Museo de los Colli

A mediados del año 2019 el museo acaparó significativa atención nacional al ser el único dedicado específicamente a la cultura collique, la cual se desarrolló en la actual Lima Norte, y por los notables esfuerzos de su fundador por difundir la historia, cultura y arte de dicha civilización en la población local. El museo recibió la denominación del «museo más humilde del mundo», en reconocimiento de su gran labor de difusión pese a las limitaciones económicas actuales de la institución. Diversos medios han elaborado recientemente reportajes y entrevistas al director del museo para generar mayor atención de las autoridades y de entes privados en miras a que puedan viabilizarse donaciones e inversiones que permitan el desarrollo del museo y la defensa del patrimonio local.[3][4][5][6][7][8][9]

Enrique Niquín, un singular arqueólogo autodidacta, que construyó un museo en su casa con la única misión de preservar y difundir la memoria histórica de los colli.

El arqueólogo autodidacta, Enrique Niquín, ha dedicado casi la mitad de su vida a estudiar con obsesión la historia de los colli, un pueblo guerrero que dominó el valle del río Chillón. Y aunque este hombre de aspecto frágil y solitario no logró terminar la secundaria, ni estudiar en una universidad, ha escrito tres libros, descubierto 22 vestigios arquitectónicos y levantado con sus propias manos un lugar que la prensa llama “el museo más humilde del mundo”.

Esta pasión por la historia la heredó de su abuela, quien desde que Enrique abrió los ojos le transmitió todos sus conocimientos sobre la cultura norteña: le hablaba sobre los dioses, las leyendas, los antiguos hombres y sus formas de vida. Además, su apellido de por sí ya le brinda una enorme responsabilidad histórica: Niquín proviene de la palabra 'cie­quich', que, en la lengua de los antiguos mochicas, significa 'gran señor'.

Enrique Niquín cuenta que cuando se mudó a Collique en 1965 se quedó totalmente maravillado. A donde quiera que miraba veía enormes lomas, huacas y una gran diversidad de vegetación, por lo que decidió investigar sus condiciones geográficas. En medio de sus averiguaciones, empezó a encontrar restos arqueológicos que incrementaron aún más su curiosidad.

Encontró 24 sitios arqueológicos, dos santuarios, tres bosques de rocas y muchas huellas de manos gigantescas. Aunque muchos académicos han cuestionado su trabajo, es un hecho que, gracias a sus observaciones, sus interpretaciones autodidactas, sus visitas de campo y su trabajo de dibujante, se ha podido descubrir algunos aspectos de la vida de los colli que ni María Rostworowski había logrado profundizar. El ayudó a la reconocida historiadora a ampliar su investigación sobre esta cultura. Enrique dedicó más de 30 años de su vida a investigar los centros arqueológicos de distintas zonas de Lima norte porque, si bien empezó por Collique, su trabajo de exploración se extendió por todo el valle del río Chillón, Ancón y Ventanilla. Fueron largas y extenuantes horas de trabajo en la que su única remuneración era encontrar algún vestigio de los colli, quizás algún tejido, una cerámica o un huaco que le permita descubrir más sobre su historia. De esas épocas, tiene como recuerdo sus manos maltratadas, sus pies cansados y un mal pulmonar que le obliga a tomar pastillas todos los días. A principios de los años 80, cuando notó que la zona comenzaba a urbanizarse y sus vecinos iniciaban la construcción de sus casas en medio de lugares sagrados, decidió crear el Centro Cultural Colli Monumental con el único objetivo de defender, preservar y poner en valor el patrimonio cultural del valle del río Chillón. En el 2003, levantó ladrillo a ladrillo y con sus propias manos un museo. Aunque solo se trata de dos pequeños espacios llenos de polvo y vitrinas apolilladas, es un lugar de gran importancia para la memoria histórica de Lima norte. En ese recinto se exhiben los vestigios de una cultura milenaria que por muchos años resistió la invasión incaica.

El Museo de los Colli se encuentra ubicado en el distrito de Comas, exactamente en el pasaje Libertad, lote 5, manzana LL, en la 3.ª zona de Collique. Este lugar histórico de Lima Norte.

Horario de atención

Lunes a domingo de 8.00 a. m. a 4.00 p. m.

Según el diario peruano "La República" [10] Algunos historiadores han venido considerando el nombre Colli como si fuera una palabra cuando no lo es, pues esta es en realidad una frase compuesta por dos palabras: Col y Li, la cual habría sido utilizada desde tiempos Pre Incas por las culturas Yuncas para designar el color morado y sus tonalidades en violáceo y aceitunado tanto de especies vegetales y seres humanos.

Puedes encontrar maquetas significativas que hacen imagen a la Fortaleza de Collique y sus alrededores, creadas especialmente para saber cómo y en donde vivían los Colli.

• Historia de Lima
• Fortaleza de Collique

• Información del Museo de los Colli en la Fundación ILAM
• Información del Museo de los Colli en el Portal Turismo i
• Reportaje del Museo de los Colli en Alpha Noticias
• Reportaje del Museo de los Colli por Wayka
• Reportaje del Museo de los Colli por Willax TV