Melíade

En la mitología griega, las melias (Μελιαι) o melíades[1] eran las ninfas de los fresnos, que aparecen principalmente en la Teogonía de Hesíodo.[2] El fresno que se da en las montañas de Grecia es el fresno de flor; muchas especies de estos árboles exudan una sustancia azucarada que los antiguos griegos llamaban méli ("miel").[3]

En Hesíodo

Estas "ninfas que llaman melias sobre la tierra" fueron engendradas por Gea al ser fertilizada por la sangre que manó de la herida abierta de Urano, tras ser castrado por su hijo Crono. De esta particular fertilización también nacieron los Gigantes y las Erinias.[2] Estos tres grupos de deidades podrían considerarse una especie de hermanos de Afrodita, que en los textos hesiódicos nació del mismo crimen. No obstante, a diferencia de los otros grupos, Afrodita no nació de la sangre divina sino de la espuma que se formó a partir del miembro divino cercenado, que flotaba a la deriva por el mar. Hesíodo no da el número ni los nombres individuales de estas tres razas divinas, que parecen funcionar más bien como una estirpe colectiva que no precisa definirse.[4] Se ha querido interpretar a las melias como las madres colectivas de los hombres de la edad de bronce, en virtud de unos versos en los Trabajos y días: «Zeus Padre, hizo una tercera generación de mortales, una raza de bronce, surgida de los fresnos (meliai)».[5][6] No obstante esta interpretación ha sido proporcionada por autores tardíos[7][8] y estudiosos modernos. [9] [10] [11]

En otras fuentes

Las melias pertenecen a una clase de hermandades cuya naturaleza es aparecer en conjunto, y son invocadas en plural. Autores posteriores a Hesíodo sí que citan los nombres individuales de las Erinias y los gigantes, pero no hay constancia de que pasara lo mismo con las melias. Existen en la mitología un puñado de ninfas con el nombre individual de Melia, a las que se ha querido atribuir la categorización de ninfas melias, pero esta atribución raramente es indicada; más bien parece una conjetura en virtud de la onomástica. Más aún, en el corpus de la obra de Hesíodo no se menciona a ningún personaje individual con el nombre de Melia. Entre estas ninfas individuales con el nombre de Melia se incluyen a la Oceánide madre de Foroneo,[12] dos amantes de Apolo[13] y dos amantes de Sileno.[14] En la mayoría de casos estas ninfas son descritas explícitamente como parte de las Oceánides o náyades. En la Biblioteca de Apolodoro se nos dice que el centauro Folo es hijo de Sileno y Melia o una ninfa melia; el contexto depende del traductor que se haga cargo, e incluso se podría interpretar como una ninfa de Malea.[15] Lo mismo sucede con la madre de Ámico, una ninfa amante de Poseidón a quien incluso el propio escoliasta refiere que no sabe si Melia es su nombre propio o forma parte de esas ninfas;[16] Higino, no obstante, la imagina como hija de Océano.[17]

Aparte de los textos hesiódicos existen dos autoridades que nos hablan explícitamente de las ninfas melias, y no fueron otras que las nodrizas de Zeus. Según el Himno a Zeus, de Calímaco, las melias del monte Dicte ayudaron a cuidar al pequeño dios poco después de haber nacido. El autor las denomina individualmente como Adrastea, Amaltea y Panácride (a quien refiriere como abeja); pero cita con anterioridad a Neda, Fílira y Éstige, que son ninfas Oceánides[18][19].[20] Apolodoro se basa claramente en el texto de Calímaco en uno de sus pasajes, y en su versión nos dice que las ninfas Ida (que sugiere una ninfa epónima) y Adrastea, hijas de un tal Meliseo, alimentaban al infante con la leche de Amaltea.[21]

Notas y referencias

  1. Aunque se acepten ambas grafías (melias y melíades), hay que especificar que la denominación de melíades o mélides también hacen alusión a un cierto tipo de ninfas guardianas del ganado o las manzanas. Así en Teócrito, I 22
  2. Hesíodo: Teogonía 187
  3. Véase: "Savia".
  4. Hesíodo: Teogonía 187-193.
  5. Hesíodo: Trabajos y días, 143-45
  6. En el texto de Trabajos y días de Wikisource se lee esto:
    • "Y el Padre Zeus suscitó una tercera raza de hombres parlantes, la Edad de Bronce, muy desemejante a la Edad de Plata. Al igual que fresnos, violentos y robustos, estos hombres no se preocupaban sino de injurias y de trabajos lamentables de Ares. No comían trigo, eran feroces y tenían el corazón duro como el acero. Era grande su fuerza, y sus manos inevitables se alargaban desde los hombros sobre sus miembros robustos. Y sus armas eran de bronce y sus moradas de bronce, y trabajaban el bronce, porque aún no existía el hierro negro. Domeñándose entre sí con sus propias manos, descendieron a la morada amplia y helada de Hades, sin honores. La negra Tánatos los asió, a pesar de sus fuerzas maravillosas, y dejaron la espléndida luz de Helios."
  7. Esos meliai son fresnos en lectura de Eustacio, que entendía que, según la obra de Hesíodo, los hombres de esa edad surgieron de los robles, las piedras y los fresnos. Proclo entendía que las ninfas llamadas melias en la Teogonía estaban relacionadas con ello. Por su parte, el filólogo alemán Karl Wilhelm Göttling (1793 - 1869), erudito de la cultura clásica, entendía que la de esa edad era una raza temible por sus lanzas de fresno.
  8. Paléfato: Historias increíbles, XXXV
  9. RUCK, Carl A.P. y Blaise Daniel Staples (1948 - 2005): The World of Classical Myth: Gods and Goddesses, Heroines and Heroes (El mundo del mito clásico: dioses y diosas, heroínas y héroes), 1994, p. 140.
  10. GRAVES, Robert (1955) 1960: Los mitos griegos.
  11. BURKERT, Walter, 1985: Greek Religion (Religión griega. Arcaica y clásica). Cambridge. Harvard University Press (Publicaciones de la Universidad de Harvard). La obra fue publicada originalmente en alemán en 1977.
  12. Apolodoro: Biblioteca II 1, 1; Higino: Fábulas 143. «MELIA - Biblioteca de Mitología». Archivado desde el original el 5 de septiembre de 2011. Consultado el 12 de mayo de 2011.
  13. Píndaro: peán 1; Pausanias: Descripción de Grecia IX 10, 5; Higino: Fábulas 157
  14. Apolodoro: Biblioteca mitológica II 5, 4; Estrabón: Geografía XII 4, 8.
  15. Apolodoro: Biblioteca II 5, 4.
  16. Apolonio de Rodas II 4; Servio: sobre la Eneida v. 373; Apolodoro: Biblioteca I 9, 20.
  17. Higino: Fábulas 157
  18. Calímaco: Himnos I, véanse los versos 46 a 49 del Himno a Zeus; en español.
  19. Eustacio: sobre Homero
  20. Cf. "Melisa".
  21. Apolodoro: Biblioteca I 1-6, 7

Enlaces externos

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