Luisa Gómez Carabaño

Luisa Gómez Carabaño fue una escritora española, sobrina del abate Melón.[1] Tradujo del italiano una obra botánica.[1]

Biografía

Habría nacido en la localidad guadalajareña de Pastrana en el último tercio del siglo XVIII.[2] Era sobrina del abate Melón, que, por afrancesado y liberal, hubo de refugiarse en París en 1814.[2] Luisa vivió allí con él.[2] Se la menciona en varias ocasiones en las cartas dirigidas por Leandro Fernández de Moratín a Melón, en las que se referían a ella como «sierpe», «viborilla», «culebra» y «Mademoiselle Carabagneau».[2]

Cuando la Constitución de Cádiz, derogada en 1814, se volvió a aplicar en 1820, regresó a Madrid con su tío, con el que vivía en la calle de Fuencarral.[2] Asistía a las lecciones que impartía en el Real Jardón Botánico Antonio Sandalio de Arias, catedrático de Agricultura en el Museo de Ciencias, así como académico de la Academia Médica y de la de Ciencias y Artes de Barcelona.[2] En 1822, de hecho, Gómez presentó a un concurso organizado por aquella institución un escrito titulado Del cultivo de las flores que provienen de cebolla, traducción de un original en italiano anónimo.[2] Le entregó su versión —con dedicatoria a Arias— a Clara Torrijos, que, sin que ella lo supiera y con la intención de darle una sorpresa, la publicó en 1822.[3] «En vista del acierto con que la había hecho y de las adiciones con que la completaba, el Jurado le adjudicó en premio varias obras de agricultura, y una corona de flores que le puso el Director de Instrucción pública, D. José María Vallejo», recoge Serrano y Sanz en sus Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833.[2]

Moratín, que hace mención a que fue «premiada en Madrid con una corona de flores por su adelantamientos en la botánica»,[4] le dedicó un soneto que decía así:[4][1]

Esa guirnalda que enlazó a tu frente,
Premio de docto afán, la linda Flora,
De aplauso no mortal merecedora
Te anuncia a la futura hispana gente.

Lauros le den al adalid valiente
Que al golpe de su espada vengadora
Triunfa; y su esfuerzo y sus hazañas llora
La humanidad, si el lloro se consiente

En tanto que a merced de la fortuna,
Cercados de amenazas y temores,
Los reyes ciñen sus coronas de oro.

No la que obtienes hoy cede a ninguna;
Préciala en mucho, y tus humildes flores
De tu patria feliz serán decoro.

Se desconoce cuándo y dónde falleció Gómez Carabaño.

Referencias

  1. Serrano y Sanz, 1903, pp. 464-465.
  2. Serrano y Sanz, 1903, p. 464.
  3. Serrano y Sanz, 1903, p. 465.
  4. Fernández de Moratín, Leandro (1831). «A Doña Luisa Gómez Carabaño». Obras de D. Leandro Fernández de Moratín: obras sueltas. IV. Consultado el 13 de septiembre de 2022.

Bibliografía

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