Juan (heredero de los Reyes Católicos)

Juan (Sevilla, 30 de junio de 1478[1]-Salamanca, 4 de octubre de 1497) fue el segundo hijo de los Reyes Católicos, Isabel I y Fernando II. Fue el heredero de las coronas de Aragón y Castilla; duque de Montblanch, conde de Cervera y señor de Balaguer.

Juan de Aragón
Príncipe de Asturias y Gerona
Duque de Montblanch, Conde de Cervera y Señor de Balaguer
Ejercicio
Predecesor Isabel de Aragón
Sucesor Isabel de Aragón
Información personal
Nacimiento 30 de junio de 1478
Sevilla, Castilla
Fallecimiento 4 de octubre de 1497
(19 años)
Salamanca, Castilla
Familia
Casa real Casa de Trastámara
Padre Fernando II de Aragón
Madre Isabel I de Castilla
Consorte Margarita de Austria

Escudo de Juan de Aragón

Vida

El príncipe Juan nació en Sevilla. Los Reyes Católicos habían llegado allí con su corte el 24 de julio de 1477, durante la Guerra de Sucesión Castellana, y se habían instalado en el recinto del Real Alcázar. En ese lugar nació un año después, el 30 de junio de 1478,[1] el príncipe Juan.

Se sabe que el parto real fue asistido por una partera sevillana, conocida como «La Herradera» y que contó con la presencia como testigos designados por el rey Fernando, de Garci Téllez, Alonso Melgarejo, Fernando de Abrejo y Juan de Pineda, según marcaban las normas castellanas, para disipar la menor duda de que era hijo de la reina.[2]

El bebé nació con un labio leporino que le impedía hablar correctamente. Era tartamudo y de constitución endeble. Comía muy poco, vomitaba con frecuencia y a menudo se desmayaba. Isabel oró sin cesar por su salud e hizo ofrendas a la Virgen. Sin embargo, nadie apostaba demasiado por la vida del príncipe en sus primeros años. Cuando contaba cinco, sin embargo, el muchachito ya tenía montada una pequeña Corte formada por cinco amigos hijos de grandes de España, con quienes jugaba para crear un gobierno. Era un niño apacible, de gestos corteses, amante del arte, la poesía y la música.

Sepulcro del príncipe Juan en el Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila.

Ya con casi 19 años, celebró los esponsales en la pequeña ermita de Santa Cecilia de Villasevil (Santiurde de Toranzo) y, posteriormente con más boato, en abril de 1497, en la catedral de Burgos, con la archiduquesa Margarita de Austria, hija del Rey de Romanos Maximiliano I de Habsburgo y de la duquesa María de Borgoña. Seis meses después de su boda, el 4 de octubre, murió en Salamanca, ciudad a la que había llegado de camino hacia la boda de su hermana, a consecuencia de unas fiebres.[3] La leyenda atribuyó su inesperado y súbito fallecimiento a la gran pasión marital que sentía por su esposa. El hecho conmocionó a todo el reino: suponía la extinción de la casa de Trastámara y era un personaje muy querido, en quien se habían depositado muy grandes esperanzas. El poeta, dramaturgo, músico y humanista Juan del Encina le dedicó entonces un famoso planto, "Triste España sin ventura":

Triste España sin ventura, / todos te deben llorar, / despoblada de alegría, / para nunca en ti tornar. / Tormentos, penas, dolores, / te vinieron a poblar. / Sembrote Dios de plazer / porque naciesse pesar. / Hízote la más dichosa / para más te lastimar. / Tus vitorias y trïunfos / ya se hobieron de pagar. / Pues que tal pérdida pierdes, / dime en qué podrás ganar. / Pierdes la luz de tu gloria / y el gozo de tu gozar; / pierdes toda tu esperança, / no te queda qué esperar. / Pierdes Príncipe tan alto, / hijo de reyes sin par. / ¡Llora, llora! Pues perdiste / quien te había de ensalçar. / En su tierna juventud / te lo quiso Dios llevar. / Llevote todo tu bien, / dexote su desear, / porque mueras, porque pe nes, / sin dar fin a tu penar. / De tan penosa tristura / no te esperes consolar.[4]

Unos meses después, su mujer Margarita perdió el hijo que esperaba de Don Juan.[5] Tras estos acontecimientos, la hermana mayor de Juan, Isabel, fue nombrada princesa de Asturias y de Gerona.

Su cuerpo fue depositado en el Real Monasterio de Santo Tomás en Ávila, en un precioso sepulcro realizado años después, en 1510, por Domenico Fancelli por encargo de su padre Fernando el Católico. El sepulcro fue profanado durante la Guerra de la Independencia y se perdieron los restos mortales del príncipe.

El epitafio del sepulcro dice lo siguiente:

Juan, Príncipe de las Españas, de virtudes y ciencia lleno, verdadero cristiano, muy amado de sus padres y de su patria, en pocos años realizó muchas obras buenas con prudencia y virtud. Descansa en este túmulo mandado hacer por su óptimo y piadoso padre Fernando, rey invicto y defensor de la Iglesia. Su madre, la Reina Isabel, purísima y depósito de todas las virtudes, mandó por testamento se hiciese tal. Vivió diecinueve años y murió en 1497.

Ancestros


Predecesor:
Isabel de Aragón y Castilla
Príncipe de Asturias
1480-1497
Sucesor:
Isabel de Aragón y Castilla
Predecesor:
Fernando de Aragón
Príncipe de Gerona
1479-1497
Sucesor:
Miguel de la Paz

Referencias

  1. Fernández Álvarez, 2003, pp. 191 y 598.
  2. Robador, María Dolores (mayo de 2003). «Restauración del patio y jardín del príncipe». Apuntes del Alcázar de Sevilla. Archivado desde el original el 7 de julio de 2012.
  3. Juan de Mariana: Historia General de España, reed. 1820, tomo XIV, pág. 2.
  4. Rodríguez Canfranc, Pablo (3 de septiembre de 2017). «Triste España sin ventura». Música Antigua.
  5. Luis Suárez Fernández. «Príncipe don Juan». Diccionario biográfico español. Real Academia de la Historia. Consultado el 18 de diciembre de 2022.

Bibliografía

Enlaces externos

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