 de enero de 2019.
  9. de Répide, 2011, p. 259.
  10. «El Colegio Imperial de Madrid y los Reales Estudios de San Isidro». Madrid: Universidad Complutense. Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla. 1999. Consultado el 8 de junio de 2016.
  11. Simón Díaz , José (1952). Historia del Colegio Imperial de Madrid. Madrid: CSIC. Instituto de Estudios Madrileños. OCLC 988504.
  12. «El Plan Pidal de 1845». personal.us.es (en español). Consultado el 10 de enero de 2019. «(incluye referencias y enlaces de interés ».
  13. Peñasco de la Puente y Cambronero, 1889, p. 218.
  14. Martínez Bargueño, Manuel (marzo de 2012). «Instituto de San Isidro». manuelblasdos.blogspot.com (en español). Consultado el 1 de enero de 2019.
  15. Fernández, Vicente; Rodríguez, Carmen (2011). «El Instituto de San Isidro (1901-1936). La Edad de Plata de la enseñanza oficial». En Ministerio de Educación, ed. Participación educativa no extraordinario 2011. Revista cuatrimestral del Consejo Escolar del Estado. Profesorado de enseñanza secundaria, memoria y patrimonio. (en español). pp. 211-224. Consultado el 22 de enero de 2019. «Referencias en p. 223 ».
  16. «Enrique Rioja». Ficha en Misiones Pedagógicas (csic.es) (en español). Consultado el 22 de enero de 2019.
  17. . «Enrique Rioja Lo Bianco». Ficha en Museo Virtual de Historia de la Educación (en español). Consultado el 22 de enero de 2019.
  18. Rioja, Enrique (1938). «Los Institutos para obreros. Creación del Gobierno del Frente Popular». Boletín de Información Cultural del Ministro de Instrucción Pública y Sanidad 1 (1): 1-3.
  19. Sánchez (coordinador), Isidro (2012). «Ficha biográfica-profesional completa en alfabético». Educación, Ciencia y Cultura en España: Augue y colapso (1907-1940). Pensionados de la JAE (en español). Ciudad Real: Almud Ediciones de Castilla-La Mancha. ISBN 9788493977580.
  20. Guerra Esetena, Jesús (27 de abril de 2010). «El patio del antiguo Colegio Imperial». pasionpormadrid.blogspot.com (en español). Consultado el 11 de enero de 2019.
  21. «Museo de la Educación y Ciencia del Instituto San Isidro». archive.org (en español). 2011. Archivado desde el original el 25 de septiembre de 2011. Consultado el 11 de enero de 2019.
  22. «Biblioteca del IES San Isidro». educa2.madrid (en español). Consultado el 11 de enero de 2019.
  23. «Instituto San Isidro». Página web del Instituto de San Isidro (en español). 2007. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 4 de enero de 2019.
  24. «Personajes célebres que han pasado por nuestro Instituto». IES San Isidro. Blog del instituto en educa.madrid.org (en español). Consultado el 10 de enero de 2019. «No hubiera sido posible encontrar esta información sin los artículos y estudios realizados por D. Enrique Avilés antiguo director de este instituto y catedrático de Lengua y Literatura Española. »
  25. «=Archivo de Echegaray». pares.mcu.es. Consultado el 28 de enero de 2019.
  26. Pérez Ferrero, Miguel (1972). «V». Vida de Pío Baroja (en español). Pío Baroja. Madrid: Novelas y Cuentos (Magisterio Español). pp. 59-60. M.15.080-1972.
  27. Salinas, Pedro (2016). «Cronología biográfica». Poesías completas (en español). Penguin Random House Grupo Editorial España. ISBN 9788466336000. Consultado el 25 de enero de 2019. «alumno del San Isidro entre 1903-1908 (sin referencias) ».
  28. Pedrazuela Fuentes, Mario (2010). Alonso Zamora Vicente: vida y filología (en español). p. 57. Consultado el 25 de enero de 2019. «(publicación con interpretación confusa pero facilita referencias) ».
  29. Cela, C.J. (1989). Los vasos comunicantes: ensayos, verdades y libertades (en español). Barcelona: Plaza & Janés. pp. 280 y 362. ISBN 9788401381591. Consultado el 25 de enero de 2019.

Bibliografía

Enlaces externos

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