Incursiones de los mongoles en Palestina

Las incursiones de los mongoles en Palestina tuvieron lugar al final de las Cruzadas, como continuación de una serie de incursiones mongolas en Siria, principalmente entre los años 1260 y 1300. Luego de cada una de estas invasiones, durante un período de unos pocos meses los mongoles fueron capaces de lanzar algunas incursiones hacia Palestina, logrando penetrar hasta Gaza.

Las incursiones fueron realizadas por una sección relativamente pequeña del ejército mongol, que se dedicó al pillaje, destrucciones y asesinatos. Sin embargo, en ninguna de las dos oportunidades los mongoles intentaron incorporar Palestina al sistema administrativo mongol, y a los pocos meses de los ataques contra Siria, las fuerzas de los mamelucos provenientes de Egipto[1]

Campañas de los mongoles en 1260

Ofensivas de los mongoles en la zona del Levante durante 1260. Los ataques exitosos sobre Alepo y Damasco condujeron a ataques posteriores sobre blancos secundarios tales como Baalbek, al-Subayba, y Ajlun u otras poblaciones en Palestina, incluyendo probablemente Jerusalén. Algunos grupos menores llegaron hasta Gaza.

En 1258, los mongoles liderados por Hulagu, buscaron expandir el Imperio mongol. Tuvieron éxito al conseguir capturar Bagdad el centro del poder del mundo islámico, destruyendo con dicha acción a la dinastía abasí. Luego de Bagdad, los mongoles junto con algunos cristianos de los territorios previamente conquistados de Georgia, Cilicia Armenia, y Antioquía, se dispusieron a conquistar Siria, que estaba regida por la dinastía ayubí. Tomaron la ciudad de Alepo, y el 1 de marzo de 1260, conquistaron Damasco,[2][3][4][5] destruyendo también la dinastía ayubí.

Habiendo desaparecido los centros del poder islámico de Bagdad y Damasco, El Cairo, bajo el control de los mamelucos, se transformó en el centro del poder islámico. Probablemente los mongoles hubieran continuado su avance a través de Palestina hacia Egipto, pero debieron detener su invasión a causa de conflictos internos en Turkestan. Hulagu partió con el grueso de sus tropas, dejando solo una fuerza de 10 000 jinetes mongoles en Siria al comando del general cristiano nestoriano Kitbuqa, ocupando el territorio conquistado.[6]

Kitbuqa continuó la ofensiva, tomando las ciudades de Baalbek, al-Subayba, y Ajlun[7] y enviando avanzadas mongoles a Palestina, llegando hasta Ascalón y posiblemente Jerusalén. En Gaza se estableció un regimiento mongol de unos 1000 hombres,[8][9][10] mientras que otro grupo se asentó en Nablus.[11]

Hulagu también le envió el mensaje al rey Luis IX de Francia, de que habían entregado Jerusalén a los cristianos. Sin embargo, los historiadores modernos creen que si bien Jerusalén puede haber sido el objetivo de una incursión de los mongoles por esta época, no fue ocupada o conquistada de manera formal.[12][13]

Batalla de Ain Yalut (1260)

Después de retirarse desde Siria hasta El Cairo, los mamelucos egipcios negociaron con los francos delReino de Jerusalén en Acre, y los francos adoptaron una posición pasiva de neutralidad entre mamelucos y mongoles, a pesar de que los mamelucos musulmanes habían sido tradicionalmente enemigos de los cruzados. Parecía además que los francos consideraban a los mongoles una amenaza mayor que a los musulmanes. Por esto, a las fuerzas mamelucas se les permitió atravesar territorio cruzado indemnes, y acumular una fuerza considerable que se enfrentaría a los restos del ejército mongol en septiembre de 1260, en la histórica batalla de Ain Yalut en Galilea. Los mamelucos consiguieron una importante victoria, no solo para la región, sino también porque era la primera vez que un ejército mongol sufría una derrota sustancial. Se convirtió entonces en el límite de las conquistas mongolas. Después de esta batalla hubo varios intentos de invadir Siria, pero no consiguieron ningún éxito hasta 1300, cuando pudieron mantener territorio sirio durante algunos meses.

