Kankuamos

Kankuamo, kankuaka, kankui o kankuané , "guardianes del equilibrio del mundo"[3] es la manera como se conoce al pueblo amerindio de la familia chibcha en la región Caribe de Colombia. Si bien su idioma ha estado en peligros de extinción, esfuerzos se hacen para mantenerla viva entre sus pobladores contemporáneos.

Kankuamo
Ubicación Colombia
Descendencia 16.986 (2018)[1]
Idioma Kankui,[2] español
Religión Religión tradicional, cristianismo
Etnias relacionadas Kogui, damana, arhuaco
Asentamientos importantes
Atánquez, Cesar
Chemesquemena, Guatapuri, La Mina, Pontón,
Las Flores, Los Haticos, Rancho de la Goya,
Ramalito, Mojao, Río Seco, Murillo.

Territorio

El territorio Kankuamo fue reconocido legalmente mediante la resolución N.º 012 de 10 de abril de 2003, emitida por el antiguo Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA), mediante la cual se constituyó el Resguardo indígena Kankuamo, con una extensión de 42.212 hectáreas. Está compuesto por doce comunidades: las cuales son Atánquez, Chemesquemena, Guatapurí, La Mina, Pontón, Las Flores, Los Haticos, Rancho de la Goya, Ramalito, Mojao, Río Seco y Murillo, ubicadas en la vertiente oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, entre los ríos Badillo y Guatapurí, en el departamento del Cesar.[4]

Los indígenas Kankuamos viven al norte de Colombia y comparten la cultura y la tradición con los otros pueblos que habitan en la Sierra Nevada de Santa Marta, Kággabba Kogi, Iku Arhuaco y Wiwa Damana. Según la cosmogonía, cada uno de estos pueblos representan “una pata de la mesa”, conformada por la sierra Nevada de Santa Marta, y estos son los guardianes del equilibrio del mundo.[3]

«Los indígenas kankuamos habitamos desde tiempos milenarios el territorio sagrado de la Sierra Nevada de Santa Marta, y compartimos en este gran territorio, la ancestralidad y la cosmovisión del mundo con los pueblos indígenas Kogui, Arhuaco y Wiwa. Los cuatro pueblos estamos llamados y comprometidos a la protección y a guardar el equilibrio natural de la Sierra Nevada y las costumbre y tradiciones de los pueblos que habitamos en ella, por esto nuestra oralidad nos enseña que “los Kankuamos somos los guardianes de la Sierra y los otros tres pueblos: Kogui, Arhuaco y Wiwa representan los guardianes de la tradición”1. Según nuestra cosmovisión indígena, la Sierra Nevada de Santa Marta es considerada como una gran mesa, donde cada pueblo indígena que habitamos en este territorio es una pata que mantiene el equilibrio y la armonía en la Sierra. Lo dicho antes posee una importante dimensión espiritual y ancestral ya que los mamos de los otros pueblos indígenas de la Sierra Nevada reconocen a los kankuamos como la pata faltante para el equilibrio de la Sierra: “miren ser kankuamo, eso es la pata que falta, y esa pata tenemos que restituirla”.»[3][5]

Hoy día se ha puesto en marcha un modelo educativo propio que tiene por objetivo "Fortalecer una educación propia que garantice la integridad, la permanencia cultural y territorial del pueblo indígena Kankuamo".[6][7]

Población

El Censo DANE de 2018 reportó 16.986 personas que se reconocen como pertenecientes al pueblo Kankuamo,[1] el de 2005, 12.242, de las cuales el 48,62% eran hombres (6.182 personas) y el 51,38% mujeres (6.532 personas). La mayoría de los Kankuamo se concentra en el departamento del Cesar, en donde habita el 96,29% de la población. Le sigue La Guajira con el 1,30% (165 personas) y Bogotá con el 0,87% (111 personas). Estos dos departamentos y la capital del país concentran el 98,46% poblacional de este pueblo. Los Kankuamo representan el 0,91% de la población indígena de Colombia. La población Kankuama que habita en zonas urbanas corresponde al 19,87% (2.526 personas), cifra ligeramente inferior al promedio nacional de población indígena urbana que es del 21,43% (298.499 personas).[3]

Idioma

Los kankuamo hablaban el idioma kankui de la familia lingüística chibcha,[2] pero actualmente solamente el 5,46% hablan esa lengua propia.[3] Esfuerzos para recuperar la lengua y de la identidad cultural son paralelos a los procesos de otras comunidades indígenas de Colombia, aunque con graves dificultades debido a presiones de colonos y otras fuerzas que arrinconan siempre la unidad lingüística y tradicional del pueblo. Por último su lema en la tradición de los siglos ha sido: El mundo se kankuamizará tarde o temprano.

