Llonguet

El llonguet (en catalán, [ʎuŋ.ɡet] 'larguito') es un panecillo oblongo con una única greña transversal en la parte superior. Es típico de las Islas Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana, en España. Está hecho con harina de trigo, agua, levadura y sal. Posee una miga floja, elástica y llena de hebras, fruto de un prolongado trabajo de amasado. Ello hacía que antiguamente fuese una pieza de pan delicada y cara.[1] Posteriormente, por su tamaño individual, el llonguet sería ampliamente utilizado para hacer bocadillos (entrepà en catalán), convirtiéndose en la merienda por antonomasia de los niños de Barcelona a finales del siglo pasado.[2][3][4] No obstante, en la actualidad esa función ha sido tomada por la barra, que es más sencilla y barata, por lo que el llonguet está en vías de desaparecer.[3] Es un pan muy versátil, que sirve para tostar, untar o freír.[4]

Dos llonguets

En Palma se utiliza para hacer una «llagosta» (un llonguet relleno).[5] Fue tan popular en la isla, que a los aficionados del RCD Mallorca fueron apodados como llonguets.[4] Los mismos palmesanos son llamados así por el resto de isleños.[6] En la publicación Die Balearen, de Luis Salvador (1891), se menciona este pan: «los de ciudad no comen tanto pan como la gente del campo, pero en cambio es normalmente de mejor calidad; prefieren los llonguets, que son panes pequeños alargados, bien cocidos, muy blancos y con un corte en medio».[7] El llonguet ha sido protegido por la Consellería de Trabajo, Comercio e Industria del Gobierno Balear bajo la marca Pa d'aquí, que incluye otros panes artesanales de las Baleares como el pa de xeixa, el pa de pagès o el cóc.[8] Se dice que Antoni Gaudí compraba un llonguet cada mañana en una fleca (panadería) del barrio de la Sagrada Familia de Barcelona.[9]

Elaboración

La principal característica del llonguet es su hendidura o greña central, que ciertos autores atribuyen simbólicamente a la sexualidad femenina.[6] Se logra plegando la masa y enrollandola, y así sucesivas veces. Este laborioso proceso aporta cierta tenacidad a la masa. El amasado finaliza con un corte limpio longitudinal que destensa y abre la greña. Cada llonguet pesa unos 100 gr.

En las panaderías locales, el llonguet es el primer pan en meterse al horno junto con las cocas,[10] ya que ambos se cuecen en pocos minutos y aportan la humedad necesaria para la cocción de las hogazas posteriores, que además tardan más tiempo.[7]

Desaparición

Durante la Posguerra y los primeros años de la democracia, el llonguet era popular para preparar los bocatas de merienda, sin embargo la tradición se fue perdiendo a medida que las panaderías se modernizaban y tecnificaban.[11] El llonguet es una pieza que requiere trabajo artesanal. En el Atlas del pan (2014), se menciona: «Esta laboriosa forma de trabajar la masa ha hecho que poco a poco las panaderías dejaran de preparar llonguets debido a sus costes de producción y escasa rentabilidad de las piezas».[6]

Por otro lado, las nuevas generaciones encuentran esta pieza tiene una miga demasiado densa, además de que no cabe en una tostadora convencional.[12] «Ya no gusta porque la gente lo ven crudo» explicó la panadera Rosa del Forn del Baix La Fatarella en De pans per Catalunya (2015): «el llengüet [como lo llaman en su familia] es un pan que se tiene que cocer poco tiempo a altas temperaturas para obtener una corteza fina y crujiente. El llengüet amb xocolata es lo mejor, es un recuerdo de infancia».[13]

Véase también

Referencias

  1. Yarza, Ibán (2019). «Panecillos». 100 recetas de pan de pueblo: ideas y trucos para hacer en casa panes de toda España (1ª edición). Editorial Grijalbo. p. 109. ISBN 84-17338-64-0. OCLC 1128195689. Consultado el 13 de septiembre de 2021.
  2. Monreal, Ànnia (2015). De pans per Catalunya (en catalán) (1ª edición). Sd-Edicions. p. 46. ISBN 978-84-943073-7-9. OCLC 913153046. Consultado el 26 de enero de 2022.
  3. Cortes, Tonatiuh (20 de septiembre de 2017). «'Llonguet' o panecillo para bocadillo». El Comidista. Consultado el 14 de septiembre de 2021.
  4. Manresa, Andreu (24 de noviembre de 2013). «El erótico y útil diseño del ‘llonguet’». El País. ISSN 1134-6582. Consultado el 14 de septiembre de 2021.
  5. Fàbrega i Colom, Jaume (2019). Cuina i cultura del gust al País Valencià : el patrimoni culinari (en catalán). Publicacions de la Universitat dÁlacant. p. 45. ISBN 978-84-9717-656-9. OCLC 1101103152. Consultado el 14 de septiembre de 2021.
  6. Balasch i Blanch, Enric; Ruiz, Yolanda (2014). El pan. Atlas ilustrado. Susaeta. p. 192. ISBN 978-84-677-4565-8.
  7. Yarza, Ibán (2017). Pan de pueblo : recetas e historias de los panes y panaderías de España (Primera edición edición). Editorial Grijalvo. p. 148. ISBN 978-84-16895-40-3. OCLC 1016157456. Consultado el 14 de septiembre de 2021.
  8. Plural, Redacción Revista (19 de julio de 2018). «El origen del Llonguet». Revista Plural. Consultado el 14 de septiembre de 2021.
  9. Monreal, Ànnia (2015). De pans per Catalunya (en catalán) (1ª edición). Sd-Edicions. p. 252. ISBN 978-84-943073-7-9. OCLC 913153046. Consultado el 26 de enero de 2022. «Antoni Gaudí cada dia anava a comprar un llonguet i després feia cap a la pesca salada que hi havia a Sicília cantó València, explica Neus Sastre, vecina del barrio de Sagrada Familia. Sus abuelos regentaban la fleca donde compraba el arquitecto modernista. »
  10. Monreal, 2015, p. 154.
  11. Monreal, 2015, p. 250.
  12. Monreal, 2015, p. 255.
  13. Monreal, 2015, p. 46.
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