El incidente sidonio (1260)

El cruzado Julián Grenier, señor de Sidón y de Beaufort, descrito por sus contemporáneos como irresponsable y cabeza hueca, aprovechó la oportunidad en 1260 de asaltar y saquear el área de la Bekaa, que se había convertido hacía poco en territorio mongol. Cuando el general mongol Kitbuqa envió a su sobrino con una pequeña fuerza para pedir reparación por los hechos, ésta fue emboscada y asesinada por Julián. Kitbuga respondió con fuerza asaltando la ciudad de Sidón, destruyendo sus muros y asesinando cristianos, aunque se ha sido dicho que el castillo no fue tomado.[14][15]

Asaltos mongoles durante la cruzada de Eduardo I (1271)

En 1269, el príncipe inglés Eduardo (futuro Eduardo I de Inglaterra), inspirado por las historias de su tío, Ricardo Corazón de León, y la segunda cruzada del rey francés Luis, comenzó su propia cruzada, la novena.[16] El número de caballeros y criados que acompañaron a Eduardo en la cruzada fue bastante pequeño,[17] posiblemente en torno a 230 caballeros, con un total de aproximadamente 1000 personas, transportados en una flotilla de 13 barcos.[18][19] Muchos de los miembros de la expedición de Eduardo eran amigos cercanos y familiares, incluyendo a su esposa Leonor de Castilla, su hermano Edmund, y su primer primo Henry de Amain.

Véase también

Referencias

  1. Amitai, Mongol Raids, pp. 247-248.
  2. «Saudi Aramco World "The Battle of Ain Jalut"». Archivado desde el original el 17 de febrero de 2012. Consultado el 23 de septiembre de 2009.
  3. Grousset, p. 581.
  4. «El 1 de marzo, Kitbuqa entró en Damasco a la cabeza del ejército mongol. Junto a él se encontraban el rey de Armenia y el príncipe de Antioquía. Los ciudadanos de la antigua capital del califato presenciaron por aquella época, por primera vez en seis siglos, a tres potentados cristianos desfilar triunfales por sus calles», Runciman, p. 307.
  5. «El rey de Armenia y el príncipe de Antioquía se dirigieron al ejército de los Tatars, y luego todos se dirigieron a tomar Damasco». Gestes des Chiprois, Le Templier de Tyr. «Le roy d'Arménie et le Prince d'Antioche alèrent en l'ost des Tatars et furent à prendre Damas». Citado en Histoire des Croisades III, Rene Grousset, p. 586.
  6. Runciman, p. 310.
  7. Amitai-Preiss, p. 32.
  8. Jean Richard, p. 428.
  9. Amin Maalouf, p. 264.
  10. Tyerman, p. 806.
  11. Amin Maalouf, p. 262.
  12. El historiador británico Steven Runciman cree que Nablus y Gaza fueron ocupadas, pero que Jerusalén no fue tomada por Mongoles. Runciman, p. 308.
  13. "Hulegu informó a Luis IX que ya había entregado la ciudad santa a los francos, durante la breve ocupación mongola en 1260 (aunque, como veremos, esto no está indicado en ninguna de las fuentes musulmanas, menos aún en los llamamientos francos de ayuda al oeste), y tal reivindicación fue repetida en 1274 por los enviados de Abaqa.", Jackson, p. 174.
  14. Runciman, p 308.
  15. "Sucede que algunos hombres de Sidón y Belfort, aliados, han ido a las villas y pueblos sarracenos, saqueándolos, matando muchos sarracenos y tomando a otros como prisioneros junto a una gran cantidad de ganado. Cierto sobrino de Kitbuqa que residía allí, junto con algo de caballería, persiguieron a los cristianos que habían cometido tales actos para decirles en representación de su tío que dejaran el botín. Pero algunos cristianos le atacaron y mataron a él y a otros tártaros. Cuando Kit-Bugha tuvo conocimiento de esto, inmediatamente tomó la ciudad de Sidón y destruyó la mayoría de los muros [y asesinó tantos cristianos como encontró. Pero la gente de Sidón huyó a una isla y fueron pocos los asesinados. oe43]. A partir de entonces los tártaros no confiaron en los cristianos, ni estos en los tártaros."Fleur des Histoires d'Orient, Chap. 30.
  16. Hindley, pp. 205-206.
  17. Nicolle, p. 47.
  18. Tyerman, p. 818.
  19. Grousset, p. 656.

Bibliografía

Fuentes antiguas

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  • Haitón de Córico (1307). Flowers of the Histories of the East, Online (traducción inglesa).
  • Guillermo de Tiro (circa 1300). History of Deeds Done Beyond the Sea, Online (francés original).

Fuentes modernas

  • Amitai, Reuven (1987). «Mongol Raids into Palestine (AD 1260 and 1300)». JRAS: 236-255.
  • Amitai-Preiss, Reuven (1995). Mongols and Mamluks: The Mamluk-Ilkhanid War, 1260-1281. Cambridge University Press, Cambridge. ISBN 978-0521462266.
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