Plataforma digital

Una plataforma digital es un lugar de Internet, portal o cibersitio, que sirve para almacenar diferentes tipos de información tanto personal como a nivel de negocios. Estas plataformas funcionan con determinados tipos de sistemas operativos y ejecutan programas o aplicaciones con diferentes contenidos, como pueden ser juegos, imágenes, texto, cálculos, simulaciones y vídeo, entre otros, que se pueden considerar agrupados en una colección de herramientas y servicios que una organización utiliza para desarrollar una estrategia digital.[1]

Componentes típicos de una plataforma digital.

Las plataformas digitales también se pueden concebir como sistemas que pueden ser programados y personalizados por desarrolladores externos, como los usuarios, y de esta forma pueden ser adaptados a innumerables necesidades y asuntos que ni siquiera los creadores de la plataforma original habían contemplado, resultando un tipo de redes sociales, lo que permite mantener el contacto con amigos, familiares, usuarios en general, lo que incentiva la participación y su uso.[2]

Definición

Las plataformas digitales se han posicionado en el ámbito virtual a través del inicio de la Web 2.0, que definió nuevas alternativas sobre el uso de la plataforma web para trabajo colaborativo. Mediante la nueva interacción entre usuarios y los sistemas virtuales, se han difuminado las plataformas digitales dando origen a la diversidad de sitios web que soporta esta línea de trabajo virtual.

Es importante tener en cuenta que mediante las plataformas digitales, independientemente del enfoque de cada una de ellas, es posible gestionar contenidos y realizar una gran variedad de actividades a través de los portales web. De este modo ha ido tomando bastante este tipo de aplicaciones y actualmente todavía se encuentra en continuo desarrollo.[3]

En su libro Capitalismo de plataformas (2017), Nick Srnicek las define así:

En el nivel más general, las plataformas son infraestructuras digitales que permiten que dos o más grupos interactúen. Por lo tanto, se posicionan como intermediarios que reúnen a diferentes usuarios: clientes, anunciantes, proveedores de servicios, productores, proveedores e incluso objetos físicos. (p. 55)[4]

Características

Las plataformas digitales aspiran a posicionar la web como principal canal para adquirir contenidos. Entre sus características destacan:

  • Son creadoras de contenidos y servicios: reúnen en diferentes proveedores, aplicaciones, servicios, contenidos y desarrolladores. Su valor crece en la medida que aumenta la oferta, tanto en cantidad como en calidad.
  • Pueden ser abiertas o cerradas. Apple es la dominadora entre las plataformas cerradas o propietarias, mientras Android o varias compañías de telecomunicaciones aspiran a crear plataformas abiertas con diferentes grados de control sobre los desarrollos de terceros).
  • Ofrecen un acceso preferente a contenidos premium.<meta /> Es decir, con mayor calidad de contenidos, ancho de banda, resolución, interfaz, etc.
  • Son multe apoyo y multicanal. Permite el acceso a través de web, móviles, videoconsolas, televisiones conectadas a Internet, etc.
  • Dan más control de los contenidos y de sus derechos de propiedad intelectual y uso a los proveedores, además de reunir más datos de los clientes y son gestoras del usuario final.
  • Negocio de pago por acceso o cobro por contenidos: conviven varios modelos de negocio con pago por contenidos, suscripciones de acceso, micropagos, licencias por contenidos asociados a equipos y apoyos, etc.
  • Permiten el acceso a paquetes de contenidos o servicios: ninguna plataforma se contenta con una única oferta, los contenidos se rentabilizan en paquetes (como la televisión de pago), como también los servicios (los paquetes de internet, fijo, móvil y TV de pago de las operadoras de telecomunicaciones).[5]

Ventajas e inconvenientes de las plataformas digitales

Ventajas

  • Autonomía de publicación y producción a la red de recursos y contenidos por parte de los participantes.
  • Permiten alojar información para que los otros usuarios las obtengan.
  • Acceder a diferentes tipos de información mediante un login.
  • Interfaces de conexión con varios usuarios.
  • Facilidad a los usuarios de incorporarse en el llamado Teletrabajo.
  • Utilización desde cualquier parte del mundo.

Desventajas

Todos los procesos académicos, requieren de un autoaprendizaje continuo, por lo tanto la única desventaja palpable, es el desconocimiento de las herramientas de su funcionamiento.