Historia

Los indígenas kankuamos habitan desde tiempos remotos la Sierra Nevada de Santa Marta, comparten en este gran territorio, la historia ancestral y la cosmovisión del mundo con los pueblos indígenas Kogui, Arhuaco y Wiwa.[4]

Los cuatro pueblos estamos comprometidos con guardar el equilibrio natural de la Sierra Nevada y la tradición de nuestros pueblos, por esto nuestra tradición oral nos dice que “los Kankuamos somos los guardianes de la Sierra y los otros tres pueblos: Kogui, Arhuaco y Wiwa representan los guardianes de la tradición”. Según la cosmovisión indígena, la Sierra Nevada es vista como una gran mesa, donde cada pueblo indígena es una pata; si llegase a faltar una se desequilibra la Sierra. Esta concepción posee una fuerte dimensión espiritual y ancestral, ya que los mamos de los otros pueblos indígenas de la Sierra Nevada reconocen a los kankuamos como la pata faltante para el equilibrio de la Sierra: “miren ser kankuamo, eso es la pata que falta, y esa pata tenemos que restituirla.[3]

El mito de origen reconoce los cuatro pueblos indígenas: Arhuaco, Wiwa, Kogui y Kankuamo. Serankua dejó cuatro cuidanderos, cuatro fincas y en cada finca colocó un pueblo, a estos les delegó la responsabilidad de cuidar la Sierra Nevada de Santa Marta, de no destrozarla ni de acabar lo que existe, porque esta es la madre y el padre que alimenta a los padres, hijos y nietos.

Con el proceso de colonización y aculturación los kankuamos empezaron a olvidar su compromiso de cuidar la Sierra y de mantener la tradición, por esta razón los mamos kankuamos entregaron su sabiduría y la máscara de oro de bailar cansamaria a los Kogui, como una forma de resistencia, siendo estos los guardianes de la tradición kankuama, tradición que sería guardada y transmitida de mamo a mamo cinco generaciones, sólo hasta ese momento sería que el Kankuamo iría a renacer, el Kankuamo iba volver a surgir.[8]

Economía

La economía de los kankuamo se basa en la agricultura, producen yuca, ñame, guandú, maíz, plátano, hojas de coca, fique, arracacha, mochila, malanga. En las tierras altas siembran papa y cebollas. Con fines comerciales, se cultiva también café[8] y se crían gallinas y cerdos. Las mujeres tejen mochilas.[9]

Referencias

  1. DANE (2019). «Población Indígena de Colombia». Censo 2018 (Bogotá: Departamento Nacional de Estadística, 16 de septiembre de 2019). Consultado el 28 de julio de 2020.
  2. Celedón, Rafael (1890) "Vocabulario de la lengua de Atanques"; Actas del 8° Congreso Internacional de Americanistas, Paris 1890: 591-599.
  3. «Kankuamos, guardianes del equilibrio del mundo». Ministerio de Cultura. Bogotá. Consultado el 9 de septiembre de 2020.
  4. «Diagnóstico de la situación del pueblo indígena Kankuamo». Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH. Bogotá. Consultado el 15 de septiembre de 2020.
  5. OIK. Página web oficial
  6. Arias, Víctor Segundo; Marcela Maestre; Souldes Maestre; Erica Edit Arias; Benilsa Mindiola; Gabriel Arregocés Lenis Rodríguez y Ana Mercedes Arias (2015). «Proyecto Identidad: avances en la implementación del modelo educativo Kankuamo». Bogotá: OIK - Cinep. ISBN 978-958-644-191-9.
  7. Guevara Prieto, Leonardo (2017). Ordenamiento educativo Kankuamo, la educación propia como estrategia de transformación social y fortalecimiento de la autonomía política indígena (Tesis de Grado en Ciencias Políticas). Bogotá: Universidad Javeriana.
  8. Arias, Hiliana Margarita (2011). Territorio Indígena Kankuamo: Proceso de reconfiguración del Resguardo desde las dimensiones socioculturales (Tesis de grado en Planeación Regional). Medellín: Universidad Nacional de Colombia.
  9. «Kankuamo». ONIC. Consultado el 9 de septiembre de 2020.

Sitio Web

Cabildo Indígena del Resguardo Kankuamo

Bibliografía

  • Dussán de Reichel Alicia (1960) "La mochila de fique. Aspectos tecnológicos, socioeconómicos y etnológicos". Revista Colombiana de Folklor II (4): 138-156.
  • Murcia Quevedo, Magda et all. (2016) Memoria de Oficio: Etnia Kankuama. Valledupar: Artesanías de Colombia.
  • Pumarejo, María Adriana & Patrick Morales Thomas. (2003) La Recuperación de la Memoria Histórica de los Kankuamo: Un llamado de los antiguos. Siglos XX – XVIII. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas.
  • Reichel-Dolmatoff, Gerardo y Alicia Dussan (1961) The People of Aritama: The Cultural Personality of a Colombian Mestizo Village Chicago: University of Chicago Press.
  • Talco Arias, Josaimo (1995) Un pueblo indígena en reconstrucción. Bogotá: Onic.
  • Vega Araujo, Leila Luz (1998) "Crónicas de mi infancia". Valledupar: Onic.
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