Además también podemos considerar que algunos de sus desventajas son:

  • La lenta velocidad de carga para la transmisión de datos.
  • No-interacción directa con un usuario.
  • Poca privacidad con nuestros archivos.

Diferentes comercializaciones dentro de una plataforma

Cada proveedor determina su modelo de negocio dentro de la plataforma, desde la oferta gratuita, de pago una única vez. El acceso a los contenidos a través de plataformas tecnológicas o de redes sociales son los nuevos modelos que se abren para el futuro. En ellos, la web pierde la centralidad de la cual ha disfrutado en los últimos años y se usa la infraestructura de Internet para construir redes inteligentes donde la neutralidad de la red se sustituye por una mayor oferta, más transparente, con diferentes precios de acceso en función de los contenidos y servicios contratados.

Se avanza de la Internet abierta y gratuita de los últimos años a un modelo de plataformas en busca de aumentar el negocio digital para operadoras, fabricantes, grandes de Internet y medios.

Tipo de plataformas digitales

Plataformas educativas

Plataformas educativas
Se entiende por plataforma educativa o plataforma académica al sitio web que permite al docente contar con un espacio virtual, en donde sea capaz de publicar todos los materiales de su curso, realizar conferencias, incluir foros, wikis, recibir tareas del estudiante, desarrollar tests, promover debates, chats y obtener estadísticas de evaluación. Todos los recursos digitales que el docente crea necesarios, se podrán incluir en su aula virtual, y estarán dispuestos a partir de un diseño previo. Este le permite establecer secuencias de enseñanza y aprendizaje, con actividades que ayuden a sus estudiantes a lograr los objetivos planteados para el curso o ciclo escolar.

Las plataformas didácticas tecnológicas, o plataformas telemáticas, son desarrollos informáticos que buscan representar la acción educativa en su conjunto.

Las plataformas didácticas son herramientas informáticas que brindan diversos recursos para optimizar la creación, desarrollo, gestión y evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje a través de Internet.[6]

Plataformas sociales y de publicación

Ilustraciones que muestran diversos iconos de algunos servicios de redes sociales populares.

Un servicio de red social (en inglés, social networking service, SNS), también conocido como medio social o simplemente como red social, es una plataforma digital que permite establecer contacto con otras personas por medio de un sitio web u otra aplicación informática. Está conformado por un conjunto de equipos, servidores, programas, conductores, transmisores, receptores, y sobre todo por personas que comparten alguna relación, principalmente de amistad y estas mantienen intereses y actividades en común o se encuentran interesados en explorar los intereses y las actividades de otros usuarios.[7][8]

Mayormente las redes sociales se usan para poder comunicarse con personas sin importar el país de donde sean, y sin las limitaciones convencionales del correo electrónico o las llamadas telefónicas y videoconferencia, en los cuales aunque existen servicios que permiten conversaciones grupales, no otorgan el tiempo, el espacio o determinadas herramientas que disponen los servicios de redes sociales.[9]

Los servicios de redes sociales son frecuentemente accedidos por medio de tecnología como los dispositivos inteligentes y se pueden agrupar por categorías según la finalidad con que se utilicen.[9][10]


Principales redes sociales.

Computación en la nube

Computación en la nube, o «la nube»
La computación en la nube (del inglés cloud computing),[11] conocida también como servicios en la nube, informática en la nube, nube de cómputo o simplemente «la nube», es el uso de una red de servidores remotos conectados a internet para almacenar, administrar y procesar datos, servidores, bases de datos, redes y software. En lugar de depender de un servicio físico instalado, se tiene acceso a una estructura donde el software y el hardware están virtualmente integrados.

Comercio electrónico

Explicación gráfica de como funciona.

El comercio electrónico [12]—también conocido como e-commerce[13] (electronic commerce en inglés), comercio por Internet o comercio en línea— consiste en la compra y venta de productos o de servicios a través de internet, tales como redes sociales y otras páginas web. También puede ser definido como una actividad económica que permite el comercio de diferentes productos y servicios a partir de medios digitales, como páginas web, aplicaciones móviles y redes sociales. Por medio de la red virtual, los clientes pueden acceder a diversos catálogos de marcas, servicios y productos, en todo momento y en cualquier lugar.

Originalmente, el término se aplicaba a la realización de transacciones mediante medios electrónicos tales como el intercambio electrónico de datos; sin embargo, con el advenimiento del Internet y del World Wide Web, a mediados de la década de 1990 comenzó a referirse principalmente a la venta de bienes y servicios a través de Internet, usando como forma de pago medios electrónicos tales como las tarjetas de crédito y nuevas metodologías, como el pago móvil o las plataformas de pago. Vender y comprar ya es una tarea bastante sencilla propiciada, desde luego, por la tecnología, como los dispositivos móviles con acceso a la red.

La cantidad de comercio llevada a cabo electrónicamente ha crecido de manera extraordinaria debido a Internet. Una gran variedad de comercio se realiza de esta manera, estimulando la creación y utilización de innovaciones como la transferencia de fondos electrónica, la administración de cadenas de suministro, el marketing en Internet, el procesamiento de transacciones en línea (OLTP), el intercambio electrónico de datos (EDI), los sistemas de administración del inventario y los sistemas automatizados de recolección de datos.

La mayor parte del comercio electrónico consiste en la compra y venta de productos o servicios entre personas y empresas, sin embargo un porcentaje considerable del comercio electrónico consiste en la adquisición de artículos virtuales (software y derivados en su mayoría), tales como el acceso a contenido "premium" de un sitio web.

En 2017, dos mil millones de personas realizaron una transacción de comercio electrónico móvil,[14] dando lugar a una tasa de crecimiento interanual de un 23,4% según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).[15]

En el 2020, 70% de los mercadólogos ven más efectivas las estrategias SEO que las campañas de marketing pagadas., 53% de los consumidores buscan un producto en internet, independientemente si lo van o no a comprar y “Donde comprar” + “mi área ó cerca de mí” ha aumentado su búsqueda 200% en los últimos 2 años. [16]

En los contratos de comercio electrónico el proveedor tiene un fuerte deber de información, que incluye todos los datos necesarios para usar correctamente el medio electrónico que se usa para la compra, los datos necesarios para comprender los riesgos de la contratación por ese medio electrónico y quién asume dichos riesgos, así como la información sobre el derecho a dejar sin efecto el contrato de compra.[17]

Durante 2020, el comercio electrónico facturó un total de 4.2 billones de dólares en todo el mundo. Mientras que América Latina mostró un crecimiento importante de 36.7%, incluso mayor que el de la región Asia-Pacífico (26.4%). En 2021 esta tendencia de crecimiento no fue diferente, se estima que el comercio electrónico global creció un 16.8% en ingresos en comparación con 2020, lo que representa aproximadamente 4.9 billones de dólares en el año. [18]

Plataformas audiovisuales

Un control remoto Sharp Aquos, con un botón de Netflix.

El anglicismo streaming (traducido al español de diferentes formas, como transmisión en directo,[19] retransmisión o emisión en continuo)[20] se refiere a la distribución digital de contenido multimedia a través de una red de computadoras, de manera que el usuario utiliza el producto a la vez que se descarga.[21] Otras alternativas en español serían transmisión por secuencias, lectura en continuo, difusión en continuo o descarga continua. La palabra se refiere a una corriente continua que fluye sin interrupción, y habitualmente a la difusión de audio o vídeo.[22]

Este tipo de tecnología funciona mediante un búfer de datos que va almacenando el flujo de descarga en la estación del usuario para mostrarle de inmediato el material descargado. Esto se contrapone al mecanismo de descarga de archivos, que requiere que el usuario descargue los archivos por completo para poder acceder al contenido.

El streaming requiere de una conexión por lo menos de igual ancho de banda que la tasa de transmisión del servicio. Se popularizó a fines de la década de 2000, cuando la contratación del ancho de banda suficiente para utilizar estos servicios en el hogar se hizo lo suficientemente barata. Suele ser en diferido o de contenido previamente grabado, como una película de algún servicio de vídeo bajo demanda. También se puede realizar en directo, que sería la difusión de contenido en tiempo real a través de internet de algún evento según ocurre, como por ejemplo un concierto o la señal de una cadena de televisión. Requiere de una fuente de grabación de vídeo y audio, un codificador del contenido, un editor y una red de distribución de contenido para entregar el streaming a los espectadores.

Economía colaborativa

Logo de Airbnb
ZIPCAR

Economía colaborativa, compartida o de intercambio, es un término general con una variedad de significados, que a menudo se usa para describir la actividad económica que involucra transacciones en línea.[23] Originalmente surgió de la comunidad de código abierto para referirse al intercambio de acceso a bienes y servicios de igual a igual,[24] aunque el término ahora se usa a veces en un sentido más amplio para describir cualquier transacción de ventas que se realiza a través del mercado en línea, incluso los que son de empresa a empresa (B2B), en lugar de peer-to-peer. Por esta razón, el término "economía de intercambio" ha sido criticado como engañoso, ya que algunos sostienen que incluso los servicios que permiten el intercambio entre iguales pueden ser principalmente impulsados por las ganancias.[25]

Se calcula que en 2025 la economía colaborativa (sharing economy) generará un negocio de 300.000 millones de euros.[26]

Referencias

  1. «What is a digital platform? And how does it differ from campaigns or branding? - Quora». www.quora.com. Consultado el 15 de enero de 2020.
  2. lore-olaya (28 de mayo de 2011). Plataforma digital. Consultado el 13 de abril de 2020.
  3. http://plataformas-digitales.wikispaces.com/. Falta el |título= (ayuda)
  4. Srnicek, Nick (23 de mayo de 2017). Platform Capitalism (en inglés). John Wiley & Sons. ISBN 978-1-5095-0488-6. Consultado el 13 de abril de 2020.
  5. «Definición de plataforma virtual — Definicion.de». Definición.de. Consultado el 13 de abril de 2020.
  6. «Plataformas educativas». Consultado el 18 de agosto de 2014.
  7. Programa Conectar Igualdad, Gobierno de la Nación Argentina. «Redes sociales». Archivado desde el original el 26 de mayo de 2015. Consultado el 1 de junio de 2015.
  8. TecCom Studies: Estudios de tecnología y comunicación. «Las redes sociales: una aproximación conceptual y una reflexión teórica sobre los posibles usos y gratificaciones de este fenómeno digital de masas - 1.2. Definiciones de red social fechaacceso=1 de junio de 2015». Archivado desde el original el 2 de junio de 2015. Consultado el 1 de junio de 2015.
  9. Ministerio de Educación del Gobierno de España. «El uso de las redes sociales». Consultado el 1 de junio de 2015.
  10. González, Milena (11 de diciembre de 2018). «Lista de TODAS las Redes Sociales del Mundo en 2021 [+100]». Consultado el 16 de septiembre de 2021.
  11. «computación en la nube». Diccionario Español de Ingeniería (1.0 edición). Real Academia de Ingeniería de España. 2014. Consultado el 4 de mayo de 2014.
  12. RAE. «Definición de comercio electrónico Diccionario panhispánico del español jurídico RAE». Diccionario panhispánico del español jurídico Real Academia Española. Consultado el 25 de abril de 2022.
  13. «Qué es e-commerce». Consultado el 4 de diciembre de 2019.
  14. «20 eCommerce Mobile UIs That Make Shopping Easier». Toptal Design Blog (en inglés). Consultado el 5 de abril de 2020.
  15. WikiSaber. «El comercio electrónico sigue aumentando su tendencia.». Consultado el 16 de octubre de 2018.
  16. «20 Estadísticas SEO en este año 2020». JoelSEO. Consultado el 27 de octubre de 2020.
  17. «Contratos de consumo » Derecho fácil». Derecho fácil. Consultado el 5 de abril de 2020.
  18. «Informe Anual de Comercio Electrónico Nubecommerce».
  19. «en directo y en continuo, alternativas a streaming». www.fundeu.es. Consultado el 10 de julio de 2019.
  20. «Centro de Traducción de los Órganos de la UE».
  21. «¿Qué es el streaming y cómo funciona?». ¿Qué es el streaming y cómo funciona? (en inglés). Consultado el 27 de junio de 2023.
  22. Socialancer. «Streaming de video desde TikTok y otras plataformas». Consultado el 4 de agosto de 2021.
  23. Taeihagh, Araz (19 de junio de 2017). «Crowdsourcing, Sharing Economies, and Development». Journal of Developing Societies: 0169796X1771007. doi:10.1177/0169796X17710072.
  24. Hamari, Juho; Sjöklint, Mimmi; Ukkonen, Antti (2016). «The Sharing Economy: Why People Participate in Collaborative Consumption». Journal of the Association for Information Science and Technology 67 (9): 2047-2059. doi:10.1002/asi.23552.
  25. Tuttle, Brad. «Can We Stop Pretending the Sharing Economy Is All About Sharing?». MONEY.com. Archivado desde el original el 13 de agosto de 2016. Consultado el 1 de agosto de 2016.
  26. «La economía colaborativa generará 300.000 millones de euros en 2025». La Vanguardia. 23 de junio de 2019.

Enlaces externos